Fabián Galindo
Obrero Bíblico Laico
Romanos 6:14
RVR1960
14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
NTV
14 El pecado ya no es más su amo, porque ustedes ya no viven bajo las exigencias de la ley. En cambio, viven en la libertad de la gracia de Dios.
"Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia."
Introducción
La relación entre la gracia y la ley es un tema fundamental en la teología cristiana que ha suscitado discusiones y debates a lo largo de la historia. En el corazón de esta discusión yace la pregunta de cómo se entrelazan la gracia redentora de Dios y los principios morales establecidos en la ley divina en el proceso de la salvación. En este estudio, exploraremos la armonía existente entre la gracia y la ley en el contexto de la salvación, y cómo ambos elementos trabajan en conjunto para forjar una experiencia de fe más profunda y significativa.
A través de un análisis de pasajes bíblicos relevantes y una comprensión de la perspectiva cristiana, examinaremos cómo la gracia y la ley no están en conflicto, sino que se complementan mutuamente en el plan divino de redención.
Descubriremos cómo la gracia no anula la importancia de la obediencia a los principios morales establecidos por Dios, sino que más bien, a través de la gracia, somos capacitados para vivir de acuerdo con ellos de una manera que transforma nuestra relación con Dios y con los demás.
Este estudio busca arrojar luz sobre cómo la armonía entre la gracia y la ley en la salvación ofrece una perspectiva integral de lo que significa ser un seguidor de Cristo. A través de una comprensión equilibrada de estos conceptos, podremos experimentar una vida de libertad, esperanza y amor en Cristo, mientras mantenemos un compromiso sincero con los principios morales que reflejan el carácter de Dios.
El estudio bíblico que abordamos aquí, explora la relación entre la gracia divina y la ley en el contexto de la salvación. A medida que exploramos diferentes pasajes bíblicos, podremos entender cómo estos conceptos interconectados se entrelazan para formar la base de nuestra fe y comprensión cristiana.
¿Qué diagrama es el correcto?
I. La salvación es por gracia
1. Gracia significa misericordia, perdón, amor, bondad.
Efesios 2:4-8
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4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
NTV
4 Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto
5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados! )
6 Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.
7 De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús.
8 Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.
La gracia, constituye la esencia del regalo inmerecido que Dios ofrece a la humanidad. Esta gracia nos muestra el amor incondicional de Dios que trasciende nuestras limitaciones humanas.
“Al desobedecer los mandamientos de Dios, el hombre cayó bajo la condenación de su ley. Para hacer frente a esta caída debió manifestarse la gracia de Dios en favor de los pecadores. Nunca hubiéramos aprendido el significado de esta palabra “gracia” si no hubiéramos caído. Dios ama a los inmaculados ángeles, que están a su servicio y son obedientes a todos sus mandamientos; pero no les otorga su gracia. Esos seres celestiales no tienen el más mínimo conocimiento de la gracia; nunca la han necesitado, porque nunca han pecado. La gracia es un atributo de Dios manifestado en favor de seres humanos indignos. No la buscamos; fue enviada para que nos buscara. Dios se goza en conceder su gracia a todo aquel que la anhela intensamente. Se allega a todos en términos de misericordia, no porque seamos dignos, sino porque somos totalmente indignos. Nuestra necesidad es el requisito que nos asegura que recibiremos este don.” MGD 10.2
2. Dios siempre ha sido misericordioso.
Éxodo 34:6
Tito 2:11
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6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ! ! Jehová! ! ! Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;
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6 El Señor pasó por delante de Moisés proclamando: «¡Yahveh! ¡El Señor! ¡El Dios de compasión y misericordia! Soy lento para enojarme y estoy lleno de amor inagotable y fidelidad.
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11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
NTV
11 Pues la gracia de Dios ya ha sido revelada, la cual trae salvación a todas las personas.
A lo largo de la historia, Dios ha demostrado su misericordia hacia su creación. Su paciencia y compasión revelan su deseo de restaurar y redimir a su pueblo, incluso antes de la encarnación de Cristo. Dios siempre ha sido misericordioso, Su misericordia se ha manifestado constantemente, incluso antes de la encarnación de Cristo.
