Viendo al Invisible — Estudia la Biblia Hoy





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Viendo al Invisible
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 CONTENIDO 

Viendo al Invisible

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA

Romanos 8:28-39
RVR1960 28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó. 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. NTV 28 Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos. 29 Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor entre muchos hermanos. 30 Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria. 31 ¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como estas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra? 32 Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás? 33 ¿Quién se atreve a acusarnos a nosotros, a quienes Dios ha elegido para sí? Nadie, porque Dios mismo nos puso en la relación correcta con él. 34 Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros. 35 ¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? 36 (Como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero»). 37 Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó. 38 Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. 39 Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Juan 14:1-14
RVR1960 1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. NTV 1 »No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. 2 En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? 3 Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. 4 Y ustedes conocen el camino que lleva adonde voy. 5 — No, Señor, no lo conocemos — dijo Tomás — . No tenemos ni idea de adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? 6 Jesús le contestó: — Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí. 7 Si ustedes realmente me conocieran, también sabrían quién es mi Padre. De ahora en adelante, ya lo conocen y lo han visto. 8 Felipe le dijo: — Señor, muéstranos al Padre y quedaremos conformes. 9 Jesús respondió: — Felipe, ¿he estado con ustedes todo este tiempo, y todavía no sabes quién soy? ¡Los que me han visto a mí han visto al Padre! Entonces, ¿cómo me pides que les muestre al Padre? 10 ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que yo digo no son mías, sino que mi Padre, quien vive en mí, hace su obra por medio de mí. 11 Solo crean que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; o al menos crean por las obras que me han visto hacer. 12 »Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre. 13 Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre. 14 Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré!
Efesios 1:18-23
RVR1960 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. NTV 18 Pido que les inunde de luz el corazón, para que puedan entender la esperanza segura que él ha dado a los que llamó — es decir, su pueblo santo — , quienes son su rica y gloriosa herencia. 19 También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en él. Es el mismo gran poder 20 que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales. 21 Ahora Cristo está muy por encima de todo, sean gobernantes o autoridades o poderes o dominios o cualquier otra cosa, no solo en este mundo sino también en el mundo que vendrá. 22 Dios ha puesto todo bajo la autoridad de Cristo, a quien hizo cabeza de todas las cosas para beneficio de la iglesia. 23 Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia.
Isaías 40:27-31
RVR1960 27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? 28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29 Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. NTV 27 Oh Jacob, ¿cómo puedes decir que el Señor no ve tus dificultades? Oh Israel, ¿cómo puedes decir que Dios no toma en cuenta tus derechos? 28 ¿Acaso nunca han oído? ¿Nunca han entendido? El Señor es el Dios eterno, el Creador de toda la tierra. Él nunca se debilita ni se cansa; nadie puede medir la profundidad de su entendimiento. 29 Él da poder a los indefensos y fortaleza a los débiles. 30 Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan, y los hombres jóvenes caen exhaustos. 31 En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán.

VERSÍCULO DE MEMORIA

Hebreos 11:27
RVR1960 27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. NTV 27 Fue por la fe que Moisés salió de la tierra de Egipto sin temer el enojo del rey. Siguió firme en su camino porque tenía los ojos puestos en el Invisible.

SÁBADO — INTRODUCCIÓN

La definición de fe en el libro de Hebreos siempre es un desafío. “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1
RVR1960 1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. NTV 1 La fe demuestra la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver.
¿Cómo podemos estar convencidos de lo que no vemos? Con todo, esto es exactamente lo que ilustra Moisés en nuestro versículo para memorizar: “Se sostuvo como viendo al Invisible” Hebreos 11:27
RVR1960 27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. NTV 27 Fue por la fe que Moisés salió de la tierra de Egipto sin temer el enojo del rey. Siguió firme en su camino porque tenía los ojos puestos en el Invisible.

