La esperanza del Nuevo Testamento — Estudia la Biblia Hoy





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La esperanza del Nuevo Testamento
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 CONTENIDO 

LA ESPERANZA DEL NUEVO TESTAMENTO

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA

1 Corintios 15:12-19
RVR1960 12 Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. NTV 12 Pero díganme lo siguiente: dado que nosotros predicamos que Cristo se levantó de los muertos, ¿por qué algunos de ustedes dicen que no habrá resurrección de los muertos? 13 Pues, si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo tampoco ha resucitado; 14 y si Cristo no ha resucitado, entonces toda nuestra predicación es inútil, y la fe de ustedes también es inútil. 15 Y nosotros, los apóstoles, estaríamos todos mintiendo acerca de Dios, porque hemos dicho que Dios levantó a Cristo de la tumba. Así que eso no puede ser cierto si no hay resurrección de los muertos; 16 y si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo no ha resucitado; 17 y si Cristo no ha resucitado, entonces la fe de ustedes es inútil, y todavía son culpables de sus pecados. 18 En ese caso, ¡todos los que murieron creyendo en Cristo están perdidos! 19 Y si nuestra esperanza en Cristo es solo para esta vida, somos los más dignos de lástima de todo el mundo.
Juan 14:1-3
RVR1960 1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. NTV 1 »No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. 2 En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? 3 Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy.
Juan 6:26-51
RVR1960 26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre. 28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. 42 Y decían: ¿No es este Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice este: Del cielo he descendido? 43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. 45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. 46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; este ha visto al Padre. 47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. NTV 26 Jesús les contestó: — Les digo la verdad, ustedes quieren estar conmigo porque les di de comer, no porque hayan entendido las señales milagrosas. 27 No se preocupen tanto por las cosas que se echan a perder, tal como la comida. Pongan su energía en buscar la vida eterna que puede darles el Hijo del Hombre. Pues Dios Padre me ha dado su sello de aprobación. 28 — Nosotros también queremos realizar las obras de Dios — contestaron ellos — . ¿Qué debemos hacer? 29 Jesús les dijo: — La única obra que Dios quiere que hagan es que crean en quien él ha enviado. 30 — Si quieres que creamos en ti — le respondieron — , muéstranos una señal milagrosa. ¿Qué puedes hacer? 31 Después de todo, ¡nuestros antepasados comieron maná mientras andaban por el desierto! Las Escrituras dicen: “Moisés les dio de comer pan del cielo”. 32 Jesús les respondió: — Les digo la verdad, no fue Moisés quien les dio el pan del cielo, fue mi Padre. Y ahora él les ofrece el verdadero pan del cielo, 33 pues el verdadero pan de Dios es el que desciende del cielo y da vida al mundo. 34 — Señor — le dijeron — , danos ese pan todos los días. 35 Jesús les respondió: — Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás. 36 Pero ustedes no han creído en mí, a pesar de que me han visto. 37 Sin embargo, los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y jamás los rechazaré. 38 Pues he descendido del cielo para hacer la voluntad de Dios, quien me envió, no para hacer mi propia voluntad. 39 Y la voluntad de Dios es que yo no pierda ni a uno solo de todos los que él me dio, sino que los resucite, en el día final. 40 Pues la voluntad de mi Padre es que todos los que vean a su Hijo y crean en él tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día final. 41 Entonces la gente comenzó a murmurar en desacuerdo, porque él había dicho: «Yo soy el pan que descendió del cielo». 42 Ellos se decían: «¿Acaso no es este Jesús, el hijo de José? Conocemos a su padre y a su madre. ¿Y ahora cómo puede decir: “Yo descendí del cielo”? ». 43 Jesús les contestó: «Dejen de quejarse por lo que dije. 44 Pues nadie puede venir a mí a menos que me lo traiga el Padre, que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. 45 Como dicen las Escrituras: “A todos les enseñará Dios”. Todos los que escuchan al Padre y aprenden de él, vienen a mí. 46 (No es que alguien haya visto al Padre; solamente yo lo he visto, el que Dios envió). 47 »Les digo la verdad, todo el que cree, tiene vida eterna. 48 ¡Sí, yo soy el pan de vida! 49 Sus antepasados comieron maná en el desierto, pero todos murieron, 50 sin embargo, el que coma el pan del cielo nunca morirá. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo. Todo el que coma de este pan vivirá para siempre; y este pan, que ofreceré para que el mundo viva, es mi carne».
1 Tesalonicenses 4:13-18
RVR1960 13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. NTV 13 Y ahora, amados hermanos, queremos que sepan lo que sucederá con los creyentes que han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza. 14 Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto. 15 Les decimos lo siguiente de parte del Señor: nosotros, los que todavía estemos vivos cuando el Señor regrese, no nos encontraremos con él antes de los que ya hayan muerto. 16 Pues el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el llamado de trompeta de Dios. Primero, los creyentes que hayan muerto se levantarán de sus tumbas. 17 Luego, junto con ellos, nosotros, los que aún sigamos vivos sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Entonces estaremos con el Señor para siempre. 18 Así que anímense unos a otros con estas palabras.
1 Corintios 15:51-55
RVR1960 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? NTV 51 Pero permítanme revelarles un secreto maravilloso. ¡No todos moriremos, pero todos seremos transformados! 52 Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final. Pues, cuando suene la trompeta, los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos, también seremos transformados. 53 Pues nuestros cuerpos mortales tienen que ser transformados en cuerpos que nunca morirán; nuestros cuerpos mortales deben ser transformados en cuerpos inmortales. 54 Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán, se cumplirá la siguiente Escritura: «La muerte es devorada en victoria. 55 Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? ».

