Sabiduría para vivir con rectitud — Estudia la Biblia Hoy





8/13          40 - 62 minutes
Sabiduría para vivir con rectitud
Sabiduría para vivir con rectitud
Sabiduría para vivir con rectitud



Click me to expand

 CONTENIDO 

Sabiduría para vivir con rectitud

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA

Salmos 119:1-16
RVR1960 Alef 1 Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; 3 Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. 4 Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos. 5 ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos Para guardar tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos. 7 Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios. 8 Tus estatutos guardaré; No me dejes enteramente. Bet 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. 16 Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. NTV Alef 1 Felices son los íntegros, los que siguen las enseñanzas del Señor. 2 Felices son los que obedecen sus leyes y lo buscan con todo el corazón. 3 No negocian con el mal y andan solo en los caminos del Señor. 4 Nos has ordenado que cumplamos cuidadosamente tus mandamientos. 5 ¡Oh, cuánto deseo que mis acciones sean un vivo reflejo de tus decretos! 6 Entonces no tendré vergüenza cuando compare mi vida con tus mandatos. 7 A medida que aprendo tus justas ordenanzas, te daré las gracias viviendo como debo hacerlo. 8 Obedeceré tus decretos; ¡por favor, no te des por vencido conmigo! Bet 9 ¿Cómo puede un joven mantenerse puro? Obedeciendo tu palabra. 10 Me esforcé tanto por encontrarte; no permitas que me aleje de tus mandatos. 11 He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti. 12 Te alabo, oh Señor; enséñame tus decretos. 13 Recité en voz alta todas las ordenanzas que nos has dado. 14 Me alegré en tus leyes tanto como en las riquezas. 15 Estudiaré tus mandamientos y reflexionaré sobre tus caminos. 16 Me deleitaré en tus decretos y no olvidaré tu palabra.
Salmos 90
RVR1960 LIBRO IVOración de Moisés, varón de Dios. 1 Señor, tú nos has sido refugio De generación en generación. 2 Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. 3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres. 4 Porque mil años delante de tus ojos Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche. 5 Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño, Como la hierba que crece en la mañana. 6 En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca. 7 Porque con tu furor somos consumidos, Y con tu ira somos turbados. 8 Pusiste nuestras maldades delante de ti, Nuestros yerros a la luz de tu rostro. 9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento. 10 Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. 11 ¿Quién conoce el poder de tu ira, Y tu indignación según que debes ser temido? 12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. 13 Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos. 14 De mañana sácianos de tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días. 15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste, Y los años en que vimos el mal. 16 Aparezca en tus siervos tu obra, Y tu gloria sobre sus hijos. 17 Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma. Salmos 90: 4 : 2 P. 3.
8.
NTV Libro Cuarto (Salmos 90–106)Oración de Moisés, hombre de Dios. 1 Señor, a lo largo de todas las generaciones, ¡tú has sido nuestro hogar! 2 Antes de que nacieran las montañas, antes de que dieras vida a la tierra y al mundo, desde el principio y hasta el fin, tú eres Dios. 3 Haces que la gente vuelva al polvo con solo decir: «¡Vuelvan al polvo, ustedes, mortales! ». 4 Para ti, mil años son como un día pasajero, tan breves como unas horas de la noche. 5 Arrasas a las personas como si fueran sueños que desaparecen. Son como la hierba que brota en la mañana. 6 Por la mañana se abre y florece, pero al anochecer está seca y marchita. 7 Nos marchitamos bajo tu enojo; tu furia nos abruma. 8 Despliegas nuestros pecados delante de ti — nuestros pecados secretos — y los ves todos. 9 Vivimos la vida bajo tu ira, y terminamos nuestros años con un gemido. 10 ¡Setenta son los años que se nos conceden! Algunos incluso llegan a ochenta. Pero hasta los mejores años se llenan de dolor y de problemas; pronto desaparecen, y volamos. 11 ¿Quién puede comprender el poder de tu enojo? Tu ira es tan imponente como el temor que mereces. 12 Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría. 13 ¡Oh Señor, vuelve a nosotros! ¿Hasta cuándo tardarás? ¡Compadécete de tus siervos! 14 Sácianos cada mañana con tu amor inagotable, para que cantemos de alegría hasta el final de nuestra vida. 15 ¡Danos alegría en proporción a nuestro sufrimiento anterior! Compensa los años malos con bien. 16 Permite que tus siervos te veamos obrar otra vez, que nuestros hijos vean tu gloria. 17 Y que el Señor nuestro Dios nos dé su aprobación y haga que nuestros esfuerzos prosperen. Sí, ¡haz que nuestros esfuerzos prosperen!
Juan 3:16
RVR1960 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. NTV 16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Salmos 95:7-11
RVR1960 7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, 9 Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras. 10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos. 11 Por tanto, juré en mi furor Que no entrarían en mi reposo. NTV 7 porque él es nuestro Dios. Somos el pueblo que él vigila, el rebaño a su cuidado. ¡Si tan solo escucharan hoy su voz! 8 El Señor dice: «No endurezcan el corazón como lo hizo Israel en Meriba, como lo hizo el pueblo en el desierto de Masá. 9 Allí sus antepasados me tentaron y pusieron a prueba mi paciencia, a pesar de haber visto todo lo que hice. 10 Durante cuarenta años estuve enojado con ellos y dije: “Son un pueblo cuyo corazón se aleja de mí; rehúsan hacer lo que les digo”. 11 Así que en mi enojo juré: “Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso”».
Salmos 141
RVR1960 Salmo de David. 1 Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí; Escucha mi voz cuando te invocare. 2 Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde. 3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. 4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites. 5 Que el justo me castigue, será un favor, Y que me reprenda será un excelente bálsamo Que no me herirá la cabeza; Pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquellos. 6 Serán despeñados sus jueces, Y oirán mis palabras, que son verdaderas. 7 Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol. 8 Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos; En ti he confiado; no desampares mi alma. 9 Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de las trampas de los que hacen iniquidad. 10 Caigan los impíos a una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante. Salmos 141: 2 : Ap. 5.
8.
NTV Salmo de David. 1 Oh Señor, clamo a ti. ¡Por favor, apresúrate! ¡Escucha cuando clamo a ti por ayuda! 2 Acepta como incienso la oración que te ofrezco, y mis manos levantadas, como una ofrenda vespertina. 3 Toma control de lo que digo, oh Señor, y guarda mis labios. 4 No permitas que me deslice hacia el mal ni que me involucre en actos perversos. No me dejes participar de los manjares de quienes hacen lo malo. 5 ¡Deja que los justos me golpeen! ¡Será un acto de bondad! Si me corrigen, es un remedio calmante; no permitas que lo rechace. Pero oro constantemente en contra de los perversos y de lo que hacen. 6 Cuando a sus líderes los arrojen por un acantilado, los perversos escucharán mis palabras y descubrirán que son verdad. 7 Como las piedras que levanta el arado, los huesos de los perversos quedarán esparcidos, sin que nadie los entierre. 8 Busco tu ayuda, oh Señor Soberano. Tú eres mi refugio; no dejes que me maten. 9 Líbrame de las trampas que me han tendido y de los engaños de los que hacen el mal. 10 Que los perversos caigan en sus propias redes, pero a mí, déjame escapar.
Salmos 128
RVR1960 Cántico gradual. 1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. 2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. 3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. 4 He aquí que así será bendecido el hombre Que teme a Jehová. 5 Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, 6 Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel. NTV Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. 1 ¡Qué feliz es el que teme al Señor, todo el que sigue sus caminos! 2 Gozarás del fruto de tu trabajo; ¡qué feliz y próspero serás! 3 Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa. 4 Esa es la bendición del Señor para los que le temen. 5 Que el Señor te bendiga continuamente desde Sion; que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. 6 Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz!

VERSÍCULO DE MEMORIA

Salmos 90:12
RVR1960 12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. NTV 12 Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría.

SÁBADO — INTRODUCCIÓN

Como hemos visto, la gracia de Dios ofrece el perdón de los pecados y crea un corazón nuevo en el pecador arrepentido, que ahora vive por la fe.

La Palabra de Dios también brinda instrucciones para una vida justa Salmos 119:9-16
RVR1960 Bet 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. 16 Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. NTV Bet 9 ¿Cómo puede un joven mantenerse puro? Obedeciendo tu palabra. 10 Me esforcé tanto por encontrarte; no permitas que me aleje de tus mandatos. 11 He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti. 12 Te alabo, oh Señor; enséñame tus decretos. 13 Recité en voz alta todas las ordenanzas que nos has dado. 14 Me alegré en tus leyes tanto como en las riquezas. 15 Estudiaré tus mandamientos y reflexionaré sobre tus caminos. 16 Me deleitaré en tus decretos y no olvidaré tu palabra.
Cumplir la Ley de Dios de ninguna manera es una observancia legalista de normas, sino vivir en una relación íntima con Dios, una vida llena de bendiciones Salmos 119:1-2
RVR1960 Alef 1 Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; NTV Alef 1 Felices son los íntegros, los que siguen las enseñanzas del Señor. 2 Felices son los que obedecen sus leyes y lo buscan con todo el corazón.
; Salmos 128
RVR1960 Cántico gradual. 1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. 2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. 3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. 4 He aquí que así será bendecido el hombre Que teme a Jehová. 5 Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, 6 Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel. NTV Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. 1 ¡Qué feliz es el que teme al Señor, todo el que sigue sus caminos! 2 Gozarás del fruto de tu trabajo; ¡qué feliz y próspero serás! 3 Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa. 4 Esa es la bendición del Señor para los que le temen. 5 Que el Señor te bendiga continuamente desde Sion; que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. 6 Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz!

