Escuela Sabática

CONTENIDO
DOMINGO — El amor eterno de Dios
MARTES — Una relación condicional
MIERCOLES — Misericordia perdida
JUEVES — Has recibido gratis, da gratis
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA
2 Pedro 3:9
Deuteronomio 7:6-9
RVR1960
9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
NTV
9 En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.
Romanos 11:22
RVR1960
6 Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
7 No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;
8 sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
9 Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
NTV
6 Pues tú eres un pueblo santo porque perteneces al Señor tu Dios. De todos los pueblos de la tierra, el Señor tu Dios te eligió a ti para que seas su tesoro especial.
7 »El Señor no te dio su amor ni te eligió porque eras una nación más numerosa que las otras naciones, ¡pues tú eras la más pequeña de todas!
8 Más bien, fue sencillamente porque el Señor te ama y estaba cumpliendo el juramento que les había hecho a tus antepasados. Por eso te rescató con mano poderosa de la esclavitud y de la mano opresiva del faraón, rey de Egipto.
9 Reconoce, por lo tanto, que el Señor tu Dios es verdaderamente Dios. Él es Dios fiel, quien cumple su pacto por mil generaciones y derrama su amor inagotable sobre quienes lo aman y obedecen sus mandatos.
1 Juan 4:7-20
RVR1960
22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.
NTV
22 Fíjate en que Dios es bondadoso pero también es severo. Es severo con los que desobedecen, pero será bondadoso contigo si sigues confiando en su bondad. En cambio, si dejas de confiar, tú también serás arrancado por completo.
Juan 15:12
RVR1960
7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.
15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
NTV
7 Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios;
8 pero el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
9 Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él.
10 En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.
11 Queridos amigos, ya que Dios nos amó tanto, sin duda nosotros también debemos amarnos unos a otros.
12 Nadie jamás ha visto a Dios; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor llega a la máxima expresión en nosotros.
13 Y Dios nos ha dado su Espíritu como prueba de que vivimos en él y él en nosotros.
14 Además, hemos visto con nuestros propios ojos y ahora damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para que fuera el Salvador del mundo.
15 Todos los que declaran que Jesús es el Hijo de Dios, Dios vive en ellos y ellos en Dios.
16 Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto nuestra confianza en su amor. Dios es amor, y todos los que viven en amor viven en Dios y Dios vive en ellos;
17 y al vivir en Dios, nuestro amor crece hasta hacerse perfecto. Por lo tanto, no tendremos temor en el día del juicio, sino que podremos estar ante Dios con confianza, porque vivimos como vivió Jesús en este mundo.
18 En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios.
19 Nos amamos unos a otros, porque él nos amó primero.
20 Si alguien dice: «Amo a Dios», pero odia a otro creyente, esa persona es mentirosa pues, si no amamos a quienes podemos ver, ¿cómo vamos a amar a Dios, a quien no podemos ver?
1 Juan 3:16
RVR1960
12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
NTV
12 Este es mi mandamiento: ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he amado.
RVR1960
16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
NTV
16 Conocemos lo que es el amor verdadero, porque Jesús entregó su vida por nosotros. De manera que nosotros también tenemos que dar la vida por nuestros hermanos.
VERSÍCULO DE MEMORIA
Juan 14:23
RVR1960
23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
NTV
23 Jesús contestó: — Todos los que me aman harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos.
SÁBADO — INTRODUCCIÓN
Se ha enseñado a muchos que la palabra griega agapē se refiere al amor exclusivamente divino, y que otros términos, también traducidos como amor -tal el caso de filia (del verbo fileō)-, designan sentimientos menos sublimes que agapē. Algunos afirman también que agapē se refiere a un amor unilateral, el de alguien que ama pero nunca recibe amor, un amor totalmente independiente de la respuesta humana.
Sin embargo, un estudio cuidadoso del amor divino a lo largo de la Escritura muestra que estas ideas, aunque comunes, son erróneas. En primer lugar, el término griego agapē se refiere no solo al amor de Dios, sino también al amor humano, incluso a veces al amor humano mal dirigido, por ejemplo, en 2 Timoteo 4:10
En segundo lugar, a lo largo de la Escritura, muchos términos distintos de agapē se refieren al amor de Dios. Por ejemplo, Jesús enseñó que «el mismo Padre los ama [fileō_], porque ustedes me han amado [fileō]» Juan 16:27
RVR1960
10 porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.
NTV
10 Demas me abandonó porque ama las cosas de esta vida y se fue a Tesalónica. Crescente se fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.
