El Contrato del Diezmo — Estudia la Biblia Hoy





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El Contrato del Diezmo
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 CONTENIDO 

El Contrato del Diezmo

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA

Génesis 14:18-20
RVR1960 18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. NTV 18 Y Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, le llevó pan y vino a Abram. 19 Melquisedec bendijo a Abram con la siguiente bendición: «Bendito sea Abram por Dios Altísimo, Creador de los cielos y la tierra. 20 Y bendito sea Dios Altísimo, que derrotó a tus enemigos por ti». Luego Abram dio a Melquisedec una décima parte de todos los bienes que había recuperado.
Malaquías 3:10
RVR1960 10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. NTV 10 Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen — dice el Señor de los Ejércitos Celestiales — , les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!
Deuteronomio 12:5-14
RVR1960 5 sino que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ese buscaréis, y allá iréis. 6 Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas; 7 y comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en la cual Jehová tu Dios te hubiere bendecido. 8 No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece, 9 porque hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios. 10 Mas pasaréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro Dios os hace heredar; y él os dará reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis seguros. 11 Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová. 12 Y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros. 13 Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres; 14 sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando. NTV 5 Más bien, busca al Señor tu Dios en el lugar de adoración que él mismo elegirá entre todas las tribus, el lugar donde su nombre será honrado. 6 Allí llevarás tus ofrendas quemadas, tus sacrificios, tus diezmos, tus ofrendas sagradas, las ofrendas para cumplir tus juramentos, tus ofrendas voluntarias y las ofrendas de las primeras crías de tus manadas y rebaños. 7 Allí, en la presencia del Señor tu Dios, comerás hasta quedar satisfecho junto con tus familias, y te alegrarás por todo lo que hayas logrado gracias a la bendición del Señor tu Dios. 8 »Tu modelo de adoración tendrá que cambiar. Ahora cada uno hace lo que quiere 9 porque aún no has llegado al lugar de descanso, a la tierra que el Señor tu Dios te da como preciada posesión. 10 Sin embargo, pronto cruzarás el río Jordán y vivirás en la tierra que el Señor tu Dios te da. Cuando él te dé descanso de todos tus enemigos y estés viviendo a salvo en esa tierra, 11 deberás llevar todo lo que yo te ordeno — tus ofrendas quemadas, sacrificios, diezmos, ofrendas sagradas y ofrendas para cumplir tus juramentos — al lugar de adoración designado, el lugar que el Señor tu Dios elija para que su nombre sea honrado. 12 »Celebra allí, en presencia del Señor tu Dios, con tus hijos e hijas y todos tus sirvientes. Y acuérdate de incluir a los levitas que vivan en tus ciudades, porque ellos no van a recibir ninguna asignación de tierra como las demás tribus. 13 Asegúrate de no sacrificar tus ofrendas quemadas donde se te ocurra. 14 Solamente podrás hacerlo en el lugar que el Señor elija en el territorio de una de las tribus. Allí presentarás tus ofrendas quemadas y harás todo lo que yo te ordeno.
Levítico 27:30
RVR1960 30 Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. NTV 30 »La décima parte de los productos de la tierra, ya sea grano de los campos o fruto de los árboles, le pertenece al Señor y debe ser apartada, es santa para el Señor.
1 Reyes 17:9-16
RVR1960 9 Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. 10 Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. 11 Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. 12 Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. 13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. 15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. 16 Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías. NTV 9 «Vete a vivir a la aldea de Sarepta, que está cerca de la ciudad de Sidón. Yo le he ordenado a una viuda de allí que te alimente». 10 Elías se dirigió a Sarepta y, cuando llegó a las puertas del pueblo, vio a una viuda juntando leña y le dijo: — Por favor, ¿podrías traerme un poco de agua en una taza? 11 Mientras ella iba a buscarle el agua, la llamó y dijo: — También tráeme un bocado de pan. 12 Pero ella respondió: — Le juro por el Señor su Dios que no tengo ni un pedazo de pan en la casa. Solo me queda un puñado de harina en el frasco y un poquito de aceite en el fondo del jarro. Estaba juntando algo de leña para preparar una última comida, después mi hijo y yo moriremos. 13 Entonces Elías le dijo: — ¡No tengas miedo! Sigue adelante y haz exactamente lo que acabas de decir, pero primero cocina un poco de pan para mí. Luego, con lo que te sobre, prepara la comida para ti y tu hijo. 14 Pues el Señor, Dios de Israel dice: “Siempre habrá harina y aceite de oliva en tus recipientes, ¡hasta que el Señor mande lluvia y vuelvan a crecer los cultivos!”. 15 Así que ella hizo lo que Elías le dijo, y ella, su familia y Elías comieron durante muchos días. 16 Siempre había suficiente harina y aceite de oliva en los recipientes, tal como el Señor lo había prometido por medio de Elías.
1 Corintios 4:1-2
RVR1960 1 Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. 2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. NTV 1 Así que, a Apolos y a mí, considérennos como simples siervos de Cristo, a quienes se nos encargó la tarea de explicar los misterios de Dios. 2 Ahora bien, alguien que recibe el cargo de administrador debe ser fiel.

VERSÍCULO DE MEMORIA

Malaquías 3:10
RVR1960 10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. NTV 10 Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen — dice el Señor de los Ejércitos Celestiales — , les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!