No obstante, la vida del justo no está exenta de tentaciones. A veces, el justo puede verse tentado por la naturaleza astuta del pecado Salmos 141:2-4
RVR1960 2 Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde. 3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. 4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites. NTV 2 Acepta como incienso la oración que te ofrezco, y mis manos levantadas, como una ofrenda vespertina. 3 Toma control de lo que digo, oh Señor, y guarda mis labios. 4 No permitas que me deslice hacia el mal ni que me involucre en actos perversos. No me dejes participar de los manjares de quienes hacen lo malo.
e incluso caer en esa tentación. Dios permite tiempos de prueba para que la fidelidad (o la infidelidad) de sus hijos se revele claramente. Si los hijos de Dios prestan atención a la instrucción y la amonestación de Dios, su fe se purificará y su confianza en el Señor se fortalecerá. La sabiduría para vivir rectamente se adquiere mediante la dinámica de la vida en compañía de Dios en medio de las tentaciones y los desafíos. Por eso, la oración en ruego a Dios de que nos enseñe a contar nuestros días para que adquiramos un corazón sabio Salmos 90:12
RVR1960 12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. NTV 12 Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría.
refleja un compromiso continuo de ser fieles al Señor.

DOMINGO — En mi corazón he guardado tus dichos

Lee Salmos 119:1-16
RVR1960 Alef 1 Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; 3 Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. 4 Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos. 5 ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos Para guardar tus estatutos! 6 Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos. 7 Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios. 8 Tus estatutos guardaré; No me dejes enteramente. Bet 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12 Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. 13 Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14 Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. 15 En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. 16 Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. NTV Alef 1 Felices son los íntegros, los que siguen las enseñanzas del Señor. 2 Felices son los que obedecen sus leyes y lo buscan con todo el corazón. 3 No negocian con el mal y andan solo en los caminos del Señor. 4 Nos has ordenado que cumplamos cuidadosamente tus mandamientos. 5 ¡Oh, cuánto deseo que mis acciones sean un vivo reflejo de tus decretos! 6 Entonces no tendré vergüenza cuando compare mi vida con tus mandatos. 7 A medida que aprendo tus justas ordenanzas, te daré las gracias viviendo como debo hacerlo. 8 Obedeceré tus decretos; ¡por favor, no te des por vencido conmigo! Bet 9 ¿Cómo puede un joven mantenerse puro? Obedeciendo tu palabra. 10 Me esforcé tanto por encontrarte; no permitas que me aleje de tus mandatos. 11 He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti. 12 Te alabo, oh Señor; enséñame tus decretos. 13 Recité en voz alta todas las ordenanzas que nos has dado. 14 Me alegré en tus leyes tanto como en las riquezas. 15 Estudiaré tus mandamientos y reflexionaré sobre tus caminos. 16 Me deleitaré en tus decretos y no olvidaré tu palabra.
Salmos 119:161-168
RVR1960 Sin 161 Príncipes me han perseguido sin causa, Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras. 162 Me regocijo en tu palabra Como el que halla muchos despojos. 163 La mentira aborrezco y abomino; Tu ley amo. 164 Siete veces al día te alabo A causa de tus justos juicios. 165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. 166 Tu salvación he esperado, oh Jehová, Y tus mandamientos he puesto por obra. 167 Mi alma ha guardado tus testimonios, Y los he amado en gran manera. 168 He guardado tus mandamientos y tus testimonios, Porque todos mis caminos están delante de ti. NTV Shin 161 Gente poderosa me acosa sin razón, pero mi corazón tiembla únicamente ante tu palabra. 162 Me alegro en tu palabra como alguien que descubre un gran tesoro. 163 Odio y detesto toda falsedad, pero amo tus enseñanzas. 164 Te alabaré siete veces al día porque todas tus ordenanzas son justas. 165 Los que aman tus enseñanzas tienen mucha paz y no tropiezan. 166 Anhelo que me rescates, Señor, por eso, he obedecido tus mandatos. 167 Obedecí tus leyes, porque las amo mucho. 168 Así es, obedezco tus leyes y tus mandamientos porque tú sabes todo lo que hago.

¿Cómo debemos guardar los mandamientos de Dios, y cuáles son las bendiciones que recibimos al guardarlos?

La Biblia describe una vida diaria de fe como un peregrinaje (“andar” o “caminar”) con Dios en su senda de justicia. Llevamos una vida de fe al andar “en la ley del Señor” Salmos 119:1
RVR1960 Alef 1 Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. NTV Alef 1 Felices son los íntegros, los que siguen las enseñanzas del Señor.
y “a la luz de [s]u rostro” Salmos 89:15
RVR1960 15 Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro. NTV 15 Felices son los que oyen el alegre llamado a la adoración, porque caminarán a la luz de tu presencia, Señor.
De ningún modo son dos caminos diferentes. Andar a la luz del rostro de Dios implica cumplir la Ley de Dios. Del mismo modo, caminar “en la ley del Señor” implica buscar a Dios con todo el corazón Salmos 119:1-2
RVR1960 Alef 1 Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; NTV Alef 1 Felices son los íntegros, los que siguen las enseñanzas del Señor. 2 Felices son los que obedecen sus leyes y lo buscan con todo el corazón.
Salmos 119:10
RVR1960 10 Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. NTV 10 Me esforcé tanto por encontrarte; no permitas que me aleje de tus mandatos.

Andar “por caminos perfectos” es otra forma en que los salmos describen la vida recta Salmos 119:1
RVR1960 Alef 1 Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. NTV Alef 1 Felices son los íntegros, los que siguen las enseñanzas del Señor.
Conducirse “sin tacha” (DHH) describe un sacrificio “sin defecto”, que es aceptable a Dios Éxodo 12:5
RVR1960 5 El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. NTV 5 El animal seleccionado deberá ser un macho de oveja o de cabra, de un año y que no tenga ningún defecto.
Del mismo modo, la vida del justo, que es un sacrificio vivo Romanos 12:1
RVR1960 1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. NTV 1 Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.
no debe estar manchada por el amor al pecado. Una vida dedicada a Dios es también un “camino perfecto”, lo que significa que la persona toma una dirección correcta en la vida, que agrada a Dios Salmos 101:2
RVR1960 2 Entenderé el camino de la perfección Cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. NTV 2 Tendré cuidado de llevar una vida intachable; ¿cuándo vendrás a ayudarme? Viviré con integridad en mi propio hogar.
Salmos 101:6
RVR1960 6 Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, este me servirá. NTV 6 Buscaré a personas fieles para que sean mis compañeros; solo a los que sean irreprochables se les permitirá servirme.
ver también Salmos 18:32
RVR1960 32 Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino; NTV 32 Dios me arma de fuerza y hace perfecto mi camino.

Guardar los mandamientos de Dios no tiene nada que ver con una observancia legalista de las normas divinas. Al contrario, consiste en un “buen entendimiento” de la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, y entre el bien y el mal Salmos 111:10
RVR1960 10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; (A) Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre. NTV 10 El temor del Señor es la base de la verdadera sabiduría; todos los que obedecen sus mandamientos crecerán en sabiduría. ¡Alábenlo para siempre!
ver también 1 Crónicas 22:12
RVR1960 12 Y Jehová te dé entendimiento y prudencia, para que cuando gobiernes a Israel, guardes la ley de Jehová tu Dios. NTV 12 Que el Señor te dé sabiduría y entendimiento, para que obedezcas la ley del Señor tu Dios mientras gobiernes a Israel.
y abarca a toda la persona, no solamente las acciones externas. Ser “sin tacha”, guardar los mandamientos de Dios y buscar a Dios con todo el corazón son actitudes inseparables en la vida Salmos 119:1-2
RVR1960 Alef 1 Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; NTV Alef 1 Felices son los íntegros, los que siguen las enseñanzas del Señor. 2 Felices son los que obedecen sus leyes y lo buscan con todo el corazón.

