La esperanza del Antiguo Testamento — Estudia la Biblia Hoy





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La esperanza del Antiguo Testamento
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 CONTENIDO 

LA ESPERANZA DEL ANTIGUO TESTAMENTO

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA

Job 19:25-27
RVR1960 25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. NTV 25 »Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra. 26 Y después que mi cuerpo se haya descompuesto, ¡todavía en mi cuerpo veré a Dios! 27 Yo mismo lo veré; así es, lo veré con mis propios ojos. ¡Este pensamiento me llena de asombro!
1 Timoteo 6:16
RVR1960 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. NTV 16 Él es el único que nunca muere y vive en medio de una luz tan brillante que ningún ser humano puede acercarse a él. Ningún ojo humano jamás lo ha visto y nunca lo hará. ¡Que a él sea todo el honor y el poder para siempre! Amén.
Salmos 49
RVR1960 Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré. 1 Oíd esto, pueblos todos; Escuchad, habitantes todos del mundo, 2 Así los plebeyos como los nobles, El rico y el pobre juntamente. 3 Mi boca hablará sabiduría, Y el pensamiento de mi corazón inteligencia. 4 Inclinaré al proverbio mi oído; Declararé con el arpa mi enigma. 5 ¿Por qué he de temer en los días de adversidad, Cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare? 6 Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, 7 Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate 8 (Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás), 9 Para que viva en adelante para siempre, Y nunca vea corrupción. 10 Pues verá que aun los sabios mueren; Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, Y dejan a otros sus riquezas. 11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación; Dan sus nombres a sus tierras. 12 Mas el hombre no permanecerá en honra; Es semejante a las bestias que perecen. 13 Este su camino es locura; Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah 14 Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada. 15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, Porque él me tomará consigo. Selah 16 No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa; 17 Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria. 18 Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, Y sea loado cuando prospere, 19 Entrará en la generación de sus padres, Y nunca más verá la luz. 20 El hombre que está en honra y no entiende, Semejante es a las bestias que perecen. NTV Para el director del coro: salmo de los descendientes de Coré. 1 ¡Escuchen esto, todos los pueblos! ¡Presten atención, habitantes de todo el mundo! 2 Los de las altas esferas y la gente común, ricos y pobres: ¡oigan! 3 Pues mis palabras son sabias y mis pensamientos están llenos de buena percepción. 4 Escucho con atención muchos proverbios y resuelvo enigmas con la inspiración del sonido de un arpa. 5 ¿Por qué tendría que temer cuando vienen dificultades, cuando los enemigos me rodean? 6 Ellos se fían de sus posesiones y se jactan de sus grandes riquezas. 7 Sin embargo, no pueden redimirse de la muerte pagándole un rescate a Dios. 8 La redención no se consigue tan fácilmente, pues nadie podrá jamás pagar lo suficiente 9 como para vivir para siempre y nunca ver la tumba. 10 Los sabios finalmente tendrán que morir, al igual que los necios y los insensatos, y dejarán toda su riqueza atrás. 11 La tumba es su hogar eterno, donde permanecerán para siempre. Podrán ponerle su propio nombre a sus propiedades, 12 pero su fama no durará. Morirán, al igual que los animales. 13 Ese es el destino de los necios, aunque sean recordados como si hubieran sido sabios. Interludio 14 Como ovejas, son llevados a la tumba, donde la muerte será su pastor. Por la mañana, los justos gobernarán sobre ellos. Sus cuerpos se pudrirán en la tumba, lejos de sus grandiosas propiedades. 15 Pero en mi caso, Dios redimirá mi vida; me arrebatará del poder de la tumba. Interludio 16 Así que no te desanimes cuando los malvados se enriquezcan, y en sus casas haya cada vez más esplendor. 17 Pues al morir, no se llevan nada consigo; sus riquezas no los seguirán a la tumba. 18 En esta vida se consideran dichosos y los aplauden por su éxito. 19 Pero morirán como todos sus antepasados, y nunca más volverán a ver la luz del día. 20 La gente que se jacta de su riqueza no comprende; morirán, al igual que los animales.
Salmos 71
RVR1960 1 En ti, oh Jehová, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás. 2 Socórreme y líbrame en tu justicia; Inclina tu oído y sálvame. 3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. 4 Dios mío, líbrame de la mano del impío, De la mano del perverso y violento. 5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud. 6 En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza. 7 Como prodigio he sido a muchos, Y tú mi refugio fuerte. 8 Sea llena mi boca de tu alabanza, De tu gloria todo el día. 9 No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. 10 Porque mis enemigos hablan de mí, Y los que acechan mi alma consultaron juntamente, 11 Diciendo: Dios lo ha desamparado; Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre. 12 Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto en mi socorro. 13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan. 14 Mas yo esperaré siempre, Y te alabaré más y más. 15 Mi boca publicará tu justicia Y tus hechos de salvación todo el día, Aunque no sé su número. 16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor; Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola. 17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, Y hasta ahora he manifestado tus maravillas. 18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, Hasta que anuncie tu poder a la posteridad, Y tu potencia a todos los que han de venir, 19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso. Tú has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú? 20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. 21 Aumentarás mi grandeza, Y volverás a consolarme. 22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa, Oh Santo de Israel. 23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti, Y mi alma, la cual redimiste. 24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban. NTV 1 Oh Señor, a ti acudo en busca de protección; no permitas que me avergüencen. 2 Sálvame y rescátame, porque tú haces lo que es correcto. Inclina tu oído para escucharme y ponme en libertad. 3 Sé tú mi roca de seguridad, donde siempre pueda esconderme. Da la orden de salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza. 4 Dios mío, rescátame del poder de los perversos, de las garras de los crueles opresores. 5 Oh Señor, solo tú eres mi esperanza; en ti he confiado, oh Señor, desde mi niñez. 6 Así es, estás conmigo desde mi nacimiento; me has cuidado desde el vientre de mi madre. ¡Con razón siempre te alabo! 7 Mi vida es un ejemplo para muchos, porque tú has sido mi fuerza y protección. 8 Por eso nunca puedo dejar de alabarte; todo el día declaro tu gloria. 9 Y ahora, en mi vejez, no me hagas a un lado; no me abandones cuando me faltan las fuerzas. 10 Pues mis enemigos murmuran contra mí y juntos confabulan matarme. 11 Dicen: «Dios lo ha abandonado. Vayamos y agarrémoslo, porque ahora nadie lo ayudará». 12 Oh Dios, no te quedes lejos; Dios mío, por favor, apresúrate a ayudarme. 13 Trae deshonra y destrucción a los que me acusan; humilla y avergüenza a los que quieren hacerme daño. 14 Seguiré con la esperanza de tu ayuda; te alabaré más y más. 15 A todos les hablaré de tu justicia; todo el día proclamaré tu poder salvador, aunque no tengo facilidad de palabras. 16 Alabaré tus obras poderosas, oh Señor Soberano, y les contaré a todos que solo tú eres justo. 17 Oh Dios, tú me has enseñado desde mi tierna infancia, y yo siempre les cuento a los demás acerca de tus hechos maravillosos. 18 Ahora que estoy viejo y canoso, no me abandones, oh Dios. Permíteme proclamar tu poder a esta nueva generación, tus milagros poderosos a todos los que vienen después de mí. 19 Tu justicia, oh Dios, alcanza los cielos más altos; ¡has hecho cosas tan maravillosas! ¿Quién se compara contigo, oh Dios? 20 Has permitido que sufra muchas privaciones, pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra. 21 Me restaurarás incluso a mayor honor y me consolarás una vez más. 22 Entonces te alabaré con música de arpa, porque eres fiel a tus promesas, oh mi Dios. Te cantaré alabanzas con la lira, oh Santo de Israel. 23 Gritaré de alegría y cantaré tus alabanzas, porque me redimiste. 24 Todo el día hablaré de tus justas acciones, porque todos los que trataron de hacerme daño fueron humillados y avergonzados.
Isaías 26:14
RVR1960 14 Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo. NTV 14 Aquellos a quienes servimos antes, están muertos y bajo tierra; ¡sus espíritus difuntos nunca volverán! Tú los atacaste y los destruiste, y hace tiempo que pasaron al olvido.
Isaías 26:19
RVR1960 19 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ! ! Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. NTV 19 Pero los que mueren en el Señor vivirán; ¡sus cuerpos se levantarán otra vez! Los que duermen en la tierra se levantarán y cantarán de alegría. Pues tu luz que da vida descenderá como el rocío sobre tu pueblo, en el lugar de los muertos.
Daniel 12
RVR1960 1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. 2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. 3 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. 4 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. 5 Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río. 6 Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? 7 Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas. 8 Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? 9 Él respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. 10 Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. 11 Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. 12 Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. 13 Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días. Daniel 12: 1 : Ap. 12.
7. Daniel 12: 1 : Mt. 24.
21; Mr. 13.
19; Ap. 7.
14; 12.
7. Daniel 12: 2 : Mt. 25.
46; Jn. 5.
29. Daniel 12: 4 : Ap. 22.
10. Daniel 12: 7 : Ap. 10.
5. Daniel 12: 7 : Ap. 12.
14. Daniel 12: 10 : Ap. 22.
11. Daniel 12: 11 : Dn. 9.
27; 11.
31; Mt. 24.
15; Mr. 13.
14.
NTV 1 »En ese tiempo se levantará Miguel, el arcángel que hace guardia sobre tu nación. Entonces habrá un tiempo de angustia, como no lo hubo desde que existen las naciones. Sin embargo, en ese momento, cada uno de tu pueblo que tiene el nombre escrito en el libro será rescatado. 2 Se levantarán muchos de los que están muertos y enterrados, algunos para vida eterna y otros para vergüenza y deshonra eterna. 3 Los sabios resplandecerán tan brillantes como el cielo y quienes conducen a muchos a la justicia brillarán como estrellas para siempre. 4 Pero tú, Daniel, mantén en secreto esta profecía; sella el libro hasta el tiempo del fin, cuando muchos correrán de aquí para allá y el conocimiento aumentará. 5 Entonces yo, Daniel, vi a otros dos que estaban de pie en lados opuestos del río. 6 Uno de ellos le preguntó al hombre vestido de lino, que estaba de pie sobre el río: — ¿Cuánto tiempo pasará hasta que terminen estos espantosos sucesos? 7 El hombre vestido de lino — que estaba de pie sobre el río — levantó ambas manos hacia el cielo e hizo un juramento solemne por aquel que vive para siempre diciendo: — Durará por un tiempo, tiempos y medio tiempo. Cuando finalmente termine el quebrantamiento del pueblo santo, todas estas cosas habrán sucedido. 8 Oí lo que dijo, pero no entendí el significado. Entonces le pregunté: — Mi señor, ¿cómo terminará todo esto? 9 Pero él dijo: — Vete ya, Daniel, porque lo que he dicho se mantendrá en secreto y sellado hasta el tiempo del fin. 10 Mediante estas pruebas, muchos serán purificados, limpiados y refinados. Sin embargo, los perversos seguirán en su perversidad y ninguno de ellos entenderá. Solo los sabios comprenderán lo que significa. 11 »Desde el momento en que se detengan los sacrificios diarios y coloquen el objeto sacrílego que causa profanación para ser adorado, habrá 1290 días. 12 ¡Benditos sean los que esperen y permanezcan hasta el fin de los 1335 días! 13 »En cuanto a ti, sigue tu camino hasta el final. Descansarás y, entonces, al final de los días, te levantarás para recibir la herencia que ha sido guardada para ti.

VERSÍCULO DE MEMORIA

Hebreos 11:17
RVR1960 17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, NTV 17 Fue por la fe que Abraham ofreció a Isaac en sacrificio cuando Dios lo puso a prueba. Abraham, quien había recibido las promesas de Dios, estuvo dispuesto a sacrificar a su único hijo, Isaac,
Hebreos 11:19
RVR1960 19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. NTV 19 Abraham llegó a la conclusión de que si Isaac moría, Dios tenía el poder para volverlo a la vida; y en cierto sentido, Abraham recibió de vuelta a su hijo de entre los muertos.

SÁBADO — INTRODUCCIÓN

La esperanza del Antiguo Testamento no se fundamenta en las ideas griegas sobre la inmortalidad natural del alma, sino en la enseñanza bíblica de la resurrección final de los muertos. Pero ¿cómo podría volver a la vida un cuerpo humano que ya no existe? ¿Cómo puede recuperar su identidad alguien que ha fallecido quizás hace siglos o hasta milenios?

