Opresión – El trasfondo y el nacimiento de Moisés — Estudia la Biblia Hoy





1/13          28 - 43 minutes
Opresión – El trasfondo y el nacimiento de Moisés
Opresión – El trasfondo y el nacimiento de Moisés
Opresión – El trasfondo y el nacimiento de Moisés



Escuela Sabática


Click me to expand

 CONTENIDO 

Opresión: El trasfondo y el nacimiento de Moisés

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA

Éxodo 1:1-22
RVR1960 1 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia: 2 Rubén, Simeón, Leví, Judá, 3 Isacar, Zabulón, Benjamín, 4 Dan, Neftalí, Gad y Aser. 5 Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y José estaba en Egipto. 6 Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. 7 Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. 8 Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: 9 He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. 10 Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. 11 Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés. 12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. 13 Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza, 14 y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor. 15 Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: 16 Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva. 17 Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. 18 Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? 19 Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas. 20 Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. 21 Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. 22 Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida. NTV 1 Estos son los nombres de los hijos de Israel (es decir, Jacob) que se trasladaron a Egipto con su padre, cada uno con su familia: 2 Rubén, Simeón, Leví, Judá, 3 Isacar, Zabulón, Benjamín, 4 Dan, Neftalí, Gad y Aser. 5 En total, Jacob tuvo setenta descendientes en Egipto, incluido José, quien ya se encontraba allí. 6 Con el tiempo, José y sus hermanos murieron y toda esa generación llegó a su fin. 7 Pero sus descendientes — los israelitas — tuvieron muchos hijos y nietos. De hecho, se multiplicaron tanto que llegaron a ser sumamente poderosos y llenaron todo el territorio. 8 Tiempo después, subió al poder de Egipto un nuevo rey que no conocía nada de José ni de sus hechos. 9 El rey le dijo a su pueblo: «Miren, el pueblo de Israel ahora es más numeroso y más fuerte que nosotros. 10 Tenemos que idear un plan para evitar que los israelitas sigan multiplicándose. Si no hacemos nada, y estalla una guerra, se aliarán con nuestros enemigos, pelearán contra nosotros, y luego se escaparán del reino». 11 Por lo tanto, los egipcios esclavizaron a los israelitas y les pusieron capataces despiadados a fin de subyugarlos por medio de trabajos forzados. Los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento para el rey. 12 Sin embargo, cuanto más los oprimían, más los israelitas se multiplicaban y se esparcían, y tanto más se alarmaban los egipcios. 13 Por eso los egipcios los hacían trabajar sin compasión. 14 Les amargaban la vida forzándolos a hacer mezcla, a fabricar ladrillos y a hacer todo el trabajo del campo. Además, eran crueles en todas sus exigencias. 15 Después, el faraón, rey de Egipto, dio la siguiente orden a las parteras hebreas Sifra y Pua: 16 «Cuando ayuden a las mujeres hebreas en el parto, presten mucha atención durante el alumbramiento. Si el bebé es niño, mátenlo; pero si es niña, déjenla vivir». 17 Sin embargo, como las parteras temían a Dios, se negaron a obedecer las órdenes del rey, y también dejaron vivir a los varoncitos. 18 Entonces el rey de Egipto mandó llamar a las parteras: — ¿Por qué hicieron esto? — les preguntó — . ¿Por qué dejaron con vida a los varones? 19 — Las mujeres hebreas no son como las egipcias — contestaron ellas — , son más vigorosas y dan a luz con tanta rapidez que siempre llegamos tarde. 20 Por eso Dios fue bueno con las parteras, y los israelitas siguieron multiplicándose, y se hicieron cada vez más poderosos. 21 Además, como las parteras temían a Dios, él les concedió su propia familia. 22 Entonces el faraón dio la siguiente orden a todo su pueblo: «Tiren al río Nilo a todo niño hebreo recién nacido; pero a las niñas pueden dejarlas con vida».
Génesis 37:26-28
RVR1960 26 Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte? 27 Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él. 28 Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto. NTV 26 Judá dijo a sus hermanos: «¿Qué ganaremos con matar a nuestro hermano? Tendríamos que encubrir el crimen. 27 En lugar de hacerle daño, vendámoslo a esos mercaderes ismaelitas. Después de todo, es nuestro hermano, ¡de nuestra misma sangre! ». Así que sus hermanos estuvieron de acuerdo. 28 Entonces, cuando se acercaron los ismaelitas, que eran mercaderes madianitas, los hermanos de José lo sacaron de la cisterna y se lo vendieron por veinte monedas de plata. Y los mercaderes lo llevaron a Egipto.
Génesis 39:2
RVR1960 2 Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. NTV 2 El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio.
Génesis 39:21
RVR1960 21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. NTV 21 pero el Señor estaba con José en la cárcel y le mostró su fiel amor. El Señor hizo que José fuera el preferido del encargado de la cárcel.
Hechos 7:6
RVR1960 6 Y le dijo Dios así: Que su descendencia sería extranjera en tierra ajena, y que los reducirían a servidumbre y los maltratarían, por cuatrocientos años. NTV 6 Dios también le dijo que sus descendientes vivirían en una tierra extranjera, donde serían oprimidos como esclavos durante cuatrocientos años.
Gálatas 3:16-17
RVR1960 16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. 17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. NTV 16 Dios ha dado las promesas a Abraham y a su hijo. Y noten que la Escritura no dice «a sus hijos», como si significara muchos descendientes. Más bien, dice «a su hijo», y eso sin duda se refiere a Cristo. 17 Lo que trato de decir es lo siguiente: el acuerdo que Dios hizo con Abraham no podía anularse cuatrocientos treinta años más tarde — cuando Dios le dio la ley a Moisés — , porque Dios estaría rompiendo su promesa.
Éxodo 2:1-25
RVR1960 1 Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, 2 la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. 3 Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río. 4 Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería. 5 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. 6 Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es este. 7 Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? 8 Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, 9 a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crio. 10 Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué. 11 En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. 12 Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. 13 Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? 14 Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto. 15 Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián. 16 Y estando sentado junto al pozo, siete hijas que tenía el sacerdote de Madián vinieron a sacar agua para llenar las pilas y dar de beber a las ovejas de su padre. 17 Mas los pastores vinieron y las echaron de allí; entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas. 18 Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les dijo: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto? 19 Ellas respondieron: Un varón egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y dio de beber a las ovejas. 20 Y dijo a sus hijas: ¿Dónde está? ¿Por qué habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma. 21 Y Moisés convino en morar con aquel varón; y él dio su hija Séfora por mujer a Moisés. 22 Y ella le dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: Forastero soy en tierra ajena. 23 Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. 24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. NTV 1 En esos días, un hombre y una mujer de la tribu de Leví se casaron. 2 La mujer quedó embarazada y dio a luz un hijo. Al ver que era un niño excepcional, lo escondió durante tres meses. 3 Cuando ya no pudo ocultarlo más, tomó una canasta de juncos de papiro y la recubrió con brea y resina para hacerla resistente al agua. Después puso al niño en la canasta y la acomodó entre los juncos, a la orilla del río Nilo. 4 La hermana del bebé se mantuvo a cierta distancia para ver qué le pasaría al niño. 5 Al poco tiempo, la hija del faraón bajó a bañarse en el río, y sus sirvientas se paseaban por la orilla. Cuando la princesa vio la canasta entre los juncos, mandó a su criada que se la trajera. 6 Al abrir la canasta la princesa vio al bebé. El niño lloraba, y ella sintió lástima por él. «Seguramente es un niño hebreo», dijo. 7 Entonces la hermana del bebé se acercó a la princesa. — ¿Quiere que vaya a buscar a una mujer hebrea para que le amamante al bebé? — le preguntó. 8 — ¡Sí, consigue a una! — contestó la princesa. Entonces la muchacha fue y llamó a la madre del bebé. 9 «Toma a este niño y dale el pecho por mí — le dijo la princesa a la madre del niño — . Te pagaré por tu ayuda». Así que la mujer se fue con el bebé a su casa y lo amamantó. 10 Años más tarde, cuando el niño creció, ella se lo devolvió a la hija del faraón, quien lo adoptó como su propio hijo y lo llamó Moisés, pues explicó: «Lo saqué del agua». 11 Muchos años después, cuando ya era adulto, Moisés salió a visitar a los de su propio pueblo, a los hebreos, y vio con cuánta dureza los obligaban a trabajar. Durante su visita, vio que un egipcio golpeaba a uno de sus compatriotas hebreos. 12 Entonces Moisés miró a todos lados para asegurarse de que nadie lo observaba, y mató al egipcio y escondió el cuerpo en la arena. 13 Al día siguiente, cuando Moisés salió de nuevo a visitar a los de su pueblo, vio a dos hebreos peleando. — ¿Por qué le pegas a tu amigo? — le preguntó Moisés al que había empezado la pelea. 14 El hombre le contestó: — ¿Quién te nombró para ser nuestro príncipe y juez? ¿Vas a matarme como mataste ayer al egipcio? Entonces Moisés se asustó y pensó: «Todos saben lo que hice». 15 Efectivamente, el faraón se enteró de lo que había ocurrido y trató de matar a Moisés; pero él huyó del faraón y se fue a vivir a la tierra de Madián. Cuando Moisés llegó a Madián, se sentó junto a un pozo. 16 El sacerdote de Madián tenía siete hijas, quienes fueron al pozo como de costumbre para sacar agua y llenar los bebederos para los rebaños de su padre. 17 Pero llegaron unos pastores y las echaron de allí. Entonces Moisés se levantó de un salto y las rescató de los pastores. Luego sacó agua para los rebaños de las muchachas. 18 Cuando las jóvenes regresaron a la casa de Reuel, su padre, él les preguntó: — ¿Por qué hoy han regresado tan pronto? 19 — Un egipcio nos rescató de los pastores — contestaron ellas — ; después nos sacó agua y dio de beber a nuestros rebaños. 20 — ¿Y dónde está ese hombre? — les preguntó el padre — . ¿Por qué lo dejaron allí? Invítenlo a comer con nosotros. 21 Moisés aceptó la invitación y se estableció allí con Reuel. Con el tiempo, Reuel le entregó a su hija Séfora por esposa. 22 Más tarde, ella dio a luz un hijo, y Moisés lo llamó Gersón, pues explicó: «He sido un extranjero en tierra extraña». 23 Con el paso de los años, el rey de Egipto murió; pero los israelitas seguían gimiendo bajo el peso de la esclavitud. Clamaron por ayuda, y su clamor subió hasta Dios, 24 quien oyó sus gemidos y se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Miró desde lo alto a los hijos de Israel y supo que ya había llegado el momento de actuar.

