Escuela Sabática

CONTENIDO
DOMINGO — ¿Sacrificios inútiles?
LUNES — Sangre de toros y de machos cabríos
MARTES — El cordero de la pascua
MIERCOLES — Jesús en el templo
JUEVES — Tú creaste todas las cosas
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA
Isaías 1:2-15
Hebreos 10:3-10
RVR1960
2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crie hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.
3 El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.
4 ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.
5 ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.
6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
7 Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños.
8 Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada.
9 Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.
10 Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
11 ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
12 ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios?
13 No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.
14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.
15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
NTV
2 ¡Escuchen, oh cielos! ¡Presta atención, oh tierra! Esto dice el Señor: «Los hijos que crie y cuidé se han rebelado contra mí.
3 Hasta un buey conoce a su dueño, y un burro reconoce los cuidados de su amo, pero Israel no conoce a su amo. Mi pueblo no reconoce mis cuidados a su favor».
4 ¡Qué nación tan pecadora, pueblo cargado con el peso de su culpa! Está lleno de gente malvada, hijos corruptos que han rechazado al Señor. Han despreciado al Santo de Israel y le han dado la espalda.
5 ¿Por qué buscar más castigo? ¿Se rebelarán para siempre? Tienen la cabeza herida y el corazón angustiado.
6 Desde los pies hasta la cabeza, están llenos de golpes, cubiertos de moretones, contusiones y heridas infectadas, sin vendajes ni ungüentos que los alivien.
7 Su país yace en ruinas, y sus ciudades han sido incendiadas. Los extranjeros saquean sus campos frente a sus propios ojos y destruyen todo lo que ven a su paso.
8 La hermosa Jerusalén está abandonada como el refugio del cuidador en un viñedo, como la choza en un campo de pepinos después de la cosecha, como una ciudad indefensa y sitiada.
9 Si el Señor de los Ejércitos Celestiales no hubiera perdonado la vida a unos cuantos entre nosotros, habríamos sido exterminados como Sodoma y destruidos como Gomorra.
10 Escuchen al Señor, líderes de «Sodoma». Escuchen la ley de nuestro Dios, pueblo de «Gomorra».
11 «¿Qué les hace pensar que yo deseo sus sacrificios? — dice el Señor — . Estoy harto de sus ofrendas quemadas de carneros y de la grasa del ganado engordado. No me agrada la sangre de los toros ni de los corderos ni de las cabras.
12 Cuando vienen a adorarme, ¿quién les pidió que desfilaran por mis atrios con toda esa ceremonia?
13 Dejen de traerme sus regalos sin sentido. ¡El incienso de sus ofrendas me da asco! En cuanto a sus celebraciones de luna nueva, del día de descanso y de sus días especiales de ayuno, todos son pecaminosos y falsos. ¡No quiero más de sus piadosas reuniones!
14 Odio sus celebraciones de luna nueva y sus festivales anuales; son una carga para mí. ¡No los soporto!
15 Cuando levanten las manos para orar, no miraré; aunque hagan muchas oraciones, no escucharé, porque tienen las manos cubiertas con la sangre de víctimas inocentes.
Éxodo 12:1-11
RVR1960
3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;
4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
5 Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.
6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí.
8 Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley),
9 y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último.
10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
NTV
3 Pero en realidad, esos sacrificios les recordaban sus pecados año tras año.
4 Pues no es posible que la sangre de los toros y las cabras quite los pecados.
5 Por eso, cuando Cristo vino al mundo, le dijo a Dios: «No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado. Pero me has dado un cuerpo para ofrecer.
6 No te agradaron las ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado.
7 Luego dije: “Aquí estoy, oh Dios; he venido a hacer tu voluntad como está escrito acerca de mí en las Escrituras”».
8 Primero, Cristo dijo: «No quisiste sacrificios de animales, ni ofrendas por el pecado, ni ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado; tampoco te agradaron todas esas ofrendas» (aun cuando la ley de Moisés las exige).
9 Luego dijo: «Aquí estoy, he venido a hacer tu voluntad». Él anula el primer pacto para que el segundo entre en vigencia.
10 Pues la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre.
1 Corintios 5:7
RVR1960
1 Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:
2 Este mes os será principio de los meses; para vosotros será este el primero en los meses del año.
3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia.
4 Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero.
5 El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.
6 Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.
7 Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.
8 Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán.
9 Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas.
10 Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego.
11 Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.
NTV
1 Mientras los israelitas todavía estaban en la tierra de Egipto, el Señor dio las siguientes instrucciones a Moisés y a Aarón:
2 «A partir de ahora, este mes será el primer mes del año para ustedes.
3 Anuncien a toda la comunidad de Israel que el décimo día de este mes cada familia deberá seleccionar un cordero o un cabrito para hacer un sacrificio, un animal por cada casa.
4 Si una familia es demasiado pequeña para comer el animal entero, lo compartirá con una familia vecina. Dividan el animal según el tamaño de cada familia y la cantidad que cada uno pueda comer.
5 El animal seleccionado deberá ser un macho de oveja o de cabra, de un año y que no tenga ningún defecto.
6 »Cuiden bien al animal seleccionado hasta la tarde del día catorce de este primer mes. Entonces toda la asamblea de la comunidad de Israel matará su cordero o cabrito al anochecer.
7 Después tomarán parte de la sangre y la untarán en ambos lados y en la parte superior del marco de la puerta de la casa donde comen el animal.
8 Esa misma noche, asarán la carne al fuego y la comerán acompañada de hojas verdes y amargas, y pan sin levadura.
9 No comerán nada de la carne ni cruda ni hervida en agua. Asarán al fuego el animal entero con la cabeza, las patas y las entrañas.
10 No dejen ninguna sobra para el día siguiente. Quemen todo lo que no hayan comido antes de la mañana.
11 »Estas son las instrucciones para cuando coman esa comida: estén totalmente vestidos, lleven puestas las sandalias y tengan su bastón en la mano. Coman de prisa, porque es la Pascua del Señor.