Estas preguntas nos llevan a reflexionar sobre el misterio de la vida. Estamos vivos y disfrutamos de la vida que Dios nos concede todos los días. En el principio, Dios trajo la vida a la existencia a partir de la no-vida, mediante el poder de su Palabra Genesis 1
RVR1960 1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. 6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 8 Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. 9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero. 14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. 20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto. 24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. 26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. Cross referencesGénesis 1: 3 : 2 Co. 4.
6. Génesis 1: 8 : 2 P. 3.
5. Génesis 1: 26 : 1 Co. 11.
7. Génesis 1: 27 : Mt. 19.
4; Mr. 10.
6. Génesis 1: 28 : Gn. 5.
1-2.
NTV 1 En el principio, Dios creó los cielos y la tierra. 2 La tierra no tenía forma y estaba vacía, y la oscuridad cubría las aguas profundas; y el Espíritu de Dios se movía en el aire sobre la superficie de las aguas. 3 Entonces Dios dijo: «Que haya luz»; y hubo luz. 4 Y Dios vio que la luz era buena. Luego separó la luz de la oscuridad. 5 Dios llamó a la luz «día» y a la oscuridad «noche». Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el primer día. 6 Entonces Dios dijo: «Que haya un espacio entre las aguas, para separar las aguas de los cielos de las aguas de la tierra»; 7 y eso fue lo que sucedió. Dios formó ese espacio para separar las aguas de la tierra de las aguas de los cielos 8 y Dios llamó al espacio «cielo». Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el segundo día. 9 Entonces Dios dijo: «Que las aguas debajo del cielo se junten en un solo lugar, para que aparezca la tierra seca»; y eso fue lo que sucedió. 10 Dios llamó a lo seco «tierra» y a las aguas «mares». Y Dios vio que esto era bueno. 11 Después Dios dijo: «Que de la tierra brote vegetación: toda clase de plantas con semillas y árboles que den frutos con semillas. Estas semillas producirán, a su vez, las mismas clases de plantas y árboles de los que provinieron»; y eso fue lo que sucedió. 12 La tierra produjo vegetación: toda clase de plantas con semillas y árboles que dan frutos con semillas. Las semillas produjeron plantas y árboles de la misma clase. Y Dios vio que esto era bueno. 13 Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el tercer día. 14 Entonces Dios dijo: «Que aparezcan luces en el cielo para separar el día de la noche; que sean señales para que marquen las estaciones, los días y los años. 15 Que esas luces en el cielo brillen sobre la tierra»; y eso fue lo que sucedió. 16 Dios hizo dos grandes luces: la más grande para que gobernara el día, y la más pequeña para que gobernara la noche. También hizo las estrellas. 17 Dios puso esas luces en el cielo para iluminar la tierra, 18 para que gobernaran el día y la noche, y para separar la luz de la oscuridad. Y Dios vio que esto era bueno. 19 Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el cuarto día. 20 Entonces Dios dijo: «Que las aguas se colmen de peces y de otras formas de vida. Que los cielos se llenen de aves de toda clase». 21 Así que Dios creó grandes criaturas marinas y todos los seres vivientes que se mueven y se agitan en el agua y aves de todo tipo, cada uno produciendo crías de la misma especie. Y Dios vio que esto era bueno. 22 Entonces Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Que los peces llenen los mares y las aves se multipliquen sobre la tierra». 23 Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el quinto día. 24 Entonces Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de animales, que cada uno produzca crías de la misma especie: animales domésticos, animales pequeños que corran por el suelo y animales salvajes»; y eso fue lo que sucedió. 25 Dios hizo toda clase de animales salvajes, animales domésticos y animales pequeños; cada uno con la capacidad de producir crías de la misma especie. Y Dios vio que esto era bueno. 26 Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo». 27 Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó. 28 Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo». 29 Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento. 30 Y he dado toda planta verde como alimento para todos los animales salvajes, para las aves del cielo y para los animales pequeños que corren por el suelo, es decir, para todo lo que tiene vida»; y eso fue lo que sucedió. 31 Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día.
Salmos 33:6
RVR1960 6 Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. NTV 6 El Señor tan solo habló y los cielos fueron creados. Sopló la palabra, y nacieron todas las estrellas.
Salmos 33:9
RVR1960 9 Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió. NTV 9 Pues cuando habló, el mundo comenzó a existir; apareció por orden del Señor.
Entonces, si Dios al principio pudo crear vida en la Tierra de la nada (en latín, ex nihilo), ¿por qué deberíamos dudar de su capacidad para recrear la vida humana y restaurar su identidad original?

Esta semana reflexionaremos sobre el desarrollo de la noción de la resurrección final en épocas del Antiguo Testamento, con especial énfasis en las declaraciones de Job, de algunos salmistas y de los profetas Isaías y Daniel.

DOMINGO — “He de ver a Dios”

Lee Job 19:25-27
RVR1960 25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. NTV 25 »Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra. 26 Y después que mi cuerpo se haya descompuesto, ¡todavía en mi cuerpo veré a Dios! 27 Yo mismo lo veré; así es, lo veré con mis propios ojos. ¡Este pensamiento me llena de asombro!
y compáralo con Juan 1:18
RVR1960 18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. NTV 18 Nadie ha visto jamás a Dios; pero el Único, que es Dios, está íntimamente ligado al Padre. Él nos ha revelado a Dios.
y 1 Timoteo 6:16
RVR1960 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. NTV 16 Él es el único que nunca muere y vive en medio de una luz tan brillante que ningún ser humano puede acercarse a él. Ningún ojo humano jamás lo ha visto y nunca lo hará. ¡Que a él sea todo el honor y el poder para siempre! Amén.

¿Cuándo y bajo qué circunstancias Job esperaba “ver a Dios”?