VERSÍCULO DE MEMORIA

Éxodo 2:23-25
RVR1960 23 Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. 24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. NTV 23 Con el paso de los años, el rey de Egipto murió; pero los israelitas seguían gimiendo bajo el peso de la esclavitud. Clamaron por ayuda, y su clamor subió hasta Dios, 24 quien oyó sus gemidos y se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Miró desde lo alto a los hijos de Israel y supo que ya había llegado el momento de actuar.

SÁBADO — INTRODUCCIÓN

El libro de Éxodo resuena con relatos de oprimidos, marginados, perseguidos, explotados y degradados. Por lo tanto, quienes se sienten hoy abandonados, olvidados y esclavizados pueden tener esperanza, pues el mismo Dios que salvó a los hebreos es capaz de salvarlos a ellos también.

Éxodo habla de las batallas existenciales, las injusticias y las pruebas que forman parte de la vida. Todos pueden sentirse alentados por los relatos de las intervenciones de Dios en favor de su pueblo sufriente. El Señor escucha el clamor de los oprimidos, ve sus luchas, nota sus lágrimas y agonía, y acude en su rescate.

Dios toma la iniciativa para liberar a quienes confían en él. Solo tenemos que aceptar por fe lo que él nos ofrece. Por eso es necesario estudiar el Éxodo, porque señala lo que Jesús ha hecho por todos nosotros. Es un libro acerca de la redención, la liberación y la salvación final. Todo lo cual está a nuestra disposición por la fe gracias a lo que Cristo Jesús ha logrado en nuestro favor.