SÁBADO — INTRODUCCIÓN

En Génesis 14
RVR1960 1 Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim, 2 que estos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar. 3 Todos estos se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado. 4 Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron. 5 Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim, 6 y a los horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto. 7 Y volvieron y vinieron a En-mispat, que es Cades, y devastaron todo el país de los amalecitas, y también al amorreo que habitaba en Hazezontamar. 8 Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim; 9 esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar, y Arioc rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco. 10 Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte. 11 Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron. 12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron. 13 Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram. 14 Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan. 15 Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco. 16 Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente. 17 Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. 18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. 21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. 22 Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, 23 que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram; 24 excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, los cuales tomarán su parte. Génesis 14: 18 : He. 7.
1-10.
NTV 1 En esos días, estalló la guerra en la región. Amrafel, rey de Babilonia; Arioc, rey de Elasar; Quedorlaomer, rey de Elam; y Tidal, rey de Goim, 2 lucharon contra Bera, rey de Sodoma; Birsa, rey de Gomorra; Sinab, rey de Adma; Semeber, rey de Zeboim, y el rey de Bela (también llamada Zoar). 3 Este segundo grupo de reyes unieron sus ejércitos en el valle de Sidim (que es el valle del mar Muerto). 4 Durante doce años, habían estado sometidos al rey Quedorlaomer pero, en el año trece, se rebelaron contra él. 5 Un año después, Quedorlaomer y sus aliados llegaron y derrotaron a los refaítas en Astarot-karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim 6 y a los horeos en el monte Seir, hasta El-parán, al borde del desierto. 7 Luego dieron la vuelta y llegaron a En-mispat (que ahora se llama Cades) y conquistaron todo el territorio de los amalecitas y también a los amorreos que vivían en Hazezon-tamar. 8 Entonces los reyes rebeldes de Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim y Bela (también llamada Zoar) se prepararon para la batalla en el valle del mar Muerto. 9 Lucharon contra Quedorlaomer, rey de Elam; Tidal, rey de Goim; Amrafel, rey de Babilonia; y Arioc, rey de Elasar. Eran cuatro reyes contra cinco. 10 Resulta que el valle del mar Muerto estaba lleno de pozos de brea. Así que cuando el ejército de los reyes de Sodoma y Gomorra huía, algunos de ellos cayeron en los pozos de brea, mientras que el resto escapó a las montañas. 11 Entonces los invasores victoriosos saquearon Sodoma y Gomorra y emprendieron el regreso a su tierra con el botín de guerra y los alimentos. 12 También capturaron a Lot — el sobrino de Abram que vivía en Sodoma — y se llevaron todas sus pertenencias. 13 Uno de los hombres de Lot escapó y le contó todo a Abram, el hebreo, que vivía cerca del robledo que pertenecía a Mamre, el amorreo. Mamre y sus parientes, Escol y Aner, eran aliados de Abram. 14 Cuando Abram se enteró de que su sobrino Lot había sido capturado, movilizó a los trescientos dieciocho hombres adiestrados que habían nacido en su casa. Entonces persiguió al ejército de Quedorlaomer hasta que lo alcanzó en Dan. 15 Allí dividió a sus hombres en grupos y atacó durante la noche. El ejército de Quedorlaomer huyó, pero Abram lo persiguió hasta Hoba, al norte de Damasco. 16 Abram recuperó todos los bienes que habían sido tomados, y trajo de regreso a su sobrino Lot junto con sus pertenencias, las mujeres y los demás cautivos. 17 Después de que Abram regresó de su victoria sobre el rey Quedorlaomer y todos sus aliados, el rey de Sodoma salió a encontrarse con él en el valle de Save (que es el valle del Rey). 18 Y Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, le llevó pan y vino a Abram. 19 Melquisedec bendijo a Abram con la siguiente bendición: «Bendito sea Abram por Dios Altísimo, Creador de los cielos y la tierra. 20 Y bendito sea Dios Altísimo, que derrotó a tus enemigos por ti». Luego Abram dio a Melquisedec una décima parte de todos los bienes que había recuperado. 21 El rey de Sodoma le dijo a Abram: — Devuélveme a mi pueblo, el cual fue capturado; pero puedes quedarte con todos los bienes que recuperaste. 22 Abram le respondió al rey de Sodoma: — Juro solemnemente ante el Señor, Dios Altísimo, Creador de los cielos y la tierra, 23 que no tomaré nada de lo que a ti te pertenece, ni un simple hilo ni la correa de una sandalia. De otro modo, podrías decir: “Yo soy quien enriqueció a Abram”. 24 Aceptaré solamente lo que mis jóvenes guerreros ya han comido, y pido que tú entregues una porción justa de los bienes a mis aliados: Aner, Escol y Mamre.
, Abram había regresado de una exitosa misión de rescate de rehenes en la que había salvado a su sobrino Lot, a la familia de Lot y a las demás personas que habían sido secuestradas en Sodoma. El rey de Sodoma estaba tan agradecido por el rescate que le ofreció a Abram todo el botín de la batalla. Abram no solo rechazó la oferta, sino además le dio el diezmo de todo lo que poseía a Melquisedec.

Inmediatamente después de que Abram diezmó, el Señor dijo: “No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y tu recompensa será muy grande” Génesis 15:1
RVR1960 1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. NTV 1 Tiempo después, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: — No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande.
En efecto, el Señor le estaba diciendo a Abram: “No te preocupes. Seré tu protector y proveedor”. Luego, mucho más adelante, Moisés indicó a Israel, cuando estaba a punto de entrar en Canaán: “Cada año apartarás puntualmente el diezmo del producto de tu campo [...] para que aprendas a reverenciar siempre al Señor tu Dios” Deuteronomio 14:22-23
RVR1960 22 Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año. 23 Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días. NTV 22 »Deberás separar el diezmo de tus cosechas, es decir, la décima parte de todo lo que coseches cada año. 23 Lleva ese diezmo al lugar de adoración designado — el lugar que el Señor tu Dios elija para que su nombre sea honrado — y cómelo allí, en su presencia. Lo harás así con el diezmo de tus granos, tu vino nuevo, tu aceite de oliva y los machos de las primeras crías de tus rebaños y manadas. Esta práctica te enseñará a temer siempre al Señor tu Dios.

Elena de White escribió:

“Ya en los días de Adán, se requería de los hombres que ofrecieran a Dios donativos de índole religiosa; es decir, antes de que el sistema fuera dado a Moisés en forma definida” (TI 3:432).

¿Qué significa todo esto para nosotros hoy?

DOMINGO — El diezmo equivale a un décimo

Los diccionarios definen el diezmo como “una décima parte de algo” o “diez por ciento”. Probablemente esta definición se haya tomado de la narración bíblica. El diezmo es simplemente devolver el diez por ciento de nuestros ingresos, o ganancias, a Dios. Entendemos que todo lo que tenemos pertenece a él en primer lugar. La legislación del diezmo dada a Israel en el Monte Sinaí señala que el diezmo es santo y pertenece a Dios ver Levítico 27:30
RVR1960 30 Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. NTV 30 »La décima parte de los productos de la tierra, ya sea grano de los campos o fruto de los árboles, le pertenece al Señor y debe ser apartada, es santa para el Señor.
Levítico 27:32
RVR1960 32 Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová. NTV 32 Cuenta uno de cada diez animales de tus manadas y rebaños, sepáralo, es santo para el Señor.
Dios pide solo su diez por ciento. Nuestras ofrendas de gratitud son distintas del diezmo, son adicionales. El diezmo es el testimonio mínimo de nuestro compromiso cristiano. En ningún lugar de la Biblia encontramos alguna indicación de que la porción de Dios sea menos de una décima parte.