Los mandamientos de Dios son una revelación de la voluntad de Dios para el mundo. Nos instruyen sobre cómo llegar a ser sabios y a vivir en libertad y paz Salmos 119:7-11
RVR1960 7 Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios. 8 Tus estatutos guardaré; No me dejes enteramente. Bet 9 ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10 Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. NTV 7 A medida que aprendo tus justas ordenanzas, te daré las gracias viviendo como debo hacerlo. 8 Obedeceré tus decretos; ¡por favor, no te des por vencido conmigo! Bet 9 ¿Cómo puede un joven mantenerse puro? Obedeciendo tu palabra. 10 Me esforcé tanto por encontrarte; no permitas que me aleje de tus mandatos. 11 He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti.
Salmos 133
RVR1960 Cántico gradual; de David. 1 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! 2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; 3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna. NTV Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. Salmo de David. 1 ¡Qué maravilloso y agradable es cuando los hermanos conviven en armonía! 2 Pues la armonía es tan preciosa como el aceite de la unción que se derramó sobre la cabeza de Aarón, que corrió por su barba hasta llegar al borde de su túnica. 3 La armonía es tan refrescante como el rocío del monte Hermón que cae sobre las montañas de Sion. Y allí el Señor ha pronunciado su bendición, incluso la vida eterna.
El salmista se deleita en la Ley porque le asegura la fidelidad de Dios Salmos 119:77
RVR1960 77 Vengan a mí tus misericordias, para que viva, Porque tu ley es mi delicia. NTV 77 Rodéame con tus tiernas misericordias para que viva, porque tus enseñanzas son mi deleite.
Salmos 119:174
RVR1960 174 He deseado tu salvación, oh Jehová, Y tu ley es mi delicia. NTV 174 Oh Señor, he anhelado que me rescates, y tus enseñanzas son mi deleite.

“Mucha paz gozan los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo” Salmos 119:165
RVR1960 165 Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. NTV 165 Los que aman tus enseñanzas tienen mucha paz y no tropiezan.
La imagen del tropiezo representa el fracaso moral. Como la lámpara para los pies del salmista Salmos 119:105
RVR1960 105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. NTV Nun 105 Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino.
la Palabra de Dios nos protege de las tentaciones Salmos 119:110
RVR1960 110 Me pusieron lazo los impíos, Pero yo no me desvié de tus mandamientos. NTV 110 Los malvados me han tendido sus trampas, pero no me apartaré de tus mandamientos.

¿De qué manera demostró Cristo el poder de la Palabra de Dios en su vida Mateo 4:1-11
RVR1960 1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, m y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. m 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían. NTV 1 Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que allí lo tentara el diablo. 2 Durante cuarenta días y cuarenta noches ayunó y después tuvo mucha hambre. 3 En ese tiempo, el diablo se le acercó y le dijo: — Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan. 4 Jesús le dijo: — ¡No! Las Escrituras dicen: “La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios” . 5 Después el diablo lo llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo, 6 y dijo: — Si eres el Hijo de Dios, ¡tírate! Pues las Escrituras dicen: “Él ordenará a sus ángeles que te protejan. Y te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra”. 7 Jesús le respondió: — Las Escrituras también dicen: “No pondrás a prueba al Señor tu Dios” . 8 Luego el diablo lo llevó a la cima de una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria que hay en ellos. 9 — Te daré todo esto — dijo — si te arrodillas y me adoras. 10 — Vete de aquí, Satanás — le dijo Jesús — , porque las Escrituras dicen: “Adora al Señor tu Dios y sírvele únicamente a él” . 11 Entonces el diablo se fue, y llegaron ángeles a cuidar a Jesús.
? ¿Qué nos dice esto acerca del poder que proviene de un corazón dispuesto a obedecer la Ley de Dios?

LUNES — Enséñanos a contar nuestros días

Lee Salmos 90
RVR1960 LIBRO IVOración de Moisés, varón de Dios. 1 Señor, tú nos has sido refugio De generación en generación. 2 Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. 3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, Y dices: Convertíos, hijos de los hombres. 4 Porque mil años delante de tus ojos Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche. 5 Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño, Como la hierba que crece en la mañana. 6 En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca. 7 Porque con tu furor somos consumidos, Y con tu ira somos turbados. 8 Pusiste nuestras maldades delante de ti, Nuestros yerros a la luz de tu rostro. 9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento. 10 Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. 11 ¿Quién conoce el poder de tu ira, Y tu indignación según que debes ser temido? 12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. 13 Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos. 14 De mañana sácianos de tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días. 15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste, Y los años en que vimos el mal. 16 Aparezca en tus siervos tu obra, Y tu gloria sobre sus hijos. 17 Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; Sí, la obra de nuestras manos confirma. Salmos 90: 4 : 2 P. 3.
8.
NTV Libro Cuarto (Salmos 90–106)Oración de Moisés, hombre de Dios. 1 Señor, a lo largo de todas las generaciones, ¡tú has sido nuestro hogar! 2 Antes de que nacieran las montañas, antes de que dieras vida a la tierra y al mundo, desde el principio y hasta el fin, tú eres Dios. 3 Haces que la gente vuelva al polvo con solo decir: «¡Vuelvan al polvo, ustedes, mortales! ». 4 Para ti, mil años son como un día pasajero, tan breves como unas horas de la noche. 5 Arrasas a las personas como si fueran sueños que desaparecen. Son como la hierba que brota en la mañana. 6 Por la mañana se abre y florece, pero al anochecer está seca y marchita. 7 Nos marchitamos bajo tu enojo; tu furia nos abruma. 8 Despliegas nuestros pecados delante de ti — nuestros pecados secretos — y los ves todos. 9 Vivimos la vida bajo tu ira, y terminamos nuestros años con un gemido. 10 ¡Setenta son los años que se nos conceden! Algunos incluso llegan a ochenta. Pero hasta los mejores años se llenan de dolor y de problemas; pronto desaparecen, y volamos. 11 ¿Quién puede comprender el poder de tu enojo? Tu ira es tan imponente como el temor que mereces. 12 Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría. 13 ¡Oh Señor, vuelve a nosotros! ¿Hasta cuándo tardarás? ¡Compadécete de tus siervos! 14 Sácianos cada mañana con tu amor inagotable, para que cantemos de alegría hasta el final de nuestra vida. 15 ¡Danos alegría en proporción a nuestro sufrimiento anterior! Compensa los años malos con bien. 16 Permite que tus siervos te veamos obrar otra vez, que nuestros hijos vean tu gloria. 17 Y que el Señor nuestro Dios nos dé su aprobación y haga que nuestros esfuerzos prosperen. Sí, ¡haz que nuestros esfuerzos prosperen!
Salmos 102:11
RVR1960 11 Mis días son como sombra que se va, Y me he secado como la hierba. NTV 11 Mi vida pasa tan rápido como las sombras de la tarde; voy marchitándome como hierba.
Salmos 103:14-16
RVR1960 14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. 15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, 16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más. NTV 14 Pues él sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan solo polvo. 15 Nuestros días sobre la tierra son como la hierba; igual que las flores silvestres, florecemos y morimos. 16 El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí.

¿Cuál es el dilema humano?

La existencia humana caída no es más que vapor a la luz de la eternidad. Mil años a los ojos de Dios son “como una vigilia de la noche”, que dura tres o cuatro horas Salmos 90:4
RVR1960 4 Porque mil años delante de tus ojos Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche. NTV 4 Para ti, mil años son como un día pasajero, tan breves como unas horas de la noche.
Comparada con el tiempo divino, una vida humana pasa volando Salmos 90:10
RVR1960 10 Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. NTV 10 ¡Setenta son los años que se nos conceden! Algunos incluso llegan a ochenta. Pero hasta los mejores años se llenan de dolor y de problemas; pronto desaparecen, y volamos.
Los más fuertes entre los seres humanos son análogos a las más débiles entre las plantas Salmos 90:5-6
RVR1960 5 Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño, Como la hierba que crece en la mañana. 6 En la mañana florece y crece; A la tarde es cortada, y se seca. NTV 5 Arrasas a las personas como si fueran sueños que desaparecen. Son como la hierba que brota en la mañana. 6 Por la mañana se abre y florece, pero al anochecer está seca y marchita.
Salmos 103:15-16
RVR1960 15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, 16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más. NTV 15 Nuestros días sobre la tierra son como la hierba; igual que las flores silvestres, florecemos y morimos. 16 El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí.
Sin embargo, aun esa corta vida está llena de trabajo y dolor Salmos 90:10
RVR1960 10 Los días de nuestra edad son setenta años; Y si en los más robustos son ochenta años, Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, Porque pronto pasan, y volamos. NTV 10 ¡Setenta son los años que se nos conceden! Algunos incluso llegan a ochenta. Pero hasta los mejores años se llenan de dolor y de problemas; pronto desaparecen, y volamos.
Incluso las personas seculares, que no creen en Dios, se lamentan de la brevedad de la vida, especialmente en contraste con la eternidad que saben que los amenaza con continuar sin ellos.