RVC Aquí, el término griego _fileō se utiliza no solo para referirse al amor humano, sino también al amor de Dios por los seres humanos. Por tanto, fileō no debe interpretarse como un amor inferior, sino como una expresión auténtica del amor divino.
RVR1960
27 pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.
NTV
27 ya que el Padre mismo los ama profundamente, porque ustedes me aman a mí y han creído que vine de Dios.
Las Escrituras también enseñan que el amor de Dios no es unilateral, sino profundamente relacional, en el sentido de que para Dios supone una profunda diferencia que los seres humanos reflejen o no su amor por él y por los demás.
DOMINGO — El amor eterno de Dios
Las Escrituras son claras: Dios ama a todos. El versículo más famoso de las Escrituras, Juan 3:16
proclama esta verdad: «De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna».
RVR1960
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
NTV
16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Lee Salmos 33:5
Salmos 145:9
RVR1960
5 El ama justicia y juicio; De la misericordia de Jehová está llena la tierra.
NTV
5 Él ama lo que es justo y bueno; el amor inagotable del Señor llena la tierra.
RVR1960
9 Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras.
NTV
9 El Señor es bueno con todos; desborda compasión sobre toda su creación.
¿Qué enseñan estos versículos acerca de la extensión o alcance del amor, la compasión y la misericordia de Dios?
Algunas personas pueden pensar que no son dignas de ser amadas o que Dios puede amar a todos los demás menos a ellas. Sin embargo, la Biblia proclama sistemáticamente que Dios ama a todas las personas. No hay nadie a quien él no ame. Y, puesto que Dios ama a todos, también quiere que todos se salven.
Lee 2 Pedro 3:9
1 Timoteo 2:4
RVR1960
9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
NTV
9 En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.
Ezequiel 33:11
RVR1960
4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
NTV
4 quien quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad.
RVR1960
11 Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?
NTV
11 Tan cierto como que yo vivo, dice el Señor Soberano, no me complace la muerte de los perversos. Solo quiero que se aparten de su conducta perversa para que vivan. ¡Arrepiéntanse! ¡Apártense de su maldad, oh pueblo de Israel! ¿Por qué habrían de morir?”.
¿Qué enseñan estos textos acerca del amor de Dios y de su deseo de salvar a todos?
El versículo posterior a Juan 3:16
añade: «Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él» Juan 3:17
RVR1960
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
NTV
16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Si dependiera solo de Dios, todos los seres humanos aceptarían su amor y se salvarían. Sin embargo, el Señor no impone su amor a nadie. Las personas son libres de aceptarlo o rechazarlo.
RVR1960
17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
NTV
17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
Y, aunque algunos lo rechacen, Dios nunca deja de amarlos. En Jeremías 31:3
él proclama a su pueblo: «Con amor eterno te he amado; por eso, te prolongué mi misericordia». En otras partes, la Biblia enseña repetidamente que el amor de Dios es eterno ver, por ejemplo, Salmos 136
RVR1960
3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
NTV
3 Hace tiempo el Señor le dijo a Israel: «Yo te he amado, pueblo mío, con un amor eterno. Con amor inagotable te acerqué a mí.
El amor de Dios nunca se agota. Es eterno. Esto nos resulta difícil de entender pues a menudo nos cuesta amar a los demás, ¿verdad?
RVR1960
1 Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia.
2 Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia.
3 Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia.
4 Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia.
5 Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia.
6 Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia.
7 Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia.
8 El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia.
9 La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia.
10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia.
11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia.
12 Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia.
13 Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia;
14 E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia;
15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia.
16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia.
17 Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia;
18 Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia;
19 A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia;
20 Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia;
21 Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia;
22 En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia.
23 Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia;
24 Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia.
25 El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia.
26 Alabad al Dios de los cielos, Porque para siempre es su misericordia. Salmos 136: 1 : 1 Cr. 16.
34; 2 Cr. 5.
13; 7.
3; Esd. 3.
11; Sal. 100.
5; 106.
1; 107.
1; 118.
1; Jer. 33.
11. Salmos 136: 5 : Gn. 1.
1. Salmos 136: 6 : Gn. 1.
2. Salmos 136: 7 : Gn. 1.
16. Salmos 136: 10 : Ex. 12.
29. Salmos 136: 11 : Ex. 12.
51. Salmos 136: 13 : Ex. 14.
21-29. Salmos 136: 19 : Nm. 21.
