Un momento del destino — Estudia la Biblia Hoy





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Un momento del destino
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 CONTENIDO 

Un momento del destino

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA

Mateo 24:14
RVR1960 14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. NTV 14 Y se predicará la Buena Noticia acerca del reino por todo el mundo, de manera que todas las naciones la oirán; y entonces vendrá el fin.
Apocalipsis 14:14-20
RVR1960 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. 17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. 19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. NTV 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. 15 Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». 16 Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada. 17 Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. 18 Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». 19 Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
Mateo 16:27
RVR1960 27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. NTV 27 Pues el Hijo del Hombre vendrá con sus ángeles en la gloria de su Padre y juzgará a cada persona de acuerdo con sus acciones.
Hechos 1:9-11
RVR1960 9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. 10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. NTV 9 Después de decir esto, Jesús fue levantado en una nube mientras ellos observaban, hasta que ya no pudieron verlo. 10 Mientras se esforzaban por verlo ascender al cielo, dos hombres vestidos con túnicas blancas de repente se pusieron en medio de ellos. 11 «Hombres de Galilea — les dijeron — , ¿por qué están aquí parados, mirando al cielo? Jesús fue tomado de entre ustedes y llevado al cielo, ¡pero un día volverá del cielo de la misma manera en que lo vieron irse! ».
Marcos 4:26-29
RVR1960 26 Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; 27 y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. 28 Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; 29 y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado. NTV 26 Jesús también dijo: «El reino de Dios es como un agricultor que esparce semilla en la tierra. 27 Día y noche, sea que él esté dormido o despierto, la semilla brota y crece, pero él no entiende cómo sucede. 28 La tierra produce las cosechas por sí sola. Primero aparece una hoja, luego se forma la espiga y finalmente el grano madura. 29 Tan pronto como el grano está listo, el agricultor lo corta con la hoz porque ha llegado el tiempo de la cosecha».
Apocalipsis 16:1
RVR1960 1 Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios. NTV 1 Luego oí una voz potente que venía del templo y decía a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas que contienen la ira de Dios».

VERSÍCULO DE MEMORIA

Apocalipsis 14:14-15
RVR1960 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. NTV 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. 15 Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra».

