“A uno de estos mis hermanos pequeños” — Estudia la Biblia Hoy





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“A uno de estos mis hermanos pequeños”
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 CONTENIDO 

A uno de estos mis hermanos pequeños

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA

Lucas 4:16-19
RVR1960 (Mt. 13.
53-58; Mr. 6.
1-6) 16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor.
NTV 16 Cuando llegó a Nazaret, la aldea donde creció, fue como de costumbre a la sinagoga el día de descanso y se puso de pie para leer las Escrituras. 17 Le dieron el rollo del profeta Isaías. Jesús lo desenrolló y encontró el lugar donde está escrito lo siguiente: 18 «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad, 19 y que ha llegado el tiempo del favor del Señor ».
Isaías 62:1-2
RVR1960 1 Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha. 2 Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. NTV 1 Debido a que amo a Sion, no me quedaré quieto. Debido a que mi corazón suspira por Jerusalén, no puedo quedarme callado. No dejaré de orar por ella hasta que su justicia resplandezca como el amanecer y su salvación arda como una antorcha encendida. 2 Las naciones verán tu justicia y los líderes del mundo quedarán cegados por tu gloria. Tú recibirás un nombre nuevo de la boca del Señor mismo.
Deuteronomio 15:11
RVR1960 11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra. NTV 11 Siempre habrá algunos que serán pobres en tu tierra, por eso te ordeno que compartas tus bienes generosamente con ellos y también con otros israelitas que pasen necesidad.
Mateo 19:16-22
RVR1960 (Mr. 10.
17-31; Lc. 18.
18-30) 16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 17 Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
NTV 16 Alguien se acercó a Jesús con la siguiente pregunta: — Maestro, ¿qué buena acción tengo que hacer para tener la vida eterna? 17 — ¿Por qué me preguntas a mí sobre lo que es bueno? — respondió Jesús — . Solo hay Uno que es bueno; pero para contestar a tu pregunta, si deseas recibir la vida eterna, cumple los mandamientos. 18 — ¿Cuáles? — preguntó el hombre. Y Jesús le contestó: — “No cometas asesinato; no cometas adulterio; no robes; no des falso testimonio; 19 honra a tu padre y a tu madre; ama a tu prójimo como a ti mismo”. 20 — He obedecido todos esos mandamientos — respondió el joven — . ¿Qué más debo hacer? 21 Jesús le dijo: — Si deseas ser perfecto, anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. 22 Cuando el joven escuchó lo que Jesús le dijo, se fue triste porque tenía muchas posesiones.
Lucas 19:1-10
RVR1960 1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. 5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. NTV 1 Jesús entró en Jericó y comenzó a pasar por la ciudad. 2 Había allí un hombre llamado Zaqueo. Era jefe de los cobradores de impuestos de la región y se había hecho muy rico. 3 Zaqueo trató de mirar a Jesús pero era de poca estatura y no podía ver por encima de la multitud. 4 Así que se adelantó corriendo y se subió a una higuera sicómoro que estaba junto al camino, porque Jesús iba a pasar por allí. 5 Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! — le dijo — . ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa». 6 Zaqueo bajó rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa; 7 pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a hospedarse en la casa de un pecador de mala fama». 8 Mientras tanto, Zaqueo se puso de pie delante del Señor y dijo: — Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más. 9 Jesús respondió: — La salvación ha venido hoy a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham. 10 Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.
Job 29:12-16
RVR1960 12 Porque yo libraba al pobre que clamaba, Y al huérfano que carecía de ayudador. 13 La bendición del que se iba a perder venía sobre mí, Y al corazón de la viuda yo daba alegría. 14 Me vestía de justicia, y ella me cubría; Como manto y diadema era mi rectitud. 15 Yo era ojos al ciego, Y pies al cojo. 16 A los menesterosos era padre, Y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia; NTV 12 Pues yo ayudaba a los pobres en su necesidad y a los huérfanos que requerían ayuda. 13 Ayudaba a los que estaban sin esperanza y ellos me bendecían; hacía que cantara de alegría el corazón de las viudas. 14 Siempre me comportaba con honradez; la rectitud me cubría como un manto y usaba la justicia como un turbante. 15 Yo era los ojos de los ciegos y los pies de los cojos. 16 Era un padre para los pobres y ayudaba a los extranjeros en necesidad.