Lee Génesis 14:18-20
RVR1960 18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. NTV 18 Y Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, le llevó pan y vino a Abram. 19 Melquisedec bendijo a Abram con la siguiente bendición: «Bendito sea Abram por Dios Altísimo, Creador de los cielos y la tierra. 20 Y bendito sea Dios Altísimo, que derrotó a tus enemigos por ti». Luego Abram dio a Melquisedec una décima parte de todos los bienes que había recuperado.
Hebreos 7:1-9
RVR1960 1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. 4 Considerad, pues, cuán grande era este, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín. 5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque estos también hayan salido de los lomos de Abraham. 6 Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. 7 Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. 8 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. 9 Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; NTV 1 Este Melquisedec fue rey de la ciudad de Salem y también sacerdote del Dios Altísimo. Cuando Abraham regresaba triunfante de una gran batalla contra los reyes, Melquisedec salió a su encuentro y lo bendijo. 2 Después Abraham tomó la décima parte de todo lo que había capturado en la batalla y se la dio a Melquisedec. El nombre Melquisedec significa «rey de justicia», y rey de Salem significa «rey de paz». 3 No hay registro de su padre ni de su madre ni de ninguno de sus antepasados; no hay principio ni fin de su vida. A semejanza del Hijo de Dios, sigue siendo sacerdote para siempre. 4 Consideren, entonces, la grandeza de este Melquisedec. Incluso Abraham, el gran patriarca de Israel, reconoció esto al entregarle la décima parte de lo que había capturado en la batalla. 5 Ahora bien, la ley de Moisés exigía que los sacerdotes, que son descendientes de Leví, le cobraran el diezmo al resto del pueblo de Israel, quienes también son descendientes de Abraham. 6 Sin embargo, Melquisedec, que no era descendiente de Leví, recibió de Abraham la décima parte. Y Melquisedec bendijo a Abraham, quien ya había recibido las promesas de Dios. 7 Sin lugar a dudas, el que tiene el poder para bendecir es superior a quien recibe la bendición. 8 Los sacerdotes que reciben los diezmos son hombres que mueren, así que Melquisedec es superior a ellos porque se nos dice que sigue viviendo. 9 Además podríamos decir que esos levitas — los que reciben el diezmo — pagaron un diezmo a Melquisedec cuando lo pagó su antepasado Abraham.

¿Cuál fue la respuesta de Abram al encontrarse con Melquisedec? ¿Qué nos enseña esto acerca de cuánto tiempo atrás en la historia se remonta esta práctica?

La primera mención del diezmo en la Biblia está en Génesis 14
RVR1960 1 Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim, 2 que estos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar. 3 Todos estos se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado. 4 Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron. 5 Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim, 6 y a los horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto. 7 Y volvieron y vinieron a En-mispat, que es Cades, y devastaron todo el país de los amalecitas, y también al amorreo que habitaba en Hazezontamar. 8 Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim; 9 esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar, y Arioc rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco. 10 Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte. 11 Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron. 12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron. 13 Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram. 14 Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan. 15 Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco. 16 Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente. 17 Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. 18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. 21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. 22 Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, 23 que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram; 24 excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, los cuales tomarán su parte. Génesis 14: 18 : He. 7.
1-10.
NTV 1 En esos días, estalló la guerra en la región. Amrafel, rey de Babilonia; Arioc, rey de Elasar; Quedorlaomer, rey de Elam; y Tidal, rey de Goim, 2 lucharon contra Bera, rey de Sodoma; Birsa, rey de Gomorra; Sinab, rey de Adma; Semeber, rey de Zeboim, y el rey de Bela (también llamada Zoar). 3 Este segundo grupo de reyes unieron sus ejércitos en el valle de Sidim (que es el valle del mar Muerto). 4 Durante doce años, habían estado sometidos al rey Quedorlaomer pero, en el año trece, se rebelaron contra él. 5 Un año después, Quedorlaomer y sus aliados llegaron y derrotaron a los refaítas en Astarot-karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim 6 y a los horeos en el monte Seir, hasta El-parán, al borde del desierto. 7 Luego dieron la vuelta y llegaron a En-mispat (que ahora se llama Cades) y conquistaron todo el territorio de los amalecitas y también a los amorreos que vivían en Hazezon-tamar. 8 Entonces los reyes rebeldes de Sodoma, Gomorra, Adma, Zeboim y Bela (también llamada Zoar) se prepararon para la batalla en el valle del mar Muerto. 9 Lucharon contra Quedorlaomer, rey de Elam; Tidal, rey de Goim; Amrafel, rey de Babilonia; y Arioc, rey de Elasar. Eran cuatro reyes contra cinco. 10 Resulta que el valle del mar Muerto estaba lleno de pozos de brea. Así que cuando el ejército de los reyes de Sodoma y Gomorra huía, algunos de ellos cayeron en los pozos de brea, mientras que el resto escapó a las montañas. 11 Entonces los invasores victoriosos saquearon Sodoma y Gomorra y emprendieron el regreso a su tierra con el botín de guerra y los alimentos. 12 También capturaron a Lot — el sobrino de Abram que vivía en Sodoma — y se llevaron todas sus pertenencias. 13 Uno de los hombres de Lot escapó y le contó todo a Abram, el hebreo, que vivía cerca del robledo que pertenecía a Mamre, el amorreo. Mamre y sus parientes, Escol y Aner, eran aliados de Abram. 14 Cuando Abram se enteró de que su sobrino Lot había sido capturado, movilizó a los trescientos dieciocho hombres adiestrados que habían nacido en su casa. Entonces persiguió al ejército de Quedorlaomer hasta que lo alcanzó en Dan. 15 Allí dividió a sus hombres en grupos y atacó durante la noche. El ejército de Quedorlaomer huyó, pero Abram lo persiguió hasta Hoba, al norte de Damasco. 16 Abram recuperó todos los bienes que habían sido tomados, y trajo de regreso a su sobrino Lot junto con sus pertenencias, las mujeres y los demás cautivos. 17 Después de que Abram regresó de su victoria sobre el rey Quedorlaomer y todos sus aliados, el rey de Sodoma salió a encontrarse con él en el valle de Save (que es el valle del Rey). 18 Y Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, le llevó pan y vino a Abram. 19 Melquisedec bendijo a Abram con la siguiente bendición: «Bendito sea Abram por Dios Altísimo, Creador de los cielos y la tierra. 20 Y bendito sea Dios Altísimo, que derrotó a tus enemigos por ti». Luego Abram dio a Melquisedec una décima parte de todos los bienes que había recuperado. 21 El rey de Sodoma le dijo a Abram: — Devuélveme a mi pueblo, el cual fue capturado; pero puedes quedarte con todos los bienes que recuperaste. 22 Abram le respondió al rey de Sodoma: — Juro solemnemente ante el Señor, Dios Altísimo, Creador de los cielos y la tierra, 23 que no tomaré nada de lo que a ti te pertenece, ni un simple hilo ni la correa de una sandalia. De otro modo, podrías decir: “Yo soy quien enriqueció a Abram”. 24 Aceptaré solamente lo que mis jóvenes guerreros ya han comido, y pido que tú entregues una porción justa de los bienes a mis aliados: Aner, Escol y Mamre.
que cuenta la historia del encuentro de Melquisedec con Abram. La última mención del diezmo en la Biblia recuerda el mismo encuentro, pero las palabras “décimo” y “diezmo” se usan indistintamente ver Hebreos 7:1-9
RVR1960 1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. 4 Considerad, pues, cuán grande era este, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín. 5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque estos también hayan salido de los lomos de Abraham. 6 Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. 7 Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. 8 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. 9 Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; NTV 1 Este Melquisedec fue rey de la ciudad de Salem y también sacerdote del Dios Altísimo. Cuando Abraham regresaba triunfante de una gran batalla contra los reyes, Melquisedec salió a su encuentro y lo bendijo. 2 Después Abraham tomó la décima parte de todo lo que había capturado en la batalla y se la dio a Melquisedec. El nombre Melquisedec significa «rey de justicia», y rey de Salem significa «rey de paz». 3 No hay registro de su padre ni de su madre ni de ninguno de sus antepasados; no hay principio ni fin de su vida. A semejanza del Hijo de Dios, sigue siendo sacerdote para siempre. 4 Consideren, entonces, la grandeza de este Melquisedec. Incluso Abraham, el gran patriarca de Israel, reconoció esto al entregarle la décima parte de lo que había capturado en la batalla. 5 Ahora bien, la ley de Moisés exigía que los sacerdotes, que son descendientes de Leví, le cobraran el diezmo al resto del pueblo de Israel, quienes también son descendientes de Abraham. 6 Sin embargo, Melquisedec, que no era descendiente de Leví, recibió de Abraham la décima parte. Y Melquisedec bendijo a Abraham, quien ya había recibido las promesas de Dios. 7 Sin lugar a dudas, el que tiene el poder para bendecir es superior a quien recibe la bendición. 8 Los sacerdotes que reciben los diezmos son hombres que mueren, así que Melquisedec es superior a ellos porque se nos dice que sigue viviendo. 9 Además podríamos decir que esos levitas — los que reciben el diezmo — pagaron un diezmo a Melquisedec cuando lo pagó su antepasado Abraham.
Observa en la historia de Hebreos que ni Melquisedec ni Cristo eran de la tribu de Leví; por ende, el diezmo es anterior y posterior a la peculiaridad de los levitas. El diezmo no es una costumbre exclusivamente judía y no se originó con los hebreos en el Sinaí.