SÁBADO — INTRODUCCIÓN

Dios siempre habló a su pueblo y le presentó las verdades pertinentes que necesitaba oír en ese momento. Desde la advertencia sobre el diluvio Génesis 6:7
RVR1960 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. NTV 7 Entonces el Señor dijo: «Borraré de la faz de la tierra a esta raza humana que he creado. Así es, y destruiré a todo ser viviente: a todos los seres humanos, a los animales grandes, a los animales pequeños que corren por el suelo y aun a las aves del cielo. Lamento haberlos creado».
hasta la primera venida de Jesús Daniel 9:24-27
RVR1960 24 Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. 26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. 27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador. NTV 24 »Un período de setenta conjuntos de siete se ha decretado para tu pueblo y tu ciudad santa para poner fin a su rebelión, para terminar con su pecado, para obtener perdón por su culpa, para traer justicia eterna, para confirmar la visión profética y para ungir el Lugar Santísimo. 25 ¡Ahora escucha y entiende! Pasarán siete conjuntos de siete más sesenta y dos conjuntos de siete desde el momento en que se dé la orden de reconstruir Jerusalén hasta que venga un gobernante, el Ungido. Jerusalén será reconstruida con calles y fuertes defensas, a pesar de los tiempos peligrosos. 26 »Después de este período de sesenta y dos conjuntos de siete, matarán al Ungido sin que parezca haber logrado nada y surgirá un gobernante cuyos ejércitos destruirán la ciudad y el templo. El fin llegará con una inundación; guerra, y la miseria que acarrea, está decretada desde ese momento hasta el fin. 27 El gobernante firmará un tratado con el pueblo por un período de un conjunto de siete, pero al cumplirse la mitad de ese tiempo, pondrá fin a los sacrificios y a las ofrendas. Como punto culminante de todos sus terribles actos, colocará un objeto sacrílego que causa profanación hasta que el destino decretado para este profanador finalmente caiga sobre él».
pasando por el Juicio Pre-advenimiento Daniel 7:9-10
RVR1960 9 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. NTV 9 Observé mientras colocaban unos tronos en su lugar, y el Anciano se sentó a juzgar. Su ropa era blanca como la nieve; su cabello se parecía a la lana más pura. Se sentó sobre un trono ardiente con ruedas en llamas, 10 y un río de fuego brotaba de su presencia. Millones de ángeles le atendían; muchos millones se pusieron de pie para servirle. Entonces comenzó la sesión del tribunal y se abrieron los libros.
Daniel 8:14
RVR1960 14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado. NTV 14 El otro le contestó: — Pasarán dos mil trescientas noches y mañanas; después el templo será restaurado.
y los acontecimientos finales antes de la segunda venida de Cristo Apocalipsis 12-14
RVR1960 1 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. 3 También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; 4 y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. 5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. 6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días. 7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; 8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. 12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. 13 Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo. 15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. 16 Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. 17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. 1 Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. 2 Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. 3 Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, 4 y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? 5 También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. 6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. 7 Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. 8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. 9 Si alguno tiene oído, oiga. 10 Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. 11 Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. 12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. 13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. 14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. 15 Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. 16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. 18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. 1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. 2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. 3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; 5 y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. 6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, 7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. 8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. 9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. 12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. 13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. 17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. 19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. Apocalipsis 12: 1 : Gn. 37.
9. Apocalipsis 12: 2 : Mi. 4.
10. Apocalipsis 12: 3 : Dn. 7.
7. Apocalipsis 12: 4 : Dn. 8.
10. Apocalipsis 12: 5 : Is. 66.
7. Apocalipsis 12: 5 : Sal. 2.
9. Apocalipsis 12: 7 : Dn. 10.
13,21; 12.
1; Jud. 9. Apocalipsis 12: 9 : Gn. 3.
1. Apocalipsis 12: 9 : Lc. 10.
18. Apocalipsis 12: 10 : Job 1.
9-11; Zac. 3.
1. Apocalipsis 12: 14 : Dn. 7.
25; 12.
7. Apocalipsis 13: 1 : Dn. 7.
3. Apocalipsis 13: 1 : Ap. 17.
3,7-12. Apocalipsis 13: 2 : Dn. 7.
4-6. Apocalipsis 13: 6 : Dn. 7.
8,25; 11.
36. Apocalipsis 13: 7 : Dn. 7.
21. Apocalipsis 13: 8 : Sal. 69.
28. Apocalipsis 13: 10 : Jer. 15.
2. Apocalipsis 14: 1 : Ez. 9.
4; Ap. 7.
3. Apocalipsis 14: 5 : Sof. 3.
13. Apocalipsis 14: 8 : Is. 21.
9; Ap. 18.
2. Apocalipsis 14: 10 : Is. 51.
17. Apocalipsis 14: 10 : Gn. 19.
24. Apocalipsis 14: 11 : Is. 34.
10. Apocalipsis 14: 14 : Dn. 7.
13. Apocalipsis 14: 15 : Jl. 3.
13. Apocalipsis 14: 20 : Is. 63.
3; Ap. 19.
15.
NTV 1 Entonces fui testigo de un suceso de gran importancia en el cielo. Vi a una mujer vestida del sol, con la luna debajo de los pies y una corona de doce estrellas sobre la cabeza. 2 Estaba embarazada y gritaba a causa de los dolores de parto y de la agonía de dar a luz. 3 Luego fui testigo de otro suceso importante en el cielo. Vi a un gran dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada cabeza. 4 Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas en el cielo y las arrojó a la tierra. Cuando la mujer estaba a punto de dar a luz, el dragón se paró delante de ella, listo para devorar al bebé en cuanto naciera. 5 Ella dio a luz a un hijo que gobernaría a todas las naciones con vara de hierro. Al dragón le arrebataron el hijo y lo llevaron hasta Dios y su trono. 6 Y la mujer huyó al desierto, donde Dios había preparado un lugar para que la cuidaran durante 1260 días. 7 Entonces hubo guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón y sus ángeles. 8 El dragón perdió la batalla y él y sus ángeles fueron expulsados del cielo. 9 Este gran dragón — la serpiente antigua llamada diablo o Satanás, el que engaña al mundo entero — fue lanzado a la tierra junto con todos sus ángeles. 10 Luego oí una fuerte voz que resonaba por todo el cielo: «Por fin han llegado la salvación y el poder, el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. Pues el acusador de nuestros hermanos — el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche — ha sido lanzado a la tierra. 11 Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el testimonio que dieron. Y no amaron tanto la vida como para tenerle miedo a la muerte. 12 Por lo tanto, ¡alégrense, oh cielos! ¡Y alégrense, ustedes, los que viven en los cielos! Pero el terror vendrá sobre la tierra y el mar, pues el diablo ha descendido a ustedes con gran furia, porque sabe que le queda poco tiempo». 13 Cuando el dragón se dio cuenta de que había sido lanzado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón; 14 pero a ella se le dieron dos alas como las de una gran águila para que pudiera volar al lugar que se había preparado para ella en el desierto. Allí sería cuidada y protegida lejos del dragón durante un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo. 15 Luego el dragón trató de ahogar a la mujer con un torrente de agua que salía de su boca; 16 pero entonces la tierra ayudó a la mujer y abrió la boca y tragó el río que brotaba de la boca del dragón. 17 Así que el dragón se enfureció contra la mujer y le declaró la guerra al resto de sus hijos, a todos los que obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen firmes en su testimonio de Jesús. 18 Entonces el dragón se plantó a la orilla junto al mar. 1 Después vi a una bestia que subía del mar. Tenía siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada cuerno; y escrito en cada cabeza había nombres que blasfemaban a Dios. 2 Esta bestia se parecía a un leopardo, ¡pero tenía las patas de un oso y la boca de un león! Y el dragón le dio a la bestia su propio poder y trono y gran autoridad. 3 Vi que una de las cabezas de la bestia parecía estar herida de muerte, ¡pero la herida mortal sanó! Todo el mundo se maravilló de este milagro y dio lealtad a la bestia. 4 Adoraron al dragón por haberle dado semejante poder a la bestia y también adoraron a la bestia. «¿Quién es tan grande como la bestia? — exclamaban — . ¿Quién puede luchar contra ella? ». 5 A la bestia se le permitió decir grandes blasfemias contra Dios, y se le dio autoridad para hacer todo lo que quisiera durante cuarenta y dos meses. 6 Y abrió la boca con terribles blasfemias contra Dios, maldiciendo su nombre y su habitación, es decir, a los que habitan en el cielo. 7 Además se le permitió a la bestia hacer guerra contra el pueblo santo de Dios y conquistarlo; y se le dio autoridad para gobernar sobre todo pueblo y toda tribu, lengua y nación. 8 Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo, aquellos cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida que pertenece al Cordero que fue sacrificado antes de la creación del mundo. 9 El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda. 10 Todo el que esté destinado a la cárcel, a la cárcel será llevado. Todo el que esté destinado a morir a espada, morirá a filo de espada. Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia y permanecer fiel. 11 Luego vi a otra bestia; esta salía de la tierra. Tenía dos cuernos como los de un cordero, pero hablaba con la voz de un dragón. 12 Ejercía toda la autoridad de la primera bestia y exigía que toda la tierra y sus habitantes adoraran a la primera bestia, la que se había recuperado de su herida mortal. 13 Hacía milagros asombrosos, incluso que cayera fuego del cielo a la tierra mientras todos observaban. 14 Con los milagros que se le permitió hacer en nombre de la primera bestia, engañó a todos los que pertenecen a este mundo. Les ordenó que hicieran una gran estatua de la primera bestia, la que estaba herida de muerte y después volvió a la vida. 15 Luego se le permitió dar vida a esa estatua para que pudiera hablar. Entonces la estatua de la bestia ordenó que todo el que se negara a adorarla debía morir. 16 Además exigió que a todos — pequeños y grandes; ricos y pobres; libres y esclavos — se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente. 17 Y nadie podía comprar ni vender nada sin tener esa marca, que era el nombre de la bestia o bien el número que representa su nombre. 18 Aquí se requiere sabiduría. El que tenga entendimiento, que resuelva el significado del número de la bestia, porque es el número de un hombre. Su número es 666. 1 Luego vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él había 144. 000 que tenían el nombre del Cordero y el de su Padre escrito en la frente. 2 Y oí un sonido que venía del cielo, era como el rugido de grandes olas del mar o el retumbar de fuertes truenos. Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. 3 Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Nadie podía aprender ese canto aparte de los 144. 000 que habían sido rescatados de la tierra. 4 Ellos se han mantenido tan puros como vírgenes, y son los que siguen al Cordero dondequiera que va. Han sido comprados de entre los pueblos de la tierra como ofrenda especial para Dios y para el Cordero. 5 Ellos no han dicho mentiras y son intachables. 6 Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua. 7 «Teman a Dios — gritaba — . Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua». 8 Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído — cayó esa gran ciudad — porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad». 9 Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano 10 tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. 11 El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre». 12 Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús. 13 Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”». 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. 15 Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». 16 Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada. 17 Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. 18 Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». 19 Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
Dios nos ha hablado. En estos últimos días de la historia de la humanidad, ha enviado un mensaje especial al mundo y a su pueblo, destinado a satisfacer la necesidad del momento. Lo representa mediante tres ángeles que vuelan por en medio del cielo llevando este mensaje urgente del tiempo del fin a todo el mundo.

El mensaje de los tres ángeles es el último aviso de misericordia de Jesús, un llamado que nos saca de nuestra propia justicia y nos lleva a confiar en la justicia de Jesús. Sin embargo, como siempre, debemos elegir a Cristo, rendirnos a él y serle obedientes, y las decisiones que tomemos ahora sin duda afectarán las decisiones que tomaremos en la crisis final que tenemos por delante. Ahora es el tiempo de prepararse.

DOMINGO — Decisiones eternas

Apocalipsis 14
RVR1960 1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. 2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. 3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; 5 y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. 6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, 7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. 8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. 9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. 12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. 13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. 17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. 19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. Apocalipsis 14: 1 : Ez. 9.
4; Ap. 7.
3. Apocalipsis 14: 5 : Sof. 3.
13. Apocalipsis 14: 8 : Is. 21.
9; Ap. 18.
2. Apocalipsis 14: 10 : Is. 51.
17. Apocalipsis 14: 10 : Gn. 19.
24. Apocalipsis 14: 11 : Is. 34.
10. Apocalipsis 14: 14 : Dn. 7.
13. Apocalipsis 14: 15 : Jl. 3.
13. Apocalipsis 14: 20 : Is. 63.
3; Ap. 19.
15.
NTV 1 Luego vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él había 144. 000 que tenían el nombre del Cordero y el de su Padre escrito en la frente. 2 Y oí un sonido que venía del cielo, era como el rugido de grandes olas del mar o el retumbar de fuertes truenos. Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. 3 Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Nadie podía aprender ese canto aparte de los 144. 000 que habían sido rescatados de la tierra. 4 Ellos se han mantenido tan puros como vírgenes, y son los que siguen al Cordero dondequiera que va. Han sido comprados de entre los pueblos de la tierra como ofrenda especial para Dios y para el Cordero. 5 Ellos no han dicho mentiras y son intachables. 6 Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua. 7 «Teman a Dios — gritaba — . Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua». 8 Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído — cayó esa gran ciudad — porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad». 9 Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano 10 tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. 11 El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre». 12 Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús. 13 Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”». 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. 15 Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». 16 Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada. 17 Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. 18 Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». 19 Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
es el mensaje final de misericordia de Jesús a un mundo caído y rebelde, que por casi seis mil años ha estado impregnado de pecado y maldad. Llegará el día en que cada ser humano del planeta Tierra tomará su decisión final e irrevocable, ya sea a favor o en contra de Jesús. El mensaje del Apocalipsis, acerca de la justicia de Cristo, que nos libra de la condenación del pecado así como del control del pecado en nuestra vida, resonará una y otra vez por toda la Tierra.