21-30. Salmos 136: 20 : Nm. 21.
31-35.
NTV
1 ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre.
2 Den gracias al Dios de dioses. Su fiel amor perdura para siempre.
3 Den gracias al Señor de señores. Su fiel amor perdura para siempre.
4 Den gracias al único que puede hacer milagros poderosos. Su fiel amor perdura para siempre.
5 Den gracias al que hizo los cielos con tanta habilidad. Su fiel amor perdura para siempre.
6 Den gracias al que ubicó la tierra en medio de las aguas. Su fiel amor perdura para siempre.
7 Den gracias al que hizo las lumbreras celestiales: Su fiel amor perdura para siempre.
8 el sol para que gobierne de día, Su fiel amor perdura para siempre.
9 y la luna y las estrellas para que gobiernen de noche. Su fiel amor perdura para siempre.
10 Den gracias al que mató a los hijos mayores de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre.
11 Él sacó a Israel de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre.
12 Actuó con mano fuerte y brazo poderoso. Su fiel amor perdura para siempre.
13 Den gracias al que separó las aguas del mar Rojo. Su fiel amor perdura para siempre.
14 Hizo cruzar a salvo a Israel, Su fiel amor perdura para siempre.
15 pero arrojó al mar Rojo al faraón y a su ejército. Su fiel amor perdura para siempre.
16 Den gracias al que guio a su pueblo por el desierto. Su fiel amor perdura para siempre.
17 Den gracias al que hirió de muerte a reyes poderosos. Su fiel amor perdura para siempre.
18 Mató a reyes poderosos: Su fiel amor perdura para siempre.
19 a Sehón, rey de los amorreos, Su fiel amor perdura para siempre.
20 y a Og, rey de Basán. Su fiel amor perdura para siempre.
21 Dios entregó las tierras de estos reyes como herencia: Su fiel amor perdura para siempre.
22 como preciada posesión a su siervo Israel. Su fiel amor perdura para siempre.
23 Él se acordó de nosotros en nuestras debilidades. Su fiel amor perdura para siempre.
24 Nos salvó de nuestros enemigos. Su fiel amor perdura para siempre.
25 Él provee alimento a todo ser viviente. Su fiel amor perdura para siempre.
26 Den gracias al Dios del cielo. Su fiel amor perdura para siempre.
Sin embargo, si como individuos pudiéramos aprender a experimentar la realidad de ese amor; es decir, conocer por nosotros mismos el amor de Dios, ¡cuán diferente sería nuestra vida y nuestro trato hacia los demás!
Si Dios ama a todas las personas, eso significa que también ama a aquellas que consideramos despreciables (y que abundan por todas partes). ¿Qué nos enseña el amor de Dios hacia estas personas sobre cómo deberíamos relacionarnos con ellas?
LUNES — Amor pactual
La Biblia describe a menudo la especial relación de amor de Dios con nosotros utilizando metáforas familiares o de parentesco, en particular metáforas del amor entre marido y mujer o de una madre buena por su hijo. Estas metáforas se utilizan sobre todo para describir la relación especial entre Dios y el pueblo con el que estableció su pacto. Se trata de una relación de amor pactual, que implica no solo el amor de Dios por su pueblo, sino también la expectativa de que el pueblo acepte ese amor, y ame a Dios y a los demás.
Lee Deuteronomio 7:6-9
RVR1960
6 Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.
7 No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos;
8 sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
9 Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
NTV
6 Pues tú eres un pueblo santo porque perteneces al Señor tu Dios. De todos los pueblos de la tierra, el Señor tu Dios te eligió a ti para que seas su tesoro especial.
7 »El Señor no te dio su amor ni te eligió porque eras una nación más numerosa que las otras naciones, ¡pues tú eras la más pequeña de todas!
8 Más bien, fue sencillamente porque el Señor te ama y estaba cumpliendo el juramento que les había hecho a tus antepasados. Por eso te rescató con mano poderosa de la esclavitud y de la mano opresiva del faraón, rey de Egipto.
9 Reconoce, por lo tanto, que el Señor tu Dios es verdaderamente Dios. Él es Dios fiel, quien cumple su pacto por mil generaciones y derrama su amor inagotable sobre quienes lo aman y obedecen sus mandatos.
¿Qué nos enseñan estos versículos sobre la relación entre los pactos que hace Dios y su constante amor?
Deuteronomio 7:9
describe el tipo especial de amor que Dios prodiga al pueblo con el que entró en una relación de pacto, una relación que depende en parte de si permanecen fieles o no. El amor de Dios no es condicional, pero la relación de pacto con su pueblo sí lo es.