Es aún más provocador comprender que somos llamados a ver “al Invisible” no solo cuando los tiempos son buenos, sino especialmente cuando todo va mal. Para ello necesitamos fe, una fe semejante a la de Cristo, moldeada por la verdad acerca de Dios y el Reino de Dios. La verdad sobre la bondad de nuestro Padre, el poder del nombre de Jesús, el poder de la resurrección y la compasión de Dios son verdades esenciales que nos permitirán mantenernos firmes cuando estemos en el crisol y podamos sentir la tentación de dudar de todo.

Un vistazo a la semana:¿Qué verdades acerca de Dios pueden ayudarnos a sostenernos aun en las peores situaciones?

DOMINGO — La Extravagancia de Nuestro Padre

“¡Si de verdad Dios me amara, seguramente haría ___ por mí!” Me pregunto cuántas veces ese pensamiento ha pasado por nuestra mente. Observamos las circunstancias y luego comenzamos a preguntarnos si Dios realmente nos ama, porque si así fuera realmente, las cosas serían diferentes.

Hay dos argumentos que a menudo nos llevan a dudar de la bondad de Dios. En primer lugar, cuando tenemos un deseo ardiente en nuestro corazón y nuestra mente por algo que creemos que es bueno, la idea de que Dios desee algo diferente para nosotros puede parecernos ridícula. En segundo lugar, podemos dudar de la bondad de Dios porque nuestra experiencia choca con lo que creemos. Si algo se ve bien o se siente bien, o suena bien o sabe bien, entonces debe ser bueno. Por lo tanto, nos enojamos con Dios cuando no podemos tenerlo.

Aquí es donde interviene la fe. La fe entra en juego precisamente en aquellos momentos en que nos vemos tentados a dudar de Dios y de su bondad.

Romanos 8:28-39
RVR1960 28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó. 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. NTV 28 Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos. 29 Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor entre muchos hermanos. 30 Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria. 31 ¿Qué podemos decir acerca de cosas tan maravillosas como estas? Si Dios está a favor de nosotros, ¿quién podrá ponerse en nuestra contra? 32 Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás? 33 ¿Quién se atreve a acusarnos a nosotros, a quienes Dios ha elegido para sí? Nadie, porque Dios mismo nos puso en la relación correcta con él. 34 Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros. 35 ¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? 36 (Como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero»). 37 Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó. 38 Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana. Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor de Dios. 39 Ningún poder en las alturas ni en las profundidades, de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.
es un pasaje poderoso que describe la bondad de Dios hacia nosotros. ¿Qué lograste encontrar en estos versículos que nos pueda ayudar a proteger nuestra mente para no dudar de la bondad de Dios?

En Romanos 8:32
RVR1960 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? NTV 32 Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás?
hay una lógica importante que es extremadamente útil para protegernos del agobio de nuestras circunstancias. “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” ¿Cómo podríamos pensar que Dios enviaría a Jesús a morir por nosotros y que luego se volvería tacaño?

Esto significa que la verdad de la generosidad de Dios hacia nosotros, que constatamos en la muerte de Cristo, debe tener un impacto más fuerte en nuestro pensamiento que todas las dudas que el crisol pueda generar en nosotros.

¿Cómo es posible que una verdad (la bondad de Dios) tenga un efecto más poderoso en ti que tus dudas? Dedica un momento a meditar sobre la verdad de que Dios dio a Jesús para morir en tu lugar, y que esta increíble generosidad continúa de mil maneras diferentes para ti hoy. ¿Qué impacto causa esto sobre tu fe?

LUNES — En el Nombre de Jesús

“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” Juan 14:14
RVR1960 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. NTV 14 Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré!

Jesús no estaría mucho tiempo más con los discípulos; quien había sido su apoyo y aliento se iría al cielo. Y los discípulos comenzaron a sentirse confundidos e impotentes. Pero, si bien los discípulos ya no podrían verlo físicamente, Jesús les dio una promesa extraordinaria.