La vida no es justa. Comprobamos esto especialmente cuando vemos que los “buenos” sufren y los “injustos” prosperan ver Salmos 73:12-17
RVR1960 12 He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas. 13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia; 14 Pues he sido azotado todo el día, Y castigado todas las mañanas. 15 Si dijera yo: Hablaré como ellos, He aquí, a la generación de tus hijos engañaría. 16 Cuando pensé para saber esto, Fue duro trabajo para mí, 17 Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos. NTV 12 Miren a esos perversos: disfrutan de una vida fácil mientras sus riquezas se multiplican. 13 ¿Conservé puro mi corazón en vano? ¿Me mantuve en inocencia sin ninguna razón? 14 En todo el día no consigo más que problemas; cada mañana me trae dolor. 15 Si yo realmente hubiera hablado a otros de esta manera, habría sido un traidor a tu pueblo. 16 Traté de entender por qué los malvados prosperan, ¡pero qué tarea tan difícil! 17 Entonces entré en tu santuario, oh Dios, y por fin entendí el destino de los perversos.
Malaquías 3:14-18
RVR1960 14 Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos? 15 Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no solo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon. 16 Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. 17 Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. 18 Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve. NTV 14 »Ustedes han dicho: “¿De qué vale servir a Dios? ¿Qué hemos ganado con obedecer sus mandamientos o demostrarle al Señor de los Ejércitos Celestiales que nos sentimos apenados por nuestros pecados? 15 De ahora en adelante llamaremos bendito al arrogante. Pues los que hacen maldad se enriquecen y los que desafían a Dios a que los castigue no sufren ningún daño”». 16 Entonces los que temían al Señor hablaron entre sí y el Señor escuchó lo que dijeron. En la presencia de él, escribieron un rollo de memorias para registrar los nombres de los que temían al Señor y siempre pensaban en el honor de su nombre. 17 «Ellos serán mi pueblo — dice el Señor de los Ejércitos Celestiales — . El día en que yo venga para juzgar, serán mi tesoro especial. Les tendré compasión así como un padre le muestra compasión a un hijo obediente. 18 Entonces de nuevo podrán ver la diferencia entre los justos y los perversos, entre los que sirven a Dios y los que no lo hacen».
Por ejemplo, Job era “perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” Job 1:1
RVR1960 1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. NTV 1 Había un hombre llamado Job que vivía en la tierra de Uz. Era un hombre intachable, de absoluta integridad, que tenía temor de Dios y se mantenía apartado del mal.
Aun así, Dios permitió que Satanás lo afligiera de diversas formas calamitosas. Físicamente, una dolorosa enfermedad le devastó el cuerpo Job 2:1-8
RVR1960 1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová. 2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. 3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? 4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. 5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. 7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. 8 Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza. NTV 1 Un día los miembros de la corte celestial llegaron nuevamente para presentarse delante del Señor, y el Acusador, Satanás, vino con ellos. 2 El Señor le preguntó: — ¿De dónde vienes? Satanás contestó al Señor: — He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre. 3 Entonces el Señor le preguntó a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. Además ha conservado su integridad a pesar de que tú me incitaste a que le hiciera daño sin ningún motivo. 4 Satanás respondió al Señor: — ¡Piel por piel! Cualquier hombre renunciaría a todo lo que tiene para salvar su vida. 5 Así que extiende tu mano y quítale la salud, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara! 6 — Muy bien, haz con él lo que quieras — dijo el Señor a Satanás — , pero no le quites la vida. 7 Entonces Satanás salió de la presencia del Señor e hirió a Job con terribles llagas en la piel, desde la cabeza hasta los pies. 8 Job, sentado entre cenizas, se rascaba con un trozo de teja.
Materialmente, perdió gran parte de su ganado y de sus propiedades Job 1:13-17
RVR1960 13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, 14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos, 15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia. 16 Aún estaba este hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. 17 Todavía estaba este hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia. NTV 13 Un día cuando los hijos y las hijas de Job celebraban en casa del hermano mayor, 14 llegó un mensajero a casa de Job con las siguientes noticias: «Sus bueyes estaban arando y los burros comiendo a su lado, 15 cuando los sabeos nos asaltaron. Robaron todos los animales y mataron a los trabajadores, y yo soy el único que escapó para contárselo». 16 Mientras este mensajero todavía hablaba, llegó otro con esta noticia: «Cayó del cielo el fuego de Dios y calcinó a las ovejas y a todos los pastores; yo soy el único que escapó para contárselo». 17 Mientras este mensajero todavía hablaba, llegó un tercero con esta noticia: «Tres bandas de saqueadores caldeos robaron sus camellos y mataron a los sirvientes; yo soy el único que escapó para contárselo».
De su casa, perdió a sus siervos y hasta a sus propios hijos Job 1:16
RVR1960 16 Aún estaba este hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. NTV 16 Mientras este mensajero todavía hablaba, llegó otro con esta noticia: «Cayó del cielo el fuego de Dios y calcinó a las ovejas y a todos los pastores; yo soy el único que escapó para contárselo».
Job 1:18
RVR1960 18 Entre tanto que este hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; NTV 18 No había terminado de hablar el tercer mensajero cuando llegó otro con esta noticia: «Sus hijos e hijas estaban festejando en casa del hermano mayor y,
Y, emocionalmente, estaba rodeado de amigos que lo acusaban de ser un pecador impenitente que se merecía lo que le estaba pasando Job 4:1-5:27
RVR1960 1 Entonces respondió Elifaz temanita, y dijo: 2 Si probáremos a hablarte, te será molesto; Pero ¿quién podrá detener las palabras? 3 He aquí, tú enseñabas a muchos, Y fortalecías las manos débiles; 4 Al que tropezaba enderezaban tus palabras, Y esforzabas las rodillas que decaían. 5 Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; Y cuando ha llegado hasta ti, te turbas. 6 ¿No es tu temor a Dios tu confianza? ¿No es tu esperanza la integridad de tus caminos? 7 Recapacita ahora; ¿qué inocente se ha perdido? Y ¿en dónde han sido destruidos los rectos? 8 Como yo he visto, los que aran iniquidad Y siembran injuria, la siegan. 9 Perecen por el aliento de Dios, Y por el soplo de su ira son consumidos. 10 Los rugidos del león, y los bramidos del rugiente, Y los dientes de los leoncillos son quebrantados. 11 El león viejo perece por falta de presa, Y los hijos de la leona se dispersan. 12 El asunto también me era a mí oculto; Mas mi oído ha percibido algo de ello. 13 En imaginaciones de visiones nocturnas, Cuando el sueño cae sobre los hombres, 14 Me sobrevino un espanto y un temblor, Que estremeció todos mis huesos; 15 Y al pasar un espíritu por delante de mí, Hizo que se erizara el pelo de mi cuerpo. 16 Paróse delante de mis ojos un fantasma, Cuyo rostro yo no conocí, Y quedo, oí que decía: 17 ¿Será el hombre más justo que Dios? ¿Será el varón más limpio que el que lo hizo? 18 He aquí, en sus siervos no confía, Y notó necedad en sus ángeles; 19 ¡Cuánto más en los que habitan en casas de barro, Cuyos cimientos están en el polvo, Y que serán quebrantados por la polilla! 20 De la mañana a la tarde son destruidos, Y se pierden para siempre, sin haber quien repare en ello. 21 Su hermosura, ¿no se pierde con ellos mismos? Y mueren sin haber adquirido sabiduría. 1 Ahora, pues, da voces; ¿habrá quien te responda? ¿Y a cuál de los santos te volverás? 2 Es cierto que al necio lo mata la ira, Y al codicioso lo consume la envidia. 3 Yo he visto al necio que echaba raíces, Y en la misma hora maldije su habitación. 4 Sus hijos estarán lejos de la seguridad; En la puerta serán quebrantados, Y no habrá quién los libre. 5 Su mies comerán los hambrientos, Y la sacarán de entre los espinos, Y los sedientos beberán su hacienda. 6 Porque la aflicción no sale del polvo, Ni la molestia brota de la tierra. 7 Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción. 8 Ciertamente yo buscaría a Dios, Y encomendaría a él mi causa; 9 El cual hace cosas grandes e inescrutables, Y maravillas sin número; 10 Que da la lluvia sobre la faz de la tierra, Y envía las aguas sobre los campos; 11 Que pone a los humildes en altura, Y a los enlutados levanta a seguridad; 12 Que frustra los pensamientos de los astutos, Para que sus manos no hagan nada; 13 Que prende a los sabios en la astucia de ellos, Y frustra los designios de los perversos. 14 De día tropiezan con tinieblas, Y a mediodía andan a tientas como de noche. 15 Así libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, Y de la mano violenta; 16 Pues es esperanza al menesteroso, Y la iniquidad cerrará su boca. 17 He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso. 18 Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; Él hiere, y sus manos curan. 19 En seis tribulaciones te librará, Y en la séptima no te tocará el mal. 20 En el hambre te salvará de la muerte, Y del poder de la espada en la guerra. 21 Del azote de la lengua serás encubierto; No temerás la destrucción cuando viniere. 22 De la destrucción y del hambre te reirás, Y no temerás de las fieras del campo; 23 Pues aun con las piedras del campo tendrás tu pacto, Y las fieras del campo estarán en paz contigo. 24 Sabrás que hay paz en tu tienda; Visitarás tu morada, y nada te faltará. 25 Asimismo echarás de ver que tu descendencia es mucha, Y tu prole como la hierba de la tierra. 26 Vendrás en la vejez a la sepultura, Como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo. 27 He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así; Óyelo, y conócelo tú para tu provecho. Job 5: 13 : 1 Co. 3.
19. Job 5: 17 : Pr. 3.
11-12; He. 12.
5-6.
NTV 1 Entonces Elifaz el temanita respondió a Job: 2 «¿Podrías ser paciente y permitirme que te diga unas palabras? Pues, ¿quién podría quedarse callado? 3 »Antes alentabas a mucha gente y fortalecías a los débiles. 4 Tus palabras daban apoyo a los que caían; animabas a los de rodillas temblorosas. 5 Sin embargo, ahora que las desgracias te acosan, te desanimas; te llenas de miedo cuando te afectan a ti. 6 ¿No te da confianza tu reverencia a Dios? ¿No te da esperanza tu vida de integridad? 7 »¡Detente a pensar! ¿Mueren los inocentes? ¿Cuándo han sido destruidos los justos? 8 La experiencia me dice que los que siembran problemas y cultivan el mal, eso cosecharán. 9 Un soplo de Dios los destruye y se desvanecen con una ráfaga de su enojo. 10 Ruge el león y gruñen los gatos monteses, pero a los leones fuertes se les romperán los dientes. 11 El feroz león morirá de hambre por falta de presa, y los cachorros de la leona serán dispersados. 12 »En secreto recibí esta verdad, como si me la hubieran susurrado al oído. 13 Me llegó en una inquietante visión durante la noche, cuando la gente duerme profundamente. 14 El miedo se apoderó de mí, y mis huesos temblaron. 15 Un espíritu pasó frente a mi cara, y se me pusieron los pelos de punta. 16 El espíritu se detuvo, pero no pude ver su forma; había una silueta delante de mis ojos. En el silencio, oí una voz que dijo: 17 “¿Puede un mortal ser inocente ante Dios? ¿Puede alguien ser puro ante el Creador?”. 18 »Si Dios no confía en sus propios ángeles y acusa a sus mensajeros de necedad, 19 ¡cuánto menos confiará en los seres humanos hechos de barro! Están hechos de polvo; son aplastados tan fácilmente como una polilla. 20 Están vivos en la mañana, pero muertos por la tarde; desaparecen para siempre sin dejar rastro. 21 Se les arrancan las cuerdas, se derrumba la carpa y mueren en ignorancia. 1 »Por más que grites por ayuda, ¿quién te responderá? ¿Cuál de los ángeles te ayudará? 2 Te aseguro que el resentimiento destruye al necio, y los celos matan al ingenuo. 3 He visto a los necios triunfar momentáneamente en la vida, pero después llega la calamidad repentina. 4 Sus hijos quedan abandonados y lejos de toda ayuda; los oprimen en el tribunal y no hay quien los defienda. 5 Su cosecha la devoran los hambrientos, aun cuando esté rodeada de zarzas; los sedientos jadean tras su riqueza. 6 El mal no germina del suelo ni la aflicción brota de la tierra, 7 pero la gente nace para tener problemas tan cierto como que las chispas vuelan del fuego. 8 »Si yo estuviera en tu lugar, me acercaría a Dios y le presentaría mi caso. 9 Él hace grandezas, demasiado maravillosas para comprenderlas, y realiza milagros incontables. 10 Él envía lluvia a la tierra y agua a los campos. 11 Él hace prosperar a los pobres y protege a los que sufren. 12 Él frustra los planes de los que traman para que el trabajo de sus manos no prospere. 13 Él atrapa a los sabios en su propia astucia y desbarata sus ingeniosas maquinaciones. 14 Encuentran oscuridad en pleno día y andan a tientas al mediodía, como si fuera de noche. 15 Él rescata a los pobres de las palabras hirientes de los fuertes y los rescata de las garras de los poderosos; 16 por fin los pobres tienen esperanza y las fauces de los malvados son cerradas. 17 »¡Pero considera la alegría de aquellos a quienes Dios corrige! Cuando peques, no menosprecies la disciplina del Todopoderoso. 18 Pues aunque él hiere, también venda las heridas; él golpea, pero sus manos también sanan. 19 Te rescatará de seis desastres; aun en el séptimo, te guardará del mal. 20 Te salvará de la muerte en tiempo de hambre y del poder de la espada en tiempo de guerra. 21 Estarás seguro ante la calumnia y no tendrás miedo cuando llegue la destrucción. 22 Te reirás de la destrucción y del hambre, y no tendrás terror de los animales salvajes. 23 Estarás en paz con las piedras del campo y los animales salvajes estarán en paz contigo. 24 Sabrás que tu hogar está seguro; cuando revises tus posesiones, no te faltará nada. 25 Tendrás muchos hijos; ¡tus descendientes serán tan abundantes como la hierba! 26 Llegarás a la tumba de edad avanzada, ¡como una gavilla de grano cosechada a su debido tiempo! 27 »Hemos estudiado la vida y resulta que todo esto es verdad; escucha mi consejo y aplícalo a ti mismo».
Job 8:1-22
RVR1960 1 Respondió Bildad suhita, y dijo: 2 ¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, Y las palabras de tu boca serán como viento impetuoso? 3 ¿Acaso torcerá Dios el derecho, O pervertirá el Todopoderoso la justicia? 4 Si tus hijos pecaron contra él, Él los echó en el lugar de su pecado. 5 Si tú de mañana buscares a Dios, Y rogares al Todopoderoso; 6 Si fueres limpio y recto, Ciertamente luego se despertará por ti, Y hará próspera la morada de tu justicia. 7 Y aunque tu principio haya sido pequeño, Tu postrer estado será muy grande. 8 Porque pregunta ahora a las generaciones pasadas, Y disponte para inquirir a los padres de ellas; 9 Pues nosotros somos de ayer, y nada sabemos, Siendo nuestros días sobre la tierra como sombra. 10 ¿No te enseñarán ellos, te hablarán, Y de su corazón sacarán palabras? 11 ¿Crece el junco sin lodo? ¿Crece el prado sin agua? 12 Aun en su verdor, y sin haber sido cortado, Con todo, se seca primero que toda hierba. 13 Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; Y la esperanza del impío perecerá; 14 Porque su esperanza será cortada, Y su confianza es tela de araña. 15 Se apoyará él en su casa, mas no permanecerá ella en pie; Se asirá de ella, mas no resistirá. 16 A manera de un árbol está verde delante del sol, Y sus renuevos salen sobre su huerto; 17 Se van entretejiendo sus raíces junto a una fuente, Y enlazándose hasta un lugar pedregoso. 18 Si le arrancaren de su lugar, Este le negará entonces, diciendo: Nunca te vi. 19 Ciertamente este será el gozo de su camino; Y del polvo mismo nacerán otros. 20 He aquí, Dios no aborrece al perfecto, Ni apoya la mano de los malignos. 21 Aún llenará tu boca de risa, Y tus labios de júbilo. 22 Los que te aborrecen serán vestidos de confusión; Y la habitación de los impíos perecerá. NTV 1 Entonces Bildad, el suhita, respondió a Job: 2 «¿Hasta cuándo seguirás hablando así? Suenas como un viento rugiente. 3 ¿Acaso Dios tuerce la justicia? ¿Tuerce el Todopoderoso lo que es recto? 4 Seguramente tus hijos pecaron contra él, y por eso el castigo estaba bien merecido; 5 pero si oras a Dios y buscas el favor del Todopoderoso, 6 si eres puro y vives con integridad, sin duda que él se levantará y devolverá la felicidad a tu hogar. 7 Aunque comenzaste con poco, terminarás con mucho. 8 »Tan solo pregunta a la generación anterior; presta atención a la experiencia de nuestros antepasados, 9 porque nacimos apenas ayer y no sabemos nada; nuestros días sobre la tierra son tan fugaces como una sombra. 10 Sin embargo, los que vivieron antes que nosotros te enseñarán; te enseñarán la sabiduría de antaño. 11 »¿Pueden crecer altas las cañas del papiro donde no hay pantanos? ¿Pueden crecer en abundancia las hierbas de pantano donde no hay agua? 12 Cuando están floreciendo y aún no están listas para ser cortadas, empiezan a marchitarse más rápido que la hierba. 13 Lo mismo les ocurre a todos los que se olvidan de Dios; las esperanzas de los que viven sin Dios se evaporan. 14 Su confianza pende de un hilo; se apoyan en una tela de araña. 15 Se aferran a su hogar para sentirse seguros, pero esa seguridad no durará; intentan retenerla con firmeza, pero no permanecerá. 16 Los que no tienen a Dios parecen una planta frondosa que crece al sol, y que extiende sus ramas por el jardín; 17 sus raíces penetran entre las piedras y se sujetan a las rocas; 18 pero cuando se la arranca de raíz, ¡es como si nunca hubiera existido! 19 Así termina su vida, y del suelo brotan otras plantas para reemplazarla. 20 »Sin embargo, mira, Dios no rechazará a una persona íntegra, tampoco dará una mano a los malvados. 21 Él volverá a llenar tu boca de risas y tus labios con gritos de alegría. 22 Los que te odian se vestirán de vergüenza, y el hogar de los malvados será destruido».
Job 11:1-20
RVR1960 1 Respondió Zofar naamatita, y dijo: 2 ¿Las muchas palabras no han de tener respuesta? ¿Y el hombre que habla mucho será justificado? 3 ¿Harán tus falacias callar a los hombres? ¿Harás escarnio y no habrá quien te avergüence? 4 Tú dices: Mi doctrina es pura, Y yo soy limpio delante de tus ojos. 5 Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara, Y abriera sus labios contigo, 6 Y te declarara los secretos de la sabiduría, Que son de doble valor que las riquezas! Conocerías entonces que Dios te ha castigado menos de lo que tu iniquidad merece. 7 ¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso? 8 Es más alta que los cielos; ¿qué harás? Es más profunda que el Seol; ¿cómo la conocerás? 9 Su dimensión es más extensa que la tierra, Y más ancha que el mar. 10 Si él pasa, y aprisiona, y llama a juicio, ¿Quién podrá contrarrestarle? 11 Porque él conoce a los hombres vanos; Ve asimismo la iniquidad, ¿y no hará caso? 12 El hombre vano se hará entendido, Cuando un pollino de asno montés nazca hombre. 13 Si tú dispusieres tu corazón, Y extendieres a él tus manos; 14 Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, Y no consintieres que more en tu casa la injusticia, 15 Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, Y serás fuerte, y nada temerás; 16 Y olvidarás tu miseria, O te acordarás de ella como de aguas que pasaron. 17 La vida te será más clara que el mediodía; Aunque oscureciere, será como la mañana. 18 Tendrás confianza, porque hay esperanza; Mirarás alrededor, y dormirás seguro. 19 Te acostarás, y no habrá quien te espante; Y muchos suplicarán tu favor. 20 Pero los ojos de los malos se consumirán, Y no tendrán refugio; Y su esperanza será dar su último suspiro. NTV 1 Entonces Zofar el naamatita respondió a Job: 2 «¿No debería alguien responder a este torrente de palabras? ¿Se declara inocente a una persona solo porque habla mucho? 3 ¿Debo quedarme en silencio mientras tú sigues parloteando? Cuando te burlas de Dios, ¿no debería alguien hacerte sentir vergüenza? 4 Tú afirmas: “Mis creencias son puras” y “estoy limpio a los ojos de Dios”. 5 Si tan solo Dios hablara; ¡si tan solo te dijera lo que piensa! 6 Si tan solo te declarara los secretos de la sabiduría, porque la verdadera sabiduría no es un asunto sencillo. ¡Escucha! ¡Sin duda Dios te está castigando mucho menos de lo que mereces! 7 »¿Puedes tú resolver los misterios de Dios? ¿Puedes descubrir todo acerca del Todopoderoso? 8 Tal conocimiento es más alto que los cielos y tú, ¿quién eres? Es más profundo que el averno ¿y qué sabes tú? 9 Es más extenso que la tierra y más ancho que el mar. 10 Si Dios pasa por aquí y mete a alguien en la cárcel o llama al orden a los tribunales, ¿quién puede detenerlo? 11 Pues él sabe quiénes son los impostores y toma nota de todos sus pecados. 12 El que tiene la cabeza hueca no llegará a ser sabio como tampoco un burro salvaje puede dar a luz un niño. 13 »¡Si tan solo prepararas tu corazón y levantaras tus manos a él en oración! 14 Abandona tus pecados y deja atrás toda iniquidad. 15 Entonces tu rostro se iluminará con inocencia; serás fuerte y estarás libre de temor. 16 Olvidarás tu sufrimiento; será como agua que corre. 17 Tu vida será más radiante que el mediodía, y aun la oscuridad brillará como la mañana. 18 Tener esperanza te dará valentía. Estarás protegido y descansarás seguro. 19 Te acostarás sin temor; muchos buscarán tu ayuda. 20 Pero los malos serán cegados; no tendrán escapatoria; su única esperanza es la muerte».
Hasta su propia esposa le dijo: “¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete” Job 2:9
RVR1960 9 Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. NTV 9 Su esposa le dijo: «¿Todavía intentas conservar tu integridad? Maldice a Dios y muérete».