RVR1960
9 Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
NTV
9 Reconoce, por lo tanto, que el Señor tu Dios es verdaderamente Dios. Él es Dios fiel, quien cumple su pacto por mil generaciones y derrama su amor inagotable sobre quienes lo aman y obedecen sus mandatos.
La palabra traducida como «misericordia» en Deuteronomio 7:9
(hesed) por sí misma refleja cómo el amor divino está ligado al pacto y mucho más. El término hesed se utiliza a menudo para describir la grandeza de la misericordia, la bondad y el amor de Dios. Entre otras cosas, hesed se refiere a la bondad amorosa o amor leal por otra persona dentro de una relación de amor recíproco. También implica el inicio de una relación de este tipo con la expectativa de que la otra parte muestre esa misma bondad y amor a cambio.
RVR1960
9 Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
NTV
9 Reconoce, por lo tanto, que el Señor tu Dios es verdaderamente Dios. Él es Dios fiel, quien cumple su pacto por mil generaciones y derrama su amor inagotable sobre quienes lo aman y obedecen sus mandatos.
El hesed de Dios muestra que su bondad es extremadamente fiable, constante y duradera. Sin embargo, al mismo tiempo, la recepción de los beneficios del hesed es condicional, ya que depende de la disposición de su pueblo a obedecer y sostener su parte de la relación, ver 2 Samuel 22:26
1 Reyes 8:23
RVR1960
26 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro.
NTV
26 »Con los fieles te muestras fiel; a los íntegros les muestras integridad.
2 Crónicas 6:14
RVR1960
23 dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón;
NTV
23 y oró: «Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón.
Salmos 25:10
RVR1960
14 Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón;
NTV
14 Oró así: «Oh Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú en los cielos ni en la tierra. Tú cumples tu pacto y muestras amor inagotable a quienes andan delante de ti de todo corazón.
Salmos 32:10
RVR1960
10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
NTV
10 El Señor guía con fidelidad y amor inagotable a todos los que obedecen su pacto y cumplen sus exigencias.
RVR1960
10 Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.
NTV
10 Muchos son los dolores de los malvados, pero el amor inagotable rodea a los que confían en el Señor.
El amor inquebrantable de Dios es la base de todas las relaciones amorosas, es un amor que nosotros nunca podríamos igualar. Dios no solo nos concedió por iniciativa propia la existencia, sino que también en Cristo se entregó voluntariamente por nosotros: «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos» Juan 15:13
Sin duda, la mayor expresión del amor de Dios se reveló cuando el Señor «se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de Cruz» Filipenses 2:8
RVR1960
13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
NTV
13 No hay un amor más grande que el dar la vida por los amigos.
RVR1960
8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
NTV
8 se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.
¿De qué manera puedes mantener constantemente presente en tus pensamientos la realidad del amor de Dios? ¿Por qué es importante hacerlo?
MARTES — Una relación condicional
Dios llama e invita a cada persona a una relación íntima de amor con él, ver Mateo 22:1-14
Responder adecuadamente a esa invitación implica obedecer el mandato divino de amar a Dios y a los demás, ver Mateo 22:37-39
RVR1960
1 Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:
2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;
3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.
4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas.
5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.
7 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad.
8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos.
9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.
10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.
12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.
NTV
1 Jesús también les contó otras parábolas. Dijo:
2 «El reino del cielo también puede ilustrarse mediante la historia de un rey que preparó una gran fiesta de bodas para su hijo.
3 Cuando el banquete estuvo listo, el rey envió a sus sirvientes para llamar a los invitados. ¡Pero todos se negaron a asistir!
4 »Entonces envió a otros sirvientes a decirles: “La fiesta está preparada. Se han matado los toros y las reses engordadas, y todo está listo. ¡Vengan al banquete!”.
5 Pero las personas a quienes había invitado no hicieron caso y siguieron su camino: uno se fue a su granja y otro a su negocio.
6 Otros agarraron a los mensajeros, los insultaron y los mataron.
7 »El rey se puso furioso, y envió a su ejército para destruir a los asesinos y quemar su ciudad.
8 Y les dijo a los sirvientes: “La fiesta de bodas está lista y las personas a las que invité no son dignas de tal honor.
9 Ahora salgan a las esquinas de las calles e inviten a todos los que vean”.
10 Entonces los sirvientes llevaron a todos los que pudieron encontrar, tanto buenos como malos, y la sala del banquete se llenó de invitados.