VERSÍCULO DE MEMORIA

1 Juan 5:11-12
RVR1960 11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. NTV 11 Y este es el testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

SÁBADO — INTRODUCCIÓN

Aunque escribieron en griego, todos los autores del Nuevo Testamento (salvo Lucas) eran judíos, y abordaron la naturaleza del ser humano desde la perspectiva holística hebrea bíblica, no desde la perspectiva pagana griega.

Por lo tanto, para Cristo y los apóstoles, la esperanza cristiana no era algo nuevo, sino la prolongación de la antigua esperanza ya impulsada por los patriarcas y los profetas. Por ejemplo, Cristo mencionó que Abraham vio y se gozó de ver su día Juan 8:56
RVR1960 56 Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. NTV 56 Abraham, el padre de ustedes, se alegró mientras esperaba con ansias mi venida; la vio y se llenó de alegría.
Judas declaró que Enoc profetizó acerca de la Segunda Venida Judas 1:14-15
RVR1960 14 De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, 15 para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él. NTV 14 Enoc, quien vivió en la séptima generación después de Adán, profetizó acerca de estas personas. Dijo: «¡Escuchen! El Señor viene con incontables millares de sus santos 15 para ejecutar juicio sobre la gente de este mundo. Declarará culpables a los seres humanos por todos los actos perversos que cada uno haya hecho y a los pecadores rebeldes por todos los insultos que hayan dicho contra él».
Y los héroes de la fe esperaban una recompensa celestial que no recibirían hasta que nosotros recibiéramos la nuestra Hebreos 11:39-40
RVR1960 39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; 40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros. NTV 39 Debido a su fe, todas esas personas gozaron de una buena reputación, aunque ninguno recibió todo lo que Dios le había prometido. 40 Pues Dios tenía preparado algo mejor para nosotros, de modo que ellos no llegaran a la perfección sin nosotros.
Esta declaración no tendría sentido si sus almas ya estuvieran con Dios en el cielo.

Al enfatizar que solo los que están en Cristo tienen vida eterna 1 Juan 5:11-12
RVR1960 11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. NTV 11 Y este es el testimonio que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Juan refuta la teoría de la inmortalidad natural del alma. Efectivamente, no hay vida eterna sin una relación salvífica con Cristo. Por ende, la esperanza del Nuevo Testamento es una esperanza cristocéntrica, y la única esperanza de que esta existencia mortal algún día llegue a ser inmortal.

DOMINGO — Esperanza más allá de esta vida

Herodoto, el antiguo historiador griego (siglo V a.C.), escribió sobre una tribu que, con cada nacimiento, iniciaba un período de duelo porque anticipaban el sufrimiento que enfrentaría el bebé si llegaba a adulto. Aunque este ritual nos pueda parecer extraño, tiene cierta lógica.

Milenios después, un anuncio en Estados Unidos a principios del siglo XX decía: “¿Por qué vivir, si te pueden enterrar por diez dólares?”

La vida puede ser bastante difícil, lo sabemos, incluso si creemos en Dios y en la esperanza de la Eternidad. No obstante, imagínate lo difícil que es para quienes no tienen ninguna esperanza más allá de la corta (y a menudo problemática) existencia en este mundo. Más de un escritor secular ha comentado sobre la falta de sentido de la existencia humana, ya que no solo morimos, sino además todos vivimos sabiendo que vamos a morir. Y ser consciente de esto es lo que hace que todo el proyecto de la vida humana, que en sí es duro y doloroso a veces, parezca nulo y sin valor. Un pensador hizo alusión a la humanidad como meros “trozos de carne en mal estado sobre huesos que se desintegran”. Bastante macabro, pero, de nuevo, es difícil discutir con su lógica.

Por supuesto, en contraste con todo esto, tenemos la promesa bíblica de la vida eterna en Jesús. Y esa es la clave: tenemos esta esperanza en Jesús y lo que nos ofrece su muerte y su resurrección. Por lo demás, ¿qué esperanza tenemos?

Lee 1 Corintios 15:12-19
RVR1960 12 Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. NTV 12 Pero díganme lo siguiente: dado que nosotros predicamos que Cristo se levantó de los muertos, ¿por qué algunos de ustedes dicen que no habrá resurrección de los muertos? 13 Pues, si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo tampoco ha resucitado; 14 y si Cristo no ha resucitado, entonces toda nuestra predicación es inútil, y la fe de ustedes también es inútil. 15 Y nosotros, los apóstoles, estaríamos todos mintiendo acerca de Dios, porque hemos dicho que Dios levantó a Cristo de la tumba. Así que eso no puede ser cierto si no hay resurrección de los muertos; 16 y si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo no ha resucitado; 17 y si Cristo no ha resucitado, entonces la fe de ustedes es inútil, y todavía son culpables de sus pecados. 18 En ese caso, ¡todos los que murieron creyendo en Cristo están perdidos! 19 Y si nuestra esperanza en Cristo es solo para esta vida, somos los más dignos de lástima de todo el mundo.

¿Cuál es el mensaje de Pablo? ¿Cuán estrechamente relacionada está la resurrección de Cristo con la esperanza de nuestra propia resurrección?