Salmo 90 sitúa el dilema humano en el contexto del cuidado de Dios por las personas como su Creador. El Señor ha sido la morada de su pueblo en todas las generaciones Salmos 90:1-2
RVR1960 LIBRO IVOración de Moisés, varón de Dios. 1 Señor, tú nos has sido refugio De generación en generación. 2 Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. NTV Libro Cuarto (Salmos 90–106)Oración de Moisés, hombre de Dios. 1 Señor, a lo largo de todas las generaciones, ¡tú has sido nuestro hogar! 2 Antes de que nacieran las montañas, antes de que dieras vida a la tierra y al mundo, desde el principio y hasta el fin, tú eres Dios.
La palabra hebrea maón (‘habitación’) describe al Señor como el refugio de su pueblo Salmos 91:9
RVR1960 9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, NTV 9 Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo,

Dios refrena su justa ira y vuelve a extender su gracia. El salmista exclama: “¿Quién conoce el poder de tu ira?” Salmos 90:11
RVR1960 11 ¿Quién conoce el poder de tu ira, Y tu indignación según que debes ser temido? NTV 11 ¿Quién puede comprender el poder de tu enojo? Tu ira es tan imponente como el temor que mereces.
dando a entender que nadie ha experimentado nunca el pleno efecto de la ira de Dios contra el pecado, por lo que hay esperanza de que la gente se arrepienta y adquiera sabiduría para vivir rectamente.

En la Biblia, la sabiduría no se refiere únicamente a la inteligencia, sino también a la reverencia a Dios. La sabiduría que necesitamos es saber “contar nuestros días” Salmos 90:12
RVR1960 12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. NTV 12 Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría.
Si podemos contar nuestros días, significa que nuestros días son limitados, y que sabemos que son limitados. Vivir con sabiduría significa tener conciencia de la fugacidad de la vida, lo que lleva a la fe y a la obediencia. Esta sabiduría solo se obtiene mediante el arrepentimiento Salmos 90:8
RVR1960 8 Pusiste nuestras maldades delante de ti, Nuestros yerros a la luz de tu rostro. NTV 8 Despliegas nuestros pecados delante de ti — nuestros pecados secretos — y los ves todos.
Salmos 90:12
RVR1960 12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. NTV 12 Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría.
y los dones de Dios del perdón, la compasión y la misericordia Salmos 90:13-14
RVR1960 13 Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos. 14 De mañana sácianos de tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días. NTV 13 ¡Oh Señor, vuelve a nosotros! ¿Hasta cuándo tardarás? ¡Compadécete de tus siervos! 14 Sácianos cada mañana con tu amor inagotable, para que cantemos de alegría hasta el final de nuestra vida.

Nuestro problema fundamental no proviene del hecho de que hayamos sido creados como seres humanos, sino del pecado y de lo que este ha provocado en nuestro mundo. Sus efectos devastadores se verifican en todas partes y en cada persona.

Con todo, gracias a Jesús se nos ha abierto un camino para salir de nuestro dilema humano Juan 1:29
RVR1960 29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. NTV 29 Al día siguiente, Juan vio que Jesús se le acercaba y dijo: «¡Miren! ¡El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
Juan 3:14-21
RVR1960 14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. 19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. 21 Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. NTV 14 Y, así como Moisés levantó la serpiente de bronce en un poste en el desierto, así deberá ser levantado el Hijo del Hombre, 15 para que todo el que crea en él tenga vida eterna. 16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. 18 »No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios. 19 Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas. 20 Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto, 21 pero los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere.
De lo contrario, no tendríamos ninguna esperanza.

No importa lo rápido que pase nuestra vida, ¿qué promesa tenemos en Jesús? Juan 3:16
RVR1960 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. NTV 16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
¿Qué esperanza tendríamos sin él?

MARTES — La prueba del Señor

Lee Salmos 81:7-8
RVR1960 7 En la calamidad clamaste, y yo te libré; Te respondí en lo secreto del trueno; Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah 8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres, NTV 7 Clamaste a mí cuando estabas en apuros, y yo te salvé; respondí desde el nubarrón y puse a prueba tu fe cuando no había agua en Meriba. Interludio 8 »Escúchame, pueblo mío, en tanto te doy severas advertencias. ¡Oh Israel, si tan solo me escucharas!
Salmos 95:7-11
RVR1960 7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, 9 Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras. 10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos. 11 Por tanto, juré en mi furor Que no entrarían en mi reposo. NTV 7 porque él es nuestro Dios. Somos el pueblo que él vigila, el rebaño a su cuidado. ¡Si tan solo escucharan hoy su voz! 8 El Señor dice: «No endurezcan el corazón como lo hizo Israel en Meriba, como lo hizo el pueblo en el desierto de Masá. 9 Allí sus antepasados me tentaron y pusieron a prueba mi paciencia, a pesar de haber visto todo lo que hice. 10 Durante cuarenta años estuve enojado con ellos y dije: “Son un pueblo cuyo corazón se aleja de mí; rehúsan hacer lo que les digo”. 11 Así que en mi enojo juré: “Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso”».
Salmos 105:17-22
RVR1960 17 Envió un varón delante de ellos; A José, que fue vendido por siervo. 18 Afligieron sus pies con grillos; En cárcel fue puesta su persona. 19 Hasta la hora que se cumplió su palabra, El dicho de Jehová le probó. 20 Envió el rey, y le soltó; El señor de los pueblos, y le dejó ir libre. 21 Lo puso por señor de su casa, Y por gobernador de todas sus posesiones, 22 Para que reprimiera a sus grandes como él quisiese, Y a sus ancianos enseñara sabiduría. NTV 17 Luego envió a un hombre a Egipto delante de ellos: a José, quien fue vendido como esclavo. 18 Le lastimaron los pies con grilletes y en el cuello le pusieron un collar de hierro. 19 Hasta que llegó el momento de cumplir sus sueños, el Señor puso a prueba el carácter de José. 20 Entonces el faraón mandó a buscarlo y lo puso en libertad; el gobernante de la nación le abrió la puerta de la cárcel. 21 José quedó a cargo de toda la casa del rey; llegó a ser el administrador de todas sus posesiones. 22 Con total libertad instruía a los asistentes del rey y enseñaba a los consejeros del rey.

¿Qué implica la prueba divina en estos textos?

Meriba es el lugar donde Israel puso a prueba a Dios cuando desafió su fidelidad y su poder para satisfacer sus necesidades Éxodo 17:1-7
RVR1960 1 Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. 2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? 3 Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? 4 Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. 5 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. 6 He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. 7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no? NTV 1 Por orden del Señor, toda la comunidad de Israel partió del desierto de Sin y anduvo de un lugar a otro. Finalmente acamparon en Refidim, pero allí no había agua para que el pueblo bebiera. 2 Así que el pueblo volvió a quejarse contra Moisés: — ¡Danos agua para beber! — reclamaron. — ¡Cállense! — respondió Moisés — . ¿Por qué se quejan contra mí? ¿Por qué ponen a prueba al Señor? 3 Pero ellos, atormentados por la sed, siguieron discutiendo con Moisés: — ¿Por qué nos sacaste de Egipto? ¿Quieres matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros animales? 4 Entonces Moisés clamó al Señor: — ¿Qué hago con este pueblo? ¡Están a punto de apedrearme! 5 El Señor le dijo a Moisés: — Pasa por delante del pueblo; toma tu vara, la que usaste para golpear las aguas del Nilo, y llama a algunos ancianos de Israel para que te acompañen. 6 Yo me pararé frente a ti sobre la roca, en el monte Sinaí. Golpea la roca, y saldrá agua a chorros. Entonces el pueblo podrá beber. Así que Moisés golpeó la roca como se le indicó, y el agua brotó a chorros a la vista de los ancianos. 7 Entonces Moisés llamó a aquel lugar Masá (que significa «prueba») y Meriba (que significa «discusión»), porque el pueblo de Israel discutió con Moisés y puso a prueba al Señor diciendo: «¿Está o no el Señor aquí con nosotros? ».
Salmos 95:8-9
RVR1960 8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, 9 Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras. NTV 8 El Señor dice: «No endurezcan el corazón como lo hizo Israel en Meriba, como lo hizo el pueblo en el desierto de Masá. 9 Allí sus antepasados me tentaron y pusieron a prueba mi paciencia, a pesar de haber visto todo lo que hice.
Salmos 81
RVR1960 Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf. 1 Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; Al Dios de Jacob aclamad con júbilo. 2 Entonad canción, y tañed el pandero, El arpa deliciosa y el salterio. 3 Tocad la trompeta en la nueva luna, En el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne. 4 Porque estatuto es de Israel, Ordenanza del Dios de Jacob. 5 Lo constituyó como testimonio en José Cuando salió por la tierra de Egipto. Oí lenguaje que no entendía; 6 Aparté su hombro de debajo de la carga; Sus manos fueron descargadas de los cestos. 7 En la calamidad clamaste, y yo te libré; Te respondí en lo secreto del trueno; Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah 8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres, 9 No habrá en ti dios ajeno, Ni te inclinarás a dios extraño. 10 Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto; Abre tu boca, y yo la llenaré. 11 Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. 12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos. 13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel! 14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus adversarios. 15 Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido, Y el tiempo de ellos sería para siempre. 16 Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, Y con miel de la peña les saciaría. Salmos 81: 3 : Nm. 10.
10. Salmos 81: 7 : Ex. 17.
7; Nm. 20.
13. Salmos 81: 9 : Ex. 20.
2-3; Dt. 5.
6-7.
NTV Para el director del coro: salmo de Asaf; acompáñese con instrumento de cuerda. 1 Entonen alabanzas a Dios, nuestra fuerza; canten al Dios de Jacob. 2 ¡Canten! Toquen la pandereta. Hagan sonar la dulce lira y el arpa. 3 ¡Toquen el cuerno de carnero en la luna nueva y otra vez en la luna llena, para convocar a un festival! 4 Pues los decretos de Israel así lo exigen; es una ordenanza del Dios de Jacob. 5 Él lo hizo ley para Israel cuando atacó a Egipto para ponernos en libertad. Oí una voz desconocida que decía: 6 «Ahora quitaré la carga de tus hombros; liberaré tus manos de las tareas pesadas. 7 Clamaste a mí cuando estabas en apuros, y yo te salvé; respondí desde el nubarrón y puse a prueba tu fe cuando no había agua en Meriba. Interludio 8 »Escúchame, pueblo mío, en tanto te doy severas advertencias. ¡Oh Israel, si tan solo me escucharas! 9 Jamás debes tener un dios extranjero; nunca debes inclinarte frente a un dios falso. 10 Pues fui yo, el Señor tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca, y la llenaré de cosas buenas. 11 »Pero no, mi pueblo no quiso escuchar; Israel no quiso que estuviera cerca. 12 Así que dejé que siguiera sus tercos deseos y que viviera según sus propias ideas. 13 ¡Oh, si mi pueblo me escuchara! ¡Oh, si Israel me siguiera y caminara por mis senderos! 14 ¡Qué rápido sometería a sus adversarios! ¡Qué pronto pondría mis manos sobre sus enemigos! 15 Los que odian al Señor se arrastrarían delante de él; quedarían condenados para siempre. 16 Pero a ustedes los alimentaría con el mejor trigo; los saciaría con miel silvestre de la roca».
invierte de manera interesante el mismo acontecimiento, interpretándolo como el momento en que Dios puso a prueba a Israel Salmos 81:7
RVR1960 7 En la calamidad clamaste, y yo te libré; Te respondí en lo secreto del trueno; Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah NTV 7 Clamaste a mí cuando estabas en apuros, y yo te salvé; respondí desde el nubarrón y puse a prueba tu fe cuando no había agua en Meriba. Interludio
Y, por su desobediencia y falta de confianza Salmos 81:11
RVR1960 11 Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. NTV 11 »Pero no, mi pueblo no quiso escuchar; Israel no quiso que estuviera cerca.
el pueblo fracasó en la prueba de Dios.