“Pero Dios no usa su gracia para anular su ley o para reemplazarla... La gracia de Dios y la ley de su reino están en perfecta armonía; caminan de la mano. Su gracia nos capacita para acercarnos a él por fe. Al recibirla y al permitir que obre en nuestras vidas, damos testimonio de la vigencia de la ley; ensalzamos la ley y la honramos al practicar sus principios por medio del poder de la gracia de Cristo; y al rendir una obediencia pura y de todo corazón a la ley de Dios, damos testimonio del poder de la redención ante el universo del cielo y frente a un mundo apóstata...” MGD 10.3
3. Los hombres ante la cruz recibieron la gracia de Dios.
Génesis 6:8
Romanos 4:1-4
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8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
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8 Pero Noé encontró favor delante del Señor.
Ezequiel 33:12
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1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne?
2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios.
3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;
NTV
1 Humanamente hablando, Abraham fue el fundador de nuestra nación judía. ¿Qué descubrió él acerca de llegar a ser justo ante Dios?
2 Que si sus buenas acciones le hubieran servido para que Dios lo aceptara, habría tenido de qué jactarse; pero esa no era la forma de actuar de Dios.
3 Pues las Escrituras nos dicen: «Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe».
4 Cuando la gente trabaja, el salario que recibe no es un regalo sino algo que se ha ganado;
Ezequiel 33:16
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12 Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare.
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12 »Hijo de hombre, da este mensaje a tu pueblo: “La conducta recta de los justos no los salvará si se entregan al pecado, ni la mala conducta de los malvados los destruirá si se arrepienten y abandonan sus pecados.
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16 No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente.
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16 No se sacará a relucir ninguno de sus pecados pasados, porque hicieron lo que es justo y recto, por eso ciertamente vivirán.
En el Antiguo Testamento, vemos ejemplos de hombres y mujeres que encontraron gracia ante los ojos de Dios debido a su fe y obediencia. La gracia no es una novedad en la era de la cruz, sino que siempre ha estado presente en la relación entre Dios y la humanidad.
La gracia divina siempre ha estado presente en la relación entre Dios y la humanidad. Creemos que figuras bíblicas como Noé y Abraham encontraron gracia delante de Dios debido a su fe y obediencia.
“El pecador debe ir a Cristo con fe, aferrarse de sus méritos, poner sus pecados sobre Aquel que los lleva y recibir su perdón. Debido a esto vino Cristo al mundo. Así se imputa la justicia de Cristo al pecador arrepentido que cree. Llega a ser miembro de la familia real” (MS 1:252).
4. Todos los hombres antes de la cruz se habrían perdido si ese período hubiera sido una dispensación de la ley sin gracia.
Romanos 3:23
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23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
NTV
23 Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios.
Si el período antes de la cruz hubiera sido una dispensación basada únicamente en la ley, todos los hombres habrían estado perdidos. La gracia de Dios se hace evidente incluso en tiempos donde la ley estaba en vigor, indicando su plan de redención desde el principio.
Este concepto se amplía al destacar que incluso en el Antiguo Testamento, la gracia de Dios estaba presente y apuntaba hacia el sacrificio de Cristo en la cruz.
“La fe, en sí misma, es un acto de la mente. Jesús mismo es el autor y consumador de nuestra fe. El dio su vida por nosotros, y su sangre habla en nuestro favor cosas mejores que las que habló la sangre de Abel, que clamaba a Dios contra Caín, el homicida. La sangre de Cristo fue derramada para perdonar nuestros pecados.” RJ 69.6
5. No hay necesidad de la gracia desde la cruz, si no hay ley.
1 Juan 3:4
Romanos 4:15
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4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
NTV
4 Todo el que peca viola la ley de Dios, porque todo pecado va en contra de la ley de Dios;
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15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión.
NTV
15 Pues la ley siempre trae castigo para los que tratan de obedecerla. (¡La única forma de no violar la ley es no tener ninguna ley para violar! ).
La gracia y la ley están intrínsecamente relacionadas. La ley revela el estándar de justicia de Dios y la necesidad de la gracia para vencer el pecado en nuestras vidas.
En línea con la afirmación de que no hay necesidad de gracia sin ley, sostenemos que la ley moral sigue siendo relevante en la vida del creyente, incluso después de la cruz. La ley revela el carácter de Dios y señala el camino de la obediencia.