En medio de la confusión y la oscuridad, si nuestros ojos están fijos en Dios, podemos reconocer su presencia, su cuidado y su ayuda mientras nos guía a la eterna «Tierra Prometida».

DOMINGO — El pueblo de Dios en Egipto

El libro de Éxodo es conocido como shemot («nombres») en hebreo, en armonía con las palabras iniciales de ese antiguo documento que comienza con la expresión: «Estos son los nombres...», en referencia a los de la familia del patriarca Jacob que se enumeran desde el principio.

Lee Éxodo 1:1-7
RVR1960 1 Estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia: 2 Rubén, Simeón, Leví, Judá, 3 Isacar, Zabulón, Benjamín, 4 Dan, Neftalí, Gad y Aser. 5 Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y José estaba en Egipto. 6 Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. 7 Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. NTV 1 Estos son los nombres de los hijos de Israel (es decir, Jacob) que se trasladaron a Egipto con su padre, cada uno con su familia: 2 Rubén, Simeón, Leví, Judá, 3 Isacar, Zabulón, Benjamín, 4 Dan, Neftalí, Gad y Aser. 5 En total, Jacob tuvo setenta descendientes en Egipto, incluido José, quien ya se encontraba allí. 6 Con el tiempo, José y sus hermanos murieron y toda esa generación llegó a su fin. 7 Pero sus descendientes — los israelitas — tuvieron muchos hijos y nietos. De hecho, se multiplicaron tanto que llegaron a ser sumamente poderosos y llenaron todo el territorio.

¿Qué verdad crucial se expresa aquí?

El libro de Éxodo comienza con un recordatorio de la bendición de Dios. Cuando el patriarca Jacob y su familia se establecieron en Egipto eran solo setenta personas Génesis 46:27
RVR1960 27 Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las personas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta. NTV 27 Además, José tuvo dos hijos que nacieron en Egipto. Así que, en total, había setenta miembros de la familia de Jacob en la tierra de Egipto.
Éxodo 1:5
RVR1960 5 Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y José estaba en Egipto. NTV 5 En total, Jacob tuvo setenta descendientes en Egipto, incluido José, quien ya se encontraba allí.
, pero los israelitas «crecieron y se multiplicaron. Se aumentaron y fortalecieron en extremo, y llenaron el país» Éxodo 1:7
RVR1960 7 Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra. NTV 7 Pero sus descendientes — los israelitas — tuvieron muchos hijos y nietos. De hecho, se multiplicaron tanto que llegaron a ser sumamente poderosos y llenaron todo el territorio.
. En la época del Éxodo eran «como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar las mujeres y los niños» Éxodo 12:37
RVR1960 37 Partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. NTV 37 Esa noche el pueblo de Israel salió de Ramsés y emprendió viaje hacia Sucot. Eran unos seiscientos mil hombres, además de las mujeres y los niños.
.

Lee Éxodo 1:8-11
RVR1960 8 Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: 9 He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. 10 Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. 11 Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés. NTV 8 Tiempo después, subió al poder de Egipto un nuevo rey que no conocía nada de José ni de sus hechos. 9 El rey le dijo a su pueblo: «Miren, el pueblo de Israel ahora es más numeroso y más fuerte que nosotros. 10 Tenemos que idear un plan para evitar que los israelitas sigan multiplicándose. Si no hacemos nada, y estalla una guerra, se aliarán con nuestros enemigos, pelearán contra nosotros, y luego se escaparán del reino». 11 Por lo tanto, los egipcios esclavizaron a los israelitas y les pusieron capataces despiadados a fin de subyugarlos por medio de trabajos forzados. Los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento para el rey.

¿Cuál era la situación de los israelitas en el momento del Éxodo?

El texto bíblico describe con tonos oscuros la historia de los hijos de Israel en Egipto, ya que comienza con su esclavitud a manos de los capataces egipcios y el trabajo opresivo que se les impuso. Sin embargo, el libro de Éxodo termina con la presencia apacible y reconfortante de Dios en el Tabernáculo, en el centro del campamento israelita, ver Éxodo 40. Entre estos dos polos opuestos se describe el triunfo de Dios. Al liberar el Señor a su pueblo de la esclavitud, al abrir el Mar Rojo y al derrotar al ejército más poderoso de la época, se revela la espectacular victoria de Dios sobre las fuerzas del mal.

El relato destaca la paradoja de que, cuanto más afligían los opresores a los israelitas, «tanto más se multiplicaban y crecían» Éxodo 1:12
RVR1960 12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. NTV 12 Sin embargo, cuanto más los oprimían, más los israelitas se multiplicaban y se esparcían, y tanto más se alarmaban los egipcios.
. Es decir, independientemente de las maquinaciones humanas, Dios sigue siendo soberano y salvará a su pueblo aunque las circunstancias parezcan desesperadas, al menos desde una perspectiva humana.

Surgió un nuevo rey que no conocía a José. ¿Qué nos enseña este relato acerca del error de dar por sentadas las circunstancias, especialmente las buenas?

LUNES — El trasfondo histórico

Cuando la familia de Jacob llegó a Egipto después de pasar hambre en Canaán Génesis 46, el rey egipcio se mostró amigable con los hebreos a causa de José y de todo lo que este había hecho por los egipcios.

«Y agregó Faraón a José: “Ahora te he puesto sobre toda la tierra de Egipto”. Entonces Faraón quitó su anillo de su mano y lo puso en la mano de José. Lo hizo vestir de lino finísimo y puso un collar de oro en su cuello. Lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron ante él: “¡Doblen la rodilla!”. Y lo puso sobre toda la tierra de Egipto» Génesis 41:41-43
RVR1960 41 Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. 42 Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; 43 y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla! ; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto. NTV 41 El faraón dijo a José: «Yo, aquí en persona, te pongo a cargo de toda la tierra de Egipto». 42 Luego el faraón se quitó de la mano el anillo con su sello oficial y lo puso en el dedo de José; lo vistió con ropas de lino de la mejor calidad y le puso un collar de oro. 43 Después hizo que José subiera al carro de guerra reservado para su segundo en autoridad, y dondequiera que iba José, se gritaba la orden: «¡Arrodíllense! ». Así que el faraón puso a José a cargo de todo Egipto,
.