VERSÍCULO DE MEMORIA

Mateo 25:34
RVR1960 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. NTV 34 »Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: “Vengan, ustedes, que son benditos de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.

SÁBADO — INTRODUCCIÓN

La Biblia habla a menudo de los extranjeros (a veces llamados forasteros), los huérfanos y las viudas. Este grupo puede ser de aquellos a quienes Jesús se refirió como “uno de estos mis hermanos pequeños” Mateo 25:40
RVR1960 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. NTV 40 »Y el Rey dirá: “Les digo la verdad, cuando hicieron alguna de estas cosas al más insignificante de estos, mis hermanos, ¡me lo hicieron a mí!”.

¿Cómo podemos identificar a estas personas hoy? Los extranjeros de los tiempos bíblicos eran personas que tenían que dejar su tierra natal, quizás a causa de la guerra o el hambre. El equivalente en nuestros días podría ser los millones de refugiados devenidos en indigentes debido a circunstancias en las que no eligieron estar.

Los huérfanos son niños que han perdido a sus padres por guerras, accidentes o enfermedades. Este grupo también podría incluir a aquellos cuyos padres están en prisión o ausentes. ¡Qué amplio campo de servicio se expone aquí!

Las viudas son las que han perdido a sus cónyuges por la misma causa que los huérfanos. Muchas son cabeza de familia monoparental y las beneficiaría enormemente la ayuda que la iglesia pueda brindarles.

Como veremos esta semana, ayudar a los pobres no es solo una opción. Es seguir el ejemplo de Jesús y obedecer sus mandatos.

DOMINGO — La vida y el ministerio de Jesús

En los comienzos de su ministerio público, Jesús viajó a Nazaret, en la región de Galilea. Esta era su ciudad natal, y la gente local ya había oído hablar de su obra y sus milagros. Como era su costumbre, Jesús asistió a los servicios del sábado en la sinagoga. Aunque Jesús no era el rabino oficiante, el asistente le entregó el rollo de Isaías y le pidió que hiciera la lectura de las Escrituras. Jesús leyó Isaías 61:1-2
RVR1960 1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, (A) a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, (B) y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; (C) NTV 1 El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado y a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad. 2 Él me ha enviado para anunciar a los que se lamentan que ha llegado el tiempo del favor del Señor junto con el día de la ira de Dios contra sus enemigos.

Lee Lucas 4:16-19
RVR1960 (Mt. 13.
53-58; Mr. 6.
1-6) 16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. 17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor.
NTV 16 Cuando llegó a Nazaret, la aldea donde creció, fue como de costumbre a la sinagoga el día de descanso y se puso de pie para leer las Escrituras. 17 Le dieron el rollo del profeta Isaías. Jesús lo desenrolló y encontró el lugar donde está escrito lo siguiente: 18 «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad, 19 y que ha llegado el tiempo del favor del Señor ».
compáralo con Isaías Isaías 61:1-2
RVR1960 1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, (A) a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, (B) y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; (C) NTV 1 El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado y a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad. 2 Él me ha enviado para anunciar a los que se lamentan que ha llegado el tiempo del favor del Señor junto con el día de la ira de Dios contra sus enemigos.
ver también Lucas 7:19-23
RVR1960 19 y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 20 Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro? 21 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. 22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí. NTV 19 y los envió al Señor para que le preguntaran: «¿Eres tú el Mesías a quien hemos esperado o debemos seguir buscando a otro? ». 20 Los dos discípulos de Juan encontraron a Jesús y le dijeron: «Juan el Bautista nos envió a preguntarte: “¿Eres tú el Mesías a quien hemos esperado o debemos seguir buscando a otro?”». 21 En ese preciso momento Jesús sanó a muchas personas de enfermedades, dolencias, y expulsó espíritus malignos y le devolvió la vista a muchos ciegos. 22 Luego les dijo a los discípulos de Juan: «Regresen a Juan y cuéntenle lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos caminan bien, los que tienen lepra son curados, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les predica la Buena Noticia». 23 Y agregó: «Dios bendice a los que no se apartan por causa de mí».

¿Por qué crees que Jesús escogió este pasaje específico? ¿Por qué estos versículos de Isaías se consideraban mesiánicos? ¿Qué revelaban acerca de la obra del Mesías?