Pablo es explícito: nuestra resurrección está inseparablemente ligada a la resurrección de Cristo. Y, si no resucitamos, entonces significa que Cristo no resucitó, y si Cristo no resucitó, entonces, ¿qué? “Vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados”. En otras palabras, cuando morimos seguimos muertos, y para siempre, y por lo tanto, todo es absurdo. Pablo prácticamente dice eso en 1 Corintios 15:32
RVR1960 32 Si como hombre batallé en Éfeso contra fieras, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos. NTV 32 ¿Y qué valor hubo en luchar contra las fieras salvajes — esa gente de Éfeso — si no habrá resurrección de los muertos? Y si no hay resurrección, «¡comamos y bebamos, que mañana moriremos! ».
: “Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos”.

Si nuestra existencia actual como protoplasma compuesto básicamente de carbono es todo lo que hay, y nuestros “setenta años” Salmos 90:10
RVR1960 10 Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. NTV 10 ¡Setenta son los años que se nos conceden! Algunos incluso llegan a ochenta. Pero hasta los mejores años se llenan de dolor y de problemas; pronto desaparecen, y volamos.
-con suerte, más, si no fumamos ni comemos demasiadas hamburguesas de McDonald’ses todo a lo que alguna vez apuntamos llegar, estamos muy mal. No es de extrañar que Elena de White agregue:

“El cielo es de mayor valor para nosotros que cualquier otra cosa; y si perdemos el cielo, hemos perdido todo” (HHD 351).

Piensa en lo preciosas que son nuestra esperanza y nuestra fe. ¿Por qué debemos hacer todo lo posible, por la gracia de Dios, para conservarlas?

LUNES — “Vendré otra vez”

Lee Juan 14:1-3
RVR1960 1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. NTV 1 »No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí. 2 En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? 3 Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy.

Ya han pasado más de dos mil años desde que Jesús prometió volver. ¿Cómo podemos ayudar a otros a ver que, a pesar de la gran cantidad de tiempo (que, en realidad, no importa), esta promesa es relevante incluso para nuestra generación, tan distante de la época en que Jesús la pronunció?

Cuatro veces en el libro de Apocalipsis Jesús declaró: “Yo vengo pronto” Apocalipsis 3:11
RVR1960 11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. NTV 11 Yo vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite tu corona.
Apocalipsis 22:7
RVR1960 7 ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. NTV 7 «Miren, ¡yo vengo pronto! Benditos son los que obedecen las palabras de la profecía que están escritas en este libro ».
Apocalipsis 22:12
RVR1960 12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. NTV 12 «Miren, yo vengo pronto, y traigo la recompensa conmigo para pagarle a cada uno según lo que haya hecho.
Apocalipsis 22:20
RVR1960 20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. NTV 20 Aquel que es el testigo fiel de todas esas cosas dice: «¡Sí, yo vengo pronto! ». ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
La expectativa de su pronta venida impulsó la misión de la iglesia apostólica y llenó de esperanza la vida de incontables cristianos a lo largo de los siglos. Pero, ha muerto generación tras generación, y este evento prometido aún no sucedió. Y así, muchos se preguntan: ¿Cuánto tiempo más tendremos que predicar que “Jesús viene pronto”? Estas palabras ¿han generado una expectativa poco realista? Ver 2 Pedro 3:4
RVR1960 4 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. NTV 4 Dirán: «¿Qué pasó con la promesa de que Jesús iba a volver? Desde tiempos antes de nuestros antepasados, el mundo sigue igual que al principio de la creación».

Muchos cristianos se han quejado de la larga “demora” (comparar con Mateo 25:5
RVR1960 5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. NTV 5 Como el novio se demoró, a todas les dio sueño y se durmieron.
Pero ¿cómo sabemos, de hecho, que se trata de una larga “demora”? ¿Cuál habría sido el momento “adecuado” para la venida de Cristo? ¿Hace 50 años, 150, 500? Lo que realmente importa es la promesa bíblica de que “el Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” 2 Pedro 3:9
RVR1960 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. NTV 9 En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.

A pesar de que han pasado tantos siglos desde que Jesús ascendió, la promesa de su venida continúa siendo relevante, incluso en la actualidad. ¿Por qué? Porque todo lo que tenemos es una vida corta Salmos 90:10
RVR1960 10 Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. NTV 10 ¡Setenta son los años que se nos conceden! Algunos incluso llegan a ochenta. Pero hasta los mejores años se llenan de dolor y de problemas; pronto desaparecen, y volamos.
seguida de un descanso inconsciente en la tumba Eclesiastés 9:5
RVR1960 5 Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. NTV 5 Los que están vivos al menos saben que un día van a morir, pero los muertos no saben nada. Ya no reciben más recompensas, y nadie los recuerda.
Eclesiastés 9:10
RVR1960 10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría. NTV 10 Todo lo que hagas, hazlo bien, pues cuando vayas a la tumba no habrá trabajo ni proyectos ni conocimiento ni sabiduría.
y luego la resurrección final, sin ninguna oportunidad posterior de cambiar nuestro destino Hebreos 9:27
RVR1960 27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, NTV 27 Y así como cada persona está destinada a morir una sola vez y después vendrá el juicio,
En cuanto a los muertos (como se indica en la lección 3), debido a que todos duermen y están inconscientes, para ellos la segunda venida de Cristo ocurre apenas un momento después de que mueren. Para ti, en tu experiencia personal (al igual que para todo el pueblo de Dios de todas las épocas), el regreso de Cristo está a un instante de tu muerte. Eso es dentro de muy poco tiempo, ¿verdad?