¿Cuál fue la clave del asombroso éxito de José en Egipto tras un comienzo tan difícil?

Lee Génesis 37:26-28
RVR1960 26 Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte? 27 Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él. 28 Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto. NTV 26 Judá dijo a sus hermanos: «¿Qué ganaremos con matar a nuestro hermano? Tendríamos que encubrir el crimen. 27 En lugar de hacerle daño, vendámoslo a esos mercaderes ismaelitas. Después de todo, es nuestro hermano, ¡de nuestra misma sangre! ». Así que sus hermanos estuvieron de acuerdo. 28 Entonces, cuando se acercaron los ismaelitas, que eran mercaderes madianitas, los hermanos de José lo sacaron de la cisterna y se lo vendieron por veinte monedas de plata. Y los mercaderes lo llevaron a Egipto.
Génesis 39:2
RVR1960 2 Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio. NTV 2 El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio.
Génesis 39:21
RVR1960 21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. NTV 21 pero el Señor estaba con José en la cárcel y le mostró su fiel amor. El Señor hizo que José fuera el preferido del encargado de la cárcel.


El trasfondo histórico más plausible de la historia de José sugiere que el nuevo rey que «no conocía a José» Éxodo 1:8
RVR1960 8 Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: NTV 8 Tiempo después, subió al poder de Egipto un nuevo rey que no conocía nada de José ni de sus hechos.
fue Amosis I (1570 a. C.-1546 a. C.). Luego vino Amenhotep I (1553 a. C.-1526 a. C.), el gobernante que temía a los israelitas y los oprimía. Más tarde, Tutmosis I (1525 a. C.-1512 a. C.) decretó la muerte de todos los hijos varones hebreos recién nacidos. Su hija Hatshepsut (1503 a. C.-1482 a. C.) fue la princesa que adoptó a Moisés como hijo. El faraón Tutmosis III (1504 a. C.-1450 a. C.), corregente de Hatshepsut durante algún tiempo, fue el faraón del Éxodo.

El Éxodo ocurrió, según los mejores cálculos, en marzo del año 1450 a. C. (ver William H. Shea, «Exodus, date of the», en The International Standard Bible Encyclopedia, editada por Geoffrey W. Bromiley y otros [Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1982], t. 2, pp. 230-238). Para comprender la época del Éxodo, estudia los siguientes textos bíblicos: Génesis 15:13-16
RVR1960 13 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. 14 Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza. 15 Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. 16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí. NTV 13 Después el Señor dijo a Abram: «Ten por seguro que tus descendientes serán extranjeros en una tierra ajena, donde los oprimirán como esclavos durante cuatrocientos años; 14 pero yo castigaré a la nación que los esclavice, y al final saldrán con muchas riquezas. 15 (En cuanto a ti, morirás en paz y serás enterrado en buena vejez). 16 Cuando hayan pasado cuatro generaciones, tus descendientes regresarán aquí, a esta tierra, porque los pecados de los amorreos no ameritan aún su destrucción».
; Éxodo 12:40-41
RVR1960 40 El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue cuatrocientos treinta años. 41 Y pasados los cuatrocientos treinta años, en el mismo día todas las huestes de Jehová salieron de la tierra de Egipto. NTV 40 El pueblo de Israel había vivido cuatrocientos treinta años en Egipto. 41 De hecho, fue precisamente el día en que se cumplían los cuatrocientos treinta años que toda esa gran multitud del Señor salió de Egipto.
Jueces 11:26
RVR1960 26 Cuando Israel ha estado habitando por trescientos años a Hesbón y sus aldeas, a Aroer y sus aldeas, y todas las ciudades que están en el territorio de Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese tiempo? NTV 26 »Hace trescientos años que Israel vive aquí, tanto en Hesbón como en los asentamientos de alrededor, hasta Aroer y sus asentamientos, y en todas las ciudades a lo largo del río Arnón. ¿Por qué no has hecho ningún esfuerzo hasta ahora para recuperar la tierra?
1 Reyes 6:1
RVR1960 (2 Cr. 3.
1-14) 1 En el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, comenzó él a edificar la casa de Jehová.
NTV 1 Fue a mediados de la primavera, en el mes de zif , durante el cuarto año de su reinado, que Salomón comenzó a construir el templo del Señor. Habían pasado cuatrocientos ochenta años desde el día en que el pueblo de Israel fue rescatado de su esclavitud en la tierra de Egipto.
ver también Hechos 7:6
RVR1960 6 Y le dijo Dios así: Que su descendencia sería extranjera en tierra ajena, y que los reducirían a servidumbre y los maltratarían, por cuatrocientos años. NTV 6 Dios también le dijo que sus descendientes vivirían en una tierra extranjera, donde serían oprimidos como esclavos durante cuatrocientos años.
Gálatas 3:16-17
RVR1960 16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. 17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. NTV 16 Dios ha dado las promesas a Abraham y a su hijo. Y noten que la Escritura no dice «a sus hijos», como si significara muchos descendientes. Más bien, dice «a su hijo», y eso sin duda se refiere a Cristo. 17 Lo que trato de decir es lo siguiente: el acuerdo que Dios hizo con Abraham no podía anularse cuatrocientos treinta años más tarde — cuando Dios le dio la ley a Moisés — , porque Dios estaría rompiendo su promesa.
.

El primer capítulo del libro de Éxodo abarca un largo período: desde la época de José, cuando su padre Jacob con toda la familia entró en Egipto, hasta el decreto de muerte del faraón. Aunque existe cierto debate acerca de la extensión exacta de ese período, lo importante es que el Señor no se olvidó de ellos incluso cuando el pueblo de Dios era esclavizado en tierra extranjera.

Es decir, aunque desconocemos por ahora muchos detalles acerca de la historia de los hebreos en Egipto en aquella época, ver 1 Corintios 13:12
RVR1960 12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. NTV 12 Ahora vemos todo de manera imperfecta, como reflejos desconcertantes, pero luego veremos todo con perfecta claridad. Todo lo que ahora conozco es parcial e incompleto, pero luego conoceré todo por completo, tal como Dios ya me conoce a mí completamente.
, la revelación del carácter de Dios sigue brillando a través de las páginas de este libro al igual que en toda la Escritura. Por adversas que sean las circunstancias, Dios siempre está presente y podemos confiar en él cualquiera que sea nuestra situación.

