Otras voces

Al mismo tiempo que Guillermo Miller en Norteamérica estudiaba las profecías y se convencía de que debía proclamar el mensaje de la segunda venida de Jesús, José Wolff comenzaba en Europa a proclamar la pronta venida de nuestro Señor. Llegó a conocérsele como " el misionero universal durante los 24 años que transcurrieron de 1821 a 1845, Wolff hizo muchísimos viajes: recorrió el Africa Egipto y Abisinia, la Palestina, Siria, Persia, Bokhara y la India . Visitó también los Estados Unidos de Norteamérica y de paso hacia aquel país predicó en la isla de Santa Elena. Llegó a Nueva York en agosto de 1837, y después de haber hablado en aquella ciudad, predicó en Filadelfia y Baltimore, y finalmente se dirigió a Washington, la capital de la nación.

En Sudamérica cierto jesuita chileno llamado Manuel Lacunza, estudió las Escrituras y se convenció de que Cristo regresaría pronto a la tierra. Se sintió impelido a dar el aviso, pero temiendo a la Iglesia Romana, publicó sus ideas en un libro titulado: La Venida del Mesías, bajo el seudónimo de "Rabí Ben - Israel " (o " Ben Ezra"). Lacunza vivió en el siglo XVIII, pero sólo en el año 1825 fue traducido su libro al inglés en la ciudad de Londres, y desempeñó un papel importante en el despertamiento religioso de Inglaterra.

Otros hombres notables fueron Santiago Hatley Frere, Eduardo Irving, Enrique Drumond, el poeta Horacio Bonaer y Jorge Müller, fundador del orfanatorio de Bristol (Inglaterra). En Holanda, Hentzepeter, director del museo real y uno de los predicadores más capaces del país, fue impelido mediante un sueño a estudiar el asunto del segundo advenimiento. En Alemania, Bengel, ministro luterano que creía en la libertad religiosa, enseñó el segundo advenimiento; en Escandinavia, lo proclamaban Erik Walbom y Ole Boquist. En Francia y Suiza, Francisco Gaussen proclamaba el mensaje de la segunda venida.