Hageo 2:7-9
RVR1960
7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.
NTV
7 Desháganse de la vieja «levadura» quitando a ese perverso de entre ustedes. Entonces serán como una nueva masa preparada sin levadura, que es lo que realmente son. Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido sacrificado por nosotros.
Isaías 6:1-5
RVR1960
7 y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.
8 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.
9 La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.
NTV
7 Haré temblar a todas las naciones y traerán los tesoros de todas las naciones a este templo. Llenaré este lugar de gloria, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.
8 La plata es mía y el oro es mío, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.
9 La futura gloria de este templo será mayor que su pasada gloria, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, y en este lugar, traeré paz. ¡Yo, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!”».
Apocalipsis 4:7-11
RVR1960
1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
NTV
1 El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado en un majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo.
2 Lo asistían poderosos serafines, cada uno tenía seis alas. Con dos alas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies y con dos volaban.
3 Se decían unos a otros: «¡Santo, santo, santo es el Señor de los Ejércitos Celestiales! ¡Toda la tierra está llena de su gloria! ».
4 Sus voces sacudían el templo hasta los cimientos, y todo el edificio estaba lleno de humo.
5 Entonces dije: «¡Todo se ha acabado para mí! Estoy condenado, porque soy un pecador. Tengo labios impuros, y vivo en medio de un pueblo de labios impuros; sin embargo, he visto al Rey, el Señor de los Ejércitos Celestiales».
RVR1960
7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.
8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
9 Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
NTV
7 El primero de esos seres vivientes era semejante a un león, el segundo era como un buey, el tercero tenía cara humana, y el cuarto era como un águila en vuelo.
8 Cada uno de los seres vivientes tenía seis alas, y las alas estaban totalmente cubiertas de ojos por dentro y por fuera. Día tras día y noche tras noche repiten continuamente: «Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que siempre fue, que es, y que aún está por venir».
9 Cada vez que los seres vivientes dan gloria, honor y gracias al que está sentado en el trono (el que vive por siempre y para siempre),
10 los veinticuatro ancianos se postran y adoran al que está sentado en el trono (el que vive por siempre y para siempre), y ponen sus coronas delante del trono, diciendo:
11 «Tú eres digno, oh Señor nuestro Dios, de recibir gloria y honor y poder. Pues tú creaste todas las cosas, y existen porque tú las creaste según tu voluntad».
VERSÍCULO DE MEMORIA
Apocalipsis 5:9
RVR1960
9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
NTV
9 Y cantaban un nuevo canto con las siguientes palabras: «Tú eres digno de tomar el rollo y de romper los sellos y abrirlo. Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación.
SÁBADO — INTRODUCCIÓN
Cuando Jesús vino a él, Juan el Bautista declaró: «¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!» Juan 1:29
. Esa era una referencia inequívoca a los sacrificios que simbolizaban la muerte sustitutoria de Cristo en favor de la humanidad.
RVR1960
29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
NTV
29 Al día siguiente, Juan vio que Jesús se le acercaba y dijo: «¡Miren! ¡El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
El tema del sacrificio animal recorre toda la Biblia como un hilo escarlata y desempeña un papel central en la gran escena del trono de Dios de Apocalipsis 4 y 5. El hecho de que Jesús sea simbolizado como un cordero inmolado en esta escena crucial Apocalipsis 5:6
es una clave importante para comprender todo el episodio profético.
RVR1960
6 Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
NTV
6 Entonces vi a un Cordero que parecía que había sido sacrificado, pero que ahora estaba de pie entre el trono y los cuatro seres vivientes y en medio de los veinticuatro ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos que representan los siete aspectos del Espíritu de Dios, el cual es enviado a todas las partes de la tierra.
Esta semana veremos algunos temas relacionados con el sacrificio y que forman parte de nuestra comprensión de Jesús, el Cordero inmolado, el claro protagonista de la escena de la sala del Trono. Él es reconocido como el único digno, lo que destaca la obra del Señor, prefigurada por el sistema sacrificial del Santuario terrenal, como un Dios de amor infinito que estuvo dispuesto al sacrificio supremo, un acto del que nosotros y las demás inteligencias del universo nos maravillaremos por la eternidad.
DOMINGO — ¿Sacrificios inútiles?
Contrastar dos ideas puede resultar muy instructivo. Por ejemplo, se puede aprender mucho acerca de la perspectiva bíblica del sacrificio al observar los momentos en los que Dios rechazó los sacrificios de su pueblo.
Compara Isaías 1:2-15
con Isaías 56:6-7
RVR1960
2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crie hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.
3 El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.
4 ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.
5 ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.
6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.
7 Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños.
8 Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada.
9 Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.
10 Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
11 ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
12 ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios?
13 No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.
14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.
15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
NTV
2 ¡Escuchen, oh cielos! ¡Presta atención, oh tierra! Esto dice el Señor: «Los hijos que crie y cuidé se han rebelado contra mí.
3 Hasta un buey conoce a su dueño, y un burro reconoce los cuidados de su amo, pero Israel no conoce a su amo. Mi pueblo no reconoce mis cuidados a su favor».
4 ¡Qué nación tan pecadora, pueblo cargado con el peso de su culpa! Está lleno de gente malvada, hijos corruptos que han rechazado al Señor. Han despreciado al Santo de Israel y le han dado la espalda.
5 ¿Por qué buscar más castigo? ¿Se rebelarán para siempre? Tienen la cabeza herida y el corazón angustiado.
6 Desde los pies hasta la cabeza, están llenos de golpes, cubiertos de moretones, contusiones y heridas infectadas, sin vendajes ni ungüentos que los alivien.
7 Su país yace en ruinas, y sus ciudades han sido incendiadas. Los extranjeros saquean sus campos frente a sus propios ojos y destruyen todo lo que ven a su paso.