Cada día que pasa nos acercamos más a la gloriosa aparición del Señor Jesucristo en las nubes del cielo. Aunque no sabemos cuándo vendrá exactamente, podemos estar seguros de que lo hará, y eso es lo que realmente importa.

En un sermón, un pastor argumentó que no le importaba cuándo sería la venida de Cristo; todo lo que le importaba era que Cristo viniera. ¿Cómo funciona esa lógica para ti, y cómo podría ayudarte si estás desanimado porque Cristo aún no volvió?

MARTES — “Yo le resucitaré”

En uno de sus milagros, Jesús había alimentado a cinco mil personas con solo una pequeña cantidad de pan y pescado Juan 6:1-14
RVR1960 (Mt. 14.
13-21; Mr. 6.
30-44; Lc. 9.
10-17) 1 Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. 2 Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. 3 Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. 4 Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. 5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos? 6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. 7 Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. 8 Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: 9 Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. 13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. 14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
NTV 1 Después Jesús cruzó al otro lado del mar de Galilea, conocido también como el mar de Tiberias. 2 Una gran multitud siempre lo seguía a todas partes porque veía las señales milagrosas que hacía cuando sanaba a los enfermos. 3 Entonces Jesús subió a una colina y se sentó allí rodeado de sus discípulos. 4 (Ya era casi el tiempo de la celebración de la Pascua judía). 5 Enseguida Jesús vio que una gran multitud venía a su encuentro. Dirigiéndose a Felipe, le preguntó: — ¿Dónde podemos comprar pan para alimentar a toda esta gente? 6 Lo estaba poniendo a prueba, porque Jesús ya sabía lo que iba a hacer. 7 Felipe contestó: — ¡Aunque trabajáramos meses enteros, no tendríamos el dinero suficiente para alimentar a toda esta gente! 8 Entonces habló Andrés, el hermano de Simón Pedro: 9 «Aquí hay un muchachito que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. ¿Pero de qué sirven ante esta enorme multitud? ». 10 Jesús dijo: «Díganles a todos que se sienten». Así que todos se sentaron sobre la hierba, en las laderas. (Solo contando a los hombres sumaban alrededor de cinco mil). 11 Luego Jesús tomó los panes, dio gracias a Dios y los distribuyó entre la gente. Después hizo lo mismo con los pescados. Y todos comieron cuanto quisieron. 12 Una vez que quedaron satisfechos, Jesús les dijo a sus discípulos: «Ahora junten lo que sobró, para que no se desperdicie nada». 13 Entonces ellos juntaron las sobras y llenaron doce canastos con los restos que la multitud había dejado después de comer de los cinco panes de cebada. 14 La gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había hecho, exclamó: «¡No hay duda de que es el Profeta que esperábamos! ».
Al darse cuenta de que la multitud tenía la intención de proclamarlo rey Juan 6:15
RVR1960 15 Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo. NTV 15 Cuando Jesús vio que estaban dispuestos a hacerlo rey a la fuerza, se escabulló hacia las colinas él solo.
Jesús navegó con sus discípulos al otro lado del mar de Galilea. Pero, al día siguiente, la multitud lo siguió hasta allí, donde él pronunció su poderoso sermón sobre el Pan de vida, con especial énfasis en el don de la vida eterna Juan 6:22-59
RVR1960 22 El día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca, y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que estos se habían ido solos. 23 Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor. 24 Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús. 25 Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? 26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre. 28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. 42 Y decían: ¿No es este Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice este: Del cielo he descendido? 43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. 45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. 46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; este ha visto al Padre. 47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. 52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne? 53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. 59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum. NTV 22 Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla del lago se dio cuenta de que los discípulos habían tomado la única barca y que Jesús no había ido con ellos. 23 Varias barcas de Tiberias arribaron cerca del lugar donde el Señor había bendecido el pan y la gente había comido. 24 Cuando la multitud vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, subieron a las barcas y cruzaron el lago hasta Capernaúm para ir en busca de Jesús. 25 Lo encontraron al otro lado del lago y le preguntaron: — Rabí, ¿cuándo llegaste acá? 26 Jesús les contestó: — Les digo la verdad, ustedes quieren estar conmigo porque les di de comer, no porque hayan entendido las señales milagrosas. 27 No se preocupen tanto por las cosas que se echan a perder, tal como la comida. Pongan su energía en buscar la vida eterna que puede darles el Hijo del Hombre. Pues Dios Padre me ha dado su sello de aprobación. 28 — Nosotros también queremos realizar las obras de Dios — contestaron ellos — . ¿Qué debemos hacer? 29 Jesús les dijo: — La única obra que Dios quiere que hagan es que crean en quien él ha enviado. 30 — Si quieres que creamos en ti — le respondieron — , muéstranos una señal milagrosa. ¿Qué puedes hacer? 31 Después de todo, ¡nuestros antepasados comieron maná mientras andaban por el desierto! Las Escrituras dicen: “Moisés les dio de comer pan del cielo”. 32 Jesús les respondió: — Les digo la verdad, no fue Moisés quien les dio el pan del cielo, fue mi Padre. Y ahora él les ofrece el verdadero pan del cielo, 33 pues el verdadero pan de Dios es el que desciende del cielo y da vida al mundo. 34 — Señor — le dijeron — , danos ese pan todos los días. 35 Jesús les respondió: — Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás. 36 Pero ustedes no han creído en mí, a pesar de que me han visto. 37 Sin embargo, los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y jamás los rechazaré. 38 Pues he descendido del cielo para hacer la voluntad de Dios, quien me envió, no para hacer mi propia voluntad. 39 Y la voluntad de Dios es que yo no pierda ni a uno solo de todos los que él me dio, sino que los resucite, en el día final. 40 Pues la voluntad de mi Padre es que todos los que vean a su Hijo y crean en él tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día final. 41 Entonces la gente comenzó a murmurar en desacuerdo, porque él había dicho: «Yo soy el pan que descendió del cielo». 42 Ellos se decían: «¿Acaso no es este Jesús, el hijo de José? Conocemos a su padre y a su madre. ¿Y ahora cómo puede decir: “Yo descendí del cielo”? ». 43 Jesús les contestó: «Dejen de quejarse por lo que dije. 44 Pues nadie puede venir a mí a menos que me lo traiga el Padre, que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. 45 Como dicen las Escrituras: “A todos les enseñará Dios”. Todos los que escuchan al Padre y aprenden de él, vienen a mí. 46 (No es que alguien haya visto al Padre; solamente yo lo he visto, el que Dios envió). 47 »Les digo la verdad, todo el que cree, tiene vida eterna. 48 ¡Sí, yo soy el pan de vida! 49 Sus antepasados comieron maná en el desierto, pero todos murieron, 50 sin embargo, el que coma el pan del cielo nunca morirá. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo. Todo el que coma de este pan vivirá para siempre; y este pan, que ofreceré para que el mundo viva, es mi carne». 52 Entonces la gente comenzó a discutir entre sí sobre lo que él quería decir. «¿Cómo puede este hombre darnos de comer su carne? », se preguntaban. 53 Por eso Jesús volvió a decir: «Les digo la verdad, a menos que coman la carne del Hijo del Hombre y beban su sangre, no podrán tener vida eterna en ustedes; 54 pero todo el que coma mi carne y beba mi sangre tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. 55 Pues mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. 56 Todo el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. 57 Yo vivo gracias al Padre viviente que me envió; de igual manera, todo el que se alimente de mí vivirá gracias a mí. 58 Yo soy el pan verdadero que descendió del cielo. El que coma de este pan no morirá — como les pasó a sus antepasados a pesar de haber comido el maná — sino que vivirá para siempre». 59 Jesús dijo esas cosas mientras enseñaba en la sinagoga de Capernaúm.