Lee Mateo 24:14
RVR1960 14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. NTV 14 Y se predicará la Buena Noticia acerca del reino por todo el mundo, de manera que todas las naciones la oirán; y entonces vendrá el fin.
y compáralo con Apocalipsis 14:6
RVR1960 6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, NTV 6 Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua.

¿Qué promesa hizo Jesús a sus discípulos con respecto a la difusión mundial del evangelio justo antes de su venida?

La promesa de Jesús de que “este evangelio del reino será predicado en todo el mundo”, que aparece en Mateo 24:14
RVR1960 14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. NTV 14 Y se predicará la Buena Noticia acerca del reino por todo el mundo, de manera que todas las naciones la oirán; y entonces vendrá el fin.
encuentra su cumplimiento final en el mensaje de Cristo para los últimos días, en Apocalipsis 14:6
RVR1960 6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, NTV 6 Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua.
que dice que el evangelio se proclamará a “toda nación y tribu, lengua y pueblo”.

Tres veces en Apocalipsis 22
RVR1960 1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. 3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. 5 No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos. 6 Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. 7 ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. 8 Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. 9 Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios. 10 Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. 11 El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. 12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. 13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. 14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. 15 Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira. 16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. 17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. 18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro. 20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. 21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. Apocalipsis 22: 1 : Ez. 47.
1; Zac. 14.
8. Apocalipsis 22: 2 : Gn. 2.
9. Apocalipsis 22: 3 : Zac. 14.
11. Apocalipsis 22: 5 : Is. 60.
19. Apocalipsis 22: 5 : Dn. 7.
18. Apocalipsis 22: 11 : Dn. 12.
10. Apocalipsis 22: 12 : Is. 40.
10; 62.
11. Apocalipsis 22: 12 : Sal. 28.
4. Apocalipsis 22: 13 : Ap. 1.
8. Apocalipsis 22: 13 : Is. 44.
6; 48.
12; Ap. 1.
17; 2.
8. Apocalipsis 22: 14 : Gn. 2.
9; 3.
22. Apocalipsis 22: 16 : Is. 11.
1. Apocalipsis 22: 17 : Is. 55.
1. Apocalipsis 22: 19 : Dt. 4.
2; 12.
32.
NTV 1 Luego el ángel me mostró un río con el agua de la vida, era transparente como el cristal y fluía del trono de Dios y del Cordero. 2 Fluía por el centro de la calle principal. A cada lado del río crecía el árbol de la vida, el cual produce doce cosechas de fruto, y una cosecha nueva cada mes. Las hojas se usaban como medicina para sanar a las naciones. 3 Ya no habrá más maldición sobre ninguna cosa, porque allí estará el trono de Dios y del Cordero, y sus siervos lo adorarán. 4 Verán su rostro y tendrán su nombre escrito en la frente. 5 Allí no existirá la noche — no habrá necesidad de la luz de lámparas ni del sol — porque el Señor Dios brillará sobre ellos. Y ellos reinarán por siempre y para siempre. 6 Entonces el ángel me dijo: «Todo lo que has oído y visto es verdadero y digno de confianza. El Señor Dios, que inspira a sus profetas, ha enviado a su ángel para decirles a sus siervos lo que pronto sucederá». 7 «Miren, ¡yo vengo pronto! Benditos son los que obedecen las palabras de la profecía que están escritas en este libro ». 8 Yo, Juan, soy el que vio y oyó todas estas cosas. Cuando las oí y las vi, me postré para adorar a los pies del ángel que me las mostró. 9 Pero él dijo: «No, no me adores a mí. Yo soy un siervo de Dios tal como tú y tus hermanos los profetas, al igual que todos los que obedecen lo que está escrito en este libro. ¡Adora únicamente a Dios! ». 10 Entonces me indicó: «No selles las palabras proféticas de este libro porque el tiempo está cerca. 11 Deja que el malo siga haciendo el mal; deja que el vil siga siendo vil; deja que el justo siga llevando una vida justa; deja que el santo permanezca santo». 12 «Miren, yo vengo pronto, y traigo la recompensa conmigo para pagarle a cada uno según lo que haya hecho. 13 Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin». 14 Benditos son los que lavan sus ropas. A ellos se les permitirá entrar por las puertas de la ciudad y comer del fruto del árbol de la vida. 15 Fuera de la ciudad están los perros: los que practican la brujería, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los que rinden culto a ídolos, y todos los que se deleitan en vivir una mentira. 16 «Yo, Jesús, he enviado a mi ángel con el fin de darte este mensaje para las iglesias. Yo soy tanto la fuente de David como el heredero de su trono. Yo soy la estrella brillante de la mañana». 17 El Espíritu y la esposa dicen: «Ven». Que todos los que oyen esto, digan: «Ven». Todos los que tengan sed, vengan. Todo aquel que quiera, beba gratuitamente del agua de la vida. 18 Yo declaro solemnemente a todos los que oyen las palabras de la profecía escritas en este libro: si alguien agrega algo a lo que está escrito aquí, Dios le agregará a esa persona las plagas que se describen en este libro. 19 Y si alguien quita cualquiera de las palabras de este libro de profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa que se describen en este libro. 20 Aquel que es el testigo fiel de todas esas cosas dice: «¡Sí, yo vengo pronto! ». ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! 21 Que la gracia del Señor Jesús sea con el pueblo santo de Dios.
Jesús afirma que él viene pronto Apocalipsis 22:7
RVR1960 7 ¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. NTV 7 «Miren, ¡yo vengo pronto! Benditos son los que obedecen las palabras de la profecía que están escritas en este libro ».
Apocalipsis 22:12
RVR1960 12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. NTV 12 «Miren, yo vengo pronto, y traigo la recompensa conmigo para pagarle a cada uno según lo que haya hecho.
Apocalipsis 22:20
RVR1960 20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. NTV 20 Aquel que es el testigo fiel de todas esas cosas dice: «¡Sí, yo vengo pronto! ». ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
En el contexto de su pronto regreso, nuestro Señor agrega: “ ‘El que es injusto siga siendo injusto, y el sucio siga ensuciándose. El justo siga siendo justo, y el santo siga santificándose’” Apocalipsis 22:11
RVR1960 11 El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. NTV 11 Deja que el malo siga haciendo el mal; deja que el vil siga siendo vil; deja que el justo siga llevando una vida justa; deja que el santo permanezca santo».
El Apocalipsis avanza a un clímax glorioso en el que cada persona debe decidir a favor o en contra de Cristo.