11 »Cuando el rey entró para recibir a los invitados, notó que había un hombre que no estaba vestido apropiadamente para una boda.
12 “Amigo — le preguntó — , ¿cómo es que estás aquí sin ropa de bodas?”. Pero el hombre no tuvo respuesta.
13 Entonces el rey dijo a sus asistentes: “Átenlo de pies y manos y arrójenlo a la oscuridad de afuera, donde habrá llanto y rechinar de dientes”.
14 »Pues muchos son los llamados, pero pocos los elegidos».
Disfrutar de los beneficios de esta relación con Dios depende de si uno decide libremente aceptar o rechazar su amor.
RVR1960
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento.
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
NTV
37 Jesús contestó: — “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” .
38 Este es el primer mandamiento y el más importante.
39 Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Lee Oseas 9:15
Jeremías 16:5
RVR1960
15 Toda la maldad de ellos fue en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son desleales.
NTV
15 Dice el Señor: «Toda su perversidad empezó en Gilgal; allí comencé a odiarlos. A causa de sus malas acciones, los sacaré de mi tierra. Ya no los amaré porque todos sus líderes son rebeldes.
Romanos 11:22
RVR1960
5 Porque así ha dicho Jehová: No entres en casa de luto, ni vayas a lamentar, ni los consueles; porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehová, mi misericordia y mis piedades.
NTV
5 Esto dice el Señor: «No vayas a los funerales para llorar y mostrar compasión por ellos, porque he retirado mi protección y mi paz de ellos; he quitado mi amor inagotable y mi misericordia.
Judas 21
RVR1960
22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.
NTV
22 Fíjate en que Dios es bondadoso pero también es severo. Es severo con los que desobedecen, pero será bondadoso contigo si sigues confiando en su bondad. En cambio, si dejas de confiar, tú también serás arrancado por completo.
RVR1960
21 conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.
NTV
21 y esperar la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, quien les dará vida eterna. De esta manera, se mantendrán seguros en el amor de Dios.
¿Qué enseñan estos textos acerca de si los beneficios del amor de Dios pueden ser rechazados o incluso perdidos?
En estos y otros textos, el hecho de disfrutar de los beneficios de una relación de amor con Dios se describe repetidamente como condicionado a la respuesta humana a ese amor. Sin embargo, no debemos cometer el error de pensar que Dios deja de amar a alguien. Como hemos visto, el amor de Dios es eterno. Y, aunque en Oseas 9:15
Dios dice de su pueblo: «No los amaré más», es importante recordar que más adelante, en el mismo libro, Dios declara acerca de su pueblo: «Los amaré de pura gracia» Oseas 14:4
RVR1960
15 Toda la maldad de ellos fue en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son desleales.
NTV
15 Dice el Señor: «Toda su perversidad empezó en Gilgal; allí comencé a odiarlos. A causa de sus malas acciones, los sacaré de mi tierra. Ya no los amaré porque todos sus líderes son rebeldes.
Oseas 9:15
RVR1960
4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.
NTV
4 El Señor dice: «Entonces yo los sanaré de su falta de fe; mi amor no tendrá límites, porque mi enojo habrá desaparecido para siempre.
no puede significar que Dios deja por completo de amar a su pueblo. Debe referirse, en cambio, a la condicionalidad de algún aspecto o beneficio particular de una relación de amor con Dios. Además, la forma en que respondemos a su amor es crucial para que esta relación continúe.
RVR1960
15 Toda la maldad de ellos fue en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son desleales.
NTV
15 Dice el Señor: «Toda su perversidad empezó en Gilgal; allí comencé a odiarlos. A causa de sus malas acciones, los sacaré de mi tierra. Ya no los amaré porque todos sus líderes son rebeldes.
«El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré, y me manifestaré a él» Juan 14:21
Del mismo modo, Jesús proclama a sus discípulos: «El Padre mismo los ama, porque ustedes me han amado y han creído que yo salí de Dios» Juan 16:27
RVR1960
21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
NTV
21 Los que aceptan mis mandamientos y los obedecen son los que me aman. Y, porque me aman a mí, mi Padre los amará a ellos. Y yo los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos.
RVC
RVR1960
27 pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído que yo salí de Dios.
NTV
27 ya que el Padre mismo los ama profundamente, porque ustedes me aman a mí y han creído que vine de Dios.