Como los dirigentes religiosos aparentemente habían pasado por alto las profecías que hablaban de un Mesías sufriente y habían aplicado mal las que apuntaban a la gloria de su segunda venida (lo que debería servirnos como recordatorio de la importancia de entender realmente la profecía), la mayoría de la gente creía en la falsa idea de que la misión del Mesías era librar a Israel de sus conquistadores y opresores, los romanos. Pensar que la declaración de misión del Mesías provenía de Isaías 61:1-2
RVR1960 1 El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, (A) a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; 2 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, (B) y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; (C) NTV 1 El Espíritu del Señor Soberano está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado para consolar a los de corazón quebrantado y a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad. 2 Él me ha enviado para anunciar a los que se lamentan que ha llegado el tiempo del favor del Señor junto con el día de la ira de Dios contra sus enemigos.
debió de haber sido un verdadero shock.

Los pobres generalmente eran menospreciados por funcionarios inescrupulosos como los recaudadores de impuestos, los comerciantes, e incluso sus propios vecinos. Comúnmente se pensaba que la pobreza era una maldición de Dios y que ellos mismos tenían la culpa de su infortunio. Con esta mentalidad, eran pocos los que se preocupaban por los pobres y su situación miserable.

Sin embargo, el amor de Jesús por los pobres fue una de las mayores evidencias de su mesianismo, como lo demuestra la forma en que Jesús respondió la pregunta de Juan el Bautista acerca de si él era el Mesías Mateo 11:1-6
RVR1960 (Lc. 7.
18-35) 1 Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos. 2 Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, 3 para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? 4 Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. 5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; 6 y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.
NTV 1 Cuando Jesús terminó de darles esas instrucciones a los doce discípulos, salió a enseñar y a predicar en las ciudades de toda la región. 2 Juan el Bautista, quien estaba en prisión, oyó acerca de todas las cosas que hacía el Mesías. Entonces envió a sus discípulos para que le preguntaran a Jesús: 3 — ¿Eres tú el Mesías a quien hemos esperado o debemos seguir buscando a otro? 4 Jesús les dijo: — Regresen a Juan y cuéntenle lo que han oído y visto: 5 los ciegos ven, los cojos caminan bien, los que tienen lepra son curados, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les predica la Buena Noticia. 6 — Y agregó — : Dios bendice a los que no se apartan por causa de mí.

“Como los discípulos del Salvador, Juan el Bautista no comprendía la naturaleza del reino de Cristo. Esperaba que Jesús ocupara el trono de David; y como pasaba el tiempo y el Salvador no asumía la autoridad real, Juan estaba perplejo y perturbado” (DTG 186).

“La religión pura y sin mancha ante Dios el Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo” Santiago 1:27
RVR1960 27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. NTV 27 La religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y no dejar que el mundo te corrompa.
¿Cómo debería ayudarnos este versículo a establecer nuestras prioridades religiosas?

LUNES — La provisión de Dios para los pobres

En sus escritos, los autores bíblicos incluyeron muchos de los preceptos de Dios para los pobres, los extranjeros, las viudas y los huérfanos. Tenemos registros de esto desde el Monte Sinaí. “Seis años sembrarás tu tierra, y allegarás tu cosecha; pero el séptimo año la dejarás libre para que coman los pobres de tu pueblo. Y de lo que quede comerán las bestias del campo. Así harás con tu viña y tu olivar” Éxodo 23:10-11
RVR1960 10 Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha; 11 mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar. NTV 10 »Siembra y recoge tus cosechas durante seis años, 11 pero el séptimo año deja que la tierra se renueve y descanse sin cultivar. Permite que la gente pobre de tu pueblo coseche lo que crezca por sí mismo durante ese año. Deja el resto para que coman los animales salvajes. Haz lo mismo con tus viñedos y olivares.

Lee Levítico 23:22
RVR1960 22 Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios. NTV 22 »Cuando recojas las cosechas de tu tierra, no siegues el grano en las orillas de tus campos ni levantes lo que caiga de los segadores. Déjalo para los pobres y los extranjeros que viven entre ustedes. Yo soy el Señor tu Dios».
Deuteronomio 15:11
RVR1960 11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra. NTV 11 Siempre habrá algunos que serán pobres en tu tierra, por eso te ordeno que compartas tus bienes generosamente con ellos y también con otros israelitas que pasen necesidad.