Por supuesto, todos los días, mediante nuestras decisiones, incluso en las “cosas pequeñas”, estamos decidiendo a favor o en contra de Jesús. Es poco probable que alguien que constantemente toma decisiones equivocadas en su vida ahora, de repente, en la crisis final, se incline por el bando de Jesús, especialmente cuando la fuerza de todo el mundo impío está en su contra. Ahora, hoy y todos los días, debemos decidir ser fieles a Cristo y a sus mandamientos. Juan escribió: “En esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus mandamientos” 1 Juan 5:3
RVR1960 3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. NTV 3 Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar.
Como dijo Elena de White:

“Jesús no cambia el carácter en su venida. La obra de transformación debe hacerse ahora. Nuestra vida diaria determina nuestro destino” (EUD 299).

¿Cómo forma Dios nuestro carácter? ¿Qué medios utiliza para que crezcamos en gracia? ¿Qué podemos hacer para permitir más plenamente que el Espíritu Santo nos transforme para ser más semejantes a Jesús?

LUNES — La venida del hijo del hombre

Apocalipsis 14
RVR1960 1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. 2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. 3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; 5 y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. 6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, 7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. 8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. 9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. 12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. 13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. 17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. 19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. Apocalipsis 14: 1 : Ez. 9.
4; Ap. 7.
3. Apocalipsis 14: 5 : Sof. 3.
13. Apocalipsis 14: 8 : Is. 21.
9; Ap. 18.
2. Apocalipsis 14: 10 : Is. 51.
17. Apocalipsis 14: 10 : Gn. 19.
24. Apocalipsis 14: 11 : Is. 34.
10. Apocalipsis 14: 14 : Dn. 7.
13. Apocalipsis 14: 15 : Jl. 3.
13. Apocalipsis 14: 20 : Is. 63.
3; Ap. 19.
15.
NTV 1 Luego vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él había 144. 000 que tenían el nombre del Cordero y el de su Padre escrito en la frente. 2 Y oí un sonido que venía del cielo, era como el rugido de grandes olas del mar o el retumbar de fuertes truenos. Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. 3 Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Nadie podía aprender ese canto aparte de los 144. 000 que habían sido rescatados de la tierra. 4 Ellos se han mantenido tan puros como vírgenes, y son los que siguen al Cordero dondequiera que va. Han sido comprados de entre los pueblos de la tierra como ofrenda especial para Dios y para el Cordero. 5 Ellos no han dicho mentiras y son intachables. 6 Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua. 7 «Teman a Dios — gritaba — . Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua». 8 Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído — cayó esa gran ciudad — porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad». 9 Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano 10 tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. 11 El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre». 12 Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús. 13 Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”». 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. 15 Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». 16 Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada. 17 Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. 18 Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». 19 Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
contiene los textos clave con respecto al mensaje del Señor para los últimos días para su pueblo y el mundo. El eje de todo esto es la venida de Jesús, el cumplimiento de su promesa de que “ ‘verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del Todopoderoso, y lo verán en su venida en las nubes del Cielo’ ” Marcos 14:62
RVR1960 62 Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. NTV 62 Jesús dijo: — Yo Soy. Y ustedes verán al Hijo del Hombre sentado en el lugar de poder, a la derecha de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

Lee Apocalipsis 14:14
RVR1960 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. NTV 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada.

¿Qué título se utiliza para describir a Jesús cuando regresa a la Tierra? ¿Por qué crees que Juan usa este título para Jesús?

Jesús usó el término “Hijo del hombre” para referirse a sí mismo 82 veces en los evangelios. Era uno de sus títulos favoritos. Lo usó como una expresión de cariño para identificarse con nosotros. Él es un Salvador que nos entiende, padeció nuestras tentaciones y pasó por nuestras pruebas. Él es el “Hijo del hombre”, que regresará para llevarnos a casa. El Jesús que viene por nosotros es el mismo Jesús que vivió entre nosotros. Él está calificado para redimirnos porque llegó a ser uno de nosotros y así, siendo uno de nosotros, enfrentó toda la furia de las tentaciones de Satanás, y fue victorioso.

¿Qué aprendemos de los siguientes versículos bíblicos en Mateo acerca de Jesús, el Hijo del hombre?

Mateo 16:27
RVR1960 27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. NTV 27 Pues el Hijo del Hombre vendrá con sus ángeles en la gloria de su Padre y juzgará a cada persona de acuerdo con sus acciones.

Mateo 24:27
RVR1960 27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. NTV 27 Pues, así como el relámpago destella en el oriente y brilla en el occidente, así será cuando venga el Hijo del Hombre.

Mateo 24:30
RVR1960 30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. NTV 30 Y entonces, por fin, aparecerá en los cielos la señal de que el Hijo del Hombre viene, y habrá un profundo lamento entre todos los pueblos de la tierra. Verán al Hijo del Hombre venir en las nubes del cielo con poder y gran gloria.

Mateo 25:31-32
RVR1960 31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. NTV 31 »Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria acompañado por todos los ángeles, entonces se sentará sobre su trono glorioso. 32 Todas las naciones se reunirán en su presencia, y él separará a la gente como un pastor separa a las ovejas de las cabras.

Observa algunos elementos en estos pasajes: (1) Jesús, el Hijo del hombre, viene en gloria con sus ángeles. (2) Separará las ovejas de los cabritos (un juicio, básicamente). (3) El destino de las naciones y de toda la humanidad se decidirá por la eternidad.

Piensa en la expresión “Hijo del hombre” y lo que esta dice de la humanidad de Cristo. Aunque era Dios, se hizo uno de nosotros; igual a nosotros pero, a diferencia de nosotros, nunca pecó. ¿Qué esperanza asombrosa te ofrece esto en términos de (1) conocer el amor de Dios por nosotros; (2) saber que él puede relacionarse con tus luchas y darte la victoria sobre ellas?

MARTES — El juicio celestial

Lee Apocalipsis 14:14
RVR1960 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. NTV 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada.
Hechos 1:9-11
RVR1960 9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. 10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. NTV 9 Después de decir esto, Jesús fue levantado en una nube mientras ellos observaban, hasta que ya no pudieron verlo. 10 Mientras se esforzaban por verlo ascender al cielo, dos hombres vestidos con túnicas blancas de repente se pusieron en medio de ellos. 11 «Hombres de Galilea — les dijeron — , ¿por qué están aquí parados, mirando al cielo? Jesús fue tomado de entre ustedes y llevado al cielo, ¡pero un día volverá del cielo de la misma manera en que lo vieron irse! ».

¿Qué similitudes descubres?

Juan declara: “Entonces miré y vi una nube blanca, y sobre la nube, a uno sentado semejante al Hijo del hombre” Apocalipsis 14:14
RVR1960 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. NTV 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada.
Cuando Jesús ascendió al Cielo, en Hechos 1:9
RVR1960 9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. NTV 9 Después de decir esto, Jesús fue levantado en una nube mientras ellos observaban, hasta que ya no pudieron verlo.
Lucas registra que, mientras los discípulos estaban de pie mirando al cielo, “Jesús fue elevado a la vista de ellos, y una nube lo ocultó de sus ojos”. Jesús ascendió en una nube de ángeles y volverá con una nube de ángeles. En ese entonces, los ángeles declararon a los discípulos asombrados, en Hechos 1:11
RVR1960 11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. NTV 11 «Hombres de Galilea — les dijeron — , ¿por qué están aquí parados, mirando al cielo? Jesús fue tomado de entre ustedes y llevado al cielo, ¡pero un día volverá del cielo de la misma manera en que lo vieron irse! ».
‘Este mismo Jesús, que ha sido llevado de ustedes al cielo, volverá del mismo modo en que lo han visto ir al cielo’ ”. Hay una verdad divina inserta en este pasaje que quizá no sea evidente. Este “mismo Jesús”, el “Hijo del hombre”, el que caminó por las calles polvorientas de Nazaret, ministró en las calles abarrotadas de Jerusalén, sanó a los enfermos en las aldeas de Israel y predicó en las laderas cubiertas de hierba en Galilea, vendrá otra vez.