MARTES — Las parteras de las Hebreas

No es posible entender el libro de Éxodo sin el precedente de las enseñanzas del Génesis. Los israelitas se trasladaron a Egipto y fueron esclavizados allí tras una época de gran prosperidad y paz.

Dios no abandonó a su pueblo, aunque a veces pueda dar esa impresión. Sin duda, muchos hebreos se desesperaron por su difícil situación. No obstante, el Señor acudió en el momento de angustia para auxiliarlos con su mano poderosa. Nuestro Señor anima a sus seguidores: «Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás» Salmos 50:15
RVR1960 15 E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás. NTV 15 Luego llámame cuando tengas problemas, y yo te rescataré, y tú me darás la gloria».
.

Lee Éxodo 1:9-21
RVR1960 9 He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. 10 Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. 11 Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés. 12 Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. 13 Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza, 14 y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor. 15 Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: 16 Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva. 17 Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. 18 Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? 19 Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas. 20 Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. 21 Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. NTV 9 El rey le dijo a su pueblo: «Miren, el pueblo de Israel ahora es más numeroso y más fuerte que nosotros. 10 Tenemos que idear un plan para evitar que los israelitas sigan multiplicándose. Si no hacemos nada, y estalla una guerra, se aliarán con nuestros enemigos, pelearán contra nosotros, y luego se escaparán del reino». 11 Por lo tanto, los egipcios esclavizaron a los israelitas y les pusieron capataces despiadados a fin de subyugarlos por medio de trabajos forzados. Los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento para el rey. 12 Sin embargo, cuanto más los oprimían, más los israelitas se multiplicaban y se esparcían, y tanto más se alarmaban los egipcios. 13 Por eso los egipcios los hacían trabajar sin compasión. 14 Les amargaban la vida forzándolos a hacer mezcla, a fabricar ladrillos y a hacer todo el trabajo del campo. Además, eran crueles en todas sus exigencias. 15 Después, el faraón, rey de Egipto, dio la siguiente orden a las parteras hebreas Sifra y Pua: 16 «Cuando ayuden a las mujeres hebreas en el parto, presten mucha atención durante el alumbramiento. Si el bebé es niño, mátenlo; pero si es niña, déjenla vivir». 17 Sin embargo, como las parteras temían a Dios, se negaron a obedecer las órdenes del rey, y también dejaron vivir a los varoncitos. 18 Entonces el rey de Egipto mandó llamar a las parteras: — ¿Por qué hicieron esto? — les preguntó — . ¿Por qué dejaron con vida a los varones? 19 — Las mujeres hebreas no son como las egipcias — contestaron ellas — , son más vigorosas y dan a luz con tanta rapidez que siempre llegamos tarde. 20 Por eso Dios fue bueno con las parteras, y los israelitas siguieron multiplicándose, y se hicieron cada vez más poderosos. 21 Además, como las parteras temían a Dios, él les concedió su propia familia.

¿Qué papel clave desempeñaron las parteras fieles y por qué su actuación quedó registrada para la posteridad?

En el libro de Éxodo no se menciona el nombre de ningún faraón. Solo reciben el título de «faraón», que significa «rey». Los egipcios creían que el faraón era una deidad en la Tierra, el hijo del dios Ra (o de Osiris u Horus), considerado la deidad egipcia más elevada, el mismísimo dios Sol.

Sin embargo, a pesar de todo su poder, este «dios» no era capaz de obligar a las parteras a actuar contra sus convicciones. De hecho, en contraste con el faraón sin nombre, se identifica a las dos parteras como Sifra y Fúa Éxodo 1:15
RVR1960 15 Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: NTV 15 Después, el faraón, rey de Egipto, dio la siguiente orden a las parteras hebreas Sifra y Pua:
, muy estimadas porque temían al Señor. La malvada orden del faraón no tuvo efecto en ellas porque respetaban más a Dios que las órdenes de un gobernante terrenal ver también Éxodo 5:21
RVR1960 21 les dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano para que nos maten. NTV 21 Los jefes de cuadrilla les dijeron: «¡Que el Señor los juzgue y los castigue por habernos hecho repugnantes a los ojos del faraón y sus funcionarios! ¡Ustedes mismos les pusieron una espada en la mano, les dieron una excusa para que nos maten! ».
. En consecuencia, Dios las bendijo juntamente con sus respectivas familias. Qué poderoso testimonio de fidelidad. Estas mujeres no solo sabían qué era lo correcto, sino que también decidieron hacerlo a pesar de su escaso conocimiento teológico.

Cuando el faraón vio que su complot fracasaba, ordenó a los egipcios que mataran a todos los bebés varones hebreos recién nacidos. Debían arrojarlos al río Nilo, probablemente como ofrenda a Hapi, dios del Nilo y de la fertilidad. Este es el primer caso registrado de israelitas condenados a muerte solo por ser israelitas. El propósito del decreto de muerte era someter a los hebreos aniquilando a sus descendientes varones e integrando a sus mujeres a la nación egipcia para terminar así con la amenaza que el faraón creía que representaban para su nación.

Las parteras no solo sabían qué era lo correcto, sino que también lo llevaron a cabo. ¿Qué enseñanza nos deja su ejemplo?