“Sin la gracia de Cristo, el pecador está en una condición desvalida. No puede hacer nada por sí, pero mediante la gracia divina se imparte al hombre poder sobrenatural... Mediante la comunicación de la gracia de Cristo, el pecado es discernido en su aborrecible naturaleza y finalmente expulsado del templo del alma. Mediante la gracia, somos puestos en comunicación con Cristo para ser asociados con él en la obra de la salvación. La fe es la condición por la cual Dios ha visto conveniente prometer perdón a los pecadores. No es que haya virtud alguna en la fe, que haga merecer la salvación, sino que la fe, aferrándose a los méritos de Cristo,proporciona el remedio para el pecado...” MGD 265.2
6. Así que desde Adán hasta el presente tenemos ley, pecado y gracia.
Romanos 5:20
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20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia;
NTV
20 La ley de Dios fue entregada para que toda la gente se diera cuenta de la magnitud de su pecado, pero mientras más pecaba la gente, más abundaba la gracia maravillosa de Dios.
A lo largo de la historia humana, desde Adán hasta el presente, la interacción entre ley, pecado y gracia ha sido una constante. La gracia de Dios prevalece en medio de la debilidad y el pecado del hombre.
La gracia de Dios es capaz de vencer el pecado y restaurar a la humanidad caída.
“La caída de nuestros primeros padres quebró la cadena dorada de la obediencia sin reservas de la voluntad humana a la divina. La obediencia ya no fue considerada como una necesidad absoluta. Los agentes humanos siguen sus propias imaginaciones, que el Señor señaló que en los habitantes del mundo antiguo“eran de continuo solamente el mal”. El Señor Jesús declara: “He guardado los mandamientos de mi Padre” ¿Cómo? Como hombre. He aquí, he venido para hacer tu voluntad, oh Dios. Ante las acusaciones de los judíos El se mantuvo firme en su puro, virtuoso y santo carácter y los desafió: “¿Quién de vosotros me redarguye de pecado?” — Manuscrito 1, de 1892.
II. Lo que significa estar "bajo la gracia"
1. La ira de Dios viene sobre los desobedientes.
Efesios 5:6
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6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.
NTV
6 No se dejen engañar por los que tratan de justificar esos pecados, porque el enojo de Dios caerá sobre todos los que lo desobedecen.
La advertencia sobre la ira de Dios sobre los desobedientes coincide con la comprensión adventista de que la desobediencia a la ley de Dios tiene consecuencias.
La desobediencia a la ley de Dios tiene consecuencias, y su ira se manifiesta sobre los desobedientes. Efesios subraya la importancia de vivir en armonía con los principios divinos.
“Antes que los juicios de Dios caigan finalmente sobre la tierra, habrá entre el pueblo del Señor un avivamiento de la piedad primitiva, cual no se ha visto nunca desde los tiempos apostólicos. El Espíritu y el poder de Dios serán derramados sobre sus hijos.” MSV 76
2. Es cuando un hombre es desobediente a la ley que está "bajo la ley".
Romanos 3:19
RVR1960
19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
NTV
19 Obviamente, la ley se aplica a quienes fue entregada, porque su propósito es evitar que la gente tenga excusas y demostrar que todo el mundo es culpable delante de Dios.
Estar "bajo la ley" implica estar en una posición de culpabilidad debido a la transgresión de la ley divina.
Estar "bajo la ley" implica vivir bajo la culpabilidad de haber transgredido los mandamientos divinos. La ley señala nuestras faltas y nuestra necesidad de redención.
“El hombre perdonado y revestido con las bellas vestiduras de la justicia de Cristo está de este modo sin falta delante de Dios.” MS 21
3. La gracia (misericordia) se promete solo a aquellos que se vuelven de la desobediencia a la obediencia.
Éxodo 20:6
Romanos 2:13
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6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
NTV
6 Pero derramo amor inagotable por mil generaciones sobre los que me aman y obedecen mis mandatos.
Salmos 103:17-18
RVR1960
13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.
NTV
13 Pues el simple acto de escuchar la ley no nos hace justos ante Dios. Es obedecer la ley lo que nos hace justos ante sus ojos.
Apocalipsis 22:14
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17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
NTV
17 Pero el amor del Señor permanece para siempre con los que le temen. ¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos
18 de los que son fieles a su pacto, de los que obedecen sus mandamientos!