8 La hermosa Jerusalén está abandonada como el refugio del cuidador en un viñedo, como la choza en un campo de pepinos después de la cosecha, como una ciudad indefensa y sitiada.
9 Si el Señor de los Ejércitos Celestiales no hubiera perdonado la vida a unos cuantos entre nosotros, habríamos sido exterminados como Sodoma y destruidos como Gomorra.
10 Escuchen al Señor, líderes de «Sodoma». Escuchen la ley de nuestro Dios, pueblo de «Gomorra».
11 «¿Qué les hace pensar que yo deseo sus sacrificios? — dice el Señor — . Estoy harto de sus ofrendas quemadas de carneros y de la grasa del ganado engordado. No me agrada la sangre de los toros ni de los corderos ni de las cabras.
12 Cuando vienen a adorarme, ¿quién les pidió que desfilaran por mis atrios con toda esa ceremonia?
13 Dejen de traerme sus regalos sin sentido. ¡El incienso de sus ofrendas me da asco! En cuanto a sus celebraciones de luna nueva, del día de descanso y de sus días especiales de ayuno, todos son pecaminosos y falsos. ¡No quiero más de sus piadosas reuniones!
14 Odio sus celebraciones de luna nueva y sus festivales anuales; son una carga para mí. ¡No los soporto!
15 Cuando levanten las manos para orar, no miraré; aunque hagan muchas oraciones, no escucharé, porque tienen las manos cubiertas con la sangre de víctimas inocentes.
Salmos 51:17
RVR1960
6 Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto,
7 yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.
NTV
6 »También bendeciré a los extranjeros que se comprometan con el Señor, quienes lo sirvan y amen su nombre, quienes lo adoren y no profanen el día de descanso, y quienes se mantengan fieles a mi pacto.
7 Los llevaré a mi monte santo de Jerusalén y los llenaré de alegría en mi casa de oración. Aceptaré sus ofrendas quemadas y sus sacrificios, porque mi templo será llamado casa de oración para todas las naciones.
RVR1960
17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
NTV
17 El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios.
¿Qué lecciones importantes enseñan estos textos acerca del sacrificio?
Este trágico episodio de la historia de Israel no fue la primera ocasión en que Dios rechazó un sacrificio. Algo similar ocurrió cerca del comienzo de la historia de la salvación, cuando el sacrificio de Abel fue aprobado y aceptado por Dios a diferencia del de Caín. Ese incidente nos brinda la oportunidad de contrastar los sacrificios que son aceptables con los que no lo son, ver Génesis 4:3-7
Hebreos 11:4
RVR1960
3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;
5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.
6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?
7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
NTV
3 Al llegar el tiempo de la cosecha, Caín presentó algunos de sus cultivos como ofrenda para el Señor.
4 Abel también presentó una ofrenda: las mejores partes de algunos de los corderos que eran primeras crías de su rebaño. El Señor aceptó a Abel y a su ofrenda,
5 pero no aceptó a Caín ni a su ofrenda. Esto hizo que Caín se enojara mucho, y se veía decaído.
6 «¿Por qué estás tan enojado? — preguntó el Señor a Caín — . ¿Por qué te ves tan decaído?
7 Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo».
.
RVR1960
4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
(A)
NTV
4 Fue por la fe que Abel presentó a Dios una ofrenda más aceptable que la que presentó Caín. La ofrenda de Abel demostró que era un hombre justo, y Dios aprobó sus ofrendas. Aunque Abel murió hace mucho tiempo, todavía nos habla por su ejemplo de fe.
En tiempos de Isaías, Israel cumplía con las prácticas religiosas de manera superficial, marcando casillas como si fueran tareas mínimas para apaciguar a Dios, mientras vivían a su antojo. Sus sacrificios estaban centrados en sí mismos, igual que los de Caín, y no reflejaban una actitud de entrega y sumisión a Dios.
Ese es el mismo espíritu de autosuficiencia que anima a los reinos de este mundo. Caín vivía a su antojo mientras ofrecía a Dios rituales vacíos realizados bajo sus propios términos. Es razonable pensar que veía a Dios como un obstáculo para seguir su propio camino, aunque lo temía lo suficiente como para cumplir con lo mínimo requerido.
Por el contrario, Abel ofreció un cordero, el sacrificio que Dios había pedido, el que representaba la promesa que Dios había hecho de un Mesías venidero Génesis 3:15
y señalaba hacia el acto salvador de Cristo en el Calvario.
RVR1960
15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
NTV
15 Y pondré hostilidad entre tú y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendiente te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón».
«Abel comprendía los grandes principios de la redención. Veía que era pecador, y que el pecado y su pena de muerte se interponían entre su alma y la comunión con Dios. Trajo la víctima inmolada, la vida sacrificada, y así reconoció las demandas de la ley que había sido quebrantada. En la sangre derramada contempló el futuro sacrificio, a Cristo muriendo en la cruz del Calvario; y al confiar en la expiación que iba a realizarse allí, obtuvo testimonio de que era justo, y de que su ofrenda había sido aceptada» (Elena G. de White, Patriarcas y profetas, pp. 52, 53).
¡Qué importante es protegernos de simplemente cumplir con los rituales religiosos sin un verdadero compromiso con Dios! ¿Cómo podemos experimentar lo que significa depender totalmente de la muerte de Jesús como nuestra única esperanza de salvación?
LUNES — Sangre de toros y de machos cabríos
Algunos han criticado la idea del sacrificio como algo cruel e injusto. Sin embargo, ese es precisamente el punto. La muerte de Cristo fue cruel e injusta. El inocente murió en lugar de los culpables. Eso era lo necesario para resolver el problema del pecado. Y esa muerte, la de Cristo, era lo que señalaban todos los sacrificios crueles e injustos de animales inocentes.
Lee Hebreos 10:3-10
RVR1960
3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;
4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
5 Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.
6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí.
8 Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley),
9 y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último.