También se menciona al Hijo del hombre a la luz del juicio en Daniel 7
RVR1960 1 En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño, y visiones de su cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió el sueño, y relató lo principal del asunto. 2 Daniel dijo: Miraba yo en mi visión de noche, y he aquí que los cuatro vientos del cielo combatían en el gran mar. 3 Y cuatro bestias grandes, diferentes la una de la otra, subían del mar. (A) 4 La primera era como león, y tenía alas de águila. Yo estaba mirando hasta que sus alas fueron arrancadas, y fue levantada del suelo y se puso enhiesta sobre los pies a manera de hombre, y le fue dado corazón de hombre. 5 Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se alzaba de un costado más que del otro, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, devora mucha carne. 6 Después de esto miré, y he aquí otra, semejante a un leopardo, con cuatro alas de ave en sus espaldas; tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio. (B) 7 Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos. (C) 8 Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas. (D) 9 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, (E) y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; (F) su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; (G) el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. (H) 11 Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego. 12 Habían también quitado a las otras bestias su dominio, pero les había sido prolongada la vida hasta cierto tiempo. 13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, (I) que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; (J) su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. 15 Se me turbó el espíritu a mí, Daniel, en medio de mi cuerpo, y las visiones de mi cabeza me asombraron. 16 Me acerqué a uno de los que asistían, y le pregunté la verdad acerca de todo esto. Y me habló, y me hizo conocer la interpretación de las cosas. 17 Estas cuatro grandes bestias son cuatro reyes que se levantarán en la tierra. 18 Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre. (K) 19 Entonces tuve deseo de saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que era tan diferente de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro y uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies; 20 asimismo acerca de los diez cuernos que tenía en su cabeza, y del otro que le había salido, delante del cual habían caído tres; y este mismo cuerno tenía ojos, y boca que hablaba grandes cosas, y parecía más grande que sus compañeros. 21 Y veía yo que este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía, (L) 22 hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; (M) y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino. 23 Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará. 24 Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; (N) y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. 25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo. (O) 26 Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin, 27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, (P) cuyo reino es reino eterno, (Q) y todos los dominios le servirán y obedecerán. 28 Aquí fue el fin de sus palabras. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron y mi rostro se demudó; pero guardé el asunto en mi corazón. Daniel 7: 3 : Ap. 13.
1; 17.
8. Daniel 7: 6 : Ap. 13.
2. Daniel 7: 7 : Ap. 12.
3; 13.
1. Daniel 7: 8 : Ap. 13.
5-6. Daniel 7: 9 : Ap. 20.
4. Daniel 7: 9 : Ap. 1.
14. Daniel 7: 10 : Ap. 5.
11. Daniel 7: 10 : Ap. 20.
12. Daniel 7: 13 : Mt. 24.
30; 26.
64; Mr. 13.
26; 14.
62; Lc. 21.
27; Ap. 1.
7,13; 14.
14. Daniel 7: 14 : Ap. 11.
15. Daniel 7: 18 : Ap. 22.
5. Daniel 7: 21 : Ap. 13.
7. Daniel 7: 22 : Ap. 20.
4. Daniel 7: 24 : Ap. 17.
12. Daniel 7: 25 : Ap. 12.
14; 13.
5-6. Daniel 7: 27 : Ap. 20.
4. Daniel 7: 27 : Ap. 22.
5.
NTV 1 Anteriormente, durante el primer año del reinado de Belsasar en Babilonia, Daniel tuvo un sueño y vio visiones mientras estaba en su cama. Puso el sueño por escrito y esto es lo que vio: 2 Esa noche, en mi visión, yo, Daniel, vi una tempestad que agitaba la superficie de un mar grande, con vientos fuertes soplando de todas direcciones. 3 Del agua surgieron cuatro bestias enormes, cada una diferente de la otra. 4 La primera bestia era como un león con alas de águila. Mientras yo observaba, le fueron arrancadas las alas y quedó de pie en el suelo sobre sus dos patas traseras, como un ser humano; y se le dio una mente humana. 5 Luego vi a una segunda bestia que se parecía a un oso. Se levantó sobre uno de sus costados y llevaba tres costillas entre los dientes; y oí una voz que le decía: «¡Levántate! ¡Devora la carne de mucha gente! ». 6 Después apareció la tercera de estas extrañas bestias y se parecía a un leopardo. Tenía cuatro alas de ave sobre la espalda y cuatro cabezas. A esta bestia se le dio gran autoridad. 7 Luego, en mi visión de esa noche, vi a una cuarta bestia, aterradora, espantosa y muy fuerte. Devoraba y aplastaba a sus víctimas con enormes dientes de hierro y pisoteaba los restos bajo sus pies. Era diferente a las demás bestias y tenía diez cuernos. 8 Mientras yo miraba los cuernos, surgió de pronto otro cuerno pequeño entre ellos. Tres de los primeros cuernos fueron arrancados de raíz para darle lugar al nuevo. Este cuerno pequeño tenía ojos que parecían humanos y una boca que presumía con arrogancia. 9 Observé mientras colocaban unos tronos en su lugar, y el Anciano se sentó a juzgar. Su ropa era blanca como la nieve; su cabello se parecía a la lana más pura. Se sentó sobre un trono ardiente con ruedas en llamas, 10 y un río de fuego brotaba de su presencia. Millones de ángeles le atendían; muchos millones se pusieron de pie para servirle. Entonces comenzó la sesión del tribunal y se abrieron los libros. 11 Yo seguí mirando porque podía oír las palabras arrogantes del cuerno pequeño. Seguí mirando hasta que mataron a la cuarta bestia y su cuerpo fue destruido por el fuego. 12 A las otras tres bestias les quitaron la autoridad, pero se les permitió seguir con vida un poco más. 13 Mientras continuó mi visión esa noche, vi a alguien parecido a un hijo de hombre descender con las nubes del cielo. Se acercó al Anciano y lo llevaron ante su presencia. 14 Se le dio autoridad, honra y soberanía sobre todas las naciones del mundo, para que lo obedecieran los de toda raza, nación y lengua. Su gobierno es eterno, no tendrá fin. Su reino jamás será destruido. 15 Yo, Daniel, quedé muy angustiado por todo lo que había visto, y las visiones me aterrorizaron. 16 Así que me acerqué a uno de los que estaban de pie junto al trono y le pregunté lo que significaba todo eso. Entonces me lo explicó así: 17 «Estas cuatro bestias enormes representan a cuatro reinos que surgirán de la tierra; 18 pero al final, el reino será entregado al pueblo santo del Altísimo y los santos gobernarán por siempre y para siempre». 19 Entonces quise conocer el verdadero significado de la cuarta bestia, que era tan diferente a las demás y tan espantosa. Había devorado y aplastado a sus víctimas con dientes de hierro y garras de bronce y pisoteaba los restos bajo sus pies. 20 También pregunté acerca de los diez cuernos que había en la cabeza de la cuarta bestia y por el cuerno pequeño que surgió después y destruyó a tres de los otros cuernos. Este cuerno parecía más grande que los demás y tenía ojos humanos y una boca que presumía con arrogancia. 21 Mientras miraba, ese cuerno hacía guerra contra el pueblo santo de Dios y lo vencía, 22 hasta que vino el Anciano — el Altísimo — y emitió un juicio en favor de su pueblo santo. Entonces llegó el tiempo para que los santos tomaran posesión del reino. 23 Despúes me dijo: «Esta cuarta bestia es la cuarta potencia mundial que gobernará la tierra. Será diferente a todas las demás. Devorará al mundo entero, pisoteando y aplastando todo lo que encuentre a su paso. 24 Sus diez cuernos son diez reyes que gobernarán ese imperio. Luego surgirá otro rey, diferente a los otros diez, y someterá a tres de ellos. 25 Desafiará al Altísimo y oprimirá al pueblo santo del Altísimo. Procurará cambiar las leyes de los santos y sus festivales sagrados y ellos quedarán bajo el dominio de ese rey por un tiempo, tiempos y medio tiempo. 26 »Sin embargo, después el tribunal dictará sentencia, se le quitará todo su poder y quedará totalmente destruido. 27 Entonces se dará al pueblo santo del Altísimo la soberanía, el poder y la grandeza de todos los reinos bajo el cielo. El reino del Altísimo permanecerá para siempre y todos los gobernantes le servirán y obedecerán». 28 Aquí termina la visión. Yo, Daniel, estaba espantado por mis pensamientos y mi rostro estaba pálido de miedo, pero no le dije nada a nadie.