Lee Génesis 28:13-14
RVR1960 13 Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. NTV 13 En la parte superior de la escalera estaba el Señor, quien le dijo: «Yo soy el Señor, Dios de tu abuelo Abraham, y Dios de tu padre Isaac. La tierra en la que estás acostado te pertenece. Te la entrego a ti y a tu descendencia. 14 ¡Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra! Se esparcirán en todas las direcciones: hacia el oriente y el occidente, hacia el norte y el sur; y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia.
Génesis 28:20-22
RVR1960 20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. NTV 20 Luego Jacob hizo el siguiente voto: «Si Dios en verdad está conmigo y me protege en este viaje, y si él me provee de comida y de ropa, 21 y si yo regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor ciertamente será mi Dios. 22 Y esta piedra que levanté como columna conmemorativa será un lugar de adoración a Dios, y yo le daré a Dios una décima parte de todo lo que él me dé».

¿Qué prometió Dios hacer por Jacob y cuál fue la respuesta de Jacob a Dios?

Cuando Jacob se fue de su casa, huyendo de su enojado hermano Esaú, una noche tuvo un sueño de una escalera que subía de la Tierra al Cielo. Los ángeles subían y bajaban por ella. Y Dios se paró en lo alto y prometió estar con Jacob y algún día traerlo de vuelta a casa. Este joven soltero tuvo una verdadera experiencia de conversión y dijo: “El Señor será mi Dios [...] y de todo lo que me des, el diezmo lo apartaré para ti” Génesis 28:21-22
RVR1960 21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti. NTV 21 y si yo regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor ciertamente será mi Dios. 22 Y esta piedra que levanté como columna conmemorativa será un lugar de adoración a Dios, y yo le daré a Dios una décima parte de todo lo que él me dé».

¿Por qué es importante entender que el diezmo, al igual que el día de reposo sabático, no fue algo que se originó en el sistema legal ni religioso de los antiguos israelitas? ¿Qué mensaje debemos extraer de esta verdad los que vivimos después de la Cruz?

LUNES — ¿Dónde está la tesorería?

Lee Malaquías 3:10
RVR1960 10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. NTV 10 Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen — dice el Señor de los Ejércitos Celestiales — , les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!

¿Qué podemos aprender de este versículo acerca de a dónde debería ir nuestro diezmo?