Aunque el contexto de nuestra vida hoy sea muy diferente, ¿qué principios deberíamos extraer de estos versículos?

Generalmente se entiende que “hermano” aquí se refiere a pares israelitas o a compañeros de creencia. También pensamos en ellos como los pobres dignos, o “estos mis hermanos pequeños”. Los Salmos dan instrucciones sobre cómo debemos tratar a los necesitados. “Defiendan al débil y al huérfano, hagan justicia al afligido y al menesteroso. Libren al afligido y al necesitado, líbrenlo de mano de los impíos” Salmos 82:3-4
RVR1960 3 Defended al débil y al huérfano; Haced justicia al afligido y al menesteroso. 4 Librad al afligido y al necesitado; Libradlo de mano de los impíos. NTV 3 »Hagan justicia al pobre y al huérfano; defiendan los derechos de los oprimidos y de los desposeídos. 4 Rescaten al pobre y al indefenso; líbrenlos de las garras de los malvados.
Este pasaje indica nuestra participación en formas que van más allá de simplemente proporcionar alimentos.

Luego están las promesas para quienes ayudan a los necesitados: “El que da al pobre no tendrá pobreza” Proverbios 28:27
RVR1960 27 El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones. NTV 27 Al que ayuda al pobre no le faltará nada, en cambio, los que cierran sus ojos ante la pobreza serán maldecidos.
“El rey que juzga con verdad a los pobres afirma su trono para siempre” Proverbios 29:14
RVR1960 14 Del rey que juzga con verdad a los pobres, El trono será firme para siempre. NTV 14 Si un rey juzga al pobre con justicia, su trono perdurará para siempre.
Y el rey David señaló: “Dichoso el que se preocupa del pobre. El Señor lo librará en el día malo” Salmos 41:1
RVR1960 Al músico principal. Salmo de David. 1 Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día malo lo librará Jehová. NTV Para el director del coro: salmo de David. 1 ¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres! El Señor los rescata cuando están en apuros.
Esto, entonces, siempre había sido una prioridad en el antiguo Israel, aunque a veces se había perdido de vista.

En cambio, incluso en tiempos más modernos, especialmente en Inglaterra, bajo el impacto de lo que se conoce como “darwinismo social”, muchos piensan que no solo no hay un imperativo moral para ayudar a los pobres; de hecho, estaría mal hacerlo. Al contrario, siguiendo las fuerzas de la naturaleza, en las que los fuertes sobreviven a expensas de los débiles, los “darwinistas sociales” creen que sería perjudicial para la sociedad ayudar a los pobres, a los enfermos, a los indigentes, porque, si se multiplican, solo debilitarían el tejido social de la nación en su conjunto. Aunque suene cruel, este pensamiento es el resultado lógico de la creencia en la Evolución y la falsa narración que esta proclama.

El evangelio, la idea de que Cristo murió por todos, ¿cómo debería afectar la forma en que tratamos a los demás, independientemente de quiénes sean?