La referencia a Meriba transmite un doble mensaje. En primer lugar, el pueblo de Dios no debe repetir los errores de las generaciones pasadas. Al contrario, debe confiar en Dios y seguir su camino Salmos 81:13
RVR1960 13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel! NTV 13 ¡Oh, si mi pueblo me escuchara! ¡Oh, si Israel me siguiera y caminara por mis senderos!
En segundo lugar, aunque el pueblo fracasó en la prueba, Dios acudió en su rescate cuando estaba en apuros Salmos 81:7
RVR1960 7 En la calamidad clamaste, y yo te libré; Te respondí en lo secreto del trueno; Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah NTV 7 Clamaste a mí cuando estabas en apuros, y yo te salvé; respondí desde el nubarrón y puse a prueba tu fe cuando no había agua en Meriba. Interludio
La gracia salvadora de Dios en el pasado ofrece garantías acerca de la gracia de Dios a las nuevas generaciones.

El Salmo 105 muestra que las dificultades fueron el medio de Dios para poner a prueba la confianza de José en la Palabra de Dios acerca de su futuro Génesis 37:5-10
RVR1960 5 Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. 6 Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: 7 He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. 8 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras. 9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. 10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? NTV 5 Una noche José tuvo un sueño, y cuando se lo contó a sus hermanos, lo odiaron más que nunca. 6 — Escuchen este sueño — les dijo — . 7 Resulta que estábamos en el campo atando gavillas de grano. De repente, mi gavilla se levantó, y las gavillas de ustedes se juntaron alrededor de la mía, ¡y se inclinaron ante ella! 8 Sus hermanos respondieron: — Así que crees que serás nuestro rey, ¿no es verdad? ¿De veras piensas que reinarás sobre nosotros? Así que lo odiaron aún más debido a sus sueños y a la forma en que los contaba. 9 Al poco tiempo José tuvo otro sueño y de nuevo se lo contó a sus hermanos. — Escuchen, tuve otro sueño — les dijo — . ¡El sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí! 10 Esta vez le contó el sueño a su padre además de a sus hermanos, pero su padre lo reprendió. — ¿Qué clase de sueño es ese? — le preguntó — . ¿Acaso tu madre, tus hermanos y yo llegaremos a postrarnos delante de ti?
; Salmos 105:19
RVR1960 19 Hasta la hora que se cumplió su palabra, El dicho de Jehová le probó. NTV 19 Hasta que llegó el momento de cumplir sus sueños, el Señor puso a prueba el carácter de José.
La palabra hebrea tsaraf (‘probó’), en el versículo 19, transmite el sentido de “purgar”, “refinar” o “purificar”. Así, el objetivo de la prueba de Dios sobre la fe de José era eliminar cualquier duda en la promesa de Dios y fortalecer la confianza de José en la conducción de Dios.

El objetivo de la disciplina divina es fortalecer a los hijos de Dios y prepararlos para el cumplimiento de la promesa, como muestra el ejemplo de José Salmos 105:20-22
RVR1960 20 Envió el rey, y le soltó; El señor de los pueblos, y le dejó ir libre. 21 Lo puso por señor de su casa, Y por gobernador de todas sus posesiones, 22 Para que reprimiera a sus grandes como él quisiese, Y a sus ancianos enseñara sabiduría. NTV 20 Entonces el faraón mandó a buscarlo y lo puso en libertad; el gobernante de la nación le abrió la puerta de la cárcel. 21 José quedó a cargo de toda la casa del rey; llegó a ser el administrador de todas sus posesiones. 22 Con total libertad instruía a los asistentes del rey y enseñaba a los consejeros del rey.

Sin embargo, el rechazo de la instrucción de Dios trae como resultado una terquedad cada vez mayor y el endurecimiento del corazón de una persona obstinada.

“Dios requiere pronta e implícita obediencia a su Ley; pero los hombres están dormidos o paralizados por los engaños de Satanás, quien les sugiere excusas y subterfugios, y vence sus escrúpulos diciendo, como dijo a Eva en el huerto: ‘No moriréis’ Génesis 3:4
RVR1960 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; NTV 4 — ¡No morirán! — respondió la serpiente a la mujer — .
La desobediencia no solo endurece el corazón y la conciencia del culpable, sino también tiende a corromper la fe de los demás. Lo que les parecía muy malo al principio pierde gradualmente esta apariencia al estar constantemente delante de sus ojos, hasta que finalmente dudan de que sea realmente un pecado, e inconscientemente caen en el mismo error” (Elena de White, Testimonios para la iglesia, t. 4, p. 146).

¿Cuál ha sido tu experiencia con la manera en que el pecado endurece el corazón? ¿Por qué debería ese pensamiento llevarnos a la Cruz, donde podemos encontrar el poder para obedecer?

MIERCOLES — El engaño del mal camino

Lee Salmos 141
RVR1960 Salmo de David. 1 Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí; Escucha mi voz cuando te invocare. 2 Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde. 3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. 4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites. 5 Que el justo me castigue, será un favor, Y que me reprenda será un excelente bálsamo Que no me herirá la cabeza; Pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquellos. 6 Serán despeñados sus jueces, Y oirán mis palabras, que son verdaderas. 7 Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol. 8 Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos; En ti he confiado; no desampares mi alma. 9 Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de las trampas de los que hacen iniquidad. 10 Caigan los impíos a una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante. Salmos 141: 2 : Ap. 5.
8.
NTV Salmo de David. 1 Oh Señor, clamo a ti. ¡Por favor, apresúrate! ¡Escucha cuando clamo a ti por ayuda! 2 Acepta como incienso la oración que te ofrezco, y mis manos levantadas, como una ofrenda vespertina. 3 Toma control de lo que digo, oh Señor, y guarda mis labios. 4 No permitas que me deslice hacia el mal ni que me involucre en actos perversos. No me dejes participar de los manjares de quienes hacen lo malo. 5 ¡Deja que los justos me golpeen! ¡Será un acto de bondad! Si me corrigen, es un remedio calmante; no permitas que lo rechace. Pero oro constantemente en contra de los perversos y de lo que hacen. 6 Cuando a sus líderes los arrojen por un acantilado, los perversos escucharán mis palabras y descubrirán que son verdad. 7 Como las piedras que levanta el arado, los huesos de los perversos quedarán esparcidos, sin que nadie los entierre. 8 Busco tu ayuda, oh Señor Soberano. Tú eres mi refugio; no dejes que me maten. 9 Líbrame de las trampas que me han tendido y de los engaños de los que hacen el mal. 10 Que los perversos caigan en sus propias redes, pero a mí, déjame escapar.