10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
NTV
3 Pero en realidad, esos sacrificios les recordaban sus pecados año tras año.
4 Pues no es posible que la sangre de los toros y las cabras quite los pecados.
5 Por eso, cuando Cristo vino al mundo, le dijo a Dios: «No quisiste sacrificios de animales ni ofrendas por el pecado. Pero me has dado un cuerpo para ofrecer.
6 No te agradaron las ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado.
7 Luego dije: “Aquí estoy, oh Dios; he venido a hacer tu voluntad como está escrito acerca de mí en las Escrituras”».
8 Primero, Cristo dijo: «No quisiste sacrificios de animales, ni ofrendas por el pecado, ni ofrendas quemadas ni otras ofrendas por el pecado; tampoco te agradaron todas esas ofrendas» (aun cuando la ley de Moisés las exige).
9 Luego dijo: «Aquí estoy, he venido a hacer tu voluntad». Él anula el primer pacto para que el segundo entre en vigencia.
10 Pues la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre.
¿Qué nos enseña este pasaje acerca de los sacrificios que el pueblo de Dios ofrecía en la época del Antiguo Testamento? Si esos sacrificios no podían realmente salvar a los pecadores, ¿cuál era entonces su propósito?
Los corderos y otros animales sacrificados eran meros símbolos que apuntaban hacia el sacrificio expiatorio del Cordero de Dios. Eran actos de fe que daban a los pecadores la oportunidad concreta de expresar su confianza en la obra del Mesías venidero. A menudo nos referimos a esta clase de representaciones sacrificiales como «tipos», o modelos ilustrativos, que encontraron su cumplimiento cuando fueron reemplazados por su correspondiente «antitipo»; es decir, por la realidad que ellos anunciaban o representaban anticipadamente. Algunos incluso han descrito esos sacrificios como «miniprofecías» acerca de la muerte de Jesús en la Cruz.
Los rituales asociados al sacrificio se parecían a la compra de un pasaje para realizar un viaje. Cuando se compra un pasaje de tren, de autobús o de avión, no se recibe inmediatamente el viaje por el que se ha pagado. En su lugar, uno recibe un billete o tarjeta de embarque, un símbolo o promesa del viaje que hará. Uno puede sentarse sobre ese trozo de papel, pero eso no lo llevará a ningún lugar. No obstante, cuando la persona está ya dentro del medio de transporte y comienza el viaje, ha recibido aquello por lo que pagó. El pasaje, el trozo de papel, deja entonces de ser necesario.
Lo mismo ocurría con los animales sacrificados. Desempeñaban un papel importante, pero una vez realizado el verdadero sacrificio, el de Cristo en la Cruz, dejaron de tener sentido, algo que resultó evidente cuando el velo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo del Santuario terrenal se rasgó al morir Jesús. «Entonces el velo del templo se rasgó en dos, desde arriba hacia abajo» Marcos 15:38
. El sistema de sacrificios, el Templo y todo lo demás señalaban a la muerte de Jesús en la Cruz. Una vez que Jesús cumplió su misión en la Cruz y resucitó victorioso, los tipos o representaciones se volvieron innecesarios.
RVR1960
38 Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
NTV
38 Y la cortina del santuario del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
Piensa en cuán grave es el pecado, al punto de que solo la muerte de Jesús, el Verbo encarnado (ver Juan 1:1-3
Juan 1:14
RVR1960
1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
NTV
1 En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. 2 El que es la Palabra existía en el principio con Dios. 3 Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él.
, podía expiarlo. ¿Qué nos dice esto acerca de cuál debe ser nuestra actitud hacia el pecado?
RVR1960
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
NTV
14 Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre.
MARTES — El cordero de la pascua
El libro de Apocalipsis se refiere a Jesús como «el Cordero» casi treinta veces. El pueblo de Dios ha utilizado corderos como símbolos del Mesías venidero desde el inicio mismo del Plan de Redención. Abel ofreció «de los primerizos de sus ovejas» Génesis 4:4
, y antes de que Israel partiera de Egipto hacia la Tierra Prometida se le ordenó que redimiera a cada persona o animal primogénito sacrificando en su lugar un cordero de un año Éxodo 12:5
RVR1960
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;
NTV
4 Abel también presentó una ofrenda: las mejores partes de algunos de los corderos que eran primeras crías de su rebaño. El Señor aceptó a Abel y a su ofrenda,
.
RVR1960
5 El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.
NTV
5 El animal seleccionado deberá ser un macho de oveja o de cabra, de un año y que no tenga ningún defecto.
Lee Éxodo 12:1-11
Isaías 53:7-8
RVR1960
1 Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo:
2 Este mes os será principio de los meses; para vosotros será este el primero en los meses del año.
3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia.
4 Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero.
5 El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.
6 Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.
7 Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer.
8 Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán.
9 Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas.
10 Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego.
11 Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.
NTV
1 Mientras los israelitas todavía estaban en la tierra de Egipto, el Señor dio las siguientes instrucciones a Moisés y a Aarón:
2 «A partir de ahora, este mes será el primer mes del año para ustedes.
3 Anuncien a toda la comunidad de Israel que el décimo día de este mes cada familia deberá seleccionar un cordero o un cabrito para hacer un sacrificio, un animal por cada casa.
4 Si una familia es demasiado pequeña para comer el animal entero, lo compartirá con una familia vecina. Dividan el animal según el tamaño de cada familia y la cantidad que cada uno pueda comer.
5 El animal seleccionado deberá ser un macho de oveja o de cabra, de un año y que no tenga ningún defecto.
6 »Cuiden bien al animal seleccionado hasta la tarde del día catorce de este primer mes. Entonces toda la asamblea de la comunidad de Israel matará su cordero o cabrito al anochecer.
7 Después tomarán parte de la sangre y la untarán en ambos lados y en la parte superior del marco de la puerta de la casa donde comen el animal.