MARTES — El joven rico

No sabemos mucho sobre el joven rico aparte de que era joven y rico. Y también que tenía interés en las cosas espirituales. Tenía tanta energía que acudió corriendo a Jesús Marcos 10:17
RVR1960 (Mt. 19.
16-30; Lc. 18.
18-30) 17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
NTV 17 Cuando Jesús estaba por emprender su camino a Jerusalén, un hombre se le acercó corriendo, se arrodilló y le preguntó: — Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?
Estaba entusiasmado por aprender acerca de la vida eterna. Esta historia es tan importante que se registra en los tres evangelios sinópticos: Mateo 19:16-22
RVR1960 (Mr. 10.
17-31; Lc. 18.
18-30) 16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 17 Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
NTV 16 Alguien se acercó a Jesús con la siguiente pregunta: — Maestro, ¿qué buena acción tengo que hacer para tener la vida eterna? 17 — ¿Por qué me preguntas a mí sobre lo que es bueno? — respondió Jesús — . Solo hay Uno que es bueno; pero para contestar a tu pregunta, si deseas recibir la vida eterna, cumple los mandamientos. 18 — ¿Cuáles? — preguntó el hombre. Y Jesús le contestó: — “No cometas asesinato; no cometas adulterio; no robes; no des falso testimonio; 19 honra a tu padre y a tu madre; ama a tu prójimo como a ti mismo”. 20 — He obedecido todos esos mandamientos — respondió el joven — . ¿Qué más debo hacer? 21 Jesús le dijo: — Si deseas ser perfecto, anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. 22 Cuando el joven escuchó lo que Jesús le dijo, se fue triste porque tenía muchas posesiones.
Marcos 10:17-22
RVR1960 (Mt. 19.
16-30; Lc. 18.
18-30) 17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. 19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. 20 Él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. 21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. 22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
NTV 17 Cuando Jesús estaba por emprender su camino a Jerusalén, un hombre se le acercó corriendo, se arrodilló y le preguntó: — Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna? 18 — ¿Por qué me llamas bueno? — preguntó Jesús — . Solo Dios es verdaderamente bueno; 19 pero para contestar a tu pregunta, tú conoces los mandamientos: “No cometas asesinato; no cometas adulterio; no robes; no des falso testimonio; no estafes a nadie; honra a tu padre y a tu madre”. 20 — Maestro — respondió el hombre — , he obedecido todos esos mandamientos desde que era joven. 21 Jesús miró al hombre y sintió profundo amor por él. — Hay una cosa que todavía no has hecho — le dijo — . Anda y vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. 22 Al oír esto, el hombre puso cara larga y se fue triste porque tenía muchas posesiones.
Lucas 18:18-23
RVR1960 (Mt. 19.
16-30; Mr. 10.
17-31) 18 Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo Dios. 20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. 21 Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. 23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
NTV 18 Cierta vez, un líder religioso le hizo a Jesús la siguiente pregunta: — Maestro bueno, ¿qué debería hacer para heredar la vida eterna? 19 — ¿Por qué me llamas bueno? — le preguntó Jesús — . Solo Dios es verdaderamente bueno; 20 pero para contestar a tu pregunta, tú conoces los mandamientos: “No cometas adulterio; no cometas asesinato; no robes; no des falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre”. 21 El hombre respondió: — He obedecido todos esos mandamientos desde que era joven. 22 Cuando Jesús oyó su respuesta, le dijo: — Hay una cosa que todavía no has hecho. Vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. 23 Cuando el hombre oyó esto, se puso triste porque era muy rico.

Lee Mateo 19:16-22
RVR1960 (Mr. 10.
17-31; Lc. 18.
18-30) 16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 17 Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
NTV 16 Alguien se acercó a Jesús con la siguiente pregunta: — Maestro, ¿qué buena acción tengo que hacer para tener la vida eterna? 17 — ¿Por qué me preguntas a mí sobre lo que es bueno? — respondió Jesús — . Solo hay Uno que es bueno; pero para contestar a tu pregunta, si deseas recibir la vida eterna, cumple los mandamientos. 18 — ¿Cuáles? — preguntó el hombre. Y Jesús le contestó: — “No cometas asesinato; no cometas adulterio; no robes; no des falso testimonio; 19 honra a tu padre y a tu madre; ama a tu prójimo como a ti mismo”. 20 — He obedecido todos esos mandamientos — respondió el joven — . ¿Qué más debo hacer? 21 Jesús le dijo: — Si deseas ser perfecto, anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. 22 Cuando el joven escuchó lo que Jesús le dijo, se fue triste porque tenía muchas posesiones.

¿Qué tenía en mente Jesús cuando le dijo: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Y ven, sígueme” Mateo 19:21
RVR1960 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. NTV 21 Jesús le dijo: — Si deseas ser perfecto, anda, vende todas tus posesiones y entrega el dinero a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme.
?

A la mayoría de nosotros Jesús no nos pide que vendamos todo lo que tenemos y demos el dinero a los pobres. Pero el dinero debió de haber sido el dios de este joven, y aunque la respuesta de Jesús puede parecer bastante severa, él sabía que esta era la única esperanza de salvación para este hombre.

La Biblia dice que se fue muy triste porque era muy rico, lo que demuestra cuánto adoraba su dinero. Se le ofreció la vida eterna y un lugar en el círculo íntimo de Jesús (“Ven, sígueme”, las mismas palabras que utilizó Jesús al llamar a los doce discípulos). Sin embargo, nunca más volvimos a saber de este joven. Cambió la Eternidad por sus posesiones terrenales.