Job no se percató de que se había convertido en el epicentro de una profunda lucha cósmica entre Dios y Satanás. Afligido por esas luchas, Job lamentó estar vivo y deseó no haber nacido nunca Job 3:1-26
RVR1960 1 Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día. 2 Y exclamó Job, y dijo: 3 Perezca el día en que yo nací, Y la noche en que se dijo: Varón es concebido. 4 Sea aquel día sombrío, Y no cuide de él Dios desde arriba, Ni claridad sobre él resplandezca. 5 Aféenlo tinieblas y sombra de muerte; Repose sobre él nublado Que lo haga horrible como día caliginoso. 6 Ocupe aquella noche la oscuridad; No sea contada entre los días del año, Ni venga en el número de los meses. 7 ¡Oh, que fuera aquella noche solitaria, Que no viniera canción alguna en ella! 8 Maldíganla los que maldicen el día, Los que se aprestan para despertar a Leviatán. 9 Oscurézcanse las estrellas de su alba; Espere la luz, y no venga, Ni vea los párpados de la mañana; 10 Por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, Ni escondió de mis ojos la miseria. 11 ¿Por qué no morí yo en la matriz, O expiré al salir del vientre? 12 ¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Y a qué los pechos para que mamase? 13 Pues ahora estaría yo muerto, y reposaría; Dormiría, y entonces tendría descanso, 14 Con los reyes y con los consejeros de la tierra, Que reedifican para sí ruinas; 15 O con los príncipes que poseían el oro, Que llenaban de plata sus casas. 16 ¿Por qué no fui escondido como abortivo, Como los pequeñitos que nunca vieron la luz? 17 Allí los impíos dejan de perturbar, Y allí descansan los de agotadas fuerzas. 18 Allí también reposan los cautivos; No oyen la voz del capataz. 19 Allí están el chico y el grande, Y el siervo libre de su señor. 20 ¿Por qué se da luz al trabajado, Y vida a los de ánimo amargado, 21 Que esperan la muerte, y ella no llega, Aunque la buscan más que tesoros; 22 Que se alegran sobremanera, Y se gozan cuando hallan el sepulcro? 23 ¿Por qué se da vida al hombre que no sabe por dónde ha de ir, Y a quien Dios ha encerrado? 24 Pues antes que mi pan viene mi suspiro, Y mis gemidos corren como aguas. 25 Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía. 26 No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado; No obstante, me vino turbación. NTV 1 Por fin habló Job y maldijo el día de su nacimiento. 2 Dijo: 3 «Que sea borrado el día en que nací, y la noche en que fui concebido. 4 Que ese día se convierta en oscuridad; que se pierda aun para Dios en las alturas, y que ninguna luz brille en él. 5 Que la oscuridad y la penumbra absoluta reclamen ese día para sí; que una nube negra lo ensombrezca y la oscuridad lo llene de terror. 6 Que esa noche sea borrada del calendario y que nunca más se cuente entre los días del año ni aparezca entre los meses. 7 Que esa noche sea estéril, que no tenga ninguna alegría. 8 Que maldigan ese día los expertos en maldiciones, los que, con una maldición, podrían despertar al Leviatán. 9 Que las estrellas de la mañana de ese día permanezcan en oscuridad; que en vano espere la luz y que nunca llegue a ver la aurora. 10 Maldigo ese día por no haber cerrado el vientre de mi madre, por haberme dejado nacer para presenciar toda esta desgracia. 11 »¿Por qué no nací muerto? ¿Por qué no morí al salir del vientre? 12 ¿Por qué me pusieron en las rodillas de mi madre? ¿Por qué me alimentó con sus pechos? 13 Si hubiera muerto al nacer, ahora descansaría en paz; estaría dormido y en reposo. 14 Descansaría con los reyes y con los primeros ministros del mundo, cuyos grandiosos edificios ahora yacen en ruinas. 15 Descansaría junto a príncipes, ricos en oro, cuyos palacios estuvieron llenos de plata. 16 ¿Por qué no me enterraron como a un niño que nace muerto, como a un niño que nunca vivió para ver la luz? 17 Pues una vez muertos, los malvados no causan más problemas y los cansados encuentran reposo. 18 Aun los cautivos logran tranquilidad en la muerte, donde no hay guardias que los maldigan. 19 El rico y el pobre están allí, y el esclavo se libera de su dueño. 20 »Oh, ¿por qué dar luz a los desdichados, y vida a los amargados? 21 Ellos desean la muerte, pero no llega; buscan la muerte con más fervor que a tesoro escondido. 22 Se llenan de alegría cuando finalmente mueren, y se regocijan cuando llegan a la tumba. 23 ¿Por qué dar vida a los que no tienen futuro, a quienes Dios ha rodeado de dificultades? 24 No puedo comer a causa de mis suspiros; mis gemidos se derraman como el agua. 25 Lo que yo siempre había temido me ocurrió; se hizo realidad lo que me horrorizaba. 26 No tengo paz ni tranquilidad; no tengo descanso; solo me vienen dificultades».
Sin embargo, manifestó abiertamente su fidelidad incondicional a Dios con las palabras: “Aunque él me matare, en él esperaré” Job 13:15
RVR1960 15 He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; No obstante, defenderé delante de él mis caminos, NTV 15 Dios podría matarme, pero es mi única esperanza; voy a presentar mi caso ante él.
Aunque se imaginaba que pronto su vida terminaría, conservó la confianza en que la muerte no tendría la última palabra. Firmemente convencido, declaró que, aunque muriera, algún día se levantaría y él, el mismo Job, vería a Dios en su propia carne Job 19:25-27
RVR1960 25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. NTV 25 »Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra. 26 Y después que mi cuerpo se haya descompuesto, ¡todavía en mi cuerpo veré a Dios! 27 Yo mismo lo veré; así es, lo veré con mis propios ojos. ¡Este pensamiento me llena de asombro!
“Esta es una vislumbre inconfundible de la resurrección” (CBA 3:552).

¡Qué gloriosa esperanza en medio de semejante tragedia! Rodeado de enfermedad y dolor, de un colapso económico, del reproche social y de una crisis emocional, Job aún podía anhelar el día en que resucitaría y contemplaría a su amado Redentor. En realidad, la declaración de Job sobre la resurrección estaba llena de la misma convicción que siglos después Marta le expresara a Jesús: “Yo sé que [Lázaro] resucitará en la resurrección, en el día postrero” Juan 11:24
RVR1960 24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. NTV 24 — Es cierto — respondió Marta — , resucitará cuando resuciten todos, en el día final.
Job, al igual que Marta, tuvo que reclamar esta promesa por fe; aunque, a diferencia de Job, Marta pronto recibió una poderosa evidencia empírica de su creencia.

¿Cómo podemos aprender a confiar en Dios aun en medio de las duras injusticias de la vida?

LUNES — “Del poder del Seol”

Lee Salmos 49
RVR1960 Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré. 1 Oíd esto, pueblos todos; Escuchad, habitantes todos del mundo, 2 Así los plebeyos como los nobles, El rico y el pobre juntamente. 3 Mi boca hablará sabiduría, Y el pensamiento de mi corazón inteligencia. 4 Inclinaré al proverbio mi oído; Declararé con el arpa mi enigma. 5 ¿Por qué he de temer en los días de adversidad, Cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare? 6 Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, 7 Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate 8 (Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás), 9 Para que viva en adelante para siempre, Y nunca vea corrupción. 10 Pues verá que aun los sabios mueren; Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, Y dejan a otros sus riquezas. 11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación; Dan sus nombres a sus tierras. 12 Mas el hombre no permanecerá en honra; Es semejante a las bestias que perecen. 13 Este su camino es locura; Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah 14 Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada. 15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, Porque él me tomará consigo. Selah 16 No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa; 17 Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria. 18 Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, Y sea loado cuando prospere, 19 Entrará en la generación de sus padres, Y nunca más verá la luz. 20 El hombre que está en honra y no entiende, Semejante es a las bestias que perecen. NTV Para el director del coro: salmo de los descendientes de Coré. 1 ¡Escuchen esto, todos los pueblos! ¡Presten atención, habitantes de todo el mundo! 2 Los de las altas esferas y la gente común, ricos y pobres: ¡oigan! 3 Pues mis palabras son sabias y mis pensamientos están llenos de buena percepción. 4 Escucho con atención muchos proverbios y resuelvo enigmas con la inspiración del sonido de un arpa. 5 ¿Por qué tendría que temer cuando vienen dificultades, cuando los enemigos me rodean? 6 Ellos se fían de sus posesiones y se jactan de sus grandes riquezas. 7 Sin embargo, no pueden redimirse de la muerte pagándole un rescate a Dios. 8 La redención no se consigue tan fácilmente, pues nadie podrá jamás pagar lo suficiente 9 como para vivir para siempre y nunca ver la tumba. 10 Los sabios finalmente tendrán que morir, al igual que los necios y los insensatos, y dejarán toda su riqueza atrás. 11 La tumba es su hogar eterno, donde permanecerán para siempre. Podrán ponerle su propio nombre a sus propiedades, 12 pero su fama no durará. Morirán, al igual que los animales. 13 Ese es el destino de los necios, aunque sean recordados como si hubieran sido sabios. Interludio 14 Como ovejas, son llevados a la tumba, donde la muerte será su pastor. Por la mañana, los justos gobernarán sobre ellos. Sus cuerpos se pudrirán en la tumba, lejos de sus grandiosas propiedades. 15 Pero en mi caso, Dios redimirá mi vida; me arrebatará del poder de la tumba. Interludio 16 Así que no te desanimes cuando los malvados se enriquezcan, y en sus casas haya cada vez más esplendor. 17 Pues al morir, no se llevan nada consigo; sus riquezas no los seguirán a la tumba. 18 En esta vida se consideran dichosos y los aplauden por su éxito. 19 Pero morirán como todos sus antepasados, y nunca más volverán a ver la luz del día. 20 La gente que se jacta de su riqueza no comprende; morirán, al igual que los animales.