8 Esa misma noche, asarán la carne al fuego y la comerán acompañada de hojas verdes y amargas, y pan sin levadura.
9 No comerán nada de la carne ni cruda ni hervida en agua. Asarán al fuego el animal entero con la cabeza, las patas y las entrañas.
10 No dejen ninguna sobra para el día siguiente. Quemen todo lo que no hayan comido antes de la mañana.
11 »Estas son las instrucciones para cuando coman esa comida: estén totalmente vestidos, lleven puestas las sandalias y tengan su bastón en la mano. Coman de prisa, porque es la Pascua del Señor.
1 Corintios 5:7
RVR1960
7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
NTV
7 Fue oprimido y tratado con crueldad; sin embargo, no dijo ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca.
8 Al ser condenado injustamente, se lo llevaron. A nadie le importó que muriera sin descendientes ni que le quitaran la vida a mitad de camino. Pero lo hirieron de muerte por la rebelión de mi pueblo.
Apocalipsis 5:6
RVR1960
7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.
NTV
7 Desháganse de la vieja «levadura» quitando a ese perverso de entre ustedes. Entonces serán como una nueva masa preparada sin levadura, que es lo que realmente son. Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido sacrificado por nosotros.
RVR1960
6 Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
NTV
6 Entonces vi a un Cordero que parecía que había sido sacrificado, pero que ahora estaba de pie entre el trono y los cuatro seres vivientes y en medio de los veinticuatro ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos que representan los siete aspectos del Espíritu de Dios, el cual es enviado a todas las partes de la tierra.
¿Qué nos enseñan estos textos acerca de Jesús como sacrificio pascual? ¿Qué significa eso para cada uno de nosotros?
Años después de la muerte, resurrección y ascensión de Cristo, Pedro reflexionó acerca de lo sucedido y escribió: «Sepan que han sido rescatados de la vana conducta que recibieron de sus padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha ni defecto» 1 Pedro 1:18-19
.
RVR1960
18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
NTV
18 Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. No fue pagado con oro ni plata, los cuales pierden su valor, 19 sino que fue con la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha.
Jesús fue el único ser humano cuya vida resultó aceptable a los ojos de un Dios santo. Todos los demás hemos pecado, y la manera pecaminosa en que vivimos representa una mentira acerca de la naturaleza y el carácter de nuestro Hacedor.
Jesús, sin embargo, se convirtió en el «postrer Adán» 1 Corintios 15:45
. Donde nosotros habíamos fracasado, él vivió perfectamente. En su humanidad, él era todo lo que la raza humana debía ser. Reflejaba perfectamente la gloria de Dios. «El que me ha visto a mí ha visto al Padre» Juan 14:9
RVR1960
45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
NTV
45 Las Escrituras nos dicen: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente», pero el último Adán — es decir, Cristo — es un Espíritu que da vida.
.
RVR1960
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
NTV
9 Jesús respondió: — Felipe, ¿he estado con ustedes todo este tiempo, y todavía no sabes quién soy? ¡Los que me han visto a mí han visto al Padre! Entonces, ¿cómo me pides que les muestre al Padre?
Jesús fue crucificado durante la celebración de la Pascua, lo que demuestra aún más que es el Cordero antitípico. Paralelamente, los israelitas recibieron la orden de escoger un cordero para la Pascua y «guardarlo» o «cuidarlo» durante los días previos al sacrificio Éxodo 12:5-6
. Cuando el sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus enseñanzas, el Señor hizo referencia al hecho de que él mismo había estado expuesto en el Templo para que todo el mundo lo viera. De hecho, en Juan 18:19-20
RVR1960
5 El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.
6 Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.
NTV
5 El animal seleccionado deberá ser un macho de oveja o de cabra, de un año y que no tenga ningún defecto.
6 »Cuiden bien al animal seleccionado hasta la tarde del día catorce de este primer mes. Entonces toda la asamblea de la comunidad de Israel matará su cordero o cabrito al anochecer.
afirmó que exponía «públicamente» su doctrina. Su vida, sus obras, sus enseñanzas, todo revelaba quién era realmente. Él es el Cordero sin mancha, la expresión más poderosa de la justicia y la gloria de Dios.
RVR1960
(Mt. 26.
59-66; Mr. 14.
55-64; Lc. 22.
66-71)
19 Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina.
20 Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y nada he hablado en oculto.
NTV
19 Adentro, el sumo sacerdote comenzó a interrogar a Jesús acerca de sus seguidores y de lo que les había estado enseñando.
20 Jesús contestó: «Todos saben lo que enseño. He predicado con frecuencia en las sinagogas y en el templo, donde se reúne el pueblo. No he hablado en secreto.
¿Cómo podemos reflejar mejor el carácter perfecto de Jesús en nuestra vida?
MIERCOLES — Jesús en el templo
Hay tensión en toda la historia de la Salvación. Dios desea restaurar la comunión que una vez disfrutamos con él y anhela acercarse a nosotros, pero llevar a los pecadores a su presencia los destruiría. «Tú no eres un Dios que se complace en la maldad. El malo no habitará junto a ti», escribe David Salmos 5:4
. Al mismo tiempo, David también dice: «Pero yo, por la riqueza de tu constante amor, entraré en tu casa. Con reverencia adoraré en tu santo templo» Salmos 5:7
RVR1960
4 Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti.
NTV
4 Oh Dios, la maldad no te agrada; no puedes tolerar los pecados de los malvados.
.
RVR1960
7 Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.
NTV
7 Gracias a tu amor inagotable, puedo entrar en tu casa; adoraré en tu templo con la más profunda reverencia.
Lee Hageo 2:7-9
RVR1960
7 y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.
8 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.
9 La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.
NTV
7 Haré temblar a todas las naciones y traerán los tesoros de todas las naciones a este templo. Llenaré este lugar de gloria, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.
8 La plata es mía y el oro es mío, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.
9 La futura gloria de este templo será mayor que su pasada gloria, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, y en este lugar, traeré paz. ¡Yo, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!”».