Lee Daniel 7:9-10
RVR1960 9 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. NTV 9 Observé mientras colocaban unos tronos en su lugar, y el Anciano se sentó a juzgar. Su ropa era blanca como la nieve; su cabello se parecía a la lana más pura. Se sentó sobre un trono ardiente con ruedas en llamas, 10 y un río de fuego brotaba de su presencia. Millones de ángeles le atendían; muchos millones se pusieron de pie para servirle. Entonces comenzó la sesión del tribunal y se abrieron los libros.
Daniel 7:13-14
RVR1960 13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. NTV 13 Mientras continuó mi visión esa noche, vi a alguien parecido a un hijo de hombre descender con las nubes del cielo. Se acercó al Anciano y lo llevaron ante su presencia. 14 Se le dio autoridad, honra y soberanía sobre todas las naciones del mundo, para que lo obedecieran los de toda raza, nación y lengua. Su gobierno es eterno, no tendrá fin. Su reino jamás será destruido.

¿Por qué Daniel llamó a Jesús “Hijo de hombre” en algo tan serio como el Juicio? Según ya hemos visto, ¿qué debería reconfortarnos al saber que el “Hijo de hombre” es tan decisivo para el Juicio?

En Daniel 7:9-10
RVR1960 9 Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. NTV 9 Observé mientras colocaban unos tronos en su lugar, y el Anciano se sentó a juzgar. Su ropa era blanca como la nieve; su cabello se parecía a la lana más pura. Se sentó sobre un trono ardiente con ruedas en llamas, 10 y un río de fuego brotaba de su presencia. Millones de ángeles le atendían; muchos millones se pusieron de pie para servirle. Entonces comenzó la sesión del tribunal y se abrieron los libros.
Daniel ve el Trono celestial con miles de millares y millones de millones de seres celestiales y angelicales reunidos alrededor del Trono. Se inicia el juicio, y los libros (los registros celestiales de nuestra vida) se abren ante el Universo. En Daniel 7:13-14
RVR1960 13 Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. NTV 13 Mientras continuó mi visión esa noche, vi a alguien parecido a un hijo de hombre descender con las nubes del cielo. Se acercó al Anciano y lo llevaron ante su presencia. 14 Se le dio autoridad, honra y soberanía sobre todas las naciones del mundo, para que lo obedecieran los de toda raza, nación y lengua. Su gobierno es eterno, no tendrá fin. Su reino jamás será destruido.
el Hijo de hombre se acerca al Anciano de días, el Padre, y recibe su Reino eterno. El juicio revela ante todo el Universo que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han hecho todo lo posible para salvar a toda la humanidad. Este juicio vindica no solo a los santos, sino al mismo carácter de Dios contra las acusaciones falsas de Satanás Job 1
RVR1960 1 Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. 2 Y le nacieron siete hijos y tres hijas. 3 Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales. 4 E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos. 5 Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días. 6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. 7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. 8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? 9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. 11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová. 13 Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito, 14 y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos, 15 y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia. 16 Aún estaba este hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. 17 Todavía estaba este hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para darte la noticia. 18 Entre tanto que este hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; 19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia. 20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, 21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. 22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno. Job 1: 11 : Ap. 12.
10.
NTV 1 Había un hombre llamado Job que vivía en la tierra de Uz. Era un hombre intachable, de absoluta integridad, que tenía temor de Dios y se mantenía apartado del mal. 2 Tenía siete hijos y tres hijas. 3 Poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas burras; también tenía muchos sirvientes. En realidad, era la persona más rica de toda aquella región. 4 Los hijos de Job se turnaban en preparar banquetes en sus casas e invitaban a sus tres hermanas para que celebraran con ellos. 5 Cuando las fiestas terminaban — a veces después de varios días — Job purificaba a sus hijos. Se levantaba temprano por la mañana y ofrecía una ofrenda quemada por cada uno de ellos, porque pensaba: «Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en el corazón». Esta era una práctica habitual de Job. 6 Un día los miembros de la corte celestial llegaron para presentarse delante del Señor, y el Acusador, Satanás, vino con ellos. 7 El Señor le preguntó a Satanás: — ¿De dónde vienes? Satanás contestó al Señor: — He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre. 8 Entonces el Señor preguntó a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. 9 Satanás le respondió al Señor: — Sí, pero Job tiene una buena razón para temer a Dios: 10 siempre has puesto un muro de protección alrededor de él, de su casa y de sus propiedades. Has hecho prosperar todo lo que hace. ¡Mira lo rico que es! 11 Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara! 12 — Muy bien, puedes probarlo — dijo el Señor a Satanás — . Haz lo que quieras con todo lo que posee, pero no le hagas ningún daño físico. Entonces Satanás salió de la presencia del Señor. 13 Un día cuando los hijos y las hijas de Job celebraban en casa del hermano mayor, 14 llegó un mensajero a casa de Job con las siguientes noticias: «Sus bueyes estaban arando y los burros comiendo a su lado, 15 cuando los sabeos nos asaltaron. Robaron todos los animales y mataron a los trabajadores, y yo soy el único que escapó para contárselo». 16 Mientras este mensajero todavía hablaba, llegó otro con esta noticia: «Cayó del cielo el fuego de Dios y calcinó a las ovejas y a todos los pastores; yo soy el único que escapó para contárselo». 17 Mientras este mensajero todavía hablaba, llegó un tercero con esta noticia: «Tres bandas de saqueadores caldeos robaron sus camellos y mataron a los sirvientes; yo soy el único que escapó para contárselo». 18 No había terminado de hablar el tercer mensajero cuando llegó otro con esta noticia: «Sus hijos e hijas estaban festejando en casa del hermano mayor y, 19 de pronto, un fuerte viento del desierto llegó y azotó la casa por los cuatro costados. La casa se vino abajo y todos ellos murieron; yo soy el único que escapó para contárselo». 20 Job se levantó y rasgó su vestido en señal de dolor; después se rasuró la cabeza y se postró en el suelo para adorar 21 y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo estaré cuando me vaya. El Señor me dio lo que tenía, y el Señor me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor! ». 22 A pesar de todo, Job no pecó porque no culpó a Dios.
Job 2
RVR1960 1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová. 2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella. 3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? 4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. 5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. 7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. 8 Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza. 9 Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. 10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. 11 Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle. 12 Los cuales, alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron a gritos; y cada uno de ellos rasgó su manto, y los tres esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo. 13 Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que su dolor era muy grande. NTV 1 Un día los miembros de la corte celestial llegaron nuevamente para presentarse delante del Señor, y el Acusador, Satanás, vino con ellos. 2 El Señor le preguntó: — ¿De dónde vienes? Satanás contestó al Señor: — He estado recorriendo la tierra, observando todo lo que ocurre. 3 Entonces el Señor le preguntó a Satanás: — ¿Te has fijado en mi siervo Job? Es el mejor hombre en toda la tierra; es un hombre intachable y de absoluta integridad. Tiene temor de Dios y se mantiene apartado del mal. Además ha conservado su integridad a pesar de que tú me incitaste a que le hiciera daño sin ningún motivo. 4 Satanás respondió al Señor: — ¡Piel por piel! Cualquier hombre renunciaría a todo lo que tiene para salvar su vida. 5 Así que extiende tu mano y quítale la salud, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara! 6 — Muy bien, haz con él lo que quieras — dijo el Señor a Satanás — , pero no le quites la vida. 7 Entonces Satanás salió de la presencia del Señor e hirió a Job con terribles llagas en la piel, desde la cabeza hasta los pies. 8 Job, sentado entre cenizas, se rascaba con un trozo de teja. 9 Su esposa le dijo: «¿Todavía intentas conservar tu integridad? Maldice a Dios y muérete». 10 Sin embargo, Job contestó: «Hablas como una mujer necia. ¿Aceptaremos solo las cosas buenas que vienen de la mano de Dios y nunca lo malo? ». A pesar de todo, Job no dijo nada incorrecto. 11 Cuando tres de los amigos de Job se enteraron de la tragedia que había sufrido, viajaron juntos desde sus respectivos hogares para consolarlo y confortarlo. Sus nombres eran Elifaz, el temanita; Bildad, el suhita y Zofar, el naamatita. 12 Cuando vieron a Job de lejos, apenas lo reconocieron. Con fuertes lamentos, rasgaron sus vestidos y echaron polvo al aire sobre sus cabezas en señal de dolor. 13 Entonces, durante siete días y siete noches, se sentaron en el suelo junto a Job, y ninguno le decía nada porque veían que su sufrimiento era demasiado grande para expresarlo con palabras.
Salmos 51:1-4
RVR1960 Al músico principal. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el profeta. 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. NTV Para el director del coro: salmo de David, cuando el profeta Natán fue a verlo después que cometió adulterio con Betsabé. 1 Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados. 2 Lávame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados. 3 Pues reconozco mis rebeliones; día y noche me persiguen. 4 Contra ti y solo contra ti he pecado; he hecho lo que es malo ante tus ojos. Quedará demostrado que tienes razón en lo que dices y que tu juicio contra mí es justo.