MIERCOLES — El nacimiento de Moisés

Lee Éxodo 2:1-10
RVR1960 1 Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, 2 la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. 3 Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río. 4 Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería. 5 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. 6 Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es este. 7 Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? 8 Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, 9 a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crio. 10 Y cuando el niño creció, ella lo trajo a la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y le puso por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué. NTV 1 En esos días, un hombre y una mujer de la tribu de Leví se casaron. 2 La mujer quedó embarazada y dio a luz un hijo. Al ver que era un niño excepcional, lo escondió durante tres meses. 3 Cuando ya no pudo ocultarlo más, tomó una canasta de juncos de papiro y la recubrió con brea y resina para hacerla resistente al agua. Después puso al niño en la canasta y la acomodó entre los juncos, a la orilla del río Nilo. 4 La hermana del bebé se mantuvo a cierta distancia para ver qué le pasaría al niño. 5 Al poco tiempo, la hija del faraón bajó a bañarse en el río, y sus sirvientas se paseaban por la orilla. Cuando la princesa vio la canasta entre los juncos, mandó a su criada que se la trajera. 6 Al abrir la canasta la princesa vio al bebé. El niño lloraba, y ella sintió lástima por él. «Seguramente es un niño hebreo», dijo. 7 Entonces la hermana del bebé se acercó a la princesa. — ¿Quiere que vaya a buscar a una mujer hebrea para que le amamante al bebé? — le preguntó. 8 — ¡Sí, consigue a una! — contestó la princesa. Entonces la muchacha fue y llamó a la madre del bebé. 9 «Toma a este niño y dale el pecho por mí — le dijo la princesa a la madre del niño — . Te pagaré por tu ayuda». Así que la mujer se fue con el bebé a su casa y lo amamantó. 10 Años más tarde, cuando el niño creció, ella se lo devolvió a la hija del faraón, quien lo adoptó como su propio hijo y lo llamó Moisés, pues explicó: «Lo saqué del agua».

¿Qué papel desempeñaron la providencia y la protección de Dios en la historia del nacimiento de Moisés?

El trasfondo histórico del nacimiento y la vida de Moisés es apasionante porque él vivió durante la época de la célebre decimoctava dinastía egipcia. Uno de los reyes de esta dinastía, Tutmosis III, llamado el «Napoleón de Egipto», es considerado uno de los faraones más famosos del antiguo Egipto.

Aunque fue condenado a muerte al nacer ver Éxodo 1:22
RVR1960 22 Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida. NTV 22 Entonces el faraón dio la siguiente orden a todo su pueblo: «Tiren al río Nilo a todo niño hebreo recién nacido; pero a las niñas pueden dejarlas con vida».
, Moisés nació como un hijo especial (hebreo tob, literalmente «bueno»; Éxodo 2:2
RVR1960 2 la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. NTV 2 La mujer quedó embarazada y dio a luz un hijo. Al ver que era un niño excepcional, lo escondió durante tres meses.
. El término hebreo tob describe algo más que la belleza externa. Esta palabra se utiliza, por ejemplo, para describir la obra de Dios durante la semana de la Creación, cuando declaró que todo era «bueno» y «bueno en gran manera» Génesis 1:4
RVR1960 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. NTV 4 Y Dios vio que la luz era buena. Luego separó la luz de la oscuridad.
Génesis 1:10
RVR1960 10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. NTV 10 Dios llamó a lo seco «tierra» y a las aguas «mares». Y Dios vio que esto era bueno.
Génesis 1:31
RVR1960 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. NTV 31 Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día.
.

Como nueva creación, este niño «bueno» llegaría a ser, en armonía con el plan de Dios, el adulto que libertaría a los hebreos de su esclavitud. ¿Quién habría imaginado cuando nació, especialmente en circunstancias tan terribles, el futuro de este niño? Sin embargo, Dios cumpliría las promesas que hizo a Abraham, Isaac y Jacob de otorgar la Tierra Prometida a sus descendientes Éxodo 2:24-25
RVR1960 24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. NTV 24 quien oyó sus gemidos y se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Miró desde lo alto a los hijos de Israel y supo que ya había llegado el momento de actuar.
, para lo cual utilizaría a este bebé tob décadas más tarde.

La princesa egipcia Hatshepsut adoptó a Moisés como hijo. El nombre dado a Moisés es de origen egipcio y significa «hijo de» o «nacido de», como se refleja en los nombres Amosis («hijo de Aj») o Tutmosis («hijo de Tut»). En hebreo su nombre significa «sacado», ya que fue milagrosamente salvado cuando fue «sacado» del río.

Es poco lo que sabemos acerca de sus primeros años de vida. Tras ser salvado milagrosamente y adoptado por Hatshepsut, Moisés vivió sus primeros doce años con su familia original Éxodo 2:7-9
RVR1960 7 Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? 8 Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, 9 a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crio. NTV 7 Entonces la hermana del bebé se acercó a la princesa. — ¿Quiere que vaya a buscar a una mujer hebrea para que le amamante al bebé? — le preguntó. 8 — ¡Sí, consigue a una! — contestó la princesa. Entonces la muchacha fue y llamó a la madre del bebé. 9 «Toma a este niño y dale el pecho por mí — le dijo la princesa a la madre del niño — . Te pagaré por tu ayuda». Así que la mujer se fue con el bebé a su casa y lo amamantó.
Elena G. de White, Patriarcas y profetas, p. 222) y recibió la mejor educación egipcia con el fin de prepararlo para ser el próximo faraón de Egipto (Patriarcas y profetas, p. 223). Gran parte de esa educación resultó inútil e incluso contraria a lo que realmente importaba: el conocimiento de Dios y de su verdad.

¿Cuánto de lo que estás aprendiendo es en última instancia inútil para lo que realmente importa?

JUEVES — Un cambio de planes

Lee Éxodo 2:11-25
RVR1960 11 En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. 12 Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. 13 Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? 14 Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto. 15 Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián. 16 Y estando sentado junto al pozo, siete hijas que tenía el sacerdote de Madián vinieron a sacar agua para llenar las pilas y dar de beber a las ovejas de su padre. 17 Mas los pastores vinieron y las echaron de allí; entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas. 18 Y volviendo ellas a Reuel su padre, él les dijo: ¿Por qué habéis venido hoy tan pronto? 19 Ellas respondieron: Un varón egipcio nos defendió de mano de los pastores, y también nos sacó el agua, y dio de beber a las ovejas. 20 Y dijo a sus hijas: ¿Dónde está? ¿Por qué habéis dejado a ese hombre? Llamadle para que coma. 21 Y Moisés convino en morar con aquel varón; y él dio su hija Séfora por mujer a Moisés. 22 Y ella le dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: Forastero soy en tierra ajena. 23 Aconteció que después de muchos días murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y subió a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre. 24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. NTV 11 Muchos años después, cuando ya era adulto, Moisés salió a visitar a los de su propio pueblo, a los hebreos, y vio con cuánta dureza los obligaban a trabajar. Durante su visita, vio que un egipcio golpeaba a uno de sus compatriotas hebreos. 12 Entonces Moisés miró a todos lados para asegurarse de que nadie lo observaba, y mató al egipcio y escondió el cuerpo en la arena. 13 Al día siguiente, cuando Moisés salió de nuevo a visitar a los de su pueblo, vio a dos hebreos peleando. — ¿Por qué le pegas a tu amigo? — le preguntó Moisés al que había empezado la pelea. 14 El hombre le contestó: — ¿Quién te nombró para ser nuestro príncipe y juez? ¿Vas a matarme como mataste ayer al egipcio? Entonces Moisés se asustó y pensó: «Todos saben lo que hice». 15 Efectivamente, el faraón se enteró de lo que había ocurrido y trató de matar a Moisés; pero él huyó del faraón y se fue a vivir a la tierra de Madián. Cuando Moisés llegó a Madián, se sentó junto a un pozo. 16 El sacerdote de Madián tenía siete hijas, quienes fueron al pozo como de costumbre para sacar agua y llenar los bebederos para los rebaños de su padre. 17 Pero llegaron unos pastores y las echaron de allí. Entonces Moisés se levantó de un salto y las rescató de los pastores. Luego sacó agua para los rebaños de las muchachas. 18 Cuando las jóvenes regresaron a la casa de Reuel, su padre, él les preguntó: — ¿Por qué hoy han regresado tan pronto? 19 — Un egipcio nos rescató de los pastores — contestaron ellas — ; después nos sacó agua y dio de beber a nuestros rebaños. 20 — ¿Y dónde está ese hombre? — les preguntó el padre — . ¿Por qué lo dejaron allí? Invítenlo a comer con nosotros. 21 Moisés aceptó la invitación y se estableció allí con Reuel. Con el tiempo, Reuel le entregó a su hija Séfora por esposa. 22 Más tarde, ella dio a luz un hijo, y Moisés lo llamó Gersón, pues explicó: «He sido un extranjero en tierra extraña». 23 Con el paso de los años, el rey de Egipto murió; pero los israelitas seguían gimiendo bajo el peso de la esclavitud. Clamaron por ayuda, y su clamor subió hasta Dios, 24 quien oyó sus gemidos y se acordó del pacto que había hecho con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Miró desde lo alto a los hijos de Israel y supo que ya había llegado el momento de actuar.

¿Qué eventos sucedieron precipitadamente y cambiaron por completo el rumbo de la vida de Moisés? ¿Qué lecciones podemos aprender de esta historia?

¿Qué haría Moisés? ¿Sucumbiría a la atracción de Egipto y a los placeres de la corte o soportaría las penurias junto a su pueblo? Los acontecimientos pronto lo obligaron a tomar una decisión.

«Al oír esto, Faraón procuró matar a Moisés. Pero Moisés huyó de Faraón y fue a vivir en la tierra de Madián. Al llegar allá se sentó junto a un pozo» Éxodo 2:15
RVR1960 15 Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián. NTV 15 Efectivamente, el faraón se enteró de lo que había ocurrido y trató de matar a Moisés; pero él huyó del faraón y se fue a vivir a la tierra de Madián. Cuando Moisés llegó a Madián, se sentó junto a un pozo.
.

Después de su crimen, Moisés realmente no tuvo elección, al menos en lo que respecta a permanecer en Egipto. Cualesquiera que fueran los planes que tenía para ascender al trono de Egipto y convertirse en un «dios», se desvanecieron rápidamente. En lugar de convertirse en un dios falso, Moisés serviría al Dios verdadero. Cuando huyó, Moisés no tenía idea de lo que le deparaba el futuro.

«Todo el asunto [de la muerte del egipcio a manos de Moisés], exagerado en sumo grado, se supo rápidamente entre los egipcios, y hasta llegó a oídos del faraón. Se le dijo al rey que este acto era muy significativo; que Moisés tenía el propósito de acaudillar a su pueblo contra los egipcios; que quería derrocar el gobierno y ocupar el trono; y que no habría seguridad para el reino mientras él viviera. El monarca decidió en seguida que debía morir. Reconociendo su peligro, Moisés huyó hacia Arabia» (Elena G. de White, Patriarcas y profetas, p. 225).

Moisés vivió 120 años Deuteronomio 34:7
RVR1960 7 Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor. NTV 7 Moisés tenía ciento veinte años cuando murió, pero hasta entonces conservó una buena vista y mantuvo todo su vigor.
, y su vida puede dividirse en tres etapas de 40 años cada una. Pasó los primeros 40 años en Egipto, gran parte de ellos en el palacio real. Los segundos 40 años transcurrieron en casa de Jetro, en Madián.

Sin embargo, son los últimos 40 años los que ocupan la mayor parte de los libros de Moisés y narran la historia del llamado divino hecho a Israel para que diera testimonio acerca de quién y cómo es Dios, de su naturaleza y su carácter, a un mundo sumido en la idolatría ver Deuteronomio 4:6-8
RVR1960 6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta. 7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? 8 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? NTV 6 Síguelos al pie de la letra y darás a conocer tu sabiduría y tu inteligencia a las naciones vecinas. Cuando esas naciones se enteren de todos estos decretos, exclamarán: “¡Qué sabio y prudente es el pueblo de esa gran nación!”. 7 Pues, ¿qué gran nación tiene un dios que esté tan cerca de ellos de la manera que el Señor nuestro Dios está cerca de nosotros cada vez que lo invocamos? 8 ¿Y qué gran nación tiene decretos y ordenanzas tan justas e imparciales como este conjunto de leyes que te entrego hoy?
.

¿Era el plan de Dios que Moisés matara al egipcio? De no ser así, ¿qué nos enseña esta historia acerca de cómo Dios puede transformar cualquier situación y utilizarla para sus propósitos? ¿Cómo nos ayuda Romanos 8:28
RVR1960 28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. NTV 28 Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.
a comprender esta importante verdad?

VIERNES - Para Estudiar y Meditar

Lee el capítulo titulado «Moisés» en el libro Patriarcas y profetas, de Elena G. de White, pp. 219-227, el cual provee vislumbres significativas acerca de la porción bíblica estudiada esta semana.

El texto bíblico dice que «las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida de los niños» Éxodo 1:17
RVR1960 17 Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. NTV 17 Sin embargo, como las parteras temían a Dios, se negaron a obedecer las órdenes del rey, y también dejaron vivir a los varoncitos.
. Elena G. de White comenta lo siguiente acerca de la fidelidad de estas dos mujeres y de la esperanza mesiánica:

«Se ordenó a las mujeres cuya profesión les daba la oportunidad de hacerlo que dieran muerte a los niños varones hebreos en el momento de nacer. Satanás fue el instigador de ese plan. Sabía que entre los israelitas se levantaría un libertador; y al inducir al rey a destruir a los niños varones esperaba frustrar el propósito divino. Pero esas mujeres temían a Dios, y no osaron ejecutar tan cruel mandato. El Señor aprobó su conducta, y las hizo prosperar» (Elena G. de White, Patriarcas y profetas, pp. 220, 221).

Lo bueno de todo esto es que, a pesar de los planes de Satanás, Dios intervino y usó a personas fieles para frustrar los propósitos del enemigo. Vivimos en un mundo que está bajo el dominio del adversario, a quien Jesús llamó «el príncipe de este mundo» Juan 14:30
RVR1960 30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí. NTV 30 »No me queda mucho tiempo para hablar con ustedes, porque se acerca el que gobierna este mundo. Él no tiene ningún poder sobre mí,
Efesios 2:2
RVR1960 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, NTV 2 Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo — el líder de los poderes del mundo invisible — , quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios.
. Satanás usurpó esta posición a Adán, pero Jesucristo lo derrotó durante su vida y mediante su muerte en la cruz Mateo 4:1-11
RVR1960 1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, m y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. m 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían. NTV 1 Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que allí lo tentara el diablo. 2 Durante cuarenta días y cuarenta noches ayunó y después tuvo mucha hambre. 3 En ese tiempo, el diablo se le acercó y le dijo: — Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan. 4 Jesús le dijo: — ¡No! Las Escrituras dicen: “La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios” . 5 Después el diablo lo llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo, 6 y dijo: — Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate! Pues las Escrituras dicen: “Él ordenará a sus ángeles que te protejan. Y te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra”. 7 Jesús le respondió: — Las Escrituras también dicen: “No pondrás a prueba al Señor tu Dios” . 8 Luego el diablo lo llevó a la cima de una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria que hay en ellos. 9 — Te daré todo esto — dijo — si te arrodillas y me adoras. 10 — Vete de aquí, Satanás — le dijo Jesús — , porque las Escrituras dicen: “Adora al Señor tu Dios y sírvele únicamente a él” . 11 Entonces el diablo se fue, y llegaron ángeles a cuidar a Jesús.
Juan 19:30
RVR1960 30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. NTV 30 Después de probar el vino, Jesús dijo: «¡Todo está cumplido! ». Entonces inclinó la cabeza y entregó su espíritu.
Hebreos 2:14
RVR1960 14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, NTV 14 Debido a que los hijos de Dios son seres humanos — hechos de carne y sangre — el Hijo también se hizo de carne y sangre. Pues solo como ser humano podía morir y solo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte.
. Aunque Satanás sigue vivo y activo, como lo reveló su intento de matar a esos niños, su propia destrucción es segura Juan 12:31
RVR1960 31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. NTV 31 Ha llegado el tiempo de juzgar a este mundo, cuando Satanás — quien gobierna este mundo — será expulsado.
Juan 16:11
RVR1960 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. NTV 11 El juicio vendrá, porque quien gobierna este mundo ya ha sido juzgado.
Apocalipsis 20:9-10
RVR1960 9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. 10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. NTV 9 Y los vi cuando subían por toda la anchura de la tierra y rodeaban al pueblo de Dios y a la ciudad amada; pero cayó fuego del cielo sobre el ejército que atacaba y lo consumió. 10 Después el diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego que arde con azufre, donde ya estaban la bestia y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por siempre jamás.
Apocalipsis 20:14
RVR1960 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. NTV 14 Entonces la muerte y la tumba fueron lanzadas al lago de fuego. Este lago de fuego es la segunda muerte.
. La buena noticia es que las dificultades de la vida pueden ser superadas por la gracia de Dios Filipenses 4:13
RVR1960 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. NTV 13 Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.
. Esa gracia es nuestra única esperanza.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

PREGUNTA 1

¿Por qué permitió Dios que los hebreos vivieran en Egipto y fueran oprimidos? ¿Por qué tardó tanto en intervenir en favor de ellos? Compara la historia de esta semana con Génesis 15:13-16
RVR1960 13 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. 14 Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza. 15 Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. 16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí. NTV 13 Después el Señor dijo a Abram: «Ten por seguro que tus descendientes serán extranjeros en una tierra ajena, donde los oprimirán como esclavos durante cuatrocientos años; 14 pero yo castigaré a la nación que los esclavice, y al final saldrán con muchas riquezas. 15 (En cuanto a ti, morirás en paz y serás enterrado en buena vejez). 16 Cuando hayan pasado cuatro generaciones, tus descendientes regresarán aquí, a esta tierra, porque los pecados de los amorreos no ameritan aún su destrucción».
. ¿Qué factores considera Dios que nosotros tal vez pasamos por alto?

PREGUNTA 2

Reflexiona acerca de cómo pudo Dios utilizar el acto impulsivo de Moisés de matar al egipcio. Supongamos que no lo hubiera hecho. ¿Habría significado eso que los hebreos no habrían sido finalmente liberados de Egipto? Explica tus ideas al respecto.

Repaso de la Lección

LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa

This page was produced by
Estudia la Biblia Hoy
estudialabibliahoy.com


Australia/Sydney : 20250704-071641 : 1626149781039 : 1751097432197

1/13