Estos y otros textos enseñan que el hecho de disfrutar de los beneficios de una relación salvífica con Dios depende de que aceptemos su amor (lo que también implica estar dispuestos a compartir ese amor con los demás). Una vez más, esto no significa que el amor de Dios deje de existir. Pero, así como no podemos impedir que el sol brille, pero podemos aislarnos de sus rayos, no podemos hacer nada para detener el amor eterno de Dios, pero podemos rechazar finalmente una relación con Dios y, por tanto, aislarnos de lo que nos ofrece; especialmente, de la vida eterna.
¿De qué maneras pueden las personas ver y experimentar la realidad del amor de Dios, independientemente de que correspondan a ese amor o no? Por ejemplo, ¿cómo revela su amor el mundo natural, incluso después del pecado?
MIERCOLES — Misericordia perdida
El amor de Dios es eterno e inmerecido. Sin embargo, los seres humanos pueden rechazarlo. Tenemos la oportunidad de aceptar o rechazar ese amor, pero solo porque Dios nos ama por iniciativa propia con su amor perfecto y eterno antes de cualquier cosa que hagamos Jeremías 31:3
Nuestro amor a Dios es una respuesta a lo que ya se nos ha dado incluso antes de que lo pidiéramos.
RVR1960
3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
NTV
3 Hace tiempo el Señor le dijo a Israel: «Yo te he amado, pueblo mío, con un amor eterno. Con amor inagotable te acerqué a mí.
Lee 1 Juan 4:7-20
con especial atención a los versículos 7 y 19
RVR1960
7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.
15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
NTV
7 Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios;
8 pero el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
9 Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él.
10 En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.
11 Queridos amigos, ya que Dios nos amó tanto, sin duda nosotros también debemos amarnos unos a otros.
12 Nadie jamás ha visto a Dios; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor llega a la máxima expresión en nosotros.
13 Y Dios nos ha dado su Espíritu como prueba de que vivimos en él y él en nosotros.
14 Además, hemos visto con nuestros propios ojos y ahora damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para que fuera el Salvador del mundo.
15 Todos los que declaran que Jesús es el Hijo de Dios, Dios vive en ellos y ellos en Dios.
16 Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto nuestra confianza en su amor. Dios es amor, y todos los que viven en amor viven en Dios y Dios vive en ellos;
17 y al vivir en Dios, nuestro amor crece hasta hacerse perfecto. Por lo tanto, no tendremos temor en el día del juicio, sino que podremos estar ante Dios con confianza, porque vivimos como vivió Jesús en este mundo.
18 En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios.
19 Nos amamos unos a otros, porque él nos amó primero.
20 Si alguien dice: «Amo a Dios», pero odia a otro creyente, esa persona es mentirosa pues, si no amamos a quienes podemos ver, ¿cómo vamos a amar a Dios, a quien no podemos ver?
¿Qué nos dice esto acerca de la iniciativa divina de amarnos?
El amor de Dios siempre ocurre primero. Si Dios no nos amara en primer lugar, nosotros no podríamos amarlo. Aunque Dios nos creó con la capacidad de amar y ser amados, Dios mismo es el fundamento y la fuente de todo amor. Sin embargo, nosotros podemos elegir aceptar su amor y reflejarlo en nuestra vida. Esta verdad se ejemplifica en la parábola de Cristo acerca del siervo que no estaba dispuesto a perdonar, ver Mateo 18:23-35
RVR1960
23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
NTV
23 »Por lo tanto, el reino del cielo se puede comparar a un rey que decidió poner al día las cuentas con los siervos que le habían pedido prestado dinero.
24 En el proceso, le trajeron a uno de sus deudores que le debía millones de monedas de plata.
25 No podía pagar, así que su amo ordenó que lo vendieran — junto con su esposa, sus hijos y todo lo que poseía — para pagar la deuda.
26 »El hombre cayó de rodillas ante su amo y le suplicó: “Por favor, tenme paciencia y te lo pagaré todo”.
27 Entonces el amo sintió mucha lástima por él, y lo liberó y le perdonó la deuda.
28 »Pero cuando el hombre salió de la presencia del rey, fue a buscar a un compañero, también siervo, que le debía unos pocos miles de monedas de plata. Lo tomó del cuello y le exigió que le pagara de inmediato.
29 »El compañero cayó de rodillas ante él y le rogó que le diera un poco más de tiempo. “Ten paciencia conmigo, y yo te pagaré”, le suplicó.
30 Pero el acreedor no estaba dispuesto a esperar. Hizo arrestar al hombre y lo puso en prisión hasta que pagara toda la deuda.