Lee Juan 14:1-14
RVR1960 1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. NTV 1 »No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. 2 En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? 3 Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. 4 Y ustedes conocen el camino que lleva adonde voy. 5 — No, Señor, no lo conocemos — dijo Tomás — . No tenemos ni idea de adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? 6 Jesús le contestó: — Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí. 7 Si ustedes realmente me conocieran, también sabrían quién es mi Padre. De ahora en adelante, ya lo conocen y lo han visto. 8 Felipe le dijo: — Señor, muéstranos al Padre y quedaremos conformes. 9 Jesús respondió: — Felipe, ¿he estado con ustedes todo este tiempo, y todavía no sabes quién soy? ¡Los que me han visto a mí han visto al Padre! Entonces, ¿cómo me pides que les muestre al Padre? 10 ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que yo digo no son mías, sino que mi Padre, quien vive en mí, hace su obra por medio de mí. 11 Solo crean que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; o al menos crean por las obras que me han visto hacer. 12 »Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre. 13 Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre. 14 Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré!
. Según los versículos 13 y 14, Jesús promete hacer por nosotros “todo” lo que pidamos en su nombre. Debido a esto, casi siempre agregamos al final de nuestras oraciones: “En el nombre de Jesús, amén”.

Al decir esto, ¿qué pensamos normalmente que significa? ¿Qué quiso decir Jesús cuando nos animó a orar así? ¿Qué pistas hay en estos versículos que nos ayudan a comprender lo que él nos plantea?

Cuando pedimos “en el nombre de Jesús”, podemos estar seguros de que toda la maquinaria celestial está obrando en nuestro favor. Quizá no veamos a los ángeles actuar a nuestro alrededor, pero allí están: son enviados desde el Trono celestial en el nombre de Jesús, para atender nuestras peticiones.

A veces, cuando oramos en el nombre de Jesús, abrimos los ojos y esperamos que todo sea diferente a nuestro alrededor; pero todo sigue igual. No obstante, aunque el poder de Dios puede llegar con un efecto dramático, como cuando Jesús calmó la tormenta, también puede llegar en silencio, sin que nadie lo note, como cuando el poder de Dios sostuvo a Jesús en el Getsemaní. Quizá no suceda nada dramático de repente, pero eso no significa que Dios no esté obrando en favor de nosotros.

Vuelve a leer Juan 14:1-14
RVR1960 1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. 11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. 12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. NTV 1 »No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. 2 En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? 3 Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. 4 Y ustedes conocen el camino que lleva adonde voy. 5 — No, Señor, no lo conocemos — dijo Tomás — . No tenemos ni idea de adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? 6 Jesús le contestó: — Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí. 7 Si ustedes realmente me conocieran, también sabrían quién es mi Padre. De ahora en adelante, ya lo conocen y lo han visto. 8 Felipe le dijo: — Señor, muéstranos al Padre y quedaremos conformes. 9 Jesús respondió: — Felipe, ¿he estado con ustedes todo este tiempo, y todavía no sabes quién soy? ¡Los que me han visto a mí han visto al Padre! Entonces, ¿cómo me pides que les muestre al Padre? 10 ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que yo digo no son mías, sino que mi Padre, quien vive en mí, hace su obra por medio de mí. 11 Solo crean que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; o al menos crean por las obras que me han visto hacer. 12 »Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre. 13 Pueden pedir cualquier cosa en mi nombre, y yo la haré, para que el Hijo le dé gloria al Padre. 14 Es cierto, pídanme cualquier cosa en mi nombre, ¡y yo la haré!
Mientras lees, imagina que Jesús te está hablando directamente, cara a cara. ¿Qué esperanza y ánimo puedes obtener de estas promesas? Al mismo tiempo, pregúntate: “¿Qué cosas de mi vida podrían obstaculizar el cumplimiento de estas promesas en mí? ¿Qué cambios debo proponerme hacer en mi corazón?”