¿Qué llevó al salmista a estar tan seguro de su resurrección final Salmos 49:15
RVR1960 15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, Porque él me tomará consigo. Selah NTV 15 Pero en mi caso, Dios redimirá mi vida; me arrebatará del poder de la tumba. Interludio
en contraste con quienes perecieron sin esa seguridad Salmos 49:6-14
RVR1960 6 Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, 7 Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate 8 (Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás), 9 Para que viva en adelante para siempre, Y nunca vea corrupción. 10 Pues verá que aun los sabios mueren; Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, Y dejan a otros sus riquezas. 11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación; Dan sus nombres a sus tierras. 12 Mas el hombre no permanecerá en honra; Es semejante a las bestias que perecen. 13 Este su camino es locura; Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah 14 Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada. NTV 6 Ellos se fían de sus posesiones y se jactan de sus grandes riquezas. 7 Sin embargo, no pueden redimirse de la muerte pagándole un rescate a Dios. 8 La redención no se consigue tan fácilmente, pues nadie podrá jamás pagar lo suficiente 9 como para vivir para siempre y nunca ver la tumba. 10 Los sabios finalmente tendrán que morir, al igual que los necios y los insensatos, y dejarán toda su riqueza atrás. 11 La tumba es su hogar eterno, donde permanecerán para siempre. Podrán ponerle su propio nombre a sus propiedades, 12 pero su fama no durará. Morirán, al igual que los animales. 13 Ese es el destino de los necios, aunque sean recordados como si hubieran sido sabios. Interludio 14 Como ovejas, son llevados a la tumba, donde la muerte será su pastor. Por la mañana, los justos gobernarán sobre ellos. Sus cuerpos se pudrirán en la tumba, lejos de sus grandiosas propiedades.
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Salmo 49 habla de la falsa confianza de los necios, “que confían en sus bienes, y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan” Salmos 49:6
RVR1960 6 Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, NTV 6 Ellos se fían de sus posesiones y se jactan de sus grandes riquezas.
quienes “dan sus nombres a sus tierras” Salmos 49:11
RVR1960 11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación; Dan sus nombres a sus tierras. NTV 11 La tumba es su hogar eterno, donde permanecerán para siempre. Podrán ponerle su propio nombre a sus propiedades,
y viven solo para bendecirse a sí mismos Salmos 49:18
RVR1960 18 Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, Y sea loado cuando prospere, NTV 18 En esta vida se consideran dichosos y los aplauden por su éxito.
Actúan como si sus casas y su propia gloria duraran para siempre Salmos 49:11
RVR1960 11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación; Dan sus nombres a sus tierras. NTV 11 La tumba es su hogar eterno, donde permanecerán para siempre. Podrán ponerle su propio nombre a sus propiedades,
Salmos 49:17
RVR1960 17 Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria. NTV 17 Pues al morir, no se llevan nada consigo; sus riquezas no los seguirán a la tumba.

Pero los necios olvidan que su honor se desvanece y que perecen al igual que las bestias Salmos 49:12
RVR1960 12 Mas el hombre no permanecerá en honra; Es semejante a las bestias que perecen. NTV 12 pero su fama no durará. Morirán, al igual que los animales.
“Como a rebaños que son conducidos al Seol, la muerte los pastoreará [...] se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada” Salmos 49:14
RVR1960 14 Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada. NTV 14 Como ovejas, son llevados a la tumba, donde la muerte será su pastor. Por la mañana, los justos gobernarán sobre ellos. Sus cuerpos se pudrirán en la tumba, lejos de sus grandiosas propiedades.

Como dijo Job siglos antes, “desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá” Job 1:21
RVR1960 21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. NTV 21 y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo estaré cuando me vaya. El Señor me dio lo que tenía, y el Señor me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor! ».
1 Timoteo 6:7
RVR1960 7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. NTV 7 Después de todo, no trajimos nada cuando vinimos a este mundo ni tampoco podremos llevarnos nada cuando lo dejemos.
El salmista señala que tanto el necio como el sabio mueren, y dejan “sus riquezas a otros” Salmos 49:10
RVR1960 10 Pues verá que aun los sabios mueren; Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, Y dejan a otros sus riquezas. NTV 10 Los sabios finalmente tendrán que morir, al igual que los necios y los insensatos, y dejarán toda su riqueza atrás.

Pero, existe un contraste radical entre ellos. Por un lado está el necio, que perece, aunque trate de encontrar seguridad en las posesiones y los logros transitorios. En contraste, el sabio contempla, más allá de la mortalidad humana y la prisión de la tumba, la gloriosa recompensa que Dios le tiene reservada 1 Pedro 1:4
RVR1960 4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, NTV 4 y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse.
Con esta percepción en mente, el salmista pudo decir con confianza: “Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, porque él me tomará consigo” Salmos 49:15
RVR1960 15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, Porque él me tomará consigo. Selah NTV 15 Pero en mi caso, Dios redimirá mi vida; me arrebatará del poder de la tumba. Interludio

Conforme a la esperanza del Antiguo Testamento, esta declaración no sugiere que al momento de morir el alma del salmista volaría inmediatamente al cielo. El salmista simplemente dice que no permanecerá para siempre en la tumba. Llegará el momento en que Dios lo redimirá de la muerte y lo llevará a los atrios celestiales.

Una vez más, se describe la certeza de la resurrección futura, que aporta esperanza, seguridad y sentido a esta existencia actual. Por lo tanto, el sabio recibirá una recompensa mucho más gloriosa y eterna que la que el necio podría reunir para sí en esta corta vida.

¿De qué manera has podido ver la locura de quienes confían en sus riquezas y sus logros? Fijar tus ojos en la Cruz, ¿cómo puede protegerte de caer en el mismo error?

MARTES — “De los abismos de la tierra”

Lee Salmos 71
RVR1960 1 En ti, oh Jehová, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás. 2 Socórreme y líbrame en tu justicia; Inclina tu oído y sálvame. 3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. 4 Dios mío, líbrame de la mano del impío, De la mano del perverso y violento. 5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud. 6 En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza. 7 Como prodigio he sido a muchos, Y tú mi refugio fuerte. 8 Sea llena mi boca de tu alabanza, De tu gloria todo el día. 9 No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. 10 Porque mis enemigos hablan de mí, Y los que acechan mi alma consultaron juntamente, 11 Diciendo: Dios lo ha desamparado; Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre. 12 Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto en mi socorro. 13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan. 14 Mas yo esperaré siempre, Y te alabaré más y más. 15 Mi boca publicará tu justicia Y tus hechos de salvación todo el día, Aunque no sé su número. 16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor; Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola. 17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, Y hasta ahora he manifestado tus maravillas. 18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, Hasta que anuncie tu poder a la posteridad, Y tu potencia a todos los que han de venir, 19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso. Tú has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú? 20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. 21 Aumentarás mi grandeza, Y volverás a consolarme. 22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa, Oh Santo de Israel. 23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti, Y mi alma, la cual redimiste. 24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban. NTV 1 Oh Señor, a ti acudo en busca de protección; no permitas que me avergüencen. 2 Sálvame y rescátame, porque tú haces lo que es correcto. Inclina tu oído para escucharme y ponme en libertad. 3 Sé tú mi roca de seguridad, donde siempre pueda esconderme. Da la orden de salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza. 4 Dios mío, rescátame del poder de los perversos, de las garras de los crueles opresores. 5 Oh Señor, solo tú eres mi esperanza; en ti he confiado, oh Señor, desde mi niñez. 6 Así es, estás conmigo desde mi nacimiento; me has cuidado desde el vientre de mi madre. ¡Con razón siempre te alabo! 7 Mi vida es un ejemplo para muchos, porque tú has sido mi fuerza y protección. 8 Por eso nunca puedo dejar de alabarte; todo el día declaro tu gloria. 9 Y ahora, en mi vejez, no me hagas a un lado; no me abandones cuando me faltan las fuerzas. 10 Pues mis enemigos murmuran contra mí y juntos confabulan matarme. 11 Dicen: «Dios lo ha abandonado. Vayamos y agarrémoslo, porque ahora nadie lo ayudará». 12 Oh Dios, no te quedes lejos; Dios mío, por favor, apresúrate a ayudarme. 13 Trae deshonra y destrucción a los que me acusan; humilla y avergüenza a los que quieren hacerme daño. 14 Seguiré con la esperanza de tu ayuda; te alabaré más y más. 15 A todos les hablaré de tu justicia; todo el día proclamaré tu poder salvador, aunque no tengo facilidad de palabras. 16 Alabaré tus obras poderosas, oh Señor Soberano, y les contaré a todos que solo tú eres justo. 17 Oh Dios, tú me has enseñado desde mi tierna infancia, y yo siempre les cuento a los demás acerca de tus hechos maravillosos. 18 Ahora que estoy viejo y canoso, no me abandones, oh Dios. Permíteme proclamar tu poder a esta nueva generación, tus milagros poderosos a todos los que vienen después de mí. 19 Tu justicia, oh Dios, alcanza los cielos más altos; ¡has hecho cosas tan maravillosas! ¿Quién se compara contigo, oh Dios? 20 Has permitido que sufra muchas privaciones, pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra. 21 Me restaurarás incluso a mayor honor y me consolarás una vez más. 22 Entonces te alabaré con música de arpa, porque eres fiel a tus promesas, oh mi Dios. Te cantaré alabanzas con la lira, oh Santo de Israel. 23 Gritaré de alegría y cantaré tus alabanzas, porque me redimiste. 24 Todo el día hablaré de tus justas acciones, porque todos los que trataron de hacerme daño fueron humillados y avergonzados.

¿Qué quiso decir el salmista cuando le pidió a Dios que lo levantara “de los abismos de la tierra” Salmos 71:20
RVR1960 20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. NTV 20 Has permitido que sufra muchas privaciones, pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra.
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En Salmo 49 encontramos una conmovedora expresión de esperanza en la resurrección, en contraste con la falsa seguridad del necio, que confiaba en su riqueza. En Salmo 71, el salmista busca seguridad y esperanza en Dios mientras está rodeado de enemigos y acusadores falsos que dicen que Dios lo ha abandonado Salmos 71:10-11
RVR1960 10 Porque mis enemigos hablan de mí, Y los que acechan mi alma consultaron juntamente, 11 Diciendo: Dios lo ha desamparado; Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre. NTV 10 Pues mis enemigos murmuran contra mí y juntos confabulan matarme. 11 Dicen: «Dios lo ha abandonado. Vayamos y agarrémoslo, porque ahora nadie lo ayudará».

En medio de las pruebas, el salmista encuentra consuelo y seguridad al recordar como Dios lo cuidó en el pasado. En primer lugar, se da cuenta de que Dios lo sostuvo desde que nació e incluso desde que lo sacara del vientre de su madre Salmos 71:6
RVR1960 6 En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza. NTV 6 Así es, estás conmigo desde mi nacimiento; me has cuidado desde el vientre de mi madre. ¡Con razón siempre te alabo!
Luego, reconoce que Dios le enseñó desde su juventud Salmos 71:17
RVR1960 17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, Y hasta ahora he manifestado tus maravillas. NTV 17 Oh Dios, tú me has enseñado desde mi tierna infancia, y yo siempre les cuento a los demás acerca de tus hechos maravillosos.