Qué terrible compensación, ¿no? Qué triste ejemplo de no seguir la “gratificación diferida” (ver la semana pasada). Elegir como lo hizo este hombre es un gran engaño porque, no importa lo que las riquezas materiales nos puedan dar ahora, tarde o temprano todos morimos y enfrentamos la perspectiva de la eternidad. Y, mientras tanto, muchísimos ricos han descubierto que su riqueza no les dio la paz y la felicidad que esperaban; de hecho, en muchos casos parece haber ocurrido lo contrario. Se han escrito gran cantidad de biografías sobre cuán miserables han sido muchos ricos. De hecho, de los registros históricos, una de las mejores representaciones de cuán insatisfactoria puede ser la riqueza en sí misma se encuentra en el libro de Eclesiastés. Se pueden extraer muchas lecciones de él, pero hay un aspecto que se destaca claramente: el dinero no puede comprar la paz ni la felicidad.

“Porque el que quiera salvar su vida la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio la salvará. ¿Qué aprovecha al hombre si gana todo el mundo pero pierde su vida? O, ¿qué puede dar el hombre por su vida?” Marcos 8:35-37
RVR1960 35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 37 ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? NTV 35 Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás; pero si entregas tu vida por mi causa y por causa de la Buena Noticia, la salvarás. 36 ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? 37 ¿Hay algo que valga más que tu alma?
¿Qué significa perder la vida por causa del evangelio?

MIERCOLES — Zaqueo

Zaqueo era un judío rico que había hecho su fortuna trabajando como recaudador de impuestos para los odiados romanos. Por eso, y porque él y otros recaudadores de impuestos exigían más impuestos de los que realmente debían, a Zaqueo lo odiaban y lo llamaban “pecador”.

Zaqueo vivía en Jericó, que se encontraba en una ruta comercial muy transitada. El encuentro de Zaqueo y Jesús no fue una coincidencia. Aparentemente, Zaqueo estaba bajo convicción espiritual y quería hacer algunos cambios en su vida. Había oído hablar de Jesús y quería verlo. Se debió haber corrido la voz de que el grupo con el que viajaba Jesús llegaría a Jericó ese día. Jesús necesitaba pasar por Jericó desde Galilea, en su último viaje a Jerusalén. Las primeras palabras de Cristo a Zaqueo revelan que, incluso antes de entrar en el pueblo, Jesús sabía todo acerca de él.

Lee Lucas 19:1-10
RVR1960 1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. 4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. 5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. 7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. NTV 1 Jesús entró en Jericó y comenzó a pasar por la ciudad. 2 Había allí un hombre llamado Zaqueo. Era jefe de los cobradores de impuestos de la región y se había hecho muy rico. 3 Zaqueo trató de mirar a Jesús pero era de poca estatura y no podía ver por encima de la multitud. 4 Así que se adelantó corriendo y se subió a una higuera sicómoro que estaba junto al camino, porque Jesús iba a pasar por allí. 5 Cuando Jesús pasó, miró a Zaqueo y lo llamó por su nombre: «¡Zaqueo! — le dijo — . ¡Baja enseguida! Debo hospedarme hoy en tu casa». 6 Zaqueo bajó rápidamente y, lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa; 7 pero la gente estaba disgustada, y murmuraba: «Fue a hospedarse en la casa de un pecador de mala fama». 8 Mientras tanto, Zaqueo se puso de pie delante del Señor y dijo: — Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más. 9 Jesús respondió: — La salvación ha venido hoy a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham. 10 Pues el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar a los que están perdidos.

¿Qué diferencias hay entre la experiencia de este hombre rico con Jesús y la del joven rico?

Zaqueo y el joven rico tenían algunas cosas en común: ambos eran ricos, ambos querían ver a Jesús y ambos aspiraban a la vida eterna. Pero hasta aquí llegan las similitudes.

Fíjate que cuando Zaqueo dijo: “La mitad de mis bienes voy a dar a los pobres” Lucas 19:8
RVR1960 8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. NTV 8 Mientras tanto, Zaqueo se puso de pie delante del Señor y dijo: — Señor, daré la mitad de mi riqueza a los pobres y, si estafé a alguien con sus impuestos, le devolveré cuatro veces más.
Jesús aceptó este gesto como expresión de una verdadera experiencia de conversión. No le dijo: Lo siento, Zaqueo, pero como con el joven rico, es todo o nada. La mitad no sirve. ¿Por qué? Probablemente porque, aunque a Zaqueo sin duda le gustaba su riqueza, para él no era el dios que sí era para el joven rico. De hecho, aunque no sabemos qué le dijo especialmente Jesús, Zaqueo es el primero que habla de dar dinero a los pobres. En contraste, Jesús tuvo que indicar al joven rico específicamente que renunciara a todo; de lo contrario, esta dependencia lo habría destruido. Aunque Zaqueo, como cualquier persona rica, necesitaba tener cuidado con los peligros de la riqueza, parecía haberla controlado mejor que el joven rico.