MARTES — El Poder de la Resurrección

La resurrección resuelve el problema de la impotencia humana. Al meditar sobre la vida, la muerte y la resurrección de Jesús, a menudo nos planteamos que la muerte de Jesús fue el acontecimiento que nos hizo legalmente justos ante Dios. Y eso es cierto, por supuesto.

Sin embargo, la resurrección añade una dimensión específica a la salvación. La resurrección de Jesús es significativa no solo porque nos muestra que un día nosotros también resucitaremos, sino también porque sentó a Jesús a la diestra del Padre, en una posición de absolutos poder y autoridad. ¡Este poder de resurrección es el mismo poder que Dios pone a nuestra disposición hoy!

En Efesios 1:18-23
RVR1960 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. NTV 18 Pido que les inunde de luz el corazón, para que puedan entender la esperanza segura que él ha dado a los que llamó — es decir, su pueblo santo — , quienes son su rica y gloriosa herencia. 19 También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en él. Es el mismo gran poder 20 que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales. 21 Ahora Cristo está muy por encima de todo, sean gobernantes o autoridades o poderes o dominios o cualquier otra cosa, no solo en este mundo sino también en el mundo que vendrá. 22 Dios ha puesto todo bajo la autoridad de Cristo, a quien hizo cabeza de todas las cosas para beneficio de la iglesia. 23 Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia.
Pablo habla del poder de Dios. ¿Qué nos enseñan estos versículos sobre el poder de la resurrección? ¿Qué esperanzas y promesas puedes encontrar para ti en este pasaje?

Pablo ora para que los efesios comprendan algunas cosas que solo pueden entenderse correctamente con ayuda divina: (1) que existe la esperanza de transformación y un futuro eterno al que Jesús nos ha llamado; (2) el poder que se manifestó en nuestro favor.

Pablo luego trata de describir cuán asombroso es este poder. El poder que está disponible para nosotros hoy es el mismo poder que resucitó a Jesús: no solo lo sacó de la tumba y le devolvió la vida, sino también le devolvió el sitial de poder a la diestra del Padre.

Pero Pablo no se detiene allí. La resurrección no le dio a Jesús cualquier clase de poder, sino el poder de gobernar y proveer todo lo que su pueblo pudiera necesitar, ¡por toda la eternidad!

Haz una lista de las facetas de tu vida en las que necesitas del poder del Jesús resucitado. Cuando termines, ora para que este poder se aplique en todas estas esferas de necesidad. Al mismo tiempo, ¿en qué puedes mejorar, qué decisiones puedes tomar para que este poder actúe con más libertad en tu vida?

MIERCOLES — Echar Toda Nuestra Ansiedad

ECHAR TODA NUESTRA ANSIEDAD
Hay una placa que algunos tienen en sus hogares que dice: “¿Por qué orar, cuando puedes preocuparte?” Nos hace reír, porque sabemos con qué frecuencia nos preocupamos en lugar de acudir a Dios y darle nuestras preocupaciones.

Alguien dijo cierta vez que cuando en nuestra vida esté todo enredado, debemos dársela a Dios y permitir que él desate los nudos. Cuántos deseos tendrá Dios de hacer esto por nosotros. Sin embargo, es increíble cómo nos las arreglamos para aferrarnos a nuestros problemas hasta que estamos a punto de estallar. ¿Por qué esperamos hasta estar desesperados antes de acudir a Dios?

Lee 1 Pedro 5:7
RVR1960 7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. NTV 7 Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.
Pedro cita Salmos 55:22
RVR1960 22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. NTV 22 Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti; no permitirá que los justos tropiecen y caigan.