Piensa en el hecho de que toda tu vida estará bajo escrutinio delante de Dios. Entonces, ¿cuál será tu única esperanza cuando esto suceda? Romanos 8:1
RVR1960 1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. NTV 1 Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús;

MIERCOLES — La corona del vencedor

Juan describe a Jesús como el “Hijo del hombre, con una corona de oro en su cabeza, y en su mano una hoz aguda” Apocalipsis 14:14
RVR1960 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. NTV 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada.
La palabra para “corona” es stephanos; es la corona de un vencedor. Cuando un atleta ganaba un certamen importante, se le daba un stephanos, una corona de honor, de gloria, de victoria.

Jesús una vez usó una corona de espinas, que simbolizaba la vergüenza y la burla. Una vez fue despreciado y rechazado por los hombres. Fue vilipendiado, ridiculizado, escupido, golpeado y azotado. Pero ahora lleva una corona de gloria y viene otra vez, y ahora como Rey de reyes y Señor de señores.

Lee Apocalipsis 14:15
RVR1960 15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. NTV 15 Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra».
Marcos 4:26-29
RVR1960 26 Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; 27 y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. 28 Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; 29 y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado. NTV 26 Jesús también dijo: «El reino de Dios es como un agricultor que esparce semilla en la tierra. 27 Día y noche, sea que él esté dormido o despierto, la semilla brota y crece, pero él no entiende cómo sucede. 28 La tierra produce las cosechas por sí sola. Primero aparece una hoja, luego se forma la espiga y finalmente el grano madura. 29 Tan pronto como el grano está listo, el agricultor lo corta con la hoz porque ha llegado el tiempo de la cosecha».

¿Qué similitudes ves entre estos pasajes? ¿De qué temas hablan?

El ángel viene de la presencia de Dios en la gloria del Templo. Dios mira al ángel y dice: “Llegó el momento. La cosecha está completamente madura”. El ángel vuela desde el Templo hasta Jesús y declara a gran voz: “Llegó la hora. La cosecha está madura. Ve a buscar a tus hijos y tráelos a casa”.

Repetidas veces Jesús utiliza ilustraciones de la agricultura, en el Nuevo Testamento. En más de una ocasión usa el simbolismo de una cosecha madura para ilustrar el crecimiento de la semilla del evangelio en la vida de su pueblo.

“La germinación de la semilla representa el comienzo de la vida espiritual, y el desarrollo de la planta es una bella figura del crecimiento cristiano. Así como en la naturaleza, así en la gracia; no puede haber vida sin crecimiento. La planta debe crecer o morir. Así como su crecimiento es silencioso e imperceptible, pero continuo, así es el desarrollo de la vida cristiana. En cada etapa de desarrollo nuestra vida puede ser perfecta; aun más, si se cumple el propósito de Dios para nosotros, habrá un progreso continuo. La santificación es la obra de toda una vida. A medida que se multipliquen nuestras oportunidades, también se ampliará nuestra experiencia y se incrementará nuestro conocimiento” (PVGM 45, 46).

La maduración del grano dorado representa a todos los que son transformados por la gracia, motivados por el amor y que viven en obediencia para la gloria del nombre de Cristo. Su corazón es uno con el corazón de Jesús, y todo lo que ellos quieren es lo que él quiere.

¿Cómo entiendes la declaración de Elena de White de que “en cada etapa de desarrollo nuestra vida puede ser perfecta”? ¿Qué significa eso, especialmente cuando podemos ver nuestras fallas y caracteres defectuosos ahora?

JUEVES — Cada semilla produce una cosecha

En Apocalipsis 14
RVR1960 1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. 2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. 3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; 5 y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. 6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, 7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. 8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. 9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. 12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. 13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. 17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. 19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. Apocalipsis 14: 1 : Ez. 9.
4; Ap. 7.
3. Apocalipsis 14: 5 : Sof. 3.
13. Apocalipsis 14: 8 : Is. 21.
9; Ap. 18.
2. Apocalipsis 14: 10 : Is. 51.
17. Apocalipsis 14: 10 : Gn. 19.
24. Apocalipsis 14: 11 : Is. 34.
10. Apocalipsis 14: 14 : Dn. 7.
13. Apocalipsis 14: 15 : Jl. 3.
13. Apocalipsis 14: 20 : Is. 63.
3; Ap. 19.
15.
NTV 1 Luego vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él había 144. 000 que tenían el nombre del Cordero y el de su Padre escrito en la frente. 2 Y oí un sonido que venía del cielo, era como el rugido de grandes olas del mar o el retumbar de fuertes truenos. Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. 3 Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Nadie podía aprender ese canto aparte de los 144. 000 que habían sido rescatados de la tierra. 4 Ellos se han mantenido tan puros como vírgenes, y son los que siguen al Cordero dondequiera que va. Han sido comprados de entre los pueblos de la tierra como ofrenda especial para Dios y para el Cordero. 5 Ellos no han dicho mentiras y son intachables. 6 Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua. 7 «Teman a Dios — gritaba — . Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua». 8 Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído — cayó esa gran ciudad — porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad». 9 Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano 10 tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. 11 El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre». 12 Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús. 13 Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”». 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. 15 Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». 16 Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada. 17 Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. 18 Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». 19 Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
hay dos cosechas. La cosecha de grano dorado representa a los justos, y la cosecha de uvas sangrientas representa a los injustos, o perdidos. Ambas cosechas están completamente maduras. Cada semilla sembrada está completamente madura.