Lee Juan 6:26-51
RVR1960 26 Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis. 27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre. 28 Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. 30 Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces? 31 Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. 34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. 36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. 37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. 38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. 42 Y decían: ¿No es este Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice este: Del cielo he descendido? 43 Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. 45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. 46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; este ha visto al Padre. 47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. NTV 26 Jesús les contestó: — Les digo la verdad, ustedes quieren estar conmigo porque les di de comer, no porque hayan entendido las señales milagrosas. 27 No se preocupen tanto por las cosas que se echan a perder, tal como la comida. Pongan su energía en buscar la vida eterna que puede darles el Hijo del Hombre. Pues Dios Padre me ha dado su sello de aprobación. 28 — Nosotros también queremos realizar las obras de Dios — contestaron ellos — . ¿Qué debemos hacer? 29 Jesús les dijo: — La única obra que Dios quiere que hagan es que crean en quien él ha enviado. 30 — Si quieres que creamos en ti — le respondieron — , muéstranos una señal milagrosa. ¿Qué puedes hacer? 31 Después de todo, ¡nuestros antepasados comieron maná mientras andaban por el desierto! Las Escrituras dicen: “Moisés les dio de comer pan del cielo”. 32 Jesús les respondió: — Les digo la verdad, no fue Moisés quien les dio el pan del cielo, fue mi Padre. Y ahora él les ofrece el verdadero pan del cielo, 33 pues el verdadero pan de Dios es el que desciende del cielo y da vida al mundo. 34 — Señor — le dijeron — , danos ese pan todos los días. 35 Jesús les respondió: — Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás. 36 Pero ustedes no han creído en mí, a pesar de que me han visto. 37 Sin embargo, los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y jamás los rechazaré. 38 Pues he descendido del cielo para hacer la voluntad de Dios, quien me envió, no para hacer mi propia voluntad. 39 Y la voluntad de Dios es que yo no pierda ni a uno solo de todos los que él me dio, sino que los resucite, en el día final. 40 Pues la voluntad de mi Padre es que todos los que vean a su Hijo y crean en él tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día final. 41 Entonces la gente comenzó a murmurar en desacuerdo, porque él había dicho: «Yo soy el pan que descendió del cielo». 42 Ellos se decían: «¿Acaso no es este Jesús, el hijo de José? Conocemos a su padre y a su madre. ¿Y ahora cómo puede decir: “Yo descendí del cielo”? ». 43 Jesús les contestó: «Dejen de quejarse por lo que dije. 44 Pues nadie puede venir a mí a menos que me lo traiga el Padre, que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. 45 Como dicen las Escrituras: “A todos les enseñará Dios”. Todos los que escuchan al Padre y aprenden de él, vienen a mí. 46 (No es que alguien haya visto al Padre; solamente yo lo he visto, el que Dios envió). 47 »Les digo la verdad, todo el que cree, tiene vida eterna. 48 ¡Sí, yo soy el pan de vida! 49 Sus antepasados comieron maná en el desierto, pero todos murieron, 50 sin embargo, el que coma el pan del cielo nunca morirá. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo. Todo el que coma de este pan vivirá para siempre; y este pan, que ofreceré para que el mundo viva, es mi carne».