31 »Cuando algunos de los otros siervos vieron eso, se disgustaron mucho. Fueron ante el rey y le contaron todo lo que había sucedido.
32 Entonces el rey llamó al hombre al que había perdonado y le dijo: “¡Siervo malvado! Te perdoné esa tremenda deuda porque me lo rogaste.
33 ¿No deberías haber tenido compasión de tu compañero así como yo tuve compasión de ti?”.
34 Entonces el rey, enojado, envió al hombre a la prisión para que lo torturaran hasta que pagara toda la deuda.
35 »Eso es lo que les hará mi Padre celestial a ustedes si se niegan a perdonar de corazón a sus hermanos.
En esa parábola, vemos que no había forma de que el siervo pudiera devolver lo que debía a su amo: 10.000 talentos. Un talento equivalía a unos 6.000 denarios. Y un denario era lo que se pagaba a un jornalero por un día de trabajo Mateo 20:2
Por lo tanto, a un trabajador promedio le llevaría 6.000 días de trabajo ganar un talento. Supongamos que, después de contabilizar los días de descanso, un obrero promedio trabajara 300 días al año y, por lo tanto, ganara 300 denarios en un año. En ese caso, ese trabajador tardaría aproximadamente veinte años en pagar un talento, que consistía en 6.000 denarios (6.000 dividido por 300 = 20). Para ganar 10.000 talentos, un trabajador tal tendría que trabajar 200.000 años. En resumen, el siervo nunca podría pagar esa suma. Sin embargo, el amo sintió compasión por su siervo y le perdonó su enorme deuda.
RVR1960
2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.
NTV
2 Acordó pagar el salario normal de un día de trabajo y los envió a trabajar.
No obstante, cuando este siervo se negó a perdonar la deuda mucho menor (100 denarios) de uno de sus compañeros de servicio e hizo que lo encarcelaran por ella, el amo se llenó de ira y anuló su misericordioso perdón. El siervo perdió el amor y el perdón de su señor. Aunque la compasión y la misericordia de Dios nunca se agotan, uno puede finalmente rechazar o incluso renunciar a los beneficios de la compasión y la misericordia divinas.
Piensa en lo que se te ha perdonado y en el hecho de que fuiste perdonado gratuitamente por Jesús. ¿Qué debería decirte esto acerca de perdonar a los demás?
JUEVES — Has recibido gratis, da gratis
Así como el siervo de la parábola no podía pagar su deuda a su amo, nosotros nunca podríamos compensar a Dios por la nuestra. Nunca podríamos ganar o merecer el amor de Dios. «Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros» Rom. 5:8
¡Qué amor tan asombroso! Como dice 1 Juan 3:1
RVR1960
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
NTV
8 pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
: «Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios».
RVR1960
1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
NTV
1 Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él.
Sin embargo, lo que podemos y debemos hacer es reflejar el amor de Dios a los demás tanto como nos sea posible. Si hemos recibido tanta compasión y perdón, ¿cuánto más deberíamos otorgar compasión y perdón a los demás? Recordemos que el siervo perdió la compasión y el perdón de su amo porque no se los concedió a su consiervo. Si realmente amamos a Dios, no dejaremos de reflejar su amor a los demás.
Lee Juan 15:12
1 Juan 3:16
RVR1960
12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
NTV
12 Este es mi mandamiento: ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he amado.
1 Juan 4:7-12
RVR1960
16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
NTV
16 Conocemos lo que es el amor verdadero, porque Jesús entregó su vida por nosotros. De manera que nosotros también tenemos que dar la vida por nuestros hermanos.
RVR1960
7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
NTV
7 Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios;
8 pero el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
9 Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él.
10 En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.
11 Queridos amigos, ya que Dios nos amó tanto, sin duda nosotros también debemos amarnos unos a otros.
12 Nadie jamás ha visto a Dios; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor llega a la máxima expresión en nosotros.
¿Qué enseñan estos pasajes acerca del amor de Dios y de la relación entre su amor, nuestro amor a él y el amor a los demás?
Inmediatamente después de Juan 15:12
Jesús dijo a sus discípulos: «Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando» Juan 15:14
RVR1960
12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
NTV
12 Este es mi mandamiento: ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he amado.
RVC ¿Qué les ordenó Jesús (al igual que a nosotros)? Entre otras cosas, que amaran a los demás como él los amaba. Aquí y en otros lugares, el Señor nos ordena amar a Dios y amarnos mutuamente.