Con la certeza de que Dios era su Roca y su Fortaleza, el salmista le suplica: “Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente” Salmos 71:3
RVR1960 3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. NTV 3 Sé tú mi roca de seguridad, donde siempre pueda esconderme. Da la orden de salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza.
“No me deseches en el tiempo de la vejez. Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares” Salmos 71:9
RVR1960 9 No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. NTV 9 Y ahora, en mi vejez, no me hagas a un lado; no me abandones cuando me faltan las fuerzas.
“Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto en mi socorro” Salmos 71:12
RVR1960 12 Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto en mi socorro. NTV 12 Oh Dios, no te quedes lejos; Dios mío, por favor, apresúrate a ayudarme.
Y luego el salmista agrega: “Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, volverás a darme vida, y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra” Salmos 71:20
RVR1960 20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. NTV 20 Has permitido que sufra muchas privaciones, pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra.

La expresión “de los abismos de la tierra” podría entenderse literalmente como una alusión a la futura resurrección física del salmista. Pero el contexto parece favorecer una descripción metafórica de la condición de profunda depresión del salmista, como si la Tierra se lo estuviera tragando (comparar con Salmos 88:6
RVR1960 6 Me has puesto en el hoyo profundo, En tinieblas, en lugares profundos. NTV 6 Me arrojaste a la fosa más honda, a las profundidades más oscuras.
Salmos 130:1
RVR1960 Cántico gradual. 1 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. NTV Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. 1 Desde lo profundo de mi desesperación, oh Señor, clamo por tu ayuda.
Por lo tanto, podríamos decir que, “aunque básicamente se trata de lenguaje figurativo, también contiene una sugerencia de resurrección física”

En definitiva, lo importante es captar que, sea cual fuere nuestra situación, Dios está allí, tiene interés y, en última instancia, nuestra esperanza no se encuentra en esta vida, sino en la vida venidera: la vida eterna que tenemos en Jesús después de nuestra resurrección, a su regreso.

Todos hemos tenido terribles momentos de desánimo. Sin embargo, el hecho de enfocarte en las formas en que Dios estuvo contigo en el pasado, ¿cómo puede ayudarte a seguir adelante con fe y confianza en los momentos en que él aparentemente está muy lejos?

MIERCOLES — Tus muertos vivirán

Lee Isaías 26:14
RVR1960 14 Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo. NTV 14 Aquellos a quienes servimos antes, están muertos y bajo tierra; ¡sus espíritus difuntos nunca volverán! Tú los atacaste y los destruiste, y hace tiempo que pasaron al olvido.
Isaías 26:19
RVR1960 19 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ! ! Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. NTV 19 Pero los que mueren en el Señor vivirán; ¡sus cuerpos se levantarán otra vez! Los que duermen en la tierra se levantarán y cantarán de alegría. Pues tu luz que da vida descenderá como el rocío sobre tu pueblo, en el lugar de los muertos.

¿Cuál es el contraste entre los que perecerán para siempre Isaías 26:14
RVR1960 14 Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo. NTV 14 Aquellos a quienes servimos antes, están muertos y bajo tierra; ¡sus espíritus difuntos nunca volverán! Tú los atacaste y los destruiste, y hace tiempo que pasaron al olvido.
ver también Malaquías 4:1
RVR1960 1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. NTV 1 El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: «El día del juicio se acerca, ardiente como un horno. En aquel día el arrogante y el perverso serán quemados como paja. Serán consumidos, desde las raíces hasta las ramas.
y los que recibirán la vida eterna Isaías 26:19
RVR1960 19 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ! ! Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. NTV 19 Pero los que mueren en el Señor vivirán; ¡sus cuerpos se levantarán otra vez! Los que duermen en la tierra se levantarán y cantarán de alegría. Pues tu luz que da vida descenderá como el rocío sobre tu pueblo, en el lugar de los muertos.
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El libro de Isaías presenta un gran contraste entre la majestad de Dios y nuestra fragilidad humana ver Isaías 40
RVR1960 1 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. 2 Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados. 3 Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. 4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. 5 Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado. 6 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo. 7 La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. 8 Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. 9 Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro! 10 He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro. 11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas. 12 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? 13 ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? 14 ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? 15 He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. 16 Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. 17 Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es. 18 ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? 19 El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata. 20 El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva. 21 ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? 22 Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. 23 Él convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. 24 Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca. 25 ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. 26 Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio. 27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? 28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29 Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Isaías 40: 3 : Mt. 3.
3; Mr. 1.
3; Jn. 1.
23. Isaías 40: 5 : Lc. 3.
4-6. Isaías 40: 8 : Stg. 1.
10-11; 1 P. 1.
24-25. Isaías 40: 10 : Is. 62.
11; Ap. 22.
12. Isaías 40: 13 : Ro. 11.
34; 1 Co. 2.
16.
NTV 1 «Consuelen, consuelen a mi pueblo — dice su Dios — . 2 Hablen con ternura a Jerusalén y díganle que se acabaron sus días tristes y que sus pecados están perdonados. Sí, el Señor le dio doble castigo por todos sus pecados». 3 ¡Escuchen! Es la voz de alguien que clama: «¡Abran camino a través del desierto para el Señor! ¡Hagan una carretera derecha a través de la tierra baldía para nuestro Dios! 4 Rellenen los valles y allanen los montes y las colinas; enderecen las curvas y suavicen los lugares ásperos. 5 Entonces se revelará la gloria del Señor y todas las personas la verán. ¡El Señor ha hablado! ». 6 Una voz dijo: «¡Grita! ». Y yo pregunté: «¿Qué debo gritar? ». «Grita que los seres humanos son como la hierba. Su belleza se desvanece tan rápido como las flores en un campo. 7 La hierba se seca y las flores se marchitan bajo el aliento del Señor. Y así sucede también con los seres humanos. 8 La hierba se seca y las flores se marchitan, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre». 9 ¡Oh Sion, mensajera de buenas noticias, grita desde las cimas de los montes! Grítalo más fuerte, oh Jerusalén. Grita y no tengas miedo. Diles a las ciudades de Judá: «¡Aquí viene su Dios! ». 10 Sí, el Señor Soberano viene con poder y reinará con brazo poderoso. Miren, él trae consigo su recompensa. 11 Alimentará su rebaño como un pastor; llevará en sus brazos los corderos y los mantendrá cerca de su corazón. Guiará con delicadeza a las ovejas con crías. 12 ¿Quién ha sostenido los océanos en la mano? ¿Quién ha medido los cielos con los dedos? ¿Quién sabe cuánto pesa la tierra, o ha pesado los montes y las colinas en una balanza? 13 ¿Quién puede dar consejos al Espíritu del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo o instruirlo? 14 ¿Acaso el Señor alguna vez ha necesitado el consejo de alguien? ¿Necesita que se le instruya sobre lo que es bueno? ¿Le enseñó alguien al Señor lo que es correcto, o le mostró la senda de la justicia? 15 No, porque todas las naciones del mundo no son más que un grano de arena en el desierto. No son más que una capa de polvo sobre la balanza. Él levanta el mundo entero como si fuera un grano de arena. 16 Toda la madera de los bosques del Líbano y todos los animales del Líbano no serían suficientes para presentar una ofrenda quemada digna de nuestro Dios. 17 Las naciones del mundo no valen nada para él. Ante sus ojos, cuentan menos que nada; son solo vacío y espuma. 18 ¿Con quién podemos comparar a Dios? ¿Qué imagen se puede encontrar que se le parezca? 19 ¿Se le puede comparar con un ídolo formado en un molde, revestido de oro y decorado con cadenas de plata? 20 Y si la gente es demasiado pobre para eso, al menos escogen una madera que no se pudre y un artesano habilidoso ¡para que talle una imagen que no se caiga! 21 ¿Acaso no han oído? ¿No entienden? ¿Están sordos a las palabras de Dios, las palabras que habló antes de que existiera el mundo? ¿Son tan ignorantes? 22 Dios se sienta sobre el círculo de la tierra; la gente que hay abajo le parecen saltamontes. Él despliega los cielos como una cortina, y hace con ellos su carpa. 23 Él juzga a los poderosos del mundo y los reduce a nada. 24 Apenas comienzan, recién están echando raíces, cuando él sopla sobre ellos y se marchitan; se los lleva el viento como a la paja. 25 «¿Con quién me compararán? ¿Quién es igual a mí? », pregunta el Santo. 26 Levanten la mirada a los cielos. ¿Quién creó todas las estrellas? Él las hace salir como un ejército, una tras otra, y llama a cada una por su nombre. A causa de su gran poder y su incomparable fuerza, no se pierde ni una de ellas. 27 Oh Jacob, ¿cómo puedes decir que el Señor no ve tus dificultades? Oh Israel, ¿cómo puedes decir que Dios no toma en cuenta tus derechos? 28 ¿Acaso nunca han oído? ¿Nunca han entendido? El Señor es el Dios eterno, el Creador de toda la tierra. Él nunca se debilita ni se cansa; nadie puede medir la profundidad de su entendimiento. 29 Él da poder a los indefensos y fortaleza a los débiles. 30 Hasta los jóvenes se debilitan y se cansan, y los hombres jóvenes caen exhaustos. 31 En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán.
Aunque somos como la hierba que se seca y la flor que se marchita, la Palabra de Dios permanece para siempre Isaías 40:6-8
RVR1960 6 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo. 7 La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. 8 Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. NTV 6 Una voz dijo: «¡Grita! ». Y yo pregunté: «¿Qué debo gritar? ». «Grita que los seres humanos son como la hierba. Su belleza se desvanece tan rápido como las flores en un campo. 7 La hierba se seca y las flores se marchitan bajo el aliento del Señor. Y así sucede también con los seres humanos. 8 La hierba se seca y las flores se marchitan, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre».
Sin embargo, a pesar de nuestra pecaminosidad humana, la gracia salvífica de Dios está disponible para todos los seres humanos y es eficaz incluso para los gentiles que abracen su Pacto y guarden el sábado Isaías 56
RVR1960 1 Así dijo Jehová: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está mi salvación para venir, y mi justicia para manifestarse. 2 Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal. 3 Y el extranjero que sigue a Jehová no hable diciendo: Me apartará totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco. 4 Porque así dijo Jehová: A los eunucos que guarden mis días de reposo, y escojan lo que yo quiero, y abracen mi pacto, 5 yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. 6 Y a los hijos de los extranjeros que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a todos los que guarden el día de reposo para no profanarlo, y abracen mi pacto, 7 yo los llevaré a mi santo monte, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos. 8 Dice Jehová el Señor, el que reúne a los dispersos de Israel: Aún juntaré sobre él a sus congregados. 9 Todas las bestias del campo, todas las fieras del bosque, venid a devorar. 10 Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. 11 Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado. 12 Venid, dicen, tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, o mucho más excelente. NTV 1 Esto dice el Señor: «Sean justos e imparciales con todos; hagan lo que es bueno y correcto, porque vendré pronto para rescatarlos y para manifestar mi justicia entre ustedes. 2 Benditos todos los que se aseguran de cumplir esto. Benditos los que honran mis días de descanso, y procuran no hacer el mal. 3 »No permitan que los extranjeros que se comprometen con el Señor digan: “El Señor nunca dejará que yo sea parte de su pueblo”. Y no permitan que los eunucos digan: “Soy un árbol seco, sin hijos y sin futuro”. 4 Pues esto dice el Señor: Bendeciré a los eunucos que guardan como santos mis días de descanso, que deciden hacer lo que a mí me agrada y me entregan su vida. 5 Les daré — dentro de las paredes de mi casa — un recordatorio y un nombre, mucho más grande del que hijos o hijas pudieran darles. Pues el nombre que les doy es eterno; ¡nunca desaparecerá! 6 »También bendeciré a los extranjeros que se comprometan con el Señor, quienes lo sirvan y amen su nombre, quienes lo adoren y no profanen el día de descanso, y quienes se mantengan fieles a mi pacto. 7 Los llevaré a mi monte santo de Jerusalén y los llenaré de alegría en mi casa de oración. Aceptaré sus ofrendas quemadas y sus sacrificios, porque mi templo será llamado casa de oración para todas las naciones. 8 Pues el Señor Soberano, que hace volver a los marginados de Israel, dice: Traeré a otros también, además de mi pueblo Israel». 9 ¡Vengan, animales salvajes de los campos! ¡Vengan, animales salvajes de los bosques! ¡Vengan a devorar a mi pueblo! 10 Pues los líderes de mi pueblo, los guardianes del Señor, sus pastores, son ciegos e ignorantes. Son como perros guardianes silenciosos que no advierten cuando viene el peligro. Les encanta estar echados, durmiendo y soñando. 11 Como perros glotones, nunca quedan satisfechos. Son pastores ignorantes; cada uno va por su propio camino y busca ganancias personales. 12 «Vengan — dicen ellos — , consigamos vino y hagamos una fiesta. Emborrachémonos todos. ¡Mañana lo haremos de nuevo, y tendremos una fiesta aún más grande! ».