¿Cómo relacionó Jesús el don de la vida eterna con la resurrección final de los justos?

En su sermón, Jesús destacó tres conceptos básicos en cuanto a la vida eterna. En primer lugar, se identificó como “el pan [...] que descendió del cielo y da vida al mundo” Juan 6:33
RVR1960 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. NTV 33 pues el verdadero pan de Dios es el que desciende del cielo y da vida al mundo.
Juan 6:58
RVR1960 58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. NTV 58 Yo soy el pan verdadero que descendió del cielo. El que coma de este pan no morirá — como les pasó a sus antepasados a pesar de haber comido el maná — sino que vivirá para siempre».
Al declarar “Yo soy [griego egō eimi] el pan de vida” Juan 6:35
RVR1960 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. NTV 35 Jesús les respondió: — Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás.
Juan 6:48
RVR1960 48 Yo soy el pan de vida. NTV 48 ¡Sí, yo soy el pan de vida!
Jesús se presentó como el gran “YO SOY” del Antiguo Testamento Éxodo 3:14
RVR1960 14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. NTV 14 — Yo Soy el que Soy. Dile esto al pueblo de Israel: “Yo Soy me ha enviado a ustedes”.
En segundo lugar, Jesús explicó que podemos obtener vida eterna en él: “El que a mí viene” y “el que en mí cree” tendrá esta bendición Juan 6:35
RVR1960 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. NTV 35 Jesús les respondió: — Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás.
Y finalmente, Jesús vinculó el don de la inmortalidad con la resurrección final, al asegurar tres veces a su audiencia: “Y yo le resucitaré en el día postrero” Juan 6:40
RVR1960 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. NTV 40 Pues la voluntad de mi Padre es que todos los que vean a su Hijo y crean en él tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día final.
Juan 6:44
RVR1960 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. NTV 44 Pues nadie puede venir a mí a menos que me lo traiga el Padre, que me envió, y yo lo resucitaré en el día final.
Juan 6:54
RVR1960 54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. NTV 54 pero todo el que coma mi carne y beba mi sangre tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.

Jesús también hizo esta asombrosa promesa: “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna” Juan 6:47
RVR1960 47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. NTV 47 »Les digo la verdad, todo el que cree, tiene vida eterna.
Por lo tanto, el don de la vida eterna ya es una realidad presente. Pero esto no significa que el creyente nunca morirá, porque la misma expresión “le resucitaré” Juan 6:40
RVR1960 40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. NTV 40 Pues la voluntad de mi Padre es que todos los que vean a su Hijo y crean en él tengan vida eterna; y yo los resucitaré en el día final.
implica volver a vivir después de haber estado muerto.

La imagen es clara. Sin Cristo, no tenemos vida eterna. Pero, aun después de aceptar a Cristo y tener la seguridad de la vida eterna, por ahora continuamos siendo mortales y, por ende, sujetos a la muerte natural. En la Segunda Venida, Jesús nos resucitará, y en ese mismo momento nos dará el don de la inmortalidad, que ya era nuestro. La garantía de este don no proviene de una supuesta inmortalidad natural del alma, sino de la justicia de Jesús que recibimos por la fe en él.

¡Medita sobre las palabras de Jesús de que, si crees en él, tienes (ahora mismo) vida eterna! Esta maravillosa promesa, ¿cómo puede ayudarte a afrontar la dolorosa realidad de nuestra mortalidad actual, aunque solo sea temporal?

MIERCOLES — Al sonido de la trompeta

Los tesalonicenses estaban convencidos de que se concedería vida eterna exclusivamente a quienes permanecieran vivos hasta la Segunda Venida.

“Habían protegido cuidadosamente la vida de sus amigos para que no murieran y perdieran la bendición que ellos esperaban recibir al venir su Señor. Pero sus amados, uno tras otro, les habían sido arrebatados; y con angustia los tesalonicenses habían mirado por última vez los rostros de sus muertos, atreviéndose apenas a esperar encontrarlos en la vida futura” (HAp 212).

Lee 1 Tesalonicenses 4:13-18
RVR1960 13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. NTV 13 Y ahora, amados hermanos, queremos que sepan lo que sucederá con los creyentes que han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza. 14 Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto. 15 Les decimos lo siguiente de parte del Señor: nosotros, los que todavía estemos vivos cuando el Señor regrese, no nos encontraremos con él antes de los que ya hayan muerto. 16 Pues el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el llamado de trompeta de Dios. Primero, los creyentes que hayan muerto se levantarán de sus tumbas. 17 Luego, junto con ellos, nosotros, los que aún sigamos vivos sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Entonces estaremos con el Señor para siempre. 18 Así que anímense unos a otros con estas palabras.

¿Cómo corrigió Pablo este concepto erróneo?

Existe una tendencia histórica a leer en la expresión “traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él” 1 Tesalonicenses 4:14
RVR1960 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. NTV 14 Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto.
más de lo que dice el texto. Muchos que aceptan la teoría de la inmortalidad natural del alma sugieren que Cristo, en su segunda venida, traerá consigo del cielo las almas de los justos muertos que ya están allí con Dios, para que esas almas pueden reunirse con sus respectivos cuerpos resucitados. Pero esa interpretación no armoniza con las enseñanzas generales de Pablo sobre el tema.