“Cuando el joven y rico príncipe se hubo alejado de Jesús, los discípulos se habían maravillado de las palabras de su Maestro: ‘¡Cuán difícil les es entrar en el reino de Dios a los que confían en las riquezas!’ Ellos habían exclamado el uno al otro: ‘¿Quién, pues, podrá ser salvo?’ Ahora tenían una demostración de la veracidad de las palabras de Cristo: ‘Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios’ Marcos 10:24
RVR1960 24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! NTV 24 Los discípulos quedaron asombrados de sus palabras. Pero Jesús volvió a decir: «Queridos hijos, es muy difícil entrar en el reino de Dios.
Marcos 10:26
RVR1960 26 Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? NTV 26 Los discípulos quedaron atónitos. — Entonces, ¿quién podrá ser salvo? — preguntaron.
Lucas 18:27
RVR1960 27 Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. NTV 27 Él contestó: «Lo que es imposible para los seres humanos es posible para Dios».
Vieron cómo, por la gracia de Dios, un rico podía entrar en el Reino” (DTG 508).

JUEVES — ¿Has visto a mi siervo Job?

Lee Job 1:8
RVR1960 8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? NTV 8 Entonces el Señor preguntó a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal.

¿Cómo describe Dios mismo a Job?

No está nada mal que Dios llame “intachable” y “recto” Job 1:8
RVR1960 8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? NTV 8 Entonces el Señor preguntó a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal.
a Job; tan intachable y recto que nadie más en la Tierra en ese momento podía igualarlo. Veamos, estas son palabras de Dios, literales, acerca de Job.

Aun después de que Job enfrentó una catástrofe tras otra, Dios repitió lo que había dicho de Job, que no había nadie en la Tierra como él, intachable y recto, y todo lo demás; excepto que luego se agregó un nuevo elemento: Job continuaba poseyendo esas virtudes, “a pesar de que me incitaste contra él para que lo arruinara sin motivo” Job 2:3
RVR1960 3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? NTV 3 Entonces el Señor le preguntó a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. Además ha conservado su integridad a pesar de que tú me incitaste a que le hiciera daño sin ningún motivo.

Y, aunque podemos vislumbrar poderosamente la perfección y la rectitud de Job en la forma en que se negó a renunciar a Dios a pesar de todo lo sucedido y pese a la burla desafortunada de su esposa, “¿Aún mantienes tu integridad? Maldice a Dios y muérete” Job 2:9
RVR1960 9 Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. NTV 9 Su esposa le dijo: «¿Todavía intentas conservar tu integridad? Maldice a Dios y muérete».
el libro revela otro aspecto de la vida de Job antes de que se desarrollara el drama.

Lee Job 29:12-16
RVR1960 12 Porque yo libraba al pobre que clamaba, Y al huérfano que carecía de ayudador. 13 La bendición del que se iba a perder venía sobre mí, Y al corazón de la viuda yo daba alegría. 14 Me vestía de justicia, y ella me cubría; Como manto y diadema era mi rectitud. 15 Yo era ojos al ciego, Y pies al cojo. 16 A los menesterosos era padre, Y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia; NTV 12 Pues yo ayudaba a los pobres en su necesidad y a los huérfanos que requerían ayuda. 13 Ayudaba a los que estaban sin esperanza y ellos me bendecían; hacía que cantara de alegría el corazón de las viudas. 14 Siempre me comportaba con honradez; la rectitud me cubría como un manto y usaba la justicia como un turbante. 15 Yo era los ojos de los ciegos y los pies de los cojos. 16 Era un padre para los pobres y ayudaba a los extranjeros en necesidad.

¿Qué se describe aquí que nos da más información sobre el secreto del carácter de Job?