¿Por qué ora el salmista?

El Salmo 141 es una oración para pedir protección contra las tentaciones internas y externas. El salmista no solamente se ve amenazado por los planes de los malhechores Salmos 141:9-10
RVR1960 9 Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de las trampas de los que hacen iniquidad. 10 Caigan los impíos a una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante. NTV 9 Líbrame de las trampas que me han tendido y de los engaños de los que hacen el mal. 10 Que los perversos caigan en sus propias redes, pero a mí, déjame escapar.
sino también se siente tentado a actuar como ellos. El primer punto débil es el dominio propio al hablar, y el salmista ruega que el Señor vigile la puerta de sus labios Salmos 141:3
RVR1960 3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. NTV 3 Toma control de lo que digo, oh Señor, y guarda mis labios.
Esta imagen alude a la vigilancia de las puertas que, en tiempos bíblicos, protegían la ciudad.

La tentación consiste también en saber si el hijo de Dios cederá al consejo de los justos o se dejará seducir por los manjares de los impíos Salmos 141:4-5
RVR1960 4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites. 5 Que el justo me castigue, será un favor, Y que me reprenda será un excelente bálsamo Que no me herirá la cabeza; Pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquellos. NTV 4 No permitas que me deslice hacia el mal ni que me involucre en actos perversos. No me dejes participar de los manjares de quienes hacen lo malo. 5 ¡Deja que los justos me golpeen! ¡Será un acto de bondad! Si me corrigen, es un remedio calmante; no permitas que lo rechace. Pero oro constantemente en contra de los perversos y de lo que hacen.
El salmista describe su corazón como la principal amenaza, porque allí se libra la verdadera batalla. Únicamente la oración incesante de total confianza y devoción a Dios puede salvar al hijo de Dios de la tentación Salmos 141:2
RVR1960 2 Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde. NTV 2 Acepta como incienso la oración que te ofrezco, y mis manos levantadas, como una ofrenda vespertina.

Lee Salmos 1:1
RVR1960 1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; NTV Libro Primero (Salmos 1–41) 1 Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones,
Salmos 141:4
RVR1960 4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites. NTV 4 No permitas que me deslice hacia el mal ni que me involucre en actos perversos. No me dejes participar de los manjares de quienes hacen lo malo.

¿Cómo se describe aquí el carácter progresivo y astuto de la tentación?

Salmos 141:4
RVR1960 4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites. NTV 4 No permitas que me deslice hacia el mal ni que me involucre en actos perversos. No me dejes participar de los manjares de quienes hacen lo malo.
describe la naturaleza progresiva de la tentación. Primeramente el corazón se inclina hacia el mal. En segundo lugar, practica el mal (el significado en hebreo subraya el carácter repetitivo de la acción). En tercer lugar, el corazón come de los manjares de los malvados; es decir, acepta sus malas prácticas como algo deseable.

Del mismo modo, en Salmos 1:1
RVR1960 1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; NTV Libro Primero (Salmos 1–41) 1 Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones,
la tentación viene a impedir que el hijo de Dios transite por las sendas del Señor, y lo hace andar en el consejo de los malos, detenerse en el camino de los pecadores y, finalmente, sentarse con los burladores. Malos, pecadores y burladores: no debemos ser como ellos ni dejar que nos alejen del Señor.

Los salmos describen el carácter progresivo, seductor y astuto de la tentación, lo que pone de relieve el hecho de que solamente la dependencia total del Señor puede garantizar la victoria. Los salmos subrayan la importancia de las palabras que pronunciamos y escuchamos en medio de la tentación. El final tanto de los impíos como de los justos debería enseñar al pueblo a buscar la sabiduría de Dios Salmos 1:4-6
RVR1960 4 No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. 5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. 6 Porque Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá. NTV 4 ¡No sucede lo mismo con los malos! Son como paja inútil que esparce el viento. 5 Serán condenados cuando llegue el juicio; los pecadores no tendrán lugar entre los justos. 6 Pues el Señor cuida el sendero de los justos, pero la senda de los malos lleva a la destrucción.
Salmos 141:8-10
RVR1960 8 Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos; En ti he confiado; no desampares mi alma. 9 Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de las trampas de los que hacen iniquidad. 10 Caigan los impíos a una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante. NTV 8 Busco tu ayuda, oh Señor Soberano. Tú eres mi refugio; no dejes que me maten. 9 Líbrame de las trampas que me han tendido y de los engaños de los que hacen el mal. 10 Que los perversos caigan en sus propias redes, pero a mí, déjame escapar.
Sin embargo, en ambos salmos, la vindicación final de los hijos de Dios continúa en el futuro. Esto significa que los creyentes son llamados a confiar pacientemente en Dios y a esperar en él.

JUEVES — Bendiciones de una vida recta

Lee Salmos 1:1-3
RVR1960 1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. NTV Libro Primero (Salmos 1–41) 1 Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones, 2 sino que se deleitan en la ley del Señor meditando en ella día y noche. 3 Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen.
Salmos 112:1-9
RVR1960 Aleluya. 1 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. 2 Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita. 3 Bienes y riquezas hay en su casa, Y su justicia permanece para siempre. 4 Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Es clemente, misericordioso y justo. 5 El hombre de bien tiene misericordia, y presta; Gobierna sus asuntos con juicio, 6 Por lo cual no resbalará jamás; En memoria eterna será el justo. 7 No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová. 8 Asegurado está su corazón; no temerá, Hasta que vea en sus enemigos su deseo. 9 Reparte, da a los pobres; Su justicia permanece para siempre; Su poder será exaltado en gloria. NTV 1 ¡Alabado sea el Señor! ¡Qué felices son los que temen al Señor y se deleitan en obedecer sus mandatos! 2 Sus hijos tendrán éxito en todas partes; toda una generación de justos será bendecida. 3 Ellos mismos serán ricos, y sus buenas acciones durarán para siempre. 4 La luz brilla en la oscuridad para los justos; son generosos, compasivos y rectos. 5 Les va bien a los que prestan dinero con generosidad y manejan sus negocios equitativamente. 6 A estas personas no las vencerá el mal; a los rectos se los recordará por mucho tiempo. 7 Ellos no tienen miedo de malas noticias; confían plenamente en que el Señor los cuidará. 8 Tienen confianza y viven sin temor, y pueden enfrentar triunfantes a sus enemigos. 9 Comparten con libertad y dan con generosidad a los necesitados; sus buenas acciones serán recordadas para siempre. Ellos tendrán influencia y recibirán honor.
Salmos 128
RVR1960 Cántico gradual. 1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. 2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. 3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. 4 He aquí que así será bendecido el hombre Que teme a Jehová. 5 Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, 6 Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel. NTV Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. 1 ¡Qué feliz es el que teme al Señor, todo el que sigue sus caminos! 2 Gozarás del fruto de tu trabajo; ¡qué feliz y próspero serás! 3 Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa. 4 Esa es la bendición del Señor para los que le temen. 5 Que el Señor te bendiga continuamente desde Sion; que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. 6 Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz!

¿Qué bendiciones se prometen para los que veneran al Señor?

De las muchas bendiciones prometidas a quienes honran al Señor, la paz es quizás una de las mayores. El Salmo 1 describe a los justos mediante el símil de un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da sus frutos a su tiempo y cuya hoja no se marchita Salmos 1:3
RVR1960 3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. NTV 3 Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen.
Jeremías 17:7-8
RVR1960 7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, (A) que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto. NTV 7 »Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza. 8 Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto.
Ezequiel 47:12
RVR1960 12 Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina. NTV 12 A ambas orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales. Sus hojas nunca se marchitarán ni caerán y sus ramas siempre tendrán fruto. Cada mes darán una nueva cosecha, pues se riegan con el agua del río que fluye del templo. Los frutos servirán para comer, y las hojas se usarán para sanar».
Este símil identifica la fuente de todas las bendiciones: a saber, permanecer ante la presencia de Dios en su Santuario y disfrutar de una relación amorosa e ininterrumpida con el Señor. A diferencia de los impíos, descritos como paja, sin estabilidad, lugar ni futuro, los justos son como un árbol fructífero con raíces, un lugar cerca de Dios y la vida eterna.