En el libro de Isaías, la esperanza de la resurrección se amplía significativamente. Si bien previamente en la Biblia las alusiones a la resurrección se expresaron más desde perspectivas personales Job 19:25-27
RVR1960 25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. NTV 25 »Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra. 26 Y después que mi cuerpo se haya descompuesto, ¡todavía en mi cuerpo veré a Dios! 27 Yo mismo lo veré; así es, lo veré con mis propios ojos. ¡Este pensamiento me llena de asombro!
Salmos 49:15
RVR1960 15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, Porque él me tomará consigo. Selah NTV 15 Pero en mi caso, Dios redimirá mi vida; me arrebatará del poder de la tumba. Interludio
Salmos 71:20
RVR1960 20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. NTV 20 Has permitido que sufra muchas privaciones, pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra.
el profeta Isaías habla de ella como si lo incluyera a él mismo y también a la comunidad de creyentes del Pacto Isaías 26:19
RVR1960 19 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ! ! Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. NTV 19 Pero los que mueren en el Señor vivirán; ¡sus cuerpos se levantarán otra vez! Los que duermen en la tierra se levantarán y cantarán de alegría. Pues tu luz que da vida descenderá como el rocío sobre tu pueblo, en el lugar de los muertos.

Isaías capítulo 26 contrasta los distintos destinos de los impíos y los justos. Por un lado, los malvados seguirán muertos, y no volverán a vivir jamás, al menos después de la “segunda muerte” Apocalipsis 21:8
RVR1960 8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. NTV 8 »Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que rinden culto a ídolos y todos los mentirosos, tendrán su destino en el lago de fuego que arde con azufre. Esta es la segunda muerte».
Serán completamente destruidos y toda su memoria perecerá para siempre Isaías 26:14
RVR1960 14 Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo. NTV 14 Aquellos a quienes servimos antes, están muertos y bajo tierra; ¡sus espíritus difuntos nunca volverán! Tú los atacaste y los destruiste, y hace tiempo que pasaron al olvido.
Este pasaje subraya la enseñanza de que no hay almas ni espíritus sobrevivientes que continúen vivos después de la muerte. Hablando de la destrucción final de los impíos, que tendrá lugar posteriormente, Dios declaró en otra parte que se quemarán por completo, y no quedará “ni raíz ni rama” de ellos Malaquías 4:1
RVR1960 1 Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. NTV 1 El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: «El día del juicio se acerca, ardiente como un horno. En aquel día el arrogante y el perverso serán quemados como paja. Serán consumidos, desde las raíces hasta las ramas.

Por otro lado, los justos muertos resucitarán de la muerte para recibir su bendita recompensa. En Isaías capítulo 25 resalta que Jehová el Señor “destruirá a la muerte para siempre” y “enjugará [...] toda lágrima de todos los rostros” Isaías 25:8
RVR1960 8 Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. NTV 8 ¡Él devorará a la muerte para siempre! El Señor Soberano secará todas las lágrimas y quitará para siempre los insultos y las burlas contra su tierra y su pueblo. ¡El Señor ha hablado!
En Isaías capítulo 26 encontramos las siguientes palabras: “Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos” Isaías 26:19
RVR1960 19 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ! ! Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. NTV 19 Pero los que mueren en el Señor vivirán; ¡sus cuerpos se levantarán otra vez! Los que duermen en la tierra se levantarán y cantarán de alegría. Pues tu luz que da vida descenderá como el rocío sobre tu pueblo, en el lugar de los muertos.
Todos los justos resucitados participarán de la alegre fiesta que Dios preparará para todos los pueblos Isaías 25:6
RVR1960 6 Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados. NTV 6 En Jerusalén, el Señor de los Ejércitos Celestiales preparará un maravilloso banquete para toda la gente del mundo. Será un banquete delicioso con vino añejo y carne de primera calidad.
La resurrección final reunirá a todos los justos de todas las edades, incluyendo a tus seres queridos que ya murieron en Cristo.

Imagínate si no tuviéramos ninguna esperanza, ninguna seguridad, ninguna razón para pensar que nuestra muerte no es más que el fin de todo para nosotros. Y, peor aún: que todos nuestros amados desaparecerán, y pronto será como si nunca hubiéramos existido; como si nuestra vida nunca hubiese significado absolutamente nada. ¿Cómo contrasta este destino con la esperanza que tenemos?

JUEVES — “Los que duermen en el polvo”

Como veremos, el Nuevo Testamento habla mucho de la resurrección de los muertos; y, como ya vimos, la idea de la resurrección también aparece en el Antiguo Testamento. Esta gente, en tiempos del Antiguo Testamento, ya tenía la misma esperanza de la resurrección final que nosotros tenemos. Marta, que vivió en la época de Jesús, ya tenía esta esperanza Juan 11:24
RVR1960 24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. NTV 24 — Es cierto — respondió Marta — , resucitará cuando resuciten todos, en el día final.
Sin duda, en ese entonces los judíos tenían cierto conocimiento de la resurrección de los últimos días; aunque no todos creían en esto. Ver Hechos 23:8
RVR1960 8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas. NTV 8 porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángeles, ni espíritus, pero los fariseos sí creen en todo esto.

Lee Daniel 12
RVR1960 1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. 2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. 3 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. 4 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. 5 Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río. 6 Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? 7 Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas. 8 Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? 9 Él respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. 10 Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. 11 Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. 12 Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. 13 Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días. Daniel 12: 1 : Ap. 12.
7. Daniel 12: 1 : Mt. 24.
21; Mr. 13.
19; Ap. 7.
14; 12.
7. Daniel 12: 2 : Mt. 25.
46; Jn. 5.
29. Daniel 12: 4 : Ap. 22.
10. Daniel 12: 7 : Ap. 10.
5. Daniel 12: 7 : Ap. 12.
14. Daniel 12: 10 : Ap. 22.
11. Daniel 12: 11 : Dn. 9.
27; 11.
31; Mt. 24.
15; Mr. 13.
14.
NTV 1 »En ese tiempo se levantará Miguel, el arcángel que hace guardia sobre tu nación. Entonces habrá un tiempo de angustia, como no lo hubo desde que existen las naciones. Sin embargo, en ese momento, cada uno de tu pueblo que tiene el nombre escrito en el libro será rescatado. 2 Se levantarán muchos de los que están muertos y enterrados, algunos para vida eterna y otros para vergüenza y deshonra eterna. 3 Los sabios resplandecerán tan brillantes como el cielo y quienes conducen a muchos a la justicia brillarán como estrellas para siempre. 4 Pero tú, Daniel, mantén en secreto esta profecía; sella el libro hasta el tiempo del fin, cuando muchos correrán de aquí para allá y el conocimiento aumentará. 5 Entonces yo, Daniel, vi a otros dos que estaban de pie en lados opuestos del río. 6 Uno de ellos le preguntó al hombre vestido de lino, que estaba de pie sobre el río: — ¿Cuánto tiempo pasará hasta que terminen estos espantosos sucesos? 7 El hombre vestido de lino — que estaba de pie sobre el río — levantó ambas manos hacia el cielo e hizo un juramento solemne por aquel que vive para siempre diciendo: — Durará por un tiempo, tiempos y medio tiempo. Cuando finalmente termine el quebrantamiento del pueblo santo, todas estas cosas habrán sucedido. 8 Oí lo que dijo, pero no entendí el significado. Entonces le pregunté: — Mi señor, ¿cómo terminará todo esto? 9 Pero él dijo: — Vete ya, Daniel, porque lo que he dicho se mantendrá en secreto y sellado hasta el tiempo del fin. 10 Mediante estas pruebas, muchos serán purificados, limpiados y refinados. Sin embargo, los perversos seguirán en su perversidad y ninguno de ellos entenderá. Solo los sabios comprenderán lo que significa. 11 »Desde el momento en que se detengan los sacrificios diarios y coloquen el objeto sacrílego que causa profanación para ser adorado, habrá 1290 días. 12 ¡Benditos sean los que esperen y permanezcan hasta el fin de los 1335 días! 13 »En cuanto a ti, sigue tu camino hasta el final. Descansarás y, entonces, al final de los días, te levantarás para recibir la herencia que ha sido guardada para ti.

¿Qué esperanza de resurrección encontramos aquí, en los escritos de este gran profeta?

Daniel 12:1
RVR1960 1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. NTV 1 »En ese tiempo se levantará Miguel, el arcángel que hace guardia sobre tu nación. Entonces habrá un tiempo de angustia, como no lo hubo desde que existen las naciones. Sin embargo, en ese momento, cada uno de tu pueblo que tiene el nombre escrito en el libro será rescatado.
se refiere a Miguel, “el gran príncipe”, cuya identificación ha sido muy controvertida. Como cada una de las grandes visiones del libro de Daniel culmina con la manifestación de Cristo y su Reino, lo mismo debería ocurrir con respecto a este pasaje específico. En el libro de Daniel encontramos alusiones al mismo Ser divino como “el príncipe de los ejércitos” Daniel 8:11
RVR1960 11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. NTV 11 Incluso desafió al comandante del ejército de los cielos cancelando los sacrificios diarios que le ofrecían al comandante y destruyendo su templo.
“el Príncipe de los príncipes” Daniel 8:25
RVR1960 25 Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana. NTV 25 Será un maestro del engaño y se volverá arrogante; destruirá a muchos de golpe. Hasta entrará en batalla con el Príncipe de príncipes, pero será quebrantado, aunque no por poder humano.
“el Mesías Príncipe” Daniel 9:25
RVR1960 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. NTV 25 ¡Ahora escucha y entiende! Pasarán siete conjuntos de siete más sesenta y dos conjuntos de siete desde el momento en que se dé la orden de reconstruir Jerusalén hasta que venga un gobernante, el Ungido. Jerusalén será reconstruida con calles y fuertes defensas, a pesar de los tiempos peligrosos.
y finalmente como “Miguel, el gran príncipe” Daniel 12:1
RVR1960 1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. NTV 1 »En ese tiempo se levantará Miguel, el arcángel que hace guardia sobre tu nación. Entonces habrá un tiempo de angustia, como no lo hubo desde que existen las naciones. Sin embargo, en ese momento, cada uno de tu pueblo que tiene el nombre escrito en el libro será rescatado.
Por lo que también debemos identificar a Miguel como Cristo.

Todos los pasajes del Antiguo Testamento considerados hasta ahora Job 19:25-27
RVR1960 25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; 26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; 27 Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. NTV 25 »Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra. 26 Y después que mi cuerpo se haya descompuesto, ¡todavía en mi cuerpo veré a Dios! 27 Yo mismo lo veré; así es, lo veré con mis propios ojos. ¡Este pensamiento me llena de asombro!
Salmos 49:15
RVR1960 15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, Porque él me tomará consigo. Selah NTV 15 Pero en mi caso, Dios redimirá mi vida; me arrebatará del poder de la tumba. Interludio
Salmos 71:20
RVR1960 20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. NTV 20 Has permitido que sufra muchas privaciones, pero volverás a darme vida y me levantarás de las profundidades de la tierra.
Isaías 26:19
RVR1960 19 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ! ! Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. NTV 19 Pero los que mueren en el Señor vivirán; ¡sus cuerpos se levantarán otra vez! Los que duermen en la tierra se levantarán y cantarán de alegría. Pues tu luz que da vida descenderá como el rocío sobre tu pueblo, en el lugar de los muertos.
hablan de la resurrección de los justos. Pero Daniel capítulo 12 habla de una resurrección de justos e injustos. Cuando Miguel se levanta, “muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” Daniel 12:2
RVR1960 2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. NTV 2 Se levantarán muchos de los que están muertos y enterrados, algunos para vida eterna y otros para vergüenza y deshonra eterna.

Muchos consideran que este versículo habla de una resurrección especial de algunas personas, tanto fieles como infieles, en la venida de Cristo.

“Los sepulcros se abren y ‘muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua’ Daniel 12:2
RVR1960 2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. NTV 2 Se levantarán muchos de los que están muertos y enterrados, algunos para vida eterna y otros para vergüenza y deshonra eterna.
Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel salen glorificados de la tumba y oyen el pacto de paz que Dios hace con los que han guardado su Ley. ‘Los que lo traspasaron’ Apocalipsis 1:7
RVR1960 7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. NTV 7 ¡Miren! Él viene en las nubes del cielo. Y todos lo verán, incluso aquellos que lo traspasaron. Y todas las naciones del mundo se lamentarán por él. ¡Sí! ¡Amén!
los que se mofaron y se rieron de la agonía del Cristo moribundo, y los oponentes más violentos de su verdad y su pueblo, son resucitados para contemplarlo en su gloria y ver el honor conferido a los fieles y obedientes” (CS 621).