Lee las palabras de este teólogo no adventista sobre el verdadero significado de este versículo:

“La razón por la que los cristianos tesalonicenses pueden tener esperanza mientras lloran por los miembros muertos de su iglesia es que Dios los ‘traerá’, es decir, resucitará a estos creyentes fallecidos y hará que estén presentes en el regreso de Cristo, de modo que estarán ‘con Jesús’. La implicación es que estos creyentes fallecidos no tendrán ningún tipo de desventaja en la parusía de Cristo, sino que estarán ‘con Jesús’ de tal manera que compartirán por igual con los creyentes vivos la gloria vinculada con su regreso” (J. A. D. Weima, 1-2 Thessalonians, Baker Exegetical Commentary on the New Testament, p. 319).

Si las almas de los justos muertos ya estuvieran con el Señor en el cielo, Pablo no hubiese necesitado mencionar la resurrección final como la esperanza cristiana; podría haber mencionado que los justos ya estaban con el Señor. Sin embargo, explica que “los que durmieron en él” 1 Tesalonicenses 4:14
RVR1960 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. NTV 14 Pues, ya que creemos que Jesús murió y resucitó, también creemos que cuando Jesús vuelva, Dios traerá junto con él a los creyentes que hayan muerto.
resucitarían de entre los muertos al final de los tiempos.

La esperanza en la resurrección final llevó consuelo a los afligidos tesalonicenses. La misma esperanza puede ayudarnos a afrontar con seguridad los dolorosos momentos en los que las frías garras de la muerte nos arrebatan a nuestros seres queridos.

JUEVES — El encuentro eterno

Lee 1 Corintios 15:51-55
RVR1960 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? NTV 51 Pero permítanme revelarles un secreto maravilloso. ¡No todos moriremos, pero todos seremos transformados! 52 Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final. Pues, cuando suene la trompeta, los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos, también seremos transformados. 53 Pues nuestros cuerpos mortales tienen que ser transformados en cuerpos que nunca morirán; nuestros cuerpos mortales deben ser transformados en cuerpos inmortales. 54 Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán, se cumplirá la siguiente Escritura: «La muerte es devorada en victoria. 55 Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? ».

¿Qué “misterio” 1 Corintios 15:51
RVR1960 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, NTV 51 Pero permítanme revelarles un secreto maravilloso. ¡No todos moriremos, pero todos seremos transformados!
está explicando Pablo?

Algunos predicadores populares sugieren que este “misterio” 1 Corintios 15:51
RVR1960 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, NTV 51 Pero permítanme revelarles un secreto maravilloso. ¡No todos moriremos, pero todos seremos transformados!
es el “rapto secreto” de la iglesia, que ocurrirá siete años antes de la gloriosa segunda venida de Cristo. En este “rapto secreto”, los cristianos fieles son llevados al cielo en forma repentina, silenciosa y secreta, mientras que todos los demás permanecen aquí preguntándose qué les sucedió. Hay gente que podría ir en un automóvil y de repente descubrir que se quedó sin conductor, porque este fue arrebatado al cielo, y todo lo que “queda es su ropa”. La exitosa saga Left Behind [Dejados atrás], de 16 tomos, que se convirtió en cuatro películas, promovía esta falsa enseñanza, y expuso a millones a ella.

Por supuesto, ningún pasaje bíblico respalda una distinción tan artificial entre el rapto y la Segunda Venida. El “misterio” al que se refiere Pablo es simplemente la transformación de los justos vivos, que se unen a los justos resucitados en la segunda venida de Cristo. Este es el “rapto”. No hay un “rapto secreto” porque la Segunda Venida será visible para todos los seres humanos vivientes Apocalipsis 1:7
RVR1960 7 He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. NTV 7 ¡Miren! Él viene en las nubes del cielo. Y todos lo verán, incluso aquellos que lo traspasaron. Y todas las naciones del mundo se lamentarán por él. ¡Sí! ¡Amén!
Y, tanto la resurrección de los muertos como la transformación de los vivos ocurrirán al sonido de la trompeta en la venida de Cristo 1 Corintios 15:51-52
RVR1960 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. (A) NTV 51 Pero permítanme revelarles un secreto maravilloso. ¡No todos moriremos, pero todos seremos transformados! 52 Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final. Pues, cuando suene la trompeta, los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos, también seremos transformados.

La segunda venida de Cristo dará lugar al encuentro más asombroso que jamás haya existido. Los justos vivos son transformados “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos” 1 Corintios 15:52
RVR1960 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. NTV 52 Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final. Pues, cuando suene la trompeta, los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos, también seremos transformados.
A la voz de Dios, son glorificados; ahora se vuelven inmortales, y con los santos resucitados son arrebatados para encontrarse con su Señor en el aire. Los ángeles “juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro” Mateo 24:31
RVR1960 31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. NTV 31 Enviará a sus ángeles con un potente toque de trompeta y reunirán a los elegidos de todas partes del mundo, desde los extremos más lejanos de la tierra y del cielo.

“Santos ángeles llevan niñitos a los brazos de sus madres. Amigos, a quienes la muerte separó por largo tiempo, se reúnen para no separarse nunca más, y con cantos de júbilo ascienden juntos a la ciudad de Dios” (CS 628).