¿Cuál es el mensaje básico para nosotros? Ver también Mateo 6:25-33
RVR1960 (Lc. 12.
22-31) 25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
NTV 25 »Por eso les digo que no se preocupen por la vida diaria, si tendrán suficiente alimento y bebida, o suficiente ropa para vestirse. ¿Acaso no es la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? 26 Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos? 27 ¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida? 28 »¿Y por qué preocuparse por la ropa? Miren cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni cosen su ropa; 29 sin embargo, ni Salomón con toda su gloria se vistió tan hermoso como ellos. 30 Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe? 31 »Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos? , ¿qué beberemos? , ¿qué ropa nos pondremos?”. 32 Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. 33 Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.

Este es un versículo muy sencillo. No esconde ningún secreto, y significa literalmente lo que expresa. Echar significa hacer precisamente eso, arrojar, entregar, de modo que lo que causa dolor y preocupación ya no tenga ninguna conexión con nosotros. Pero, por supuesto, no arrojamos nuestras cargas a cualquier parte. Nuestra preocupación no desaparece en el vacío. Se la damos a nuestro Padre celestial, quien promete resolverla. Eso es lo que Jesús nos asegura en los versículos de Mateo. El problema para ponerlo en práctica no es que sea difícil, sino todo lo contrario: parece demasiado fácil, demasiado bueno para ser verdad.

Hay muchas cosas que causan ansiedad. Podría ser la presión del trabajo, la crítica inesperada, la sensación de que no nos quieren o que no nos aman, las preocupaciones financieras, los problemas de salud, la impresión de que no somos lo suficientemente buenos para Dios, pensar que no somos perdonados y otras.

Sin importar cuáles sean, una de las razones por las que nos aferramos a nuestros problemas es que creemos que podemos resolverlos mejor que nadie.
Pero Pedro nos insta a reconsiderar esa idea. La razón por la que no tenemos que preocuparnos es que a Dios le importa. Pero ¿a Dios todavía le importa lo suficiente como para intervenir cuando se avecina un divorcio o nos sentimos totalmente inútiles? La Biblia afirma que le importa lo suficiente como para transformar cualquier situación.

¿Qué cosas te preocupan ahora? Aunque sean legítimas y parezcan angustiosas, ¿hay algo demasiado difícil para Dios? Quizá nuestro mayor problema sea que, aunque creemos que Dios está al tanto y puede solucionarlas, no creemos que las resolverá como nos gustaría a nosotros. Medita sobre esto último y cuestiónate si es así en tu vida.

JUEVES — Continúa Siendo Fiel Aun Cuando no

Puedas ver a Dios

Creer que a nadie le importa lo que nos está pasando es muy desagradable. Pero, pensar que Dios no nos conoce o no se preocupa por nosotros puede ser muy angustioso.

Para los judíos exiliados en Babilonia, Dios no parecía preocuparse mucho por su situación. Todavía estaban en el exilio, todavía se sentían abandonados por Dios debido a su pecado. Pero Isaías les transmite palabras de consuelo. Isaías 40 es un hermoso pasaje en el que Isaías habla al pueblo con mucha ternura acerca de su Dios: “Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas” Isaías 40:11
RVR1960 11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas. NTV 11 Alimentará su rebaño como un pastor; llevará en sus brazos los corderos y los mantendrá cerca de su corazón. Guiará con delicadeza a las ovejas con crías.
Pero, después de tanto tiempo, los exiliados pensaban: ¿Dónde estás, Señor? No podemos ver ninguna evidencia de que todavía estás allí, ¡ni de que te preocupas!

Lee Isaías 40:27-31

¿Cómo describe Isaías a Dios? ¿En qué sentido esta descripción de Dios responde a su creencia de que “mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio” Isaías 40:27
RVR1960 27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? NTV 27 Oh Jacob, ¿cómo puedes decir que el Señor no ve tus dificultades? Oh Israel, ¿cómo puedes decir que Dios no toma en cuenta tus derechos?
?