Aunque no se dan instrucciones específicas en el texto, es evidente que el pueblo de Dios sabía lo que él quería decir con la palabra “alfolí”, o “tesorería”. Dios sí incluye en sus instrucciones: “Haya alimento en mi casa”. Su pueblo entendía que la casa de Dios inicialmente fue el Santuario, la tienda minuciosa que se erigió por instrucciones específicas dadas a Moisés en el Monte Sinaí. Más adelante, cuando Israel vivió en la Tierra Prometida, la ubicación central fue primero en Silo y luego, de manera más permanente, en el Templo de Jerusalén. Lee Deuteronomio 12:5-14
RVR1960 5 sino que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ese buscaréis, y allá iréis. 6 Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas; 7 y comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en la cual Jehová tu Dios te hubiere bendecido. 8 No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece, 9 porque hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios. 10 Mas pasaréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro Dios os hace heredar; y él os dará reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis seguros. 11 Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová. 12 Y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros. 13 Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres; 14 sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando. NTV 5 Más bien, busca al Señor tu Dios en el lugar de adoración que él mismo elegirá entre todas las tribus, el lugar donde su nombre será honrado. 6 Allí llevarás tus ofrendas quemadas, tus sacrificios, tus diezmos, tus ofrendas sagradas, las ofrendas para cumplir tus juramentos, tus ofrendas voluntarias y las ofrendas de las primeras crías de tus manadas y rebaños. 7 Allí, en la presencia del Señor tu Dios, comerás hasta quedar satisfecho junto con tus familias, y te alegrarás por todo lo que hayas logrado gracias a la bendición del Señor tu Dios. 8 »Tu modelo de adoración tendrá que cambiar. Ahora cada uno hace lo que quiere 9 porque aún no has llegado al lugar de descanso, a la tierra que el Señor tu Dios te da como preciada posesión. 10 Sin embargo, pronto cruzarás el río Jordán y vivirás en la tierra que el Señor tu Dios te da. Cuando él te dé descanso de todos tus enemigos y estés viviendo a salvo en esa tierra, 11 deberás llevar todo lo que yo te ordeno — tus ofrendas quemadas, sacrificios, diezmos, ofrendas sagradas y ofrendas para cumplir tus juramentos — al lugar de adoración designado, el lugar que el Señor tu Dios elija para que su nombre sea honrado. 12 »Celebra allí, en presencia del Señor tu Dios, con tus hijos e hijas y todos tus sirvientes. Y acuérdate de incluir a los levitas que vivan en tus ciudades, porque ellos no van a recibir ninguna asignación de tierra como las demás tribus. 13 Asegúrate de no sacrificar tus ofrendas quemadas donde se te ocurra. 14 Solamente podrás hacerlo en el lugar que el Señor elija en el territorio de una de las tribus. Allí presentarás tus ofrendas quemadas y harás todo lo que yo te ordeno.
Estos versículos no indican que los hijos de Dios podían decidir a discreción dónde depositar su diezmo. ¿Qué principios podemos tomar de estos versículos para nosotros hoy?