VIERNES - Para Estudiar y Meditar

Para estudiar y meditar
Lee Elena de White, Profetas y reyes, “Visiones de la gloria futura”, pp. 533-542.

La ciencia moderna enseña que toda materia está compuesta de átomos, a su vez conformados por dos partículas más pequeñas, quarks y leptones, que se cree que son los componentes básicos de toda la realidad física. Entonces, si la esencia del mundo físico son quarks y leptones, ¿no podría el Dios que no solo creó ese mundo sino también lo sostiene simplemente reconfigurar los quarks y los leptones cuando llegue el momento de resucitarnos? Para burlarse de la resurrección, el ateo Bertrand Russell preguntó qué sucedería con aquellos a quienes los caníbales se los comieron, porque sus cuerpos ahora son parte de los caníbales, y entonces, ¿a quién le corresponde qué cosa en la resurrección? Pero, supongamos que Dios simplemente toma quarks y leptones (los bloques de construcción fundamentales de la existencia) de algún lugar y, sobre la base de la información que posee sobre cada uno de nosotros, nos reconstruye a partir de esos quarks y leptones. No necesita nuestra matriz; cualquiera servirá. O, de hecho, podría simplemente llamar a la existencia a nuevos quarks y leptones y partir de allí. Al margen de cómo lo haga, el Dios que creó el Universo puede volver a crearnos, lo que promete hacer en la resurrección de los muertos.

“El Dador de la vida reunirá en la primera resurrección a su posesión comprada, y hasta que llegue esa hora triunfante, cuando resuene la última trompeta y el inmenso ejército surja para victoria eterna, cada santo que duerme será conservado como seguridad, y será guardado como una joya preciosa a la que Dios conoce por nombre. Mediante el poder del Salvador que estuvo en ellos mientras vivían y porque fueron participantes de la naturaleza divina, son sacados de entre los muertos” (“Comentarios de Elena de White”, CBA 4:1.165).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

PREGUNTA 1

Se estima que existen dos billones de galaxias, cada una compuesta por miles de millones de estrellas. Y algunas de estas estrellas tienen planetas que orbitan alrededor de ellas, al igual que los planetas de nuestro sistema solar orbitan alrededor del Sol. Ahora, piensa en el increíble poder de Dios, quien no solo creó todas estas estrellas, sino además las sostiene y las conoce por nombre Salmos 147:4
RVR1960 4 Él cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres. NTV 4 Cuenta las estrellas y llama a cada una por su nombre.
Aunque esa asombrosa realidad no prueba que este mismo Dios pueda resucitar a los muertos, ¿en qué medida nos revela este mismo poder asombroso que tiene y por qué, ciertamente, algo como la resurrección no estaría más allá de su poder

PREGUNTA 2

Hebreos 11
RVR1960 1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. 3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. 4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella. 5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. 7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe. 8 Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 11 Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. 12 Por lo cual también, de uno, y ese ya casi muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar. 13 Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; 15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. 16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad. 17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, 18 habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; 19 pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. 20 Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú respecto a cosas venideras. 21 Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón. 22 Por la fe José, al morir, mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus huesos. 23 Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey. 24 Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, 25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, 26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón. 27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. 28 Por la fe celebró la pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos no los tocase a ellos. 29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados. 30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días. 31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz. 32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. 35 Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. 36 Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. 37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; 38 de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. 39 Y todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; 40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. Hebreos 11: 3 : Gn. 1.
1. Hebreos 11: 4 : Gn. 4.
3-10. Hebreos 11: 5 : Gn. 5.
21-24. Hebreos 11: 7 : Gn. 6.
13-22. Hebreos 11: 8 : Gn. 12.
1-5. Hebreos 11: 9 : Gn. 35.
27. Hebreos 11: 11 : Gn. 18.
11-14; 21.
2. Hebreos 11: 12 : Gn. 15.
5. Hebreos 11: 12 : Gn. 22.
17. Hebreos 11: 13 : Gn. 23.
4. Hebreos 11: 17 : Gn. 22.
1-14. Hebreos 11: 18 : Gn. 21.
12. Hebreos 11: 20 : Gn. 27.
27-29,39-40. Hebreos 11: 21 : Gn. 47.
31 — 48.
20. Hebreos 11: 22 : Gn. 50.
24-25; Ex. 13.
19. Hebreos 11: 23 : Ex. 2.
2. Hebreos 11: 23 : Ex. 1.
22. Hebreos 11: 24 : Ex. 2.
10-12. Hebreos 11: 27 : Ex. 2.
15. Hebreos 11: 28 : Ex. 12.
21-30. Hebreos 11: 29 : Ex. 14.
21-31. Hebreos 11: 30 : Jos. 6.
12-21. Hebreos 11: 31 : Jos. 6.
22-25. Hebreos 11: 31 : Jos. 2.
1-21. Hebreos 11: 32 : Jue. 6.
11 — 8.
32. Hebreos 11: 32 : Jue. 4.
6 — 5.
31. Hebreos 11: 32 : Jue. 13.
2 — 16.
31. Hebreos 11: 32 : Jue. 11.
1 — 12.
7. Hebreos 11: 32 : 1 S. 16.
1 — 1 R. 2.
11. Hebreos 11: 32 : 1 S. 1.
1 — 25.
1. Hebreos 11: 33 : Dn. 6.
1-27. Hebreos 11: 34 : Dn. 3.
1-30. Hebreos 11: 35 : 1 R. 17.
17-24; 2 R. 4.
25-37. Hebreos 11: 36 : 1 R. 22.
26-27; 2 Cr. 18.
25-26; Jer. 20.
2; 37.
15; 38.
6. Hebreos 11: 37 : 2 Cr. 24.
21.
NTV 1 La fe demuestra la realidad de lo que esperamos; es la evidencia de las cosas que no podemos ver. 2 Por su fe, la gente de antaño gozó de una buena reputación. 3 Por la fe entendemos que todo el universo fue formado por orden de Dios, de modo que lo que ahora vemos no vino de cosas visibles. 4 Fue por la fe que Abel presentó a Dios una ofrenda más aceptable que la que presentó Caín. La ofrenda de Abel demostró que era un hombre justo, y Dios aprobó sus ofrendas. Aunque Abel murió hace mucho tiempo, todavía nos habla por su ejemplo de fe. 5 Fue por la fe que Enoc ascendió al cielo sin morir; «desapareció, porque Dios se lo llevó». Pues antes de ser llevado, lo conocían como una persona que agradaba a Dios. 6 De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad. 7 Fue por la fe que Noé construyó un barco grande para salvar a su familia del diluvio en obediencia a Dios, quien le advirtió de cosas que nunca antes habían sucedido. Por su fe, Noé condenó al resto del mundo y recibió la justicia que viene por la fe. 8 Fue por la fe que Abraham obedeció cuando Dios lo llamó para que dejara su tierra y fuera a otra que él le daría por herencia. Se fue sin saber adónde iba. 9 Incluso cuando llegó a la tierra que Dios le había prometido, vivió allí por fe, pues era como un extranjero que vive en carpas. Lo mismo hicieron Isaac y Jacob, quienes heredaron la misma promesa. 10 Abraham esperaba con confianza una ciudad de cimientos eternos, una ciudad diseñada y construida por Dios. 11 Fue por la fe que hasta Sara pudo tener un hijo, a pesar de ser estéril y demasiado anciana. Ella creyó que Dios cumpliría su promesa. 12 Así que una nación entera provino de este solo hombre, quien estaba casi muerto en cuanto a tener hijos; una nación con tantos habitantes que, como las estrellas de los cielos y la arena de la orilla del mar, es imposible contar. 13 Todas estas personas murieron aún creyendo lo que Dios les había prometido. Y aunque no recibieron lo prometido, lo vieron desde lejos y lo aceptaron con gusto. Coincidieron en que eran extranjeros y nómadas aquí en este mundo. 14 Es obvio que quienes se expresan así esperan tener su propio país. 15 Si hubieran añorado el país del que salieron, bien podrían haber regresado. 16 Sin embargo, buscaban un lugar mejor, una patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad. 17 Fue por la fe que Abraham ofreció a Isaac en sacrificio cuando Dios lo puso a prueba. Abraham, quien había recibido las promesas de Dios, estuvo dispuesto a sacrificar a su único hijo, Isaac, 18 aun cuando Dios le había dicho: «Isaac es el hijo mediante el cual procederán tus descendientes». 19 Abraham llegó a la conclusión de que si Isaac moría, Dios tenía el poder para volverlo a la vida; y en cierto sentido, Abraham recibió de vuelta a su hijo de entre los muertos. 20 Fue por la fe que Isaac prometió a sus hijos, Jacob y Esaú, bendiciones para el futuro. 21 Fue por la fe que Jacob, cuando ya era anciano y estaba por morir, bendijo a cada uno de los hijos de José y se inclinó para adorar, apoyado en su vara. 22 Fue por la fe que José, cuando iba a morir, declaró con confianza que el pueblo de Israel saldría de Egipto. Incluso les mandó que se llevaran sus huesos cuando ellos salieran. 23 Fue por la fe que cuando nació Moisés, sus padres lo escondieron durante tres meses. Vieron que Dios les había dado un hijo fuera de lo común y no tuvieron temor de desobedecer la orden del rey. 24 Fue por la fe que Moisés, cuando ya fue adulto, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón. 25 Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los placeres momentáneos del pecado. 26 Consideró que era mejor sufrir por causa de Cristo que poseer los tesoros de Egipto, pues tenía la mirada puesta en la gran recompensa que recibiría. 27 Fue por la fe que Moisés salió de la tierra de Egipto sin temer el enojo del rey. Siguió firme en su camino porque tenía los ojos puestos en el Invisible. 28 Fue por la fe que Moisés ordenó que el pueblo de Israel celebrara la Pascua y rociara con sangre los marcos de las puertas para que el ángel de la muerte no matara a ninguno de sus primeros hijos varones. 29 Fue por la fe que el pueblo de Israel atravesó el mar Rojo como si estuviera pisando tierra seca, pero cuando los egipcios intentaron seguirlos, murieron todos ahogados. 30 Fue por la fe que el pueblo de Israel marchó alrededor de Jericó durante siete días, y las murallas se derrumbaron. 31 Fue por la fe que Rahab, la prostituta, no fue destruida junto con los habitantes de su ciudad que se negaron a obedecer a Dios. Pues ella había recibido en paz a los espías. 32 ¿Cuánto más les tengo que decir? Se necesitaría demasiado tiempo para contarles acerca de la fe de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y todos los profetas. 33 Por la fe esas personas conquistaron reinos, gobernaron con justicia y recibieron lo que Dios les había prometido. Cerraron bocas de leones, 34 apagaron llamas de fuego y escaparon de morir a filo de espada. Su debilidad se convirtió en fortaleza. Llegaron a ser poderosos en batalla e hicieron huir a ejércitos enteros. 35 Hubo mujeres que recibieron otra vez con vida a sus seres queridos que habían muerto. Sin embargo, otros fueron torturados, porque rechazaron negar a Dios a cambio de la libertad. Ellos pusieron su esperanza en una vida mejor que viene después de la resurrección. 36 Algunos fueron ridiculizados y sus espaldas fueron laceradas con látigos; otros fueron encadenados en prisiones. 37 Algunos murieron apedreados, a otros los cortaron por la mitad con una sierra y a otros los mataron a espada. Algunos anduvieron vestidos con pieles de ovejas y cabras, desposeídos y oprimidos y maltratados. 38 Este mundo no era digno de ellos. Vagaron por desiertos y montañas, se escondieron en cuevas y hoyos de la tierra. 39 Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo que Dios le había prometido. 40 Pues Dios tenía preparado algo mejor para nosotros, de modo que ellos no llegaran a la perfección sin nosotros.
destaca la fidelidad y las expectativas de muchos de los llamados “héroes de la fe” de la antigüedad. ¿Cómo puede este capítulo enriquecer nuestra comprensión de la esperanza que tenían los personajes del Antiguo Testamento, incluso antes de la resurrección de Jesús?

Repaso de la Lección

LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa

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