Mientras se construía el segundo Templo, el profeta Hageo comunicó la asombrosa promesa de que el nuevo Templo sería más glorioso que el anterior. ¿Qué significaba esa profecía?
Cuando Salomón dedicó el primer Templo, la gloria (kabod) de Dios que había acompañado a los hijos de Israel en su camino a Canaán llenó el Templo, por lo que los sacerdotes no pudieron permanecer allí para completar su labor 1 Reyes 8:10-11
. Cuando se dedicó el segundo Templo, no estaba en él el Arca del Pacto, que representaba el Trono de Dios, pues Jeremías la había escondido. La presencia literal de Dios no llenó el Templo esta vez. Fue desgarrador. ¿Cómo se haría realidad la promesa registrada por Hageo? Fue en el segundo Templo donde Jesús, la encarnación de Dios, apareció en persona, en carne y hueso. Dios mismo había salido de detrás del velo para convertirse en uno de nosotros y unirse a nosotros en este mundo arruinado por el pecado. Puesto que el Hijo de Dios era ahora el Hijo del Hombre, podíamos ver su rostro, oír su voz y ser testigos, por ejemplo, de cuando curó con su toque a un leproso impuro Mateo 8:3
RVR1960
10 Y cuando los sacerdotes salieron del santuario, la nube llenó la casa de Jehová.
11 Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová.
(A)
NTV
10 Al salir los sacerdotes del Lugar Santo, una densa nube llenó el templo del Señor.
11 Los sacerdotes no pudieron seguir con la celebración a causa de la nube, porque la gloriosa presencia del Señor llenaba el templo del Señor.
. En lugar de acercarnos a él, Dios se acercó personalmente a nosotros cuando descendió en la persona de Jesús y vino a nuestro encuentro. No es, pues, de extrañar que la Biblia dijera de Jesús: «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa: “Dios con nosotros”» Mateo 1:23
RVR1960
3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
NTV
3 Jesús extendió la mano y lo tocó. — Sí quiero — dijo — . ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció.
. Piensa en lo que esto significa, que el Creador del cosmos haya estado dispuesto no solo a vivir entre nosotros, sino a morir por nosotros.
RVR1960
23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, m que traducido es: Dios con nosotros.
NTV
23 «¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”».
La Cruz es la mayor manifestación del amor de Dios. ¿De qué otras maneras podemos ver y experimentar la realidad del amor de Dios?
JUEVES — Tú creaste todas las cosas
Los profetas estuvieron en pocas ocasiones suficientemente cerca de Dios en visión como para que se les permitiera ver el Trono de Dios. Ezequiel lo vio por encima del firmamento Ezequiel 1:26
; Isaías visitó el templo del Cielo Isaías 6:1
RVR1960
26 Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.
NTV
26 Sobre esta superficie había algo semejante a un trono hecho de lapislázuli. En ese trono, en lo más alto, había una figura con apariencia de hombre.
. A su vez, Juan fue escoltado hasta allí en visión y registró una de las descripciones más explícitas que tenemos del Trono de Dios Apocalipsis 4
RVR1960
1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
NTV
1 El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado en un majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo.
Apocalipsis 5
RVR1960
1 Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.
2 Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.
3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.
8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
9 Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. Apocalipsis 4: 3 : Ez. 1.
26-28; 10.
1. Apocalipsis 4: 5 : Ex. 19.
16; Ap. 8.
5; 11.
19; 16.
18. Apocalipsis 4: 5 : Ez. 1.
13. Apocalipsis 4: 5 : Ap. 1.
4. Apocalipsis 4: 6 : Ez. 1.
22. Apocalipsis 4: 7 : Ez. 1.
5-10; 10.
14. Apocalipsis 4: 8 : Ez. 1.
18; 10.
12. Apocalipsis 4: 8 : Is. 6.
2-3.
NTV
1 Entonces, mientras miraba, vi una puerta abierta en el cielo, y la misma voz que había escuchado antes me habló como un toque de trompeta. La voz dijo: «Sube aquí, y te mostraré lo que tiene que suceder después de esto».
2 Y al instante, yo estaba en el Espíritu y vi un trono en el cielo y a alguien sentado en él.
3 El que estaba sentado en el trono brillaba como piedras preciosas: como el jaspe y la cornalina. El brillo de una esmeralda rodeaba el trono como un arco iris.
4 Lo rodeaban veinticuatro tronos en los cuales estaban sentados veinticuatro ancianos. Todos vestían de blanco y tenían una corona de oro sobre la cabeza.
5 Del trono salían relámpagos y estruendo de truenos. Delante del trono había siete antorchas con llamas encendidas; esto es el Espíritu de Dios de siete aspectos.
6 Delante del trono también había un mar de vidrio brillante, reluciente como el cristal. En el centro y alrededor del trono había cuatro seres vivientes, cada uno cubierto de ojos por delante y por detrás.
7 El primero de esos seres vivientes era semejante a un león, el segundo era como un buey, el tercero tenía cara humana, y el cuarto era como un águila en vuelo.
8 Cada uno de los seres vivientes tenía seis alas, y las alas estaban totalmente cubiertas de ojos por dentro y por fuera. Día tras día y noche tras noche repiten continuamente: «Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que siempre fue, que es, y que aún está por venir».
9 Cada vez que los seres vivientes dan gloria, honor y gracias al que está sentado en el trono (el que vive por siempre y para siempre),
10 los veinticuatro ancianos se postran y adoran al que está sentado en el trono (el que vive por siempre y para siempre), y ponen sus coronas delante del trono, diciendo:
11 «Tú eres digno, oh Señor nuestro Dios, de recibir gloria y honor y poder. Pues tú creaste todas las cosas, y existen porque tú las creaste según tu voluntad».