Como miembros de la familia de Dios, queremos entender y practicar su voluntad con respecto a qué hacer con nuestro diezmo. En el relato bíblico, aprendemos que tres veces al año -la Pascua, el Pentecostés y la Fiesta de los Tabernáculos Éxodo 23:14-17
RVR1960 (Ex. 34.
18-26; Dt. 16.
1-17) 14 Tres veces en el año me celebraréis fiesta. 15 La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías. 16 También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo. 17 Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor.
NTV 14 »Cada año, deberás celebrar tres festivales en mi honor. 15 En primer lugar, celebra el Festival de los Panes sin Levadura. Durante siete días, prepararás sin levadura el pan que comas, tal como yo te ordené. Celebra este festival cada año, en el tiempo señalado, a comienzos de la primavera, en el mes de abib , porque en esa fecha se cumple el aniversario de tu salida de Egipto. Nadie podrá presentarse ante mí sin una ofrenda. 16 »En segundo lugar, celebra el Festival de la Cosecha cuando me traigas los primeros frutos de tus cosechas. »Por último, celebra el Festival de la Cosecha Final cuando termine la temporada de la cosecha, una vez que hayas cosechado todos los cultivos de tus campos. 17 Cada año, en estas tres ocasiones anuales, todo hombre de Israel deberá presentarse delante del Soberano, el Señor.
- el pueblo de Dios debía viajar a Jerusalén para llevar personalmente sus diezmos y ofrendas, y para alabar y adorar a Dios. Después los levitas distribuían el diezmo entre sus hermanos por toda la tierra de Israel ver 2 Crónicas 31:11-21
RVR1960 11 Entonces mandó Ezequías que preparasen cámaras en la casa de Jehová; y las prepararon. 12 Y en ellas depositaron las primicias y los diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y dieron cargo de ello al levita Conanías, el principal, y Simei su hermano fue el segundo. 13 Y Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat y Benaía, fueron los mayordomos al servicio de Conanías y de Simei su hermano, por mandamiento del rey Ezequías y de Azarías, príncipe de la casa de Dios. 14 Y el levita Coré hijo de Imna, guarda de la puerta oriental, tenía cargo de las ofrendas voluntarias para Dios, y de la distribución de las ofrendas dedicadas a Jehová, y de las cosas santísimas. 15 Y a su servicio estaban Edén, Miniamín, Jesúa, Semaías, Amarías y Secanías, en las ciudades de los sacerdotes, para dar con fidelidad a sus hermanos sus porciones conforme a sus grupos, así al mayor como al menor; 16 a los varones anotados por sus linajes, de tres años arriba, a todos los que entraban en la casa de Jehová para desempeñar su ministerio según sus oficios y grupos. 17 También a los que eran contados entre los sacerdotes según sus casas paternas; y a los levitas de edad de veinte años arriba, conforme a sus oficios y grupos. 18 Eran inscritos con todos sus niños, sus mujeres, sus hijos e hijas, toda la multitud; porque con fidelidad se consagraban a las cosas santas. 19 Del mismo modo para los hijos de Aarón, sacerdotes, que estaban en los ejidos de sus ciudades, por todas las ciudades, los varones nombrados tenían cargo de dar sus porciones a todos los varones de entre los sacerdotes, y a todo el linaje de los levitas. 20 De esta manera hizo Ezequías en todo Judá; y ejecutó lo bueno, recto y verdadero delante de Jehová su Dios. 21 En todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado. NTV 11 Ezequías ordenó que se prepararan unos depósitos en el templo del Señor. Cuando estuvieron listos, 12 la gente fielmente llevó todas las ofrendas, los diezmos y otros artículos consagrados para uso en el templo. Conanías, el levita, quedó encargado y su hermano Simei lo ayudaba. 13 Los supervisores bajo su mando fueron Jehiel, Azazías, Nahat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaquías, Mahat y Benaía. El rey Ezequías y Azarías, el funcionario principal en el templo de Dios, hicieron estos nombramientos. 14 Koré, hijo del levita Imna, portero de la puerta Oriental, quedó encargado de distribuir las ofrendas voluntarias entregadas a Dios, los regalos y las cosas que habían sido dedicadas al Señor. 15 Sus fieles ayudantes eran Edén, Miniamín, Jesúa, Semaías, Amarías y Secanías. Ellos distribuían los regalos entre las familias de los sacerdotes en sus ciudades según sus divisiones, repartiéndolos equitativamente entre ancianos y jóvenes por igual. 16 Distribuían los regalos a todos los varones de tres años o más, sin tomar en cuenta su lugar en los registros genealógicos. La distribución era para todos los que iban al templo del Señor para cumplir con sus responsabilidades diarias según sus divisiones. 17 Distribuían los regalos a los sacerdotes que estaban anotados por sus familias en los registros genealógicos, y a los levitas de veinte años o más que estaban anotados según sus funciones y sus divisiones. 18 Las raciones de alimentos también se entregaban a las familias de todos los que estuvieran anotados en los registros genealógicos, incluidos los bebés, las esposas, los hijos y las hijas. Pues todos habían sido fieles purificándose a sí mismos. 19 En cuanto a los sacerdotes, los descendientes de Aarón, que vivían en las aldeas sin murallas alrededor de las ciudades, algunos hombres fueron designados por nombre para que distribuyeran raciones a todos los varones entre los sacerdotes y a todos los levitas anotados en los registros genealógicos. 20 De esta manera, el rey Ezequías manejó la distribución en todo Judá, haciendo lo agradable y bueno a los ojos del Señor su Dios. 21 En todo lo que hizo para el servicio del templo de Dios y en sus esfuerzos por seguir las leyes y los mandatos de Dios, Ezequías buscó a su Dios de todo corazón; y como resultado, tuvo mucho éxito.
Nehemías 13:44-47
RVR1960 NTV
Nehemías 13:8-14
RVR1960 8 Y me dolió en gran manera; y arrojé todos los muebles de la casa de Tobías fuera de la cámara, 9 y dije que limpiasen las cámaras, e hice volver allí los utensilios de la casa de Dios, las ofrendas y el incienso. 10 Encontré asimismo que las porciones para los levitas no les habían sido dadas, y que los levitas y cantores que hacían el servicio habían huido cada uno a su heredad. 11 Entonces reprendí a los oficiales, y dije: ¿Por qué está la casa de Dios abandonada? Y los reuní y los puse en sus puestos. 12 Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y del aceite, a los almacenes. 13 Y puse por mayordomos de ellos al sacerdote Selemías y al escriba Sadoc, y de los levitas a Pedaías; y al servicio de ellos a Hanán hijo de Zacur, hijo de Matanías; porque eran tenidos por fieles, y ellos tenían que repartir a sus hermanos. 14 Acuérdate de mí, oh Dios, en orden a esto, y no borres mis misericordias que hice en la casa de mi Dios, y en su servicio. NTV 8 Me disgusté mucho y saqué del cuarto todas las pertenencias de Tobías. 9 Luego exigí que purificaran las habitaciones y volví a colocar los utensilios para el templo de Dios, las ofrendas de grano y el incienso. 10 También descubrí que no se les había entregado a los levitas las porciones de comida que les correspondían, de manera que todos ellos y los cantores que debían dirigir los servicios de adoración habían regresado a trabajar en los campos. 11 Inmediatamente enfrenté a los dirigentes y les pregunté: «¿Por qué ha sido descuidado el templo de Dios? ». Luego pedí a todos los levitas que regresaran y los reintegré para que cumplieran con sus obligaciones. 12 Entonces, una vez más, todo el pueblo de Judá comenzó a llevar sus diezmos de grano, de vino nuevo y de aceite de oliva a los depósitos del templo. 13 Como supervisores de los depósitos asigné al sacerdote Selemías, al escriba Sadoc y a Pedaías, uno de los levitas. Como ayudante de ellos nombré a Hanán, hijo de Zacur y nieto de Matanías. Estos hombres gozaban de una excelente reputación, y su tarea consistía en hacer distribuciones equitativas a sus compañeros levitas. 14 Recuerda esta buena obra, oh Dios mío, y no olvides todo lo que fielmente he hecho por el templo de mi Dios y sus servicios.
En armonía con este principio bíblico de la tesorería/alfolí, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha designado a las asociaciones, las misiones y las uniones de iglesias locales como tesorerías en nombre de la iglesia mundial, y de las cuales se paga el ministerio/la obra eclesiástica.

Para comodidad de los miembros de iglesia, el diezmo se lleva a la iglesia local, donde, como parte de su experiencia de adoración, los miembros depositan sus diezmos y ofrendas; aunque algunos utilizan las donaciones en línea. Los tesoreros locales luego envían el diezmo a la tesorería de la Asociación. Este sistema de administración del diezmo, delineado y ordenado por Dios, ha permitido que la Iglesia Adventista del Séptimo Día tuviera un impacto global y creciente en el mundo.

Imagínate si todos decidieran dar el diezmo a quien quisieran, en detrimento de la propia Iglesia Adventista. ¿Qué pasaría con nuestra iglesia? Por ende, ¿por qué esa práctica es una mala idea y es contraria a las Escrituras?

MARTES — El propósito del diezmo

Lee Levítico 27:30
RVR1960 30 Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. NTV 30 »La décima parte de los productos de la tierra, ya sea grano de los campos o fruto de los árboles, le pertenece al Señor y debe ser apartada, es santa para el Señor.
Números 18:21
RVR1960 21 Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión. NTV 21 En cuanto a la tribu de Leví, tus parientes, los recompensaré por su servicio en el tabernáculo. En lugar de una asignación de tierra, les daré los diezmos de toda la tierra de Israel.
Números 18:24
RVR1960 24 Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad. NTV 24 porque yo les he dado los diezmos del pueblo de Israel, que han sido entregados como ofrendas sagradas al Señor. Esta será la porción de los levitas. Por eso les he dicho que no recibirán ninguna asignación de tierra entre los israelitas».

¿Qué propone hacer Dios con el diezmo?

Debido a que Dios es el Dueño de todo Salmos 24:1
RVR1960 1 De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. NTV Salmo de David. 1 La tierra es del Señor y todo lo que hay en ella; el mundo y todos sus habitantes le pertenecen.
obviamente no necesita dinero. Pero, como el diezmo es suyo, nos dice qué hacer con él, y eso es utilizarlo para el sostén del ministerio evangélico. Y, por ende, con el diezmo de Dios se suplen las necesidades de los pastores.