Quizá lo más esclarecedor aquí sean las palabras de Job: “Y de la causa del desconocido me informaba con diligencia” Job 29:16
RVR1960 16 A los menesterosos era padre, Y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia; NTV 16 Era un padre para los pobres y ayudaba a los extranjeros en necesidad.
En otras palabras, Job no se limitaba a esperar, por ejemplo, a que algún mendigo vestido con harapos se le acercara para pedirle limosna. Job era proactivo para identificar las necesidades y luego actuaba en consecuencia.

Elena de White sugirió:

“No aguardéis a que [los pobres] llamen vuestra atención a sus necesidades. Obrad como Job. Lo que él no sabía, lo averiguaba. Haced una gira de inspección, y ved lo que se necesita, y cómo puede suplirse mejor” (TI 5:141).

Este es un nivel de administración del dinero y de mayordomía de los recursos de Dios que está más allá de la práctica de muchos de los hijos de Dios en la actualidad.

Lee Isaías 58:6-8
RVR1960 6 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? 7 ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? 8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. NTV 6 »¡No! Esta es la clase de ayuno que quiero: pongan en libertad a los que están encarcelados injustamente; alivien la carga de los que trabajan para ustedes. Dejen en libertad a los oprimidos y suelten las cadenas que atan a la gente. 7 Compartan su comida con los hambrientos y den refugio a los que no tienen hogar; denles ropa a quienes la necesiten y no se escondan de parientes que precisen su ayuda. 8 »Entonces su salvación llegará como el amanecer, y sus heridas sanarán con rapidez; su justicia los guiará hacia adelante y atrás los protegerá la gloria del Señor.

¿Cómo podemos tomar estas palabras antiguas y aplicarlas a nosotros hoy?

VIERNES - Para Estudiar y Meditar

“ ‘Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones, y apartará los unos de los otros’. Así pintó Cristo a sus discípulos, en el Monte de los Olivos, la escena del gran Día de Juicio. Explicó que su decisión girará alrededor de un punto. Cuando las naciones estén reunidas delante de él, habrá tan solo dos clases; y su destino eterno quedará determinado por lo que hayan hecho o dejado de hacer por él en la persona de los pobres y los sufrientes” (DTG 592).

“Al abrir la puerta a los necesitados y dolientes hijos de Cristo, están dando la bienvenida a ángeles invisibles. Invitan la compañía de los seres celestiales. Ellos traen una sagrada atmósfera de gozo y paz. Vienen con alabanzas en sus labios, y una nota de respuesta se oye en el Cielo. Cada hecho de misericordia produce música allí. Desde su Trono, el Padre cuenta entre sus más preciosos tesoros a los que trabajan abnegadamente” (DTG 594).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

PREGUNTA 1

“Porque no faltarán pobres en la tierra” Deuteronomio 15:11
RVR1960 11 Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra. NTV 11 Siempre habrá algunos que serán pobres en tu tierra, por eso te ordeno que compartas tus bienes generosamente con ellos y también con otros israelitas que pasen necesidad.
Además del hecho de que esta predicción lamentablemente se ha cumplido aunque tenga miles de años, ¿cómo debemos entenderla hoy? Algunos han utilizado estas palabras para prácticamente justificar su falta de ayuda a los pobres, al razonar de esta manera: “Bueno, Dios dijo que los pobres siempre estarían entre nosotros, así que, así son las cosas”. ¿Cuál es la falacia de esa forma de pensar?

PREGUNTA 2

Lee 1 Timoteo 6:17-19
RVR1960 17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; 19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna. NTV 17 Enséñales a los ricos de este mundo que no sean orgullosos ni que confíen en su dinero, el cual es tan inestable. Deberían depositar su confianza en Dios, quien nos da en abundancia todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos. 18 Diles que usen su dinero para hacer el bien. Deberían ser ricos en buenas acciones, generosos con los que pasan necesidad y estar siempre dispuestos a compartir con otros. 19 De esa manera, al hacer esto, acumularán su tesoro como un buen fundamento para el futuro, a fin de poder experimentar lo que es la vida verdadera.
“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, prestos a compartir; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna”. Fíjate cuál es el peligro: confiar en las riquezas personales en lugar de en el Dios vivo. ¿Por qué es tan fácil que los que tienen dinero caigan en esto, a pesar de que saben que al final ni todo su dinero los mantendrá con vida? ¿Por qué todos debemos tener cuidado de no confiar en otra cosa que no sea el Dios vivo?

Repaso de la Lección

LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa

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