. Los tipos propios del servicio del Santuario en el Antiguo Testamento indicaban que solo había un camino por el que la humanidad podía entrar en la presencia de Dios: la sangre de Cristo (ver, por ejemplo, Levítico 16:2
RVR1960
1 Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
2 Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?
3 Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.
4 Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
5 Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
6 Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
7 Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;
9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos. Apocalipsis 5: 1 : Ez. 2.
9-10. Apocalipsis 5: 5 : Gn. 49.
9-10. Apocalipsis 5: 5 : Is. 11.
1. Apocalipsis 5: 6 : Is. 53.
7. Apocalipsis 5: 6 : Zac. 4.
10. Apocalipsis 5: 8 : Sal. 141.
2. Apocalipsis 5: 10 : Ex. 19.
6; Ap. 1.
6. Apocalipsis 5: 11 : Dn. 7.
10.
NTV
1 Luego vi un rollo en la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono. El rollo estaba escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos.
2 Vi a un ángel poderoso, que proclamaba con fuerte voz: «¿Quién es digno de romper los sellos de este rollo y abrirlo? ».
3 Pero nadie en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra podía abrir el rollo y leerlo.
4 Entonces comencé a llorar amargamente porque no se encontraba a nadie digno de abrir el rollo y leerlo;
5 pero uno de los veinticuatro ancianos me dijo: «¡Deja de llorar! Mira, el León de la tribu de Judá, el heredero del trono de David, ha ganado la victoria. Él es digno de abrir el rollo y sus siete sellos».
6 Entonces vi a un Cordero que parecía que había sido sacrificado, pero que ahora estaba de pie entre el trono y los cuatro seres vivientes y en medio de los veinticuatro ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos que representan los siete aspectos del Espíritu de Dios, el cual es enviado a todas las partes de la tierra.
7 Él pasó adelante y tomó el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
8 Y cuando tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y llevaba copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios.
9 Y cantaban un nuevo canto con las siguientes palabras: «Tú eres digno de tomar el rollo y de romper los sellos y abrirlo. Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación.
10 Y la has transformado en un reino de sacerdotes para nuestro Dios. Y reinarán sobre la tierra».
11 Entonces volví a mirar y oí las voces de miles de millones de ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos.
12 Ellos cantaban en un potente coro: «Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder y las riquezas y la sabiduría y la fuerza y el honor y la gloria y la bendición».
13 Y entonces oí a toda criatura en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra y en el mar que cantaban: «Bendición y honor y gloria y poder le pertenecen a aquel que está sentado en el trono y al Cordero por siempre y para siempre».
14 Y los cuatro seres vivientes decían: «¡Amén! ». Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron al Cordero.
Levítico 16:14
RVR1960
2 Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.
NTV
2 El Señor le dijo a Moisés: «Advierte a tu hermano Aarón que no entre cuando quiera en el Lugar Santísimo que está detrás de la cortina interior; si lo hace, morirá. Pues allí está la tapa del arca — el lugar de la expiación — , y yo mismo estoy presente en la nube que está sobre la tapa de la expiación.
.
RVR1960
14 Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre.
NTV
14 Después tomará un poco de la sangre del becerro, mojará su dedo en ella, y la rociará en el lado oriental de la tapa de la expiación. También rociará la sangre siete veces con su dedo delante de la tapa de la expiación.
Lee Isaías 6:1-5
Apocalipsis 4:2-11
RVR1960
1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
NTV
1 El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado en un majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo.
2 Lo asistían poderosos serafines, cada uno tenía seis alas. Con dos alas se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies y con dos volaban.
3 Se decían unos a otros: «¡Santo, santo, santo es el Señor de los Ejércitos Celestiales! ¡Toda la tierra está llena de su gloria! ».
4 Sus voces sacudían el templo hasta los cimientos, y todo el edificio estaba lleno de humo.
5 Entonces dije: «¡Todo se ha acabado para mí! Estoy condenado, porque soy un pecador. Tengo labios impuros, y vivo en medio de un pueblo de labios impuros; sin embargo, he visto al Rey, el Señor de los Ejércitos Celestiales».
RVR1960
2 Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.
3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.
8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
9 Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
NTV
2 Y al instante, yo estaba en el Espíritu y vi un trono en el cielo y a alguien sentado en él.
3 El que estaba sentado en el trono brillaba como piedras preciosas: como el jaspe y la cornalina. El brillo de una esmeralda rodeaba el trono como un arco iris.
4 Lo rodeaban veinticuatro tronos en los cuales estaban sentados veinticuatro ancianos. Todos vestían de blanco y tenían una corona de oro sobre la cabeza.
5 Del trono salían relámpagos y estruendo de truenos. Delante del trono había siete antorchas con llamas encendidas; esto es el Espíritu de Dios de siete aspectos.
6 Delante del trono también había un mar de vidrio brillante, reluciente como el cristal. En el centro y alrededor del trono había cuatro seres vivientes, cada uno cubierto de ojos por delante y por detrás.
7 El primero de esos seres vivientes era semejante a un león, el segundo era como un buey, el tercero tenía cara humana, y el cuarto era como un águila en vuelo.
8 Cada uno de los seres vivientes tenía seis alas, y las alas estaban totalmente cubiertas de ojos por dentro y por fuera. Día tras día y noche tras noche repiten continuamente: «Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que siempre fue, que es, y que aún está por venir».
9 Cada vez que los seres vivientes dan gloria, honor y gracias al que está sentado en el trono (el que vive por siempre y para siempre),
10 los veinticuatro ancianos se postran y adoran al que está sentado en el trono (el que vive por siempre y para siempre), y ponen sus coronas delante del trono, diciendo:
11 «Tú eres digno, oh Señor nuestro Dios, de recibir gloria y honor y poder. Pues tú creaste todas las cosas, y existen porque tú las creaste según tu voluntad».
¿Qué elementos de estas dos visiones son similares? Presta atención al orden de los acontecimientos: ¿Qué tema se presenta primero? ¿Qué viene después? ¿Qué verdad acerca de Dios es subrayada en estas visiones?