Salmos 128:2-3
RVR1960 2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. 3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. NTV 2 Gozarás del fruto de tu trabajo; ¡qué feliz y próspero serás! 3 Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa.
evoca las bendiciones del Reino mesiánico, donde sentarse bajo las propias vid e higuera es símbolo de paz y prosperidad Miqueas 4:4
RVR1960 4 Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado. NTV 4 Todos vivirán en paz y prosperidad; disfrutarán de sus propias vides e higueras porque no habrá nada que temer. ¡El Señor de los Ejércitos Celestiales ha hecho esta promesa!
La bendición de la paz sobre Jerusalén Salmos 122:6-8
RVR1960 6 Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman. 7 Sea la paz dentro de tus muros, Y el descanso dentro de tus palacios. 8 Por amor de mis hermanos y mis compañeros Diré yo: La paz sea contigo. NTV 6 Oren por la paz de Jerusalén; que todos los que aman a esta ciudad prosperen. 7 Oh Jerusalén, que haya paz dentro de tus murallas y prosperidad en tus palacios. 8 Por amor a mi familia y a mis amigos, diré: «Que tengas paz».
Salmos 128:5-6
RVR1960 5 Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, 6 Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel. NTV 5 Que el Señor te bendiga continuamente desde Sion; que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. 6 Que vivas para disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz!
transmite esperanza en el Mesías, quien acabará con el mal y restaurará la paz en el mundo.

“En la Biblia se llama a la herencia de los bienaventurados ‘una patria’ Hebreos 11:14-16
RVR1960 14 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; 15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. 16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad. NTV 14 Es obvio que quienes se expresan así esperan tener su propio país. 15 Si hubieran añorado el país del que salieron, bien podrían haber regresado. 16 Sin embargo, buscaban un lugar mejor, una patria celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado el Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.
Allí el Pastor divino conduce a su rebaño a los manantiales de aguas vivas. El árbol de vida da su fruto cada mes, y las hojas del árbol son para utilidad de las naciones. Allí hay corrientes que manan eternamente, claras como el cristal, al lado de las cuales se mecen árboles que echan su sombra sobre los senderos preparados para los redimidos del Señor. Allí, las vastas planicies alternan con bellísimas colinas y las montañas de Dios elevan sus majestuosas cumbres. En esas pacíficas llanuras, al borde de esas corrientes vivas, el pueblo de Dios, que por tanto tiempo anduvo peregrino y errante, encontrará un hogar” (Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 654).

El Nuevo Testamento coloca el cumplimiento de esa esperanza en el segundo advenimiento de Cristo y la creación del nuevo mundo Mateo 26:29
RVR1960 29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. NTV 29 Acuérdense de lo que les digo: no volveré a beber vino hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el reino de mi Padre».
Apocalipsis 21
RVR1960 1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. 5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. 6 Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7 El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. 8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. 9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. 10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, 11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. 12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; 13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas. 14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. 15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. 16 La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. 17 Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel. 18 El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; 19 y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; 20 el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. 21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. 22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. 24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. 25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. 26 Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella. 27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. Apocalipsis 21: 1 : Is. 65.
17; 66.
22; 2 P. 3.
13. Apocalipsis 21: 2 : Is. 52.
1. Apocalipsis 21: 2 : Ap. 3.
12. Apocalipsis 21: 2 : Is. 61.
10. Apocalipsis 21: 3 : Ez. 37.
27. Apocalipsis 21: 4 : Is. 25.
8. Apocalipsis 21: 4 : Is. 65.
19. Apocalipsis 21: 6 : Is. 55.
1. Apocalipsis 21: 7 : 2 S. 7.
14; 1 Cr. 17.
13. Apocalipsis 21: 10 : Ez. 40.
2. Apocalipsis 21: 13 : Ez. 48.
30-34. Apocalipsis 21: 15 : Ez. 40.
3. Apocalipsis 21: 21 : Is. 54.
11-12. Apocalipsis 21: 23 : Is. 60.
19. Apocalipsis 21: 26 : Is. 60.
11. Apocalipsis 21: 27 : Is. 52.
1.
NTV 1 Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y también el mar. 2 Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde la presencia de Dios, como una novia hermosamente vestida para su esposo. 3 Oí una fuerte voz que salía del trono y decía: «¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. 4 Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más». 5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: «¡Miren, hago nuevas todas las cosas! ». Entonces me dijo: «Escribe esto, porque lo que te digo es verdadero y digno de confianza». 6 También dijo: «¡Todo ha terminado! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. A todo el que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente de los manantiales del agua de la vida. 7 Los que salgan vencedores heredarán todas esas bendiciones, y yo seré su Dios, y ellos serán mis hijos. 8 »Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que rinden culto a ídolos y todos los mentirosos, tendrán su destino en el lago de fuego que arde con azufre. Esta es la segunda muerte». 9 Entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas con las últimas siete plagas se me acercó y me dijo: «¡Ven conmigo! Te mostraré a la novia, la esposa del Cordero». 10 Así que me llevó en el Espíritu a una montaña grande y alta, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, desde la presencia de Dios. 11 Resplandecía de la gloria de Dios y brillaba como una piedra preciosa, como un jaspe tan transparente como el cristal. 12 La muralla de la ciudad era alta y ancha, y tenía doce puertas vigiladas por doce ángeles. Los nombres de las doce tribus de Israel estaban escritos en las puertas. 13 Había tres puertas a cada lado: al oriente, al norte, al sur y al occidente. 14 La muralla de la ciudad estaba fundada sobre doce piedras, las cuales llevaban escritos los nombres de los doce apóstoles del Cordero. 15 El ángel que hablaba conmigo tenía en la mano una vara de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muralla. 16 Cuando la midió se dio cuenta de que era cuadrada, que medía lo mismo de ancho que de largo. En realidad, medía 2220 kilómetros de largo, lo mismo de alto y lo mismo de ancho. 17 Después midió el grosor de las murallas, que eran de sesenta y cinco metros (según la medida humana que el ángel usó). 18 La muralla estaba hecha de jaspe, y la ciudad era de oro puro y tan cristalino como el vidrio. 19 La muralla de la ciudad estaba fundada sobre doce piedras, cada una adornada con una piedra preciosa: la primera con jaspe, la segunda con zafiro, la tercera con ágata, la cuarta con esmeralda, 20 la quinta con ónice, la sexta con cornalina, la séptima con crisólito, la octava con berilo, la novena con topacio, la décima con crisoprasa, la undécima con jacinto y la duodécima con amatista. 21 Las doce puertas estaban hechas de perlas, ¡cada puerta hecha de una sola perla! Y la calle principal era de oro puro y tan cristalino como el vidrio. 22 No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son el templo. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna, porque la gloria de Dios ilumina la ciudad, y el Cordero es su luz. 24 Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes del mundo entrarán en ella con toda su gloria. 25 Las puertas nunca se cerrarán al terminar el día porque allí no existe la noche. 26 Todas las naciones llevarán su gloria y honor a la ciudad. 27 No se permitirá la entrada a ninguna cosa mala ni tampoco a nadie que practique la idolatría y el engaño. Solo podrán entrar los que tengan su nombre escrito en el libro de la vida del Cordero.
Por lo tanto, aunque los justos reciben muchas bendiciones en esta vida, les aguarda la plenitud del favor de Dios cuando el Reino de Dios sea plenamente restaurado en el tiempo del fin.

¿Por qué la Cruz, y lo que allí sucedió, es la garantía de las promesas que se encuentran en el Nuevo Testamento con respecto a lo que Dios tiene reservado para nosotros? ¿Cómo podemos consolarnos con esas promesas incluso ahora?

VIERNES - Para Estudiar y Meditar

En estos tiempos modernos, obtener sabiduría parece no ser tan deseable como alcanzar la felicidad. La gente prefiere más ser feliz que sabia. Sin embargo, ¿podemos ser verdaderamente felices y vivir una vida plena sin la sabiduría divina? Los salmos afirman claramente que no. Lo bueno es que no se nos pide que elijamos entre la sabiduría y la felicidad; la sabiduría divina trae la verdadera felicidad.

Un simple ejemplo de la lengua hebrea puede ilustrar este argumento. En hebreo, la palabra “paso” en plural (ashuré) suena muy parecida a la palabra “felicidad” (ashré). Aunque en las traducciones al español pasamos por alto esta asociación, transmite un poderoso mensaje: Los “pasos” que siguen el camino de Dios conducen a una vida “feliz” Salmos 1:1
RVR1960 1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; NTV Libro Primero (Salmos 1–41) 1 Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones,
Salmos 17:5
RVR1960 5 Sustenta mis pasos en tus caminos, Para que mis pies no resbalen. NTV 5 Mis pasos permanecieron en tu camino; no he vacilado en seguirte.
Salmos 37:31
RVR1960 31 La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto, sus pies no resbalarán. NTV 31 Han hecho suya la ley de Dios, por eso, nunca resbalarán de su camino.
Salmos 44:18
RVR1960 18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos, NTV 18 Nuestro corazón no te abandonó ni nos hemos extraviado de tu camino.
Salmos 89:15
RVR1960 15 Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro. NTV 15 Felices son los que oyen el alegre llamado a la adoración, porque caminarán a la luz de tu presencia, Señor.
Salmos 119:1
RVR1960 Alef 1 Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. NTV Alef 1 Felices son los íntegros, los que siguen las enseñanzas del Señor.