A la tribu de Leví, los pastores/obreros evangélicos del Antiguo Testamento, no se le otorgaron grandes propiedades como al resto de las tribus. A Leví le dieron determinadas ciudades, incluyendo las ciudades de refugio, con suficiente tierra alrededor de ellas para huertos personales. Se mantenían con los diezmos de los demás, y ellos mismos también diezmaban sus ingresos.

Lee Hechos 20:35
RVR1960 35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. NTV 35 Y he sido un ejemplo constante de cómo pueden ayudar con trabajo y esfuerzo a los que están en necesidad. Deben recordar las palabras del Señor Jesús: “Hay más bendición en dar que en recibir”».

¿Cuál es el mensaje aquí, y cómo se relaciona esto con el tema del diezmo?

El diezmo es importante porque nos ayuda a establecer una relación de confianza con Dios. Tomar una décima parte de tus ingresos y “desprenderte” de ella (aunque, técnicamente, pertenece a Dios de todos modos) realmente requiere un acto de fe, y solo ejerciendo fe tu fe crecerá.

Piensa, por ejemplo, en el tiempo del fin, cuando los que sean fieles no puedan comprar ni vender, como se describe en Apocalipsis capítulos 13 y 14 (ver la semana 11). El hecho de haber desarrollado una confianza en Dios y en su providencia, poder y amor será de suma importancia cuando aparentemente todo el mundo esté en nuestra contra. El diezmo fiel seguramente puede ayudar a desarrollar esa confianza. Incluso antes de eso, qué crucial para todos nosotros es haber aprendido a confiar en Dios, independientemente de nuestra situación.

Una segunda gran razón para la fidelidad económica es tener acceso a las bendiciones tangibles que Dios promete. Como parte del contrato del diezmo, Dios ha prometido bendiciones tan grandes que no tendremos suficiente espacio para recibirlas. Con el excedente, podemos ayudar a los demás y apoyar la obra de Dios con nuestras ofrendas.

¿Cuál es tu experiencia con la gran verdad de que realmente es “más bienaventurado dar que recibir”?

MIERCOLES — ¿Diezmar sobre el ingreso bruto o neto?

Calculamos nuestro diezmo sobre nuestro “ingreso”. Si nos pagan por hora, tenemos un salario; y pagamos sobre nuestro “rendimiento”, o ganancia, si somos autónomos y tenemos nuestro propio negocio. En muchos países, el Gobierno deduce impuestos del salario del trabajador para cubrir el costo de los servicios prestados a la gente, como seguridad, caminos y puentes, beneficios por desempleo y otros. La cuestión de si diezmar sobre el ingreso bruto o neto implica básicamente si devolvemos el diezmo sobre nuestros ingresos antes o después de que se deduzcan esos impuestos. Quienes trabajan por cuenta propia pueden deducir legítimamente el costo de hacer negocios para determinar su ganancia real antes de que se deduzcan sus impuestos personales.

Los estudios de los hábitos de dar de los miembros revelan que la mayoría de los adventistas del séptimo día diezman sobre el ingreso bruto; es decir, antes de deducir los impuestos.

Lee 1 Reyes 17:9-16
RVR1960 9 Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. 10 Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. 11 Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. 12 Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. 13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. 15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. 16 Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías. NTV 9 «Vete a vivir a la aldea de Sarepta, que está cerca de la ciudad de Sidón. Yo le he ordenado a una viuda de allí que te alimente». 10 Elías se dirigió a Sarepta y, cuando llegó a las puertas del pueblo, vio a una viuda juntando leña y le dijo: — Por favor, ¿podrías traerme un poco de agua en una taza? 11 Mientras ella iba a buscarle el agua, la llamó y dijo: — También tráeme un bocado de pan. 12 Pero ella respondió: — Le juro por el Señor su Dios que no tengo ni un pedazo de pan en la casa. Solo me queda un puñado de harina en el frasco y un poquito de aceite en el fondo del jarro. Estaba juntando algo de leña para preparar una última comida, después mi hijo y yo moriremos. 13 Entonces Elías le dijo: — ¡No tengas miedo! Sigue adelante y haz exactamente lo que acabas de decir, pero primero cocina un poco de pan para mí. Luego, con lo que te sobre, prepara la comida para ti y tu hijo. 14 Pues el Señor, Dios de Israel dice: “Siempre habrá harina y aceite de oliva en tus recipientes, ¡hasta que el Señor mande lluvia y vuelvan a crecer los cultivos!”. 15 Así que ella hizo lo que Elías le dijo, y ella, su familia y Elías comieron durante muchos días. 16 Siempre había suficiente harina y aceite de oliva en los recipientes, tal como el Señor lo había prometido por medio de Elías.

¿Cuál era la situación de la viuda antes de que Elías acudiera a ella? ¿Qué le pidió el profeta que hiciera primero, antes de ocuparse de sí misma y de su hijo? ¿Qué podemos aprender de este relato acerca de la pregunta en cuestión?

Dios le dijo a la viuda de Sarepta que un hombre de Dios vendría a verla 1 Reyes 17:9
RVR1960 9 Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. NTV 9 «Vete a vivir a la aldea de Sarepta, que está cerca de la ciudad de Sidón. Yo le he ordenado a una viuda de allí que te alimente».
Cuando llegó Elías, ella le explicó las circunstancias terribles que estaba atravesando. Elías primero pidió un trago de agua y luego agregó: “No temas. Ve, haz como has dicho. Pero hazme a mí primero un panecillo cocido bajo la ceniza y tráemelo. Después harás para ti y para tu hijo. Porque el Señor, Dios de Israel, ha dicho: ‘La harina no escaseará de la tinaja, ni el aceite de la botija, hasta que el Señor envíe lluvia sobre la tierra’ ” 1 Reyes 17:13-14
RVR1960 13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. NTV 13 Entonces Elías le dijo: — ¡No tengas miedo! Sigue adelante y haz exactamente lo que acabas de decir, pero primero cocina un poco de pan para mí. Luego, con lo que te sobre, prepara la comida para ti y tu hijo. 14 Pues el Señor, Dios de Israel dice: “Siempre habrá harina y aceite de oliva en tus recipientes, ¡hasta que el Señor mande lluvia y vuelvan a crecer los cultivos!”.