Lee Apocalipsis 14:17-20
RVR1960 17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. 19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. NTV 17 Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. 18 Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». 19 Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.

¿Qué significa la expresión “el gran lagar de la ira de Dios”? Ver también Apocalipsis 14:10
RVR1960 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; NTV 10 tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero.
Apocalipsis 15:1
RVR1960 1 Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios. NTV 1 Luego vi en el cielo otro maravilloso suceso de gran importancia. Siete ángeles sostenían las últimas siete plagas, que completarían la ira de Dios.
Apocalipsis16:1
RVR1960 1 Oí una gran voz que decía desde el templo a los siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios. NTV 1 Luego oí una voz potente que venía del templo y decía a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas que contienen la ira de Dios».

“Y del altar salió aún otro ángel que tenía poder sobre el fuego” Apocalipsis 14:18
RVR1960 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. NTV 18 Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio».
Este es el ángel que manda los fuegos del juicio final de Dios. La cosecha está madura. El pecado llegó a su límite. La rebelión ha cruzado la línea de la misericordia de Dios. Aunque ha habido cosas muy malvadas y perversas, van a empeorar aún más antes de que todo termine. Un Dios amoroso ha hecho todo lo posible por nosotros, que incluía ofrecerse a sí mismo en la Cruz como sacrificio por nuestro pecado. “Al que no tenía pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros llegásemos a ser justicia de Dios en él” 2 Corintios 5:21
RVR1960 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. NTV 21 Pues Dios hizo que Cristo, quien nunca pecó, fuera la ofrenda por nuestro pecado, para que nosotros pudiéramos estar en una relación correcta con Dios por medio de Cristo.
también Gálatas 3:13
RVR1960 13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero , NTV 13 Pero Cristo nos ha rescatado de la maldición dictada en la ley. Cuando fue colgado en la cruz, cargó sobre sí la maldición de nuestras fechorías. Pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado en un madero».

¿Qué más podría haber hecho Dios más allá de esa Cruz? No hay nada más que la gracia pueda hacer para redimir a quienes han rechazado repetidamente al Espíritu Santo.

Este es el urgente mensaje profético de Apocalipsis 14
RVR1960 1 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. 2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. 3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; 5 y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. 6 Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, 7 diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. 8 Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. 9 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. 12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. 13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. 17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. 19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. Apocalipsis 14: 1 : Ez. 9.
4; Ap. 7.
3. Apocalipsis 14: 5 : Sof. 3.
13. Apocalipsis 14: 8 : Is. 21.
9; Ap. 18.
2. Apocalipsis 14: 10 : Is. 51.
17. Apocalipsis 14: 10 : Gn. 19.
24. Apocalipsis 14: 11 : Is. 34.
10. Apocalipsis 14: 14 : Dn. 7.
13. Apocalipsis 14: 15 : Jl. 3.
13. Apocalipsis 14: 20 : Is. 63.
3; Ap. 19.
15.
NTV 1 Luego vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él había 144. 000 que tenían el nombre del Cordero y el de su Padre escrito en la frente. 2 Y oí un sonido que venía del cielo, era como el rugido de grandes olas del mar o el retumbar de fuertes truenos. Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. 3 Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Nadie podía aprender ese canto aparte de los 144. 000 que habían sido rescatados de la tierra. 4 Ellos se han mantenido tan puros como vírgenes, y son los que siguen al Cordero dondequiera que va. Han sido comprados de entre los pueblos de la tierra como ofrenda especial para Dios y para el Cordero. 5 Ellos no han dicho mentiras y son intachables. 6 Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua. 7 «Teman a Dios — gritaba — . Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua». 8 Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído — cayó esa gran ciudad — porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad». 9 Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano 10 tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. 11 El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre». 12 Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús. 13 Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”». 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. 15 Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». 16 Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada. 17 Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. 18 Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». 19 Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
Todas las semillas han dado frutos. El grano está completamente maduro, y las uvas están completamente maduras. El pueblo de Dios revela su imagen de gracia, compasión, misericordia y amor ante el Universo. Los hijos del maligno revelan codicia, lujuria, celos y odio. El carácter de Jesús se revela en un grupo; y el carácter de Satanás, en el otro.

El Universo verá en el pueblo de Dios una revelación de justicia que tal vez ninguna generación anterior haya presenciado. En contraste con la justicia de Cristo revelada en su pueblo, el Universo verá los resultados completos de la rebelión contra Dios. La maldad, el mal, el pecado y la iniquidad se exhibirán plenamente ante los hombres y los ángeles. El contraste entre el bien y el mal, lo bueno y lo malo, la obediencia y la desobediencia, será evidente para todo el Universo, tanto para la humanidad como para los ángeles.

¿En qué medida puedes discernir el contraste entre el bien y el mal? ¿Por qué es importante que lo hagamos? Hebreos 14:27
RVR1960 NTV

VIERNES - Para Estudiar y Meditar

“Es una ley de la naturaleza intelectual y de la espiritual que llegamos a ser transformados por medio de la contemplación. La mente se adapta gradualmente a los temas en que se ocupa. Se llega a asimilar lo que se acostumbra amar y reverenciar. Jamás se elevará el hombre a mayor altura que a la de su ideal de pureza, bondad o verdad. Si el yo es su ideal más sublime, jamás alcanzará algo más exaltado. Más bien, se hundirá en bajezas siempre mayores. Solo la gracia de Dios tiene poder para elevar al hombre. Librado a su propia suerte, su conducta empeorará inevitablemente” (CS 611).

En forma sutil e imperceptible, casi inadvertida al principio, nuestro carácter y nuestra personalidad cambian según las “semillas” que estamos sembrando en nuestra mente. Siembra buenas semillas, y producirás buenos frutos. Siembra las malas semillas de este mundo, y producirás el fruto de este mundo en tu carácter. Si sembramos indiferencia hacia Dios y hacia los valores y las prioridades espirituales, cosechamos el fruto de la indiferencia: apatía, complacencia espiritual y frustración en nuestra vida espiritual. Por eso, quienes piensan: Bueno, yo sé que un día vendrá la persecución final, la “marca de la bestia”, y así sucesivamente, pero cuando llegue, entonces ordenaré mi vida, están eligiendo un camino muy peligroso. Dios nos llama ahora, en este momento, a entregar nuestra vida a él. Cuanto más tardes en responder al Espíritu Santo, el alma se volverá cada vez más dura a los impulsos de Dios y más susceptible a caer en las mentiras del maligno y a creer en ellas.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

PREGUNTA 1

¿Cuál es la relación entre ser salvo por gracia y crecer en gracia, en el contexto de Apocalipsis 14:14-20
RVR1960 14 Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. 15 Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. 16 Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. 17 Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. 18 Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. 19 Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. NTV 14 Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. 15 Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». 16 Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada. 17 Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. 18 Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». 19 Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. 20 Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
y el principio de la cosecha?

PREGUNTA 2

Analiza los elementos necesarios para el crecimiento de las plantas y compáralo con nuestro crecimiento espiritual. ¿Qué similitudes hay? Es decir, ¿qué podemos aprender del crecimiento de las plantas que podamos aplicar a nuestra propia vida?

PREGUNTA 3

¿Hay alguna diferencia entre la capacidad que Dios nos dio para tomar decisiones y nuestra fuerza de voluntad? ¿Por qué es importante entender esta diferencia para el cristiano en crecimiento?

PREGUNTA 4

¿Por qué el título “Hijo del hombre” nos alienta en la hora del Juicio mientras esperamos la segunda venida de Cristo? ¿Por qué es reconfortante saber que un Hombre, un Ser divino-humano, está allí arriba representándonos en el Juicio?

Repaso de la Lección

LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa

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