En la Biblia, ni la sabiduría ni la felicidad son un concepto abstracto, sino una experiencia real. Se encuentran en la relación con Dios, que consiste en reverenciar, alabar, encontrar fortaleza y confiar en Dios. Salmos 25:14
RVR1960 14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto. NTV 14 El Señor es amigo de los que le temen; a ellos les enseña su pacto.
dice que “el Señor da su secreto a quienes lo honran, a ellos les da a conocer su pacto”.

“Gracias a Dios por el magnífico panorama que nos ofrece. Reunamos las benditas promesas de su amor, para tenerlas siempre en mente: El Hijo de Dios, que deja el trono de su Padre y reviste su divinidad con la humanidad para poder rescatarnos del poder de Satanás. Su triunfo en nuestro favor, que abre el cielo a los seres humanos y revela a su vista la morada donde la Divinidad descubre su gloria. La humanidad caída, levantada de lo profundo de la ruina en que el pecado la había hundido, colocada de nuevo en relación con el Dios infinito, revestida de la justicia de Cristo y exaltada hasta su trono después de sufrir la prueba divina por la fe en nuestro Redentor. Todo esto es en lo que Dios quiere que nos fijemos. (Elena de White, El camino a Cristo, pp. 175-176)

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

PREGUNTA 1

¿Cómo puede la Palabra de Dios convertirse en la fuente de nuestro deleite en vez de ser una mera instrucción? ¿Qué relación hay entre alimentarse de la Palabra de Dios y permanecer en Jesucristo, la Palabra Juan 1:1
RVR1960 1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. NTV 1 En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
Juan 15:5
RVR1960 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. NTV 5 »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.
Juan 15:7
RVR1960 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. NTV 7 Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido!
?

PREGUNTA 2

¿Qué sucede cuando la gente rechaza consciente y constantemente la enseñanza de Dios Salmos 81
RVR1960 Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf. 1 Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; Al Dios de Jacob aclamad con júbilo. 2 Entonad canción, y tañed el pandero, El arpa deliciosa y el salterio. 3 Tocad la trompeta en la nueva luna, En el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne. 4 Porque estatuto es de Israel, Ordenanza del Dios de Jacob. 5 Lo constituyó como testimonio en José Cuando salió por la tierra de Egipto. Oí lenguaje que no entendía; 6 Aparté su hombro de debajo de la carga; Sus manos fueron descargadas de los cestos. 7 En la calamidad clamaste, y yo te libré; Te respondí en lo secreto del trueno; Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah 8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres, 9 No habrá en ti dios ajeno, Ni te inclinarás a dios extraño. 10 Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto; Abre tu boca, y yo la llenaré. 11 Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me quiso a mí. 12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos. 13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel! 14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus adversarios. 15 Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido, Y el tiempo de ellos sería para siempre. 16 Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, Y con miel de la peña les saciaría. Salmos 81: 3 : Nm. 10.
10. Salmos 81: 7 : Ex. 17.
7; Nm. 20.
13. Salmos 81: 9 : Ex. 20.
2-3; Dt. 5.
6-7.
NTV Para el director del coro: salmo de Asaf; acompáñese con instrumento de cuerda. 1 Entonen alabanzas a Dios, nuestra fuerza; canten al Dios de Jacob. 2 ¡Canten! Toquen la pandereta. Hagan sonar la dulce lira y el arpa. 3 ¡Toquen el cuerno de carnero en la luna nueva y otra vez en la luna llena, para convocar a un festival! 4 Pues los decretos de Israel así lo exigen; es una ordenanza del Dios de Jacob. 5 Él lo hizo ley para Israel cuando atacó a Egipto para ponernos en libertad. Oí una voz desconocida que decía: 6 «Ahora quitaré la carga de tus hombros; liberaré tus manos de las tareas pesadas. 7 Clamaste a mí cuando estabas en apuros, y yo te salvé; respondí desde el nubarrón y puse a prueba tu fe cuando no había agua en Meriba. Interludio 8 »Escúchame, pueblo mío, en tanto te doy severas advertencias. ¡Oh Israel, si tan solo me escucharas! 9 Jamás debes tener un dios extranjero; nunca debes inclinarte frente a un dios falso. 10 Pues fui yo, el Señor tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca, y la llenaré de cosas buenas. 11 »Pero no, mi pueblo no quiso escuchar; Israel no quiso que estuviera cerca. 12 Así que dejé que siguiera sus tercos deseos y que viviera según sus propias ideas. 13 ¡Oh, si mi pueblo me escuchara! ¡Oh, si Israel me siguiera y caminara por mis senderos! 14 ¡Qué rápido sometería a sus adversarios! ¡Qué pronto pondría mis manos sobre sus enemigos! 15 Los que odian al Señor se arrastrarían delante de él; quedarían condenados para siempre. 16 Pero a ustedes los alimentaría con el mejor trigo; los saciaría con miel silvestre de la roca».
Salmos 95
RVR1960 1 Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. 2 Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos. 3 Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses. 4 Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. 5 Suyo también el mar, pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca. 6 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. 7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, 8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, 9 Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras. 10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos. 11 Por tanto, juré en mi furor Que no entrarían en mi reposo. Salmos 95: 8 : He. 3.
15; 4.
7. Salmos 95: 9 : Ex. 17.
1-7; Nm. 20.
2-13. Salmos 95: 11 : Nm. 14.
26-35; Dt. 1.
34-36; He. 4.
3,5. Salmos 95: 11 : He. 3.
7-11.
NTV 1 ¡Vengan, cantemos al Señor! Aclamemos con alegría a la Roca de nuestra salvación. 2 Acerquémonos a él con acción de gracias. Cantémosle salmos de alabanza, 3 porque el Señor es Dios grande, un gran Rey sobre todos los dioses. 4 En sus manos sostiene las profundidades de la tierra y las montañas más imponentes. 5 El mar le pertenece, pues él lo creó; sus manos también formaron la tierra firme. 6 Vengan, adoremos e inclinémonos. Arrodillémonos delante del Señor, nuestro creador, 7 porque él es nuestro Dios. Somos el pueblo que él vigila, el rebaño a su cuidado. ¡Si tan solo escucharan hoy su voz! 8 El Señor dice: «No endurezcan el corazón como lo hizo Israel en Meriba, como lo hizo el pueblo en el desierto de Masá. 9 Allí sus antepasados me tentaron y pusieron a prueba mi paciencia, a pesar de haber visto todo lo que hice. 10 Durante cuarenta años estuve enojado con ellos y dije: “Son un pueblo cuyo corazón se aleja de mí; rehúsan hacer lo que les digo”. 11 Así que en mi enojo juré: “Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso”».
? ¿Por qué crees que sucede eso?

PREGUNTA 3

¿Por qué en ocasiones el camino de los impíos puede parecer más deseable que el consejo de los justos Salmos 141
RVR1960 Salmo de David. 1 Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí; Escucha mi voz cuando te invocare. 2 Suba mi oración delante de ti como el incienso, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde. 3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios. 4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad; Y no coma yo de sus deleites. 5 Que el justo me castigue, será un favor, Y que me reprenda será un excelente bálsamo Que no me herirá la cabeza; Pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquellos. 6 Serán despeñados sus jueces, Y oirán mis palabras, que son verdaderas. 7 Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol. 8 Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos; En ti he confiado; no desampares mi alma. 9 Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de las trampas de los que hacen iniquidad. 10 Caigan los impíos a una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante. Salmos 141: 2 : Ap. 5.
8.
NTV Salmo de David. 1 Oh Señor, clamo a ti. ¡Por favor, apresúrate! ¡Escucha cuando clamo a ti por ayuda! 2 Acepta como incienso la oración que te ofrezco, y mis manos levantadas, como una ofrenda vespertina. 3 Toma control de lo que digo, oh Señor, y guarda mis labios. 4 No permitas que me deslice hacia el mal ni que me involucre en actos perversos. No me dejes participar de los manjares de quienes hacen lo malo. 5 ¡Deja que los justos me golpeen! ¡Será un acto de bondad! Si me corrigen, es un remedio calmante; no permitas que lo rechace. Pero oro constantemente en contra de los perversos y de lo que hacen. 6 Cuando a sus líderes los arrojen por un acantilado, los perversos escucharán mis palabras y descubrirán que son verdad. 7 Como las piedras que levanta el arado, los huesos de los perversos quedarán esparcidos, sin que nadie los entierre. 8 Busco tu ayuda, oh Señor Soberano. Tú eres mi refugio; no dejes que me maten. 9 Líbrame de las trampas que me han tendido y de los engaños de los que hacen el mal. 10 Que los perversos caigan en sus propias redes, pero a mí, déjame escapar.
? Es decir, ¿cómo afrontamos el hecho aparente de que muchas veces a los malos parece irles muy bien?

Repaso de la Lección

LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa

This page was produced by
Estudia la Biblia Hoy
estudialabibliahoy.com


Australia/Sydney : 20240224-064604 : 1626149781039 : 1703635684073

8/13