RVR1960
14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.
NTV
14 Benditos son los que lavan sus ropas. A ellos se les permitirá entrar por las puertas de la ciudad y comer del fruto del árbol de la vida.
La idea de que la gracia se ofrece a aquellos que se vuelven de la desobediencia a la obediencia. Hay necesidad de arrepentimiento y transformación de carácter como respuesta a la gracia recibida.
La promesa de gracia se extiende a aquellos que se vuelven de la desobediencia a la obediencia. La gracia no anula la importancia de la obediencia, sino que la refuerza como una respuesta de gratitud y amor.
“En las vidas de muchas personas cuyos nombres están en los registros de la iglesia no ha habido un cambio genuino. La verdad ha sido dejada en el atrio exterior. No ha habido conversión genuina, ninguna obra positiva de gracia en el corazón. Su deseo de hacer la voluntad de Dios está basado en su propia inclinación, no en la profunda convicción del Espíritu Santo. Su conducta no ha sido puesta en armonía con la ley de Dios...” ELC 150.2
4. La gracia libera al hombre de la condenación de la ley pero no de su jurisdicción.
Romanos 6:23
Romanos 8:1
RVR1960
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
NTV
23 Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.
Romanos 6:1-2
RVR1960
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
NTV
1 Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús;
RVR1960
1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
NTV
1 Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? 2 ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado?
Los versículos anteriores están en consonancia con la enseñanza acerca de la relación entre la obediencia y la salvación. La gracia no nos exime de las consecuencias naturales de nuestras acciones, pero nos libera de la condenación eterna. Nuestra relación con la ley cambia a través de la gracia, permitiéndonos vivir en la libertad de Cristo.
“La guerra contra nosotros mismos es la batalla más grande que jamás hayamos tenido. El rendirse a sí mismo, entregando todo a la voluntad de Dios, requiere una lucha; mas para que el alma sea renovada en santidad, debe someterse antes a Dios...” MGD 313.4
5. Lea Romanos 6:14-16
RVR1960
14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
NTV
14 El pecado ya no es más su amo, porque ustedes ya no viven bajo las exigencias de la ley. En cambio, viven en la libertad de la gracia de Dios.
15 Ahora bien, ¿eso significa que podemos seguir pecando porque la gracia de Dios nos ha liberado de la ley? ¡Claro que no!
16 ¿No se dan cuenta de que uno se convierte en esclavo de todo lo que decide obedecer? Uno puede ser esclavo del pecado, lo cual lleva a la muerte, o puede decidir obedecer a Dios, lo cual lleva a una vida recta.
Vuelva a leer, sustituyendo la definición de pecado 1 Juan 3:4
por la palabra pecado.
RVR1960
4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
NTV
4 Todo el que peca viola la ley de Dios, porque todo pecado va en contra de la ley de Dios;
La invitación a leer Romanos reemplazando la definición de pecado con 1 Juan 3:4
refleja la preocupación por la importancia de la obediencia a la ley de Dios como evidencia de la gracia operante en la vida del creyente, nos recuerda que la obediencia a la ley es esencial para experimentar la verdadera libertad en Cristo.
RVR1960
4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
NTV
4 Todo el que peca viola la ley de Dios, porque todo pecado va en contra de la ley de Dios;
“:El alma debe primeramente ser convencida de pecado antes que el pecador sienta el deseo de acudir a Cristo. “El pecado es infracción de la ley”.1 Juan 3:4
“Yo no conocí el pecado sino por la ley”. Romanos 7:7
RVR1960 4 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. NTV 4 Todo el que peca viola la ley de Dios, porque todo pecado va en contra de la ley de Dios; Cuando el mandamiento penetró en la conciencia de Saulo, el pecado revivió, y él murió. Se vio condenado por la ley de Dios. El pecador no puede ser convencido de su culpabilidad a menos que entienda qué constituye el pecado. Es imposible para el individuo experimentar la santificación bíblica mientras sostenga que si cree en Cristo da lo mismo que obedezca la ley de Dios o que la desobedezca.” FO 30.2
RVR1960 7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. NTV 7 Ahora bien, ¿acaso sugiero que la ley de Dios es pecaminosa? ¡De ninguna manera! De hecho, fue la ley la que me mostró mi pecado. Yo nunca hubiera sabido que codiciar es malo si la ley no dijera: «No codicies».