¿Fue egoísta de su parte o simplemente estaba poniendo a prueba su fe (sin duda, esto le permitió ejercitar su fe)? La respuesta debería ser obvia.

La conclusión sobre bruto o neto es que depende de cada uno de nosotros decidirlo. La iglesia no ordena lo que debemos hacer, y con razón. Al final, cada uno de nosotros debe tomar su propia decisión y, hagamos lo que hagamos, no debemos juzgar a quienes lo hacen de manera diferente. Cada uno de nosotros, individualmente, tiene que responder ante Dios, y solo ante Dios, por sus decisiones.

“Cada uno ha de ser su propio asesor, y se le deja dar según se propone en su corazón” (TI 4:460).

{bold}{hl red}¿Cómo le explicas a alguien que nunca devolvió el diezmo las bendiciones que provienen de esta práctica? ¿Cuáles son esas bendiciones y cómo fortalece tu fe el devolver el diezmo?
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JUEVES — Un diezmo honesto o fiel

Lee 1 Corintios 4:1-2
RVR1960 1 Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. 2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. NTV 1 Así que, a Apolos y a mí, considérennos como simples siervos de Cristo, a quienes se nos encargó la tarea de explicar los misterios de Dios. 2 Ahora bien, alguien que recibe el cargo de administrador debe ser fiel.

Como hijos de Dios y administradores de sus bendiciones, ¿qué clase de personas se nos pide que seamos?

Por lo tanto, ¿qué significa ser fiel con nuestro diezmo? Esta semana hemos repasado varios de los elementos constitutivos del diezmo:

La cantidad, que es un décimo, o diez por ciento, de nuestro ingreso o ganancia.
Llevarlo a la tesorería/alfolí: el lugar desde donde se paga a los obreros evangélicos.
Honrar a Dios con la primera parte de nuestros ingresos.
Usarlo para el propósito correcto: el sostén del ministerio.
Es nuestra responsabilidad, como miembros de iglesia, preservar los primeros tres elementos; es responsabilidad de los encargados de la tesorería asegurarse de que los fondos del diezmo se utilicen correctamente.

Y, además, a diferencia de nuestras ofrendas, el diezmo no es discrecional de nuestra parte. El décimo y la tesorería son ambos parte de nuestra responsabilidad. Nosotros no establecemos los parámetros, sino Dios. Si yo no devuelvo el diez por ciento completo de mi “ganancia”, en realidad no estoy diezmando; y si no llevo ese diez por ciento a la “tesorería”, en realidad tampoco estoy diezmando.

Lee Mateo 25:19
RVR1960 19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. NTV 19 »Después de mucho tiempo, el amo regresó de su viaje y los llamó para que rindieran cuentas de cómo habían usado su dinero.
al 21

¿Cuándo se nos pide que rindamos cuenta de nuestra administración de los fondos de Dios? ¿Qué se les dice a los que han sido financieramente fieles?

“ ‘Traed los diezmos al alfolí’ Malaquías 3:10
RVR1960 10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. NTV 10 Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen — dice el Señor de los Ejércitos Celestiales — , les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!
es la orden de Dios. No se extiende ninguna invitación a la gratitud o generosidad. Es una cuestión de simple honradez. El diezmo pertenece al Señor, y él nos ordena que le devolvamos lo que le pertenece” (Ed 138).

Administrar para Dios es un privilegio único, y también una responsabilidad. Él nos bendice y nos sostiene, y pide solo un décimo, y luego utiliza su diezmo con el fin de proveer para los obreros evangélicos, como lo hizo con la tribu de Leví durante los tiempos del antiguo Israel.

Algunos argumentan que no les gusta cómo se utiliza el dinero de sus diezmos y, por lo tanto, no diezman o envían su dinero a otra parte. Sin embargo, ¿dónde dijo Dios: “Traigan todo el diezmo a la tesorería, pero solo si están seguros de que la tesorería lo está usando correctamente”?

VIERNES - Para Estudiar y Meditar

Lee el documento más completo de Elena de White sobre el diezmo en Testimonios para la iglesia, t. 9, pp. 197-202. Estudia la Sección III de Consejos sobre mayordomía cristiana, pp. 69-112.

“Si todos los diezmos de nuestro pueblo fluyesen a la tesorería del Señor como debieran, se recibirían tantas bendiciones que los dones y las ofrendas para los propósitos sagrados quedarían multiplicados diez veces, y así se mantendría abierto el conducto entre Dios y el hombre” (TI 4:465).

Esta es una afirmación asombrosa. Si todos diezmáramos fielmente, Dios nos bendeciría con fondos para aumentar nuestras ofrendas en un mil por ciento.

“En el tercer capítulo de Malaquías se encuentra el contrato que Dios ha hecho con el hombre. Aquí el Señor especifica la parte que desempeñará al otorgar sus grandes dones a aquellos que le devuelvan fielmente los diezmos y las ofrendas” (Elena de White, Review and Herald, 17/12/1901).

“Todos deben recordar que lo que Dios exige de nosotros supera cualquier otro derecho. Él nos da abundantemente, y el contrato que él ha hecho con el hombre es que una décima parte de las posesiones de este sea devuelta a Dios. Él confía misericordiosamente sus tesoros a sus mayordomos, pero dice del diezmo: Es mío. En la proporción en que Dios ha dado su propiedad al hombre, el hombre debe devolverle un diezmo fiel de toda lo que gana. Este arreglo preciso lo hizo Jesucristo mismo” (TI 6:384).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

PREGUNTA 1

Reflexiona sobre esta idea de que la práctica del diezmo no se originó en el antiguo Israel. ¿Cómo nos ayuda este hecho a comprender la perpetuidad de esta obligación de nuestra parte ante Dios?

PREGUNTA 2

En clase, analicen la pregunta planteada al final del estudio del lunes. Piensen en lo que sucedería si la gente decidiera enviar su diezmo a otro lugar. ¿Qué pasaría con nuestra iglesia? ¿Todavía tendríamos una iglesia? ¿Qué tiene de malo la actitud que dice: Bueno, mi diezmo es tan pequeño en contraste con todo lo demás que no importa? ¿Y si todos pensaran así?

PREGUNTA 3

Comparte con otros lo que has aprendido y experimentado al devolver el diezmo. ¿Qué puedes enseñar a los demás sobre la práctica?

Repaso de la Lección

LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa

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