RVR1960
14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
NTV
14 Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
En resumen, debemos reconocer que se nos ha perdonado una deuda infinita e impagable para nosotros, una deuda que fue cancelada en la Cruz en favor de nosotros. Por tanto, debemos amar a Dios, alabarlo y ser amorosos y misericordiosos con los demás. Como enseña Lucas 7:47
mucho ama aquel a quien mucho se le ha perdonado, pero «a quien se le perdona poco, poco ama». ¿Quién de nosotros no es consciente de cuánto se le ha perdonado?
RVR1960
47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
NTV
47 »Te digo que sus pecados — que son muchos — han sido perdonados, por eso ella me demostró tanto amor; pero una persona a quien se le perdona poco demuestra poco amor.
Si amar a Dios implica amar a los demás, debemos compartir con urgencia el mensaje del amor de Dios, tanto de palabra como por obra. Deberíamos ayudar a las personas en su vida cotidiana aquí y ahora, tratar de ser un instrumento del amor de Dios y dirigir la atención de los demás hacia aquel que les ofrece la vida eterna en un Cielo y una Tierra nuevos, una nueva creación de este mundo que está tan estropeado y devastado por el pecado y la muerte, los frutos lúgubres de rechazar el amor de Dios.
¿Qué pasos concretos puedes dar para amar a Dios amando a los demás? ¿Qué podrías hacer hoy y en los próximos días para mostrar a las personas el amor de Dios e invitarlas a disfrutar de lo que significa aceptar la promesa de la vida eterna?
VIERNES - Para Estudiar y Meditar
Lee el capítulo titulado «¿Podemos comunicarnos con Dios?» en las páginas 137 a 155 del libro El camino a Cristo, de Elena G. de White.
«Presenta a Dios tus necesidades, tristezas, gozos, preocupaciones y temores. No puedes incomodarlo ni agobiarlo. El que tiene contados los cabellos de tu cabeza no es indiferente a las necesidades de sus hijos. “Es que el Señor es muy compasivo y misericordioso” Santiago 5:11
Su amoroso corazón se conmueve por nuestras tristezas, incluso cuando las presentamos delante de él. Llévale todo lo que confunde. No hay nada que sea tan pesado que él no lo pueda soportar, pues sostiene los mundos y rige todos los asuntos del universo. Nada que de alguna manera afecte nuestra paz es tan pequeño que él no lo note. No hay en nuestra experiencia ningún episodio tan oscuro que él no lo pueda leer, ni perplejidad tan grande que no la pueda solventar. Ninguna calamidad puede ocurrirle al más pequeño de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar el alma, ningún gozo alegrarlo, ninguna oración sincera escaparse de los labios, sin que el Padre celestial lo perciba y sin que tome en ello un interés inmediato. Él “restaura a los abatidos y cubre con vendas sus heridas” Salmos 147:3
RVR1960 11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo. NTV 11 Honramos en gran manera a quienes resisten con firmeza en tiempo de dolor. Por ejemplo, han oído hablar de Job, un hombre de gran perseverancia. Pueden ver cómo al final el Señor fue bueno con él, porque el Señor está lleno de ternura y misericordia. Las relaciones entre Dios y cada alma son tan especiales y únicas como si no hubiera habido otra alma de la que ocuparse ni por la cual entregar a su Hijo amado» (El camino a Cristo, pp. 148-149).
RVR1960 3 El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. NTV 3 Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
Reflexiona en la frase anterior: «Las relaciones entre Dios y cada alma son tan especiales y únicas como si no hubiera habido otra alma de la que ocuparse ni por la cual entregar a su Hijo amado». ¿Qué consuelo te brinda esto, y cómo deberías vivir al saber cuán cerca está Dios de ti y cuánto te cuida? ¿Cómo puedes aprender a vivir en armonía con la realidad de esa maravillosa promesa? Imagina que la creyeras de verdad cada día.
PREGUNTA 1
¿Cómo entiendes Salmos 103:17-18
a la luz de la lección de esta semana? ¿Qué revela ese texto sobre la eternidad del amor de Dios y, sin embargo, del hecho de que los beneficios de una relación con él dependen de si aceptamos su amor?
RVR1960
17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
NTV
17 Pero el amor del Señor permanece para siempre con los que le temen. ¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos
18 de los que son fieles a su pacto, de los que obedecen sus mandamientos!
PREGUNTA 2
¿De qué manera influye el hecho de conocer esto en tu relación con Dios? ¿Cómo influye en tu forma de ver las dificultades de los demás?
Repaso de la Lección
LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa