La fuente de regocijo y felicidad — Estudia la Biblia Hoy





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La fuente de regocijo y felicidad
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Salmos 16:11
RVR1960 11 Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre. NTV 11 Me mostrarás el camino de la vida; me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre.


LOS hijos de Dios están llamados a ser representantes de Cristo y a mostrar siempre la bondad y la misericordia del Señor. Como Jesús nos reveló el verdadero carácter del Padre, así tenemos que revelar a Cristo a un mundo que no conoce su ternura y piadoso amor. "De la manera que tú me enviaste a mí al mundo — decía Jesús — , así también yo los he enviado a ellos al mundo". "Yo en ellos, y tú en mí,... para que conozca el mundo que tú me enviaste" Juan 17:18
RVR1960 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. NTV 18 Así como tú me enviaste al mundo, yo los envío al mundo.
Juan 17:23
RVR1960 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. NTV 23 Yo estoy en ellos, y tú estás en mí. Que gocen de una unidad tan perfecta que el mundo sepa que tú me enviaste y que los amas tanto como me amas a mí.
El apóstol Pablo dice a los discípulos de Jesús: "Sois manifiestamente una epístola de Cristo", "conocida y leída de todos los hombres" 2 Corintios 3:3
RVR1960 3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. NTV 3 Es evidente que son una carta de Cristo que muestra el resultado de nuestro ministerio entre ustedes. Esta «carta» no está escrita con pluma y tinta, sino con el Espíritu del Dios viviente. No está tallada en tablas de piedra, sino en corazones humanos.
2 Corintios 3:2
RVR1960 2 Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; NTV 2 La única carta de recomendación que necesitamos son ustedes mismos. Sus vidas son una carta escrita en nuestro corazón; todos pueden leerla y reconocer el buen trabajo que hicimos entre ustedes.
En cada uno de sus hijos, Jesús envía una carta al mundo. Si sois discípulos de Cristo, él envía en vosotros una carta a la familia, al pueblo, a la calle donde vivís. Jesús que mora en vosotros, quiere hablar a los corazones que no lo conocen. Tal vez no leen la Biblia o no oyen la voz que les habla en sus páginas; no ven el amor de Dios en sus obras. Mas si eres un verdadero representante de Jesús, puede ser que por ti sean inducidos a conocer algo de su bondad y sean ganados para amarlo y servirlo.

Los cristianos son como portaluces en el camino al cielo. Tienen que reflejar sobre el mundo la luz de Cristo que brilla sobre ellos. Su vida y su carácter deben ser tales que por ellos adquieran otros una idea justa de Cristo y de su servicio.

Si representamos verdaderamente a Cristo, haremos que su servicio parezca atractivo, como es en realidad. Los cristianos que llenan su alma de amargura y tristeza, murmuraciones y quejas, están representando ante otros falsamente a Dios y la vida cristiana. Hacen creer que Dios no se complace en que sus hijos sean felices, y en esto dan falso testimonio contra nuestro Padre celestial.

Satanás triunfa cuando puede inducir a los hijos de Dios a la incredulidad y al desaliento. Se regocija cuando nos ve desconfiar de Dios, dudando de su buena voluntad y de su poder para salvarnos. Le agrada hacernos sentir que el Señor nos hará daño por sus providencias. Es la obra de Satanás representar al Señor como falto de compasión y piedad. Tergiversa la verdad respecto a él. Llena la imaginación de ideas falsas tocante a Dios; y en vez de espaciarnos en la verdad con respecto a nuestro Padre celestial, muchísimas veces fijamos la mente en las falsas representaciones de Satanás y deshonramos a Dios desconfiando de él y murmurando contra él. Satanás siempre procura presentar la vida religiosa como una vida de tinieblas. Desea hacerla aparecer penosa y difícil; y cuando el cristiano, por su incredulidad, presenta en su vida la religión bajo este aspecto, secunda la falsedad de Satanás.

Muchos al recorrer el camino de la vida, fijan sus ojos en sus errores, fracasos y desengaños, y sus corazones se llenan de dolor y desaliento. Mientras estaba yo en Europa, una hermana que había estado haciendo esto y que se hallaba profundamente apenada, me escribió pidiéndome algunos consejos que la animaran. La noche que siguió a la lectura de su carta, soñé que estaba yo en un jardín y que uno, al parecer dueño del jardín, me conducía por los caminos del mismo. Yo estaba recogiendo flores y gozando de su fragancia, cuando esta hermana, que había estado caminando a mi lado, me llamó la atención a algunos feos zarzales que le estorbaban el paso. Allí estaba ella afligida y llena de pesar. No iba por el camino siguiendo al guía, sino que caminaba entre espinas y abrojos. "¡Oh!" murmuró ella, "¿no es una lástima que este hermoso jardín esté echado a perder por las espinas?" Entonces el que nos guiaba dijo: "No hagáis caso de las espinas, porque solamente os molestarán. Cortad las rosas, los lirios y los claveles".

¿No ha habido en vuestra experiencia algunas horas felices? ¿No habéis tenido algunos momentos preciosos en que vuestro corazón ha palpitado de gozo respondiendo al Espíritu de Dios? Cuando abrís el libro de vuestra experiencia pasada, ¿no encontráis algunas páginas agradables? ¿No son las promesas de Dios fragantes flores que crecen a cada lado de vuestro camino? ¿No permitiréis que su belleza y dulzura llenen vuestro corazón de gozo?

Las espinas y abrojos únicamente os herirán y causarán dolor; y si vosotros recogéis solamente estas cosas y las presentáis a otros, ¿no estáis, además de menospreciar la bondad de Dios, impidiendo que los demás anden en el camino de la vida?

No es bueno reunir todos los recuerdos desagradables de la vida pasada, sus iniquidades y desengaños, hablar de estos recuerdos y llorarlos hasta estar abrumados de desaliento. El hombre desalentado está lleno de tinieblas, echa fuera de su propio corazón la luz divina y proyecta sombra en el camino de los otros.

Gracias a Dios que nos ha presentado hermosísimos cuadros. Reunamos las pruebas benditas de su amor y tengámoslas siempre presentes. El Hijo de Dios que deja el trono de su Padre y reviste su divinidad con la humanidad para poder rescatar al hombre del poder de Satanás; su triunfo en nuestro favor, que abre el cielo a los pecadores y revela a la vista humana la morada donde la Divinidad descubre su gloria; la raza caída, levantada de lo profundo de la ruina en que Satanás la había sumergido, puesta de nuevo en relación con el Dios infinito, vestida de la justicia de Cristo y exaltada hasta su trono después de sufrir la prueba divina por la fe en nuestro Redentor: tales son las cosas que Dios quiere que contemplemos.

Cuando parece que dudamos del amor de Dios y que desconfiamos de sus promesas, lo deshonramos y contristamos su Santo Espíritu . ¿Cómo se sentiría una madre si sus hijos estuvieran quejándose constantemente de ella, como si no tuviera buenas intenciones para con ellos, cuando el esfuerzo de su vida entera hubiese sido fomentar sus intereses y proporcionarles comodidades? Suponed que dudaran de su amor: quebrantarían su corazón. ¿Cómo se sentiría un padre si así lo trataran sus hijos? ¿Y cómo puede mirarnos nuestro Padre celestial cuando desconfiamos de su amor, que le ha inducido a dar a su Hijo unigénito para que tengamos vida? El apóstol dice: "El que ni aun a su propio Hijo perdonó, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos ha de dar también de pura gracia todas las cosas?" Romanos 3:32
RVR1960 NTV
Y sin embargo, cuántos están diciendo con sus hechos si no con sus palabras: "El Señor no dijo esto para mí. Tal vez ame a otros, pero a mí no me ama".

Todo esto esta destruyendo vuestra propia alma, pues cada palabra de duda que proferís da lugar a las tentaciones de Satanás; hace crecer en vosotros la tendencia a dudar y es un agravio de parte vuestra a los ángeles ministradores. Cuando Satanás os tiente, no salga de vosotros ninguna palabra de duda o tinieblas. Si elegís abrir la puerta a sus sugestiones, se llenará vuestra mente de desconfianza y rebelión. Si habláis de vuestros sentimientos, cada duda que expreséis no reaccionará solamente sobre vosotros, sino que será una semilla que germinará y dará fruto en la vida de otros, y tal vez sea imposible contrarrestar la influencia de vuestras palabras. Tal vez podáis reponeros vosotros de la hora de la tentación y del lazo de Satanás; mas puede ser que otros que hayan sido dominados por vuestra influencia, no puedan escapar de la incredulidad que hayáis insinuado. ¡Cuanto importa que hablemos solamente las cosas que den fuerza espiritual y vida!

Los ángeles están atentos para oír qué clase de informe dais al mundo acerca de vuestro Señor. Conversad de Aquel que vive para interceder por nosotros ante el Padre. Esté la alabanza de Dios en vuestros labios y corazones cuando estrechéis la mano de un amigo. Esto atraerá sus pensamientos a Jesús.

Todos tenemos pruebas, aflicciones duras que sobrellevar y tentaciones fuertes que resistir. Pero no las contéis a los mortales, antes llevad todo a Dios en oración. Tengamos por regla el no proferir nunca palabras de duda o desaliento. Si hablamos palabras de santo gozo y de esperanza, podremos hacer mucho más para alumbrar el camino de otros y fortalecer sus esfuerzos.

Hay muchas almas valientes, en extremo acosadas por la tentación, casi a punto de desmayar en el conflicto que sostienen con ellas mismas y con las potencias del mal. No las desalentéis en su dura lucha. Alegradlas con palabras de valor, ricas en esperanza, que las impulsen por su camino. De este modo la luz de Cristo resplandecerá en vosotros. "Ninguno de nosotros vive para sí" Romanos 14:7
RVR1960 7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. NTV 7 Pues no vivimos para nosotros mismos ni morimos para nosotros mismos.
Por vuestra influencia inconsciente pueden los demás ser alentados y fortalecidos o desanimados y apartados de Cristo y de la verdad.

Hay muchos que tienen ideas muy erróneas sobre la vida y el carácter de Cristo. Piensan que carecía de calor y alegría, que era austero, severo y triste. Para muchos toda la vida religiosa se presenta bajo este aspecto sombrío.

Se dice a menudo que Jesús lloraba, pero que nunca se supo que haya sonreído. Nuestro Salvador fue a la verdad un varón de tristezas y dolores, porque abrió su corazón a todas las miserias de los hombres. Pero aunque su vida era abnegada y llena de dolores y cuidados, su espíritu no quedaba abrumado por ellos. En su rostro no se veía una expresión de amargura o dolor, sino siempre de paz y serenidad. Su corazón era un manantial de vida. Y dondequiera iba, llevaba descanso y paz, gozo y alegría.

Nuestro Salvador fue profunda e intensamente serio, pero nunca sombrío o huraño. La vida de los que lo imitan estará por cierto llena de propósitos serios; tendrán un profundo sentido de su responsabilidad personal. Reprimirán la inconsiderada liviandad; entre ellos no habrá júbilo tumultuoso, ni bromas groseras; pues la religión de Jesús da paz como un río. No extingue la luz del gozo, ni impide la jovialidad, ni oscurece el rostro alegre y sonriente. Cristo no vino para ser servido sino para servir; y cuando su amor reine en nuestro corazón, seguiremos su ejemplo.

Si tenemos siempre presentes las acciones egoístas e injustas de otros, encontraremos que es imposible amarlos como Cristo nos ha amado; pero si nuestros pensamientos se espacian continuamente en el maravilloso amor y piedad de Cristo por nosotros, manifestaremos el mismo espíritu para con los demás. Debemos amarnos y respetarnos mutuamente, no obstante las faltas e imperfecciones que no podemos menos que observar. Debemos cultivar la humildad y la desconfianza en nosotros mismos y una paciencia llena de ternura para con las faltas ajenas. Esto destruye toda clase de egoísmo y nos hace de corazón grande y generoso.

El salmista dice: "Confía en Jehová y obra el bien; habita tranquilo en la tierra, y apaciéntate de la verdad" Salmos 37:3
RVR1960 3 Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. NTV 3 Confía en el Señor y haz el bien; entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás.
"Confía en Jehová". Cada día trae sus aflicciones, sus cuidados y perplejidades; y cuando los encontramos, ¡cuán prontos estamos para hablar de ellos! Tantas penas imaginarias intervienen, tantos temores se abrigan, tal peso de ansiedades se manifiesta que cualquiera podría suponer que no tenemos un Salvador poderoso y misericordioso, dispuesto a oír todas nuestras peticiones y a ser nuestro protector constante en cada hora de necesidad.

Algunos temen siempre y toman cuitas prestadas. Todos los días están rodeados de las prendas del amor de Dios, todos los días gozan de las bondades de su providencia, pero pasan por alto estas bendiciones presentes. Sus mentes están siempre espaciándose en algo desagradable que temen que venga. Puede ser que realmente existan algunas dificultades que, aunque pequeñas, ciegan sus ojos a las muchas bendiciones que demandan gratitud. Las dificultades con que tropiezan, en vez de guiarlos a Dios, única fuente de todo bien, los alejan de él, porque despiertan desasosiego y pesar.
¿Hacemos bien en ser así incrédulos? ¿Por qué ser ingratos y desconfiados? Jesús es nuestro amigo; todo el cielo está interesado en nuestro bienestar. No debemos permitir que las perplejidades y cuidados cotidianos gasten las fuerzas de nuestro espíritu y oscurezcan nuestro semblante. Si lo hacemos, habrá siempre algo que nos moleste y fatigue. No debemos dar entrada a los cuidados que sólo nos gastan y destruyen, mas no nos ayudan a soportar las pruebas.

Podéis estar perplejos en los negocios; vuestra perspectiva puede ser cada día más sombría y podéis estar amenazados de pérdidas; mas no os descorazonéis; confiad vuestras cargas a Dios y permaneced serenos y tranquilos. Pedid sabiduría para manejar vuestros negocios con discreción y así evitaréis pérdidas y desastres. Haced todo lo que esté de vuestra parte para obtener resultados favorables. Jesús nos ha prometido su ayuda, pero no sin que hagamos lo que está de nuestra parte. Cuando, confiando en vuestro Ayudador, hayáis hecho todo lo que podáis, aceptad con gozo los resultados.

No es la voluntad de Dios que su pueblo sea abrumado por el peso de los cuidados. Pero al mismo tiempo no quiere que nos engañemos. El no nos dice: "No temáis; no hay peligro en vuestro camino". El sabe que hay pruebas y peligros y nos lo ha manifestado abiertamente. El no ofrece a su pueblo quitarlo de en medio de este mundo de pecado y maldad, pero le presenta un refugio que nunca falla. Su oración por sus discípulos fue: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal". "En el mundo — dice — tendréis tribulación; pero tened buen ánimo; yo he vencido al mundo" Juan 17:15
RVR1960 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. NTV 15 No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.
Juan 16:33
RVR1960 33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. NTV 33 Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.


En el Sermón del Monte, Cristo dio a sus discípulos preciosas lecciones en cuanto a la confianza que debe tenerse en Dios. Estas lecciones tenían por fin consolar a los hijos de Dios durante todos los siglos y han llegado a nuestra época llenas de instrucción y consuelo. El Salvador llamó la atención de sus discípulos a cómo las aves del cielo entonan sus dulces cantos de alabanza sin estar abrumadas por los cuidados de la vida, a pesar de que "no siembran, ni siegan". Y sin embargo, el gran Padre celestial las alimenta. El Salvador pregunta: "¿No valéis vosotros mucho más que ellas?" Mateo 6:26
RVR1960 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? NTV 26 Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos?
El gran Dios, que alimenta a los hombres y a las bestias, extiende su mano para alimentar a todas sus criaturas. Las aves del cielo no son tan insignificantes que no las note. El no toma el alimento y se lo da en el pico, mas hace provisión para sus necesidades. Deben juntar el grano que él ha derramado para ellas. Deben preparar el material para sus niditos. Deben alimentar a sus polluelos. Ellas van cantando a su trabajo porque "vuestro Padre celestial las alimenta". Y "¿no valéis vosotros mucho más que ellas?" ¿No sois vosotros, como adoradores inteligentes y espirituales, de mucho más valor que las aves del cielo? ¿No suplirá nuestras necesidades el Autor de nuestro ser, el Conservador de nuestra existencia, el que nos formó a su propia imagen divina, si tan sólo confiamos en él?

Cristo presentaba a sus discípulos las flores del campo, que crecen en rica profusión y brillan con la sencilla hermosura que el Padre celestial les ha dado, como una expresión de su amor hacia el hombre. El decía: "Considerad los lirios del campo, cómo crecen" Mateo 6:28
RVR1960 28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; NTV 28 »¿Y por qué preocuparse por la ropa? Miren cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni cosen su ropa;
La belleza y la sencillez de estas flores naturales sobrepujan en excelencia, por mucho, a la gloria de Salomón. El atavío más esplendoroso producido por la habilidad del arte no puede compararse con la gracia natural y la belleza radiante de las flores creadas por Dios. Jesús pregunta: "Y si Dios viste así a la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?" Mateo 6:30
RVR1960 30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? NTV 30 Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe?
Si Dios, el Artista divino, da a las flores, que perecen en un día, sus delicados y variados colores, ¿cuánto mayor cuidado no tendrá por los que ha creado a su propia imagen? Esta lección de Cristo es un reproche por la ansiedad, las perplejidades y dudas del corazón sin fe.

El Señor quiere que todos sus hijos e hijas sean felices, llenos de paz, obedientes. Jesús dice: "Mi paz os doy; no según da el mundo, yo os la doy: no se turbe vuestro corazón, ni se acobarde" Juan 14:27
RVR1960 27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. NTV 27 »Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.
"Estas cosas os he dicho, para que quede mi gozo en vosotros, y vuestro gozo sea completo" Juan 15:11
RVR1960 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. NTV 11 Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo.


La felicidad que se procura por motivos egoístas, fuera de la senda del deber, es desequilibrada, espasmódica y transitoria; pasa y deja el alma vacía y triste; mas en el servicio de Dios hay gozo y satisfacción; Dios no abandona al cristiano en caminos inciertos; no lo abandona a pesares vanos y contratiempos. Si no tenemos los placeres de esta vida, podemos aun gozarnos mirando a la vida venidera.

Pero aún aquí los cristianos pueden tener el gozo de la comunión con Cristo; pueden tener la luz de su amor, el perpetuo consuelo de su presencia. Cada paso de la vida puede acercarnos más a Jesús, puede darnos una experiencia más profunda de su amor y acercarnos más al bendito hogar de paz. No perdáis pues vuestra confianza, sino tened firme seguridad, más firme que nunca antes. "¡Hasta aquí nos ha ayudado Jehová!" 1 Samuel 7:12
RVR1960 12 Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová. NTV 12 Luego Samuel tomó una piedra grande y la colocó entre las ciudades de Mizpa y Jesana. La llamó Ebenezer (que significa «la piedra de ayuda») porque dijo: «¡Hasta aquí el Señor nos ha ayudado! ».
y nos ayudará hasta el fin. Miremos los monumentos conmemorativos de lo que Dios ha hecho para confortarnos y salvarnos de la mano del destructor. Tengamos siempre presentes todas las tiernas misericordias que Dios nos ha mostrado: las lágrimas que ha enjugado, las penas que ha quitado, las ansiedades que ha alejado, los temores que ha disipado, las necesidades que ha suplido, las bendiciones que ha derramado, fortificándonos así a nosotros mismos, para todo lo que está delante de nosotros en el resto de nuestra peregrinación.

No podemos menos que prever nuevas perplejidades en el conflicto venidero, pero podemos mirar hacia lo pasado, tanto como hacia lo futuro, y decir: "¡Hasta aquí nos ha ayudado Jehová!" "Según tus días, serán tus fuerzas' Deuteronomio 33:25
RVR1960 25 Hierro y bronce serán tus cerrojos, Y como tus días serán tus fuerzas. NTV 25 Que los cerrojos de tus puertas sean de hierro y de bronce, que vivas protegido todos los días de tu vida».
La prueba no excederá a la fuerza que se nos dé para soportarla. Así que sigamos con nuestro trabajo dondequiera lo hallemos, sabiendo que para cualquier cosa que venga, él nos dará fuerza proporcionada a la prueba.
Y luego las puertas del cielo se abrirán para recibir a los hijos de Dios y de los labios del Rey de gloria resonará en sus oídos, como la más rica música, la bendición: "¡Venid, benditos de mi Padre, poseed el reino destinado para vosotros desde la fundación del mundo!". Mateo 25:34
RVR1960 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. NTV 34 »Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: “Vengan, ustedes, que son benditos de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
Entonces los redimidos serán recibidos con gozo en el lugar que Jesús les está preparando. Allí su compañía no será la de los viles de la tierra, mentirosos, idólatras, impuros e incrédulos, sino la de los que hayan vencido a Satanás y que por la gracia divina hayan adquirido caracteres perfectos. Toda tendencia pecaminosa, toda imperfección que los aflige aquí, habrá sido quitada por la sangre de Cristo y se les concede la excelencia y brillantez de su gloria, que excede en mucho a la del sol. Y la belleza moral, la perfección de su carácter resplandecen con excelencia mucho mayor que este resplandor exterior. Están sin mancha delante del trono de Dios y participan de la dignidad y de los privilegios de los ángeles.

En vista de la herencia gloriosa que puede ser suya, "¿qué rescate dará el hombre por su alma?' Mateo 16:26
RVR1960 26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? NTV 26 ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? ¿Hay algo que valga más que tu alma?
Puede ser pobre; con todo, posee en sí mismo una riqueza y dignidad que el mundo jamás podría haberle dado. El alma redimida y limpiada de pecado, con todas sus nobles facultades dedicadas al servicio de Dios, es de un valor incomparable; y hay gozo en el cielo delante de Dios y de los santos ángeles por cada alma redimida, gozo que se expresa con cánticos de santo triunfo.

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