Esta es una promesa tan asombrosa, algo tan diferente de todo lo que conocemos, que es difícil de comprender. Pero, piensa en la inmensidad del cosmos, así como en la increíble complejidad de la vida aquí. La Creación misma da testimonio del asombroso poder de Dios. ¿Qué nos enseña todo esto sobre el poder de Dios para transformar a los vivos y resucitar a los muertos en la segunda venida de Jesús?

VIERNES - Para Estudiar y Meditar

Lee Elena de White, Los hechos de los apóstoles, “Las cartas a los tesalonicenses”, pp. 191-200; Llamamiento a alcanzar una norma más alta”, pp. 231-240.

“Los romanos”, escribió Stephen Cave, “eran muy conscientes de la creencia de los cristianos de que algún día resucitarían físicamente de la tumba, y hacían todo lo posible para burlarse y obstaculizar esas esperanzas. Un informe de una persecución en la Galia en 177 d.C. registra que a los mártires primeramente los ejecutaban, luego dejaban pudrir los cadáveres sin enterrar durante seis días antes de quemarlos y arrojar las cenizas al río Ródano: ‘Ahora veamos si resucitan’, se informa que decían los romanos” (S. Cave, Immortality: The Quest to Live Forever and How It Drives Civilization, pp. 104, 105).

Esta pequeña lección objetiva sobre escepticismo teológico, aunque es dramática, no viene al caso; no demostró nada sobre la promesa bíblica de la resurrección. El Poder que resucitó a Jesús de entre los muertos también puede hacer lo mismo por nosotros, independientemente del estado en que se encuentre nuestro cuerpo. Al fin y al cabo, si ese mismo Poder creó el cosmos infinito y lo sostiene, ciertamente podría transformar a los vivos y resucitar a los muertos.

“ ‘También traerá Dios con él a los que durmieron en Jesús’, escribió Pablo. Muchos interpretan este pasaje como si significara que los que duermen serán traídos con Cristo desde el cielo, pero según Pablo, como Cristo se levantó de los muertos, así Dios traerá de sus tumbas a los santos que durmieron, y los llevará con él al cielo. ¡Qué precioso consuelo! ¡Qué gloriosa esperanza!, no solo para la iglesia de Tesalónica, sino también para todos los cristianos dondequiera que estén” (HAp 194).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

PREGUNTA 1

Alguien dijo: “La muerte acaba contigo. [...] La aniquilación total, que no deja vestigios de nada, contribuye en gran medida a destruir el significado de la vida”. Y tiene razón. Entonces, ¿qué esperanza tenemos contra ese sinsentido en nuestra vida?

PREGUNTA 2

¿Cómo podemos armonizar la necesidad de crecer hacia la perfección Filipenses 3:12-16
RVR1960 12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. 15 Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. 16 Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa. NTV 12 No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección; pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo. 13 No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así 14 avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús. 15 Que todos los que son espiritualmente maduros estén de acuerdo en estas cosas. Si ustedes difieren en algún punto, estoy seguro de que Dios se lo hará entender; 16 pero debemos aferrarnos al avance que ya hemos logrado.
con el hecho de que solo en la segunda venida de Cristo recibiremos una naturaleza incorruptible y sin pecado 1 Corintios 15:50-55
RVR1960 50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? NTV 50 Lo que les digo, amados hermanos, es que nuestros cuerpos físicos no pueden heredar el reino de Dios. Estos cuerpos que mueren no pueden heredar lo que durará para siempre. 51 Pero permítanme revelarles un secreto maravilloso. ¡No todos moriremos, pero todos seremos transformados! 52 Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final. Pues, cuando suene la trompeta, los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos, también seremos transformados. 53 Pues nuestros cuerpos mortales tienen que ser transformados en cuerpos que nunca morirán; nuestros cuerpos mortales deben ser transformados en cuerpos inmortales. 54 Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán, se cumplirá la siguiente Escritura: «La muerte es devorada en victoria. 55 Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón? ».
?

PREGUNTA 3

¿Cómo podríamos ayudar a alguien atrapado en la idea del “rapto secreto” a ver por qué esta enseñanza es incorrecta?

PREGUNTA 4

Vuelve a leer 1 Corintios 15:12-19
RVR1960 12 Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? 13 Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. 15 Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; 17 y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 18 Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. NTV 12 Pero díganme lo siguiente: dado que nosotros predicamos que Cristo se levantó de los muertos, ¿por qué algunos de ustedes dicen que no habrá resurrección de los muertos? 13 Pues, si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo tampoco ha resucitado; 14 y si Cristo no ha resucitado, entonces toda nuestra predicación es inútil, y la fe de ustedes también es inútil. 15 Y nosotros, los apóstoles, estaríamos todos mintiendo acerca de Dios, porque hemos dicho que Dios levantó a Cristo de la tumba. Así que eso no puede ser cierto si no hay resurrección de los muertos; 16 y si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo no ha resucitado; 17 y si Cristo no ha resucitado, entonces la fe de ustedes es inútil, y todavía son culpables de sus pecados. 18 En ese caso, ¡todos los que murieron creyendo en Cristo están perdidos! 19 Y si nuestra esperanza en Cristo es solo para esta vida, somos los más dignos de lástima de todo el mundo.
Estos versículos ¿qué poderosa evidencia presentan de la enseñanza de que los muertos duermen, y no están arriba, en el cielo, con Jesús? ¿Qué sentido tienen estos versículos, si los justos muertos efectivamente estuvieran en el cielo con Jesús ahora?

Repaso de la Lección

LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa

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