III. La “gracia barata” licencia para pecar
Romanos 6:1-2
Tito 2:11-12
RVR1960
1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
NTV
1 Ahora bien, ¿deberíamos seguir pecando para que Dios nos muestre más y más su gracia maravillosa? 2 ¡Por supuesto que no! Nosotros hemos muerto al pecado, entonces, ¿cómo es posible que sigamos viviendo en pecado?
Gálatas 5:13
RVR1960
11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
NTV
11 Pues la gracia de Dios ya ha sido revelada, la cual trae salvación a todas las personas.
12 Y se nos instruye a que nos apartemos de la vida mundana y de los placeres pecaminosos. En este mundo maligno, debemos vivir con sabiduría, justicia y devoción a Dios,
Santiago 2:17
RVR1960
13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
NTV
13 Pues ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad; pero no usen esa libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario, usen la libertad para servirse unos a otros por amor.
Mateo 7:21
RVR1960
17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
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17 Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil.
Romanos 12:1-2
RVR1960
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
NTV
21 »No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
RVR1960
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
NTV
1 Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.
2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
Estos versículos subrayan la idea de que la gracia no es una licencia para continuar en el pecado, sino que impulsa a una vida de obediencia, transformación y servicio a Dios y a los demás. Reflejan la importancia de una fe activa que se manifiesta en acciones que reflejan el carácter de Cristo, el amor de Dios.
La gracia no es simplemente un regalo que nos exime de cualquier responsabilidad o compromiso moral. Aunque creen en la salvación por gracia a través de la fe en Jesucristo, también enfatizan la importancia de la transformación del carácter y la obediencia a los principios divinos como una respuesta a la gracia recibida. En otras palabras, la gracia no es una "licencia para pecar", sino que impulsa a una vida de obediencia y servicio a Dios y obediencia a Su ley.
IV. Conclusión
1. Debemos estar agradecidos por la gracia de Dios.
Romanos 6:17
RVR1960
17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
NTV
17 Antes ustedes eran esclavos del pecado pero, gracias a Dios, ahora obedecen de todo corazón la enseñanza que les hemos dado.
La exhortación a estar agradecidos por la gracia de Dios refleja el énfasis en la gratitud como respuesta a la gracia redentora.
2. Entreguémonos siervos para obedecer.
Romanos 6:16
RVR1960
16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
NTV
16 ¿No se dan cuenta de que uno se convierte en esclavo de todo lo que decide obedecer? Uno puede ser esclavo del pecado, lo cual lleva a la muerte, o puede decidir obedecer a Dios, lo cual lleva a una vida recta.
La llamada a la obediencia y entrega es coherente con la enseñanza sobre la necesidad de vivir en conformidad con la voluntad divina.
3. Entonces la gracia de Dios será en vano para nosotros personalmente.
2 Corintios 6:1
RVR1960
1 Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
NTV
1 Como colaboradores de Dios, les suplicamos que no reciban ese maravilloso regalo de la bondad de Dios y luego no le den importancia.
La advertencia de que la gracia de Dios puede ser en vano si no se responde adecuadamente refleja la importancia que se otorga a la cooperación humana en la obra de la salvación.
La interacción armoniosa entre la gracia de Dios y la obediencia a la ley como elementos son esenciales en la experiencia de salvación. Ambos aspectos son considerados fundamentales para el crecimiento espiritual y la relación con Dios.
A medida que reflexionamos sobre este estudio bíblico, se hace evidente que la gracia y la ley están intrínsecamente conectadas en el plan divino de salvación. La gracia de Dios nos ofrece el regalo inmerecido de la redención, mientras que la ley moral nos muestra el estándar de santidad que Dios desea que alcancemos.
Debemos entender también que la "gracia barata" podría entenderse como una interpretación errónea de la gracia que descuida el llamado a la santidad y la obediencia a la voluntad de Dios. En lugar de comprometerse en un proceso continuo de crecimiento espiritual y conformación al carácter de Cristo, la "gracia barata" podría llevar a una actitud pasiva hacia la fe, donde se acepta la salvación sin una transformación real de la vida.
Que esta comprensión nos inspire a abrazar la gracia divina mientras buscamos vivir una vida que refleje la obediencia y el amor hacia Dios y nuestros semejantes.