Otro grupo de personas que podría haber considerado que su camino estaba oculto de Dios se encuentra en el libro de Ester. En este libro, no se menciona a Dios ni una sola vez. Sin embargo, la historia desarrolla un drama acerca de la intervención de Dios para salvar a su pueblo de una ley irrevocable para destruirlo.
Esta historia no solo describe acontecimientos del pasado, sino también simboliza un tiempo futuro en el que se volverá a perseguir al pueblo de Dios y se introducirá nuevamente una ley para su destrucción Apocalipsis 13:15
RVR1960 15 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. NTV 15 Luego se le permitió dar vida a esa estatua para que pudiera hablar. Entonces la estatua de la bestia ordenó que todo el que se negara a adorarla debía morir.
¿Te imaginas cuán fácil sería llegar a la conclusión de que, si hoy existieran esas circunstancias tan terribles, Dios seguramente habría abandonado a su pueblo? Pero, no debemos temer. El mismo Dios que salvó a sus escogidos en la historia de Ester los volverá a salvar en la crisis final.

Hemos leído cómo Isaías describió a Dios ante los exiliados. ¿Cómo describirías a Dios ante personas que sienten que Dios desapareció y las abandonó? ¿Cómo les enseñarías a ver con los ojos de la fe, y a dejar de depender de lo que ven a su alrededor con sus ojos físicos?

VIERNES - Para Estudiar y Meditar

Lee Elena de White, Profetas y reyes, “En tiempos de la reina Ester”, pp. 440-445.

“¿No ha dicho Dios que dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? ¿Y acaso no es este Espíritu un guía real, verdadero y eficaz? Algunos parecen temerosos de fiarse de lo que dice Dios, como si eso significara una presunción. Oran para que el Señor nos enseñe, y sin embargo temen aceptar la palabra que Dios ha dado y creer que hemos sido enseñados por él. Mientras nos presentemos humildemente delante de nuestro Padre celestial, con un espíritu dócil, con disposición y ansias de aprender, ¿por qué habríamos de dudar del cumplimiento de su promesa? Ni por un momento debéis deshonrarlo dudando de él. Cuando hayáis procurado conocer su voluntad, vuestra parte en la cooperación con Dios es creer que se os dirigirá, guiará y bendecirá en el cumplimiento de su voluntad. Quizá tengamos que desconfiar de nosotros mismos para no interpretar mal sus enseñanzas, pero confiad en él; confiad en él hasta lo sumo, para que el Espíritu Santo os guíe a fin de que interpretéis correctamente sus planes y la obra de su providencia” (“Comentarios de Elena de White”, CBA 3:1.173, 1.774).

“La fe se fortalece al entrar en conflicto con dudas e influencias opositoras. La experiencia obtenida en estas pruebas es de más valor que las joyas más costosas” (TI 3:609).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

PREGUNTA 1

Como clase, hablen sobre el tipo de cosas en las que creemos pero no vemos, cosas que sabemos que son reales pero que están más allá de nuestra vista. ¿Cómo puede esto ayudarnos a entender lo que significa ver a “al Invisible”?

PREGUNTA 2

Analicen la pregunta que se encuentra al final del estudio del miércoles. ¿Cuán a menudo nos encontramos en esa situación? ¿Qué podemos hacer para confiar más en que el camino del Señor es el mejor, si bien eso no es lo que queremos?

PREGUNTA 3

Si “la fe se fortalece al entrar en conflicto con dudas e influencias opositoras” y esto conduce a algo sumamente valioso, “de más valor que las joyas más costosas”, ¿cómo debería esto moldear la forma en que percibimos esos conflictos?

PREGUNTA 4

La mayoría vio a gente, e incluso a hermanos cristianos, en situaciones en las que, al menos desde nuestra perspectiva, el resultado fue desastroso. Lo peor que imaginamos sucedió, a pesar de las oraciones y grandes esfuerzos. ¿Cómo entendemos esto a la luz de lo que estuvimos estudiando?

Repaso de la Lección

LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa

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