En cada una de estas visiones de la sala del Trono, lo primero que sucede es que los seres celestiales destacan la santidad de Dios. En la visión de Isaías, la escena es impresionante: el Templo se llenó de humo y «los quiciales de las puertas se estremecieron» mientras los serafines proclamaban la santidad de Dios. En la visión de Juan, los querubines hacen la misma declaración: «Santo, santo, santo». Cada profeta presenció una deslumbrante escena acerca de la gloria de Dios.
Se nos muestra luego la reacción del profeta ante la escena. Isaías exclama que es un hombre de labios impuros Isaías 6:5
, mientras que Juan llora porque se enfrenta a la trágica verdad de que no se puede encontrar a nadie digno Apocalipsis 5:4
RVR1960
5 Entonces dije: ! ! Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
NTV
5 Entonces dije: «¡Todo se ha acabado para mí! Estoy condenado, porque soy un pecador. Tengo labios impuros, y vivo en medio de un pueblo de labios impuros; sin embargo, he visto al Rey, el Señor de los Ejércitos Celestiales».
. Cuando somos confrontados directamente con la santidad de Dios, comenzamos a comprender nuestra verdadera condición: somos totalmente indignos y necesitamos a Cristo como Redentor.
RVR1960
4 Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
NTV
4 Entonces comencé a llorar amargamente porque no se encontraba a nadie digno de abrir el rollo y leerlo;
Satanás ha lanzado muchas acusaciones contra Dios, argumentando que es arbitrario, egoísta y severo, pero aun un breve momento en la sala del Trono de Dios pone al descubierto las mentiras de Satanás. Al ver a Cristo como es en realidad, «el Cordero que fue inmolado» Apocalipsis 5:12
, vemos también al Padre tal cual es. Cuán reconfortante es saber que al contemplar a Jesús descubrimos cómo es el Padre Juan 14:9
RVR1960
12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
NTV
12 Ellos cantaban en un potente coro: «Digno es el Cordero que fue sacrificado, de recibir el poder y las riquezas y la sabiduría y la fuerza y el honor y la gloria y la bendición».
Pero, la mayor revelación de cómo es el Padre se aprecia en la muerte de Jesús por nosotros en la Cruz.
RVR1960
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
NTV
9 Jesús respondió: — Felipe, ¿he estado con ustedes todo este tiempo, y todavía no sabes quién soy? ¡Los que me han visto a mí han visto al Padre! Entonces, ¿cómo me pides que les muestre al Padre?
La Cruz, por lo tanto, debería mostrarnos dos cosas: que Dios nos ama al punto de sacrificarse por nosotros, y que nuestra condición como pecadores es tan grave y desesperada que solo mediante la Cruz podemos ser salvados.
VIERNES - Para Estudiar y Meditar
Las Escrituras dejan claro que Cristo es el único que puede asegurar nuestra salvación. Su vida fue la única sin pecado, el único ejemplo de una vida que satisfizo perfectamente la gloria del Padre. Él es el Cordero de Dios sin mancha y ahora está a la cabeza de la raza humana como nuestra seguridad eterna. Al mismo tiempo, cargó con nuestra culpa, satisfaciendo así el juicio que es la respuesta de Dios a la maldad. Cuando Juan presencia la increíble escena de los seres celestiales reunidos en torno al Trono de Dios, se le dice que deje de llorar porque «el León de la tribu de Judá [...] ha vencido» Apocalipsis 5:5
.
RVR1960
5 Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
NTV
5 pero uno de los veinticuatro ancianos me dijo: «¡Deja de llorar! Mira, el León de la tribu de Judá, el heredero del trono de David, ha ganado la victoria. Él es digno de abrir el rollo y sus siete sellos».
Reflexiona también sobre lo grave que es el pecado y lo profundamente corrompida que está la humanidad, al punto de que solo la muerte de Jesús, Dios mismo, podía resolver el problema del pecado. De haber existido alguna otra manera de salvarnos, no cabe duda de que Dios la habría empleado.
«La quebrantada Ley de Dios exigía la vida del pecador. En todo el universo solamente existía uno que podía satisfacer sus exigencias en lugar del hombre. Puesto que la Ley divina es tan sagrada como Dios mismo, solo uno igual a Dios podría expiar su transgresión. Ninguno sino Cristo podía salvar al hombre de la maldición de la Ley, y colocarlo otra vez en armonía con el Cielo. Cristo cargaría con la culpa y la vergüenza del pecado, que era algo tan abominable a los ojos de Dios que iba a separar al Padre de su Hijo. Cristo descendería a la profundidad de la desgracia para rescatar a la raza caída» (Elena G. de White, Patriarcas y profetas, pp. 43, 44).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
PREGUNTA 1
Juan ve a Jesús entrar en la sala del Trono como un cordero «inmolado». Apocalipsis 13:8
dice que Jesús fue «inmolado» desde la fundación del mundo. ¿Qué nos enseña acerca de Dios el hecho de que el Plan de Salvación ya estaba en marcha antes de que lo necesitáramos?
RVR1960
8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.
NTV
8 Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo, aquellos cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida que pertenece al Cordero que fue sacrificado antes de la creación del mundo.
PREGUNTA 2
Muchos ateos creen que estamos solos en un universo frío e indiferente. En cambio, la Biblia no solo habla de Dios, sino también de que amó tanto al mundo que descendió a él e incluso murió por él. ¿Hasta qué punto debemos ver el mundo y nuestro lugar en él de manera diferente de como lo ven quienes no creen en Dios? En otras palabras, ¿cómo debería influir la realidad de la Cruz en todo lo que hacemos?
PREGUNTA 3
¿Por qué fueron la vida, la muerte y la resurrección de Cristo el único medio para salvar a la humanidad? Además, ¿qué nos dice el enorme costo de este sacrificio sobre la gravedad del pecado
Repaso de la Lección
LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa