Tu amor es grande hasta los cielos — Estudia la Biblia Hoy





7/13          50 - 77 minutes
Tu amor es grande hasta los cielos
Tu amor es grande hasta los cielos
Tu amor es grande hasta los cielos



Click me to expand

 CONTENIDO 

Tu amor es grande hasta los cielos

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA

Salmos 136
RVR1960 1 Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia. 2 Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia. 3 Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia. 4 Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia. 5 Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia. 6 Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia. 7 Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia. 8 El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia. 9 La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia. 10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia. 11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia. 12 Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia. 13 Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia; 14 E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia; 15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia. 16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia. 17 Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia; 18 Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia; 19 A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia; 20 Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia; 21 Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia; 22 En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia. 23 Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia; 24 Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia. 25 El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia. 26 Alabad al Dios de los cielos, Porque para siempre es su misericordia. Salmos 136: 1 : 1 Cr. 16.
34; 2 Cr. 5.
13; 7.
3; Esd. 3.
11; Sal. 100.
5; 106.
1; 107.
1; 118.
1; Jer. 33.
11. Salmos 136: 5 : Gn. 1.
1. Salmos 136: 6 : Gn. 1.
2. Salmos 136: 7 : Gn. 1.
16. Salmos 136: 10 : Ex. 12.
29. Salmos 136: 11 : Ex. 12.
51. Salmos 136: 13 : Ex. 14.
21-29. Salmos 136: 19 : Nm. 21.
21-30. Salmos 136: 20 : Nm. 21.
31-35.
NTV 1 ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. 2 Den gracias al Dios de dioses. Su fiel amor perdura para siempre. 3 Den gracias al Señor de señores. Su fiel amor perdura para siempre. 4 Den gracias al único que puede hacer milagros poderosos. Su fiel amor perdura para siempre. 5 Den gracias al que hizo los cielos con tanta habilidad. Su fiel amor perdura para siempre. 6 Den gracias al que ubicó la tierra en medio de las aguas. Su fiel amor perdura para siempre. 7 Den gracias al que hizo las lumbreras celestiales: Su fiel amor perdura para siempre. 8 el sol para que gobierne de día, Su fiel amor perdura para siempre. 9 y la luna y las estrellas para que gobiernen de noche. Su fiel amor perdura para siempre. 10 Den gracias al que mató a los hijos mayores de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre. 11 Él sacó a Israel de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre. 12 Actuó con mano fuerte y brazo poderoso. Su fiel amor perdura para siempre. 13 Den gracias al que separó las aguas del mar Rojo. Su fiel amor perdura para siempre. 14 Hizo cruzar a salvo a Israel, Su fiel amor perdura para siempre. 15 pero arrojó al mar Rojo al faraón y a su ejército. Su fiel amor perdura para siempre. 16 Den gracias al que guio a su pueblo por el desierto. Su fiel amor perdura para siempre. 17 Den gracias al que hirió de muerte a reyes poderosos. Su fiel amor perdura para siempre. 18 Mató a reyes poderosos: Su fiel amor perdura para siempre. 19 a Sehón, rey de los amorreos, Su fiel amor perdura para siempre. 20 y a Og, rey de Basán. Su fiel amor perdura para siempre. 21 Dios entregó las tierras de estos reyes como herencia: Su fiel amor perdura para siempre. 22 como preciada posesión a su siervo Israel. Su fiel amor perdura para siempre. 23 Él se acordó de nosotros en nuestras debilidades. Su fiel amor perdura para siempre. 24 Nos salvó de nuestros enemigos. Su fiel amor perdura para siempre. 25 Él provee alimento a todo ser viviente. Su fiel amor perdura para siempre. 26 Den gracias al Dios del cielo. Su fiel amor perdura para siempre.
Salmos 51
RVR1960 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. 5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. 6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. 8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido. 9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. 11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. 12 Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente. 13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti. 14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia. 15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza. 16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. 18 Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén. 19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar. y dio cuenta a Saúl diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec. Cross referencesSalmos 51: 4 : Ro. 3.
4. Salmos 51: 19 : 1 S. 22.
9-10.
NTV Para el director del coro: salmo de David, cuando el profeta Natán fue a verlo después que cometió adulterio con Betsabé. 1 Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados. 2 Lávame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados. 3 Pues reconozco mis rebeliones; día y noche me persiguen. 4 Contra ti y solo contra ti he pecado; he hecho lo que es malo ante tus ojos. Quedará demostrado que tienes razón en lo que dices y que tu juicio contra mí es justo. 5 Pues soy pecador de nacimiento, así es, desde el momento en que me concibió mi madre. 6 Pero tú deseas honradez desde el vientre y aun allí me enseñas sabiduría. 7 Purifícame de mis pecados, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. 8 Devuélveme la alegría; deja que me goce ahora que me has quebrantado. 9 No sigas mirando mis pecados; quita la mancha de mi culpa. 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí. 11 No me expulses de tu presencia y no me quites tu Espíritu Santo. 12 Restaura en mí la alegría de tu salvación y haz que esté dispuesto a obedecerte. 13 Entonces enseñaré a los rebeldes tus caminos, y ellos se volverán a ti. 14 Perdóname por derramar sangre, oh Dios que salva; entonces con alegría cantaré de tu perdón. 15 Desata mis labios, oh Señor, para que mi boca pueda alabarte. 16 Tú no deseas sacrificios; de lo contrario, te ofrecería uno. Tampoco quieres una ofrenda quemada. 17 El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios. 18 Mira a Sion con tu favor y ayúdala; reconstruye las murallas de Jerusalén. 19 Entonces te agradarán los sacrificios ofrecidos con un espíritu correcto, con ofrendas quemadas y ofrendas quemadas enteras. Entonces volverán a sacrificarse toros sobre tu altar.
Salmos 130
RVR1960 Cántico gradual. 1 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. 2 Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica. 3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? 4 Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado. 5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. 6 Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana. 7 Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; 8 Y él redimirá a Israel De todos sus pecados. Salmos 130: 8 : Mt. 1.
21; Tit. 2.
14.
NTV Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. 1 Desde lo profundo de mi desesperación, oh Señor, clamo por tu ayuda. 2 Escucha mi clamor, oh Señor. Presta atención a mi oración. 3 Señor, si llevaras un registro de nuestros pecados, ¿quién, oh Señor, podría sobrevivir? 4 Pero tú ofreces perdón, para que aprendamos a temerte. 5 Yo cuento con el Señor; sí, cuento con él. En su palabra he puesto mi esperanza. 6 Anhelo al Señor más que los centinelas el amanecer, sí, más de lo que los centinelas anhelan el amanecer. 7 Oh Israel, espera en el Señor, porque en el Señor hay amor inagotable; su redención sobreabunda. 8 Él mismo redimirá a Israel de toda clase de pecado.
Salmos 113
RVR1960 Aleluya. 1 Alabad, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová. 2 Sea el nombre de Jehová bendito Desde ahora y para siempre. 3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de Jehová. 4 Excelso sobre todas las naciones es Jehová, Sobre los cielos su gloria. 5 ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que se sienta en las alturas, 6 Que se humilla a mirar En el cielo y en la tierra? 7 Él levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del muladar, 8 Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo. 9 Él hace habitar en familia a la estéril, Que se goza en ser madre de hijos. Aleluya. NTV 1 ¡Alabado sea el Señor! Sí, alábenle, oh siervos del Señor, ¡alaben el nombre del Señor! 2 Bendito sea el nombre del Señor ahora y para siempre. 3 En todas partes — del oriente al occidente — , alaben el nombre del Señor. 4 Él está por encima de las naciones; su gloria es más alta que los cielos. 5 ¿Quién puede compararse con el Señor nuestro Dios, quien está entronizado en las alturas? 6 Él se inclina para mirar el cielo y la tierra. 7 Levanta del polvo a los pobres, y a los necesitados, del basurero. 8 Los pone entre príncipes, ¡incluso entre los príncipes de su propio pueblo! 9 A la mujer sin hijos le da una familia y la transforma en una madre feliz. ¡Alabado sea el Señor!
Salmos 123
RVR1960 Cántico gradual. 1 A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos. 2 He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia de nosotros. 3 Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros, Porque estamos muy hastiados de menosprecio. 4 Hastiada está nuestra alma Del escarnio de los que están en holgura, Y del menosprecio de los soberbios. NTV Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. 1 Levanto mis ojos a ti, oh Dios, entronizado en el cielo. 2 Seguimos buscando la misericordia del Señor nuestro Dios, así como los sirvientes fijan los ojos en su amo y la esclava observa a su ama, atenta al más mínimo gesto. 3 Ten misericordia de nosotros, Señor, ten misericordia, porque ya estamos hartos de tanto desprecio. 4 Ya estamos más que hartos de las burlas de los orgullosos y del desprecio de los arrogantes.

VERSÍCULO DE MEMORIA

Salmos 57:9-10
RVR1960 9 Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; Cantaré de ti entre las naciones. 10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, Y hasta las nubes tu verdad. NTV 9 Te daré gracias, Señor, en medio de toda la gente; cantaré tus alabanzas entre las naciones. 10 Pues tu amor inagotable es tan alto como los cielos; tu fidelidad alcanza las nubes.

SÁBADO — INTRODUCCIÓN

Los salmistas reconocen que son espiritualmente pobres y que no tienen nada bueno para ofrecer a Dios; es decir, que no tienen nada en sí mismos que los recomiende ante el santo Trono de Dios Salmos 40:17
RVR1960 17 Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes. NTV 17 En cuanto a mí, pobre y necesitado, que el Señor me tenga en sus pensamientos. Tú eres mi ayudador y mi salvador; oh Dios mío, no te demores.
Entienden que, como todos nosotros, necesitan gracia, la gracia de Dios.

En resumen, necesitan el evangelio.

Los salmos subrayan el hecho de que la gente depende de la misericordia de Dios por completo. Afortunadamente, la misericordia de Dios es eterna, como lo demuestran la Creación de Dios y la historia del pueblo de Dios Salmos 136
RVR1960 1 Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia. 2 Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia. 3 Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia. 4 Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia. 5 Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia. 6 Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia. 7 Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia. 8 El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia. 9 La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia. 10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia. 11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia. 12 Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia. 13 Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia; 14 E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia; 15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia. 16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia. 17 Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia; 18 Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia; 19 A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia; 20 Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia; 21 Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia; 22 En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia. 23 Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia; 24 Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia. 25 El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia. 26 Alabad al Dios de los cielos, Porque para siempre es su misericordia. Salmos 136: 1 : 1 Cr. 16.
34; 2 Cr. 5.
13; 7.
3; Esd. 3.
11; Sal. 100.
5; 106.
1; 107.
1; 118.
1; Jer. 33.
11. Salmos 136: 5 : Gn. 1.
1. Salmos 136: 6 : Gn. 1.
2. Salmos 136: 7 : Gn. 1.
16. Salmos 136: 10 : Ex. 12.
29. Salmos 136: 11 : Ex. 12.
51. Salmos 136: 13 : Ex. 14.
21-29. Salmos 136: 19 : Nm. 21.
21-30. Salmos 136: 20 : Nm. 21.
31-35.
NTV 1 ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. 2 Den gracias al Dios de dioses. Su fiel amor perdura para siempre. 3 Den gracias al Señor de señores. Su fiel amor perdura para siempre. 4 Den gracias al único que puede hacer milagros poderosos. Su fiel amor perdura para siempre. 5 Den gracias al que hizo los cielos con tanta habilidad. Su fiel amor perdura para siempre. 6 Den gracias al que ubicó la tierra en medio de las aguas. Su fiel amor perdura para siempre. 7 Den gracias al que hizo las lumbreras celestiales: Su fiel amor perdura para siempre. 8 el sol para que gobierne de día, Su fiel amor perdura para siempre. 9 y la luna y las estrellas para que gobiernen de noche. Su fiel amor perdura para siempre. 10 Den gracias al que mató a los hijos mayores de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre. 11 Él sacó a Israel de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre. 12 Actuó con mano fuerte y brazo poderoso. Su fiel amor perdura para siempre. 13 Den gracias al que separó las aguas del mar Rojo. Su fiel amor perdura para siempre. 14 Hizo cruzar a salvo a Israel, Su fiel amor perdura para siempre. 15 pero arrojó al mar Rojo al faraón y a su ejército. Su fiel amor perdura para siempre. 16 Den gracias al que guio a su pueblo por el desierto. Su fiel amor perdura para siempre. 17 Den gracias al que hirió de muerte a reyes poderosos. Su fiel amor perdura para siempre. 18 Mató a reyes poderosos: Su fiel amor perdura para siempre. 19 a Sehón, rey de los amorreos, Su fiel amor perdura para siempre. 20 y a Og, rey de Basán. Su fiel amor perdura para siempre. 21 Dios entregó las tierras de estos reyes como herencia: Su fiel amor perdura para siempre. 22 como preciada posesión a su siervo Israel. Su fiel amor perdura para siempre. 23 Él se acordó de nosotros en nuestras debilidades. Su fiel amor perdura para siempre. 24 Nos salvó de nuestros enemigos. Su fiel amor perdura para siempre. 25 Él provee alimento a todo ser viviente. Su fiel amor perdura para siempre. 26 Den gracias al Dios del cielo. Su fiel amor perdura para siempre.
Ante el Dios eterno, la vida humana es tan efímera como la hierba, pero Dios se compadece de los seres humanos y renueva sus fuerzas Salmos 103:3
RVR1960 3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; NTV 3 Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades.
Salmos 103:5
RVR1960 5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. NTV 5 Colma mi vida de cosas buenas; ¡mi juventud se renueva como la del águila!
Salmos 103:15
RVR1960 15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, NTV 15 Nuestros días sobre la tierra son como la hierba; igual que las flores silvestres, florecemos y morimos.
y en él tienen la promesa de la eternidad.

El pueblo de Dios se consuela con el hecho de que el Señor es fiel a su Pacto. Las súplicas del pueblo, aunque a veces sean apremiantes, suelen estar llenas de esperanza, porque se dirigen a su compasivo Padre celestial Salmos 103:1
RVR1960 Salmo de David. 1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. NTV Salmo de David. 1 Que todo lo que soy alabe al Señor; con todo el corazón alabaré su santo nombre.
Salmos 68:5
RVR1960 5 Padre de huérfanos y defensor de viudas Es Dios en su santa morada. NTV 5 Padre de los huérfanos, defensor de las viudas, este es Dios y su morada es santa.
Salmos 89:26
RVR1960 26 Él me clamará: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salvación. NTV 26 Y él clamará a mí: “Tú eres mi Padre, mi Dios y la Roca de mi salvación”.
Las nuevas experiencias de la gracia y el amor de Dios fortalecen su determinación de adorar y servir a Dios; a nadie ni a nada más.

DOMINGO — Su amor es para siempre

Lee Salmos 136
RVR1960 1 Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia. 2 Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia. 3 Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia. 4 Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia. 5 Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia. 6 Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia. 7 Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia. 8 El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia. 9 La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia. 10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia. 11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia. 12 Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia. 13 Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia; 14 E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia; 15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia. 16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia. 17 Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia; 18 Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia; 19 A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia; 20 Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia; 21 Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia; 22 En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia. 23 Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia; 24 Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia. 25 El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia. 26 Alabad al Dios de los cielos, Porque para siempre es su misericordia. Salmos 136: 1 : 1 Cr. 16.
34; 2 Cr. 5.
13; 7.
3; Esd. 3.
11; Sal. 100.
5; 106.
1; 107.
1; 118.
1; Jer. 33.
11. Salmos 136: 5 : Gn. 1.
1. Salmos 136: 6 : Gn. 1.
2. Salmos 136: 7 : Gn. 1.
16. Salmos 136: 10 : Ex. 12.
29. Salmos 136: 11 : Ex. 12.
51. Salmos 136: 13 : Ex. 14.
21-29. Salmos 136: 19 : Nm. 21.
21-30. Salmos 136: 20 : Nm. 21.
31-35.
NTV 1 ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. 2 Den gracias al Dios de dioses. Su fiel amor perdura para siempre. 3 Den gracias al Señor de señores. Su fiel amor perdura para siempre. 4 Den gracias al único que puede hacer milagros poderosos. Su fiel amor perdura para siempre. 5 Den gracias al que hizo los cielos con tanta habilidad. Su fiel amor perdura para siempre. 6 Den gracias al que ubicó la tierra en medio de las aguas. Su fiel amor perdura para siempre. 7 Den gracias al que hizo las lumbreras celestiales: Su fiel amor perdura para siempre. 8 el sol para que gobierne de día, Su fiel amor perdura para siempre. 9 y la luna y las estrellas para que gobiernen de noche. Su fiel amor perdura para siempre. 10 Den gracias al que mató a los hijos mayores de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre. 11 Él sacó a Israel de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre. 12 Actuó con mano fuerte y brazo poderoso. Su fiel amor perdura para siempre. 13 Den gracias al que separó las aguas del mar Rojo. Su fiel amor perdura para siempre. 14 Hizo cruzar a salvo a Israel, Su fiel amor perdura para siempre. 15 pero arrojó al mar Rojo al faraón y a su ejército. Su fiel amor perdura para siempre. 16 Den gracias al que guio a su pueblo por el desierto. Su fiel amor perdura para siempre. 17 Den gracias al que hirió de muerte a reyes poderosos. Su fiel amor perdura para siempre. 18 Mató a reyes poderosos: Su fiel amor perdura para siempre. 19 a Sehón, rey de los amorreos, Su fiel amor perdura para siempre. 20 y a Og, rey de Basán. Su fiel amor perdura para siempre. 21 Dios entregó las tierras de estos reyes como herencia: Su fiel amor perdura para siempre. 22 como preciada posesión a su siervo Israel. Su fiel amor perdura para siempre. 23 Él se acordó de nosotros en nuestras debilidades. Su fiel amor perdura para siempre. 24 Nos salvó de nuestros enemigos. Su fiel amor perdura para siempre. 25 Él provee alimento a todo ser viviente. Su fiel amor perdura para siempre. 26 Den gracias al Dios del cielo. Su fiel amor perdura para siempre.

¿Qué pensamiento predomina en este salmo? El salmista, ¿dónde encuentra pruebas para su declaración predominante?

Salmo 136 convoca al pueblo de Dios a alabar al Señor por su misericordia revelada en la Creación Salmos 136:4-9
RVR1960 4 Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia. 5 Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia. 6 Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia. 7 Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia. 8 El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia. 9 La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia. NTV 4 Den gracias al único que puede hacer milagros poderosos. Su fiel amor perdura para siempre. 5 Den gracias al que hizo los cielos con tanta habilidad. Su fiel amor perdura para siempre. 6 Den gracias al que ubicó la tierra en medio de las aguas. Su fiel amor perdura para siempre. 7 Den gracias al que hizo las lumbreras celestiales: Su fiel amor perdura para siempre. 8 el sol para que gobierne de día, Su fiel amor perdura para siempre. 9 y la luna y las estrellas para que gobiernen de noche. Su fiel amor perdura para siempre.
y en la historia de Israel Salmos 136:10-22
RVR1960 10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia. 11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia. 12 Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia. 13 Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia; 14 E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia; 15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia. 16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia. 17 Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia; 18 Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia; 19 A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia; 20 Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia; 21 Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia; 22 En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia. NTV 10 Den gracias al que mató a los hijos mayores de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre. 11 Él sacó a Israel de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre. 12 Actuó con mano fuerte y brazo poderoso. Su fiel amor perdura para siempre. 13 Den gracias al que separó las aguas del mar Rojo. Su fiel amor perdura para siempre. 14 Hizo cruzar a salvo a Israel, Su fiel amor perdura para siempre. 15 pero arrojó al mar Rojo al faraón y a su ejército. Su fiel amor perdura para siempre. 16 Den gracias al que guio a su pueblo por el desierto. Su fiel amor perdura para siempre. 17 Den gracias al que hirió de muerte a reyes poderosos. Su fiel amor perdura para siempre. 18 Mató a reyes poderosos: Su fiel amor perdura para siempre. 19 a Sehón, rey de los amorreos, Su fiel amor perdura para siempre. 20 y a Og, rey de Basán. Su fiel amor perdura para siempre. 21 Dios entregó las tierras de estos reyes como herencia: Su fiel amor perdura para siempre. 22 como preciada posesión a su siervo Israel. Su fiel amor perdura para siempre.
“Misericordia” (en hebreo jésed, ‘amor inalterable’) transmite la bondad y la lealtad de Dios hacia su Creación y hacia su pacto con Israel. El salmo muestra que el inmenso poder y la magnificencia de Dios se basan en su amor inquebrantable.

El Señor es el “Dios de los dioses” y “el Señor de los señores”, un modismo hebreo que significa “el Dios más grande” Salmos 136:1-3
RVR1960 1 Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia. 2 Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia. 3 Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia. NTV 1 ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. 2 Den gracias al Dios de dioses. Su fiel amor perdura para siempre. 3 Den gracias al Señor de señores. Su fiel amor perdura para siempre.
no porque haya otros dioses, sino porque él es el único Dios.

Los grandes prodigios del Señor, que nadie más puede imitar, son la demostración innegable de su dominio Salmos 136:4
RVR1960 4 Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia. NTV 4 Den gracias al único que puede hacer milagros poderosos. Su fiel amor perdura para siempre.
Dios creó los Cielos, la Tierra y los cuerpos celestes, que los paganos adoran Deuteronomio 4:19
RVR1960 19 No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. NTV 19 Además, cuando miren hacia los cielos y vean el sol, la luna y las estrellas — todas las fuerzas del cielo — , no caigan en la tentación de rendirles culto. El Señor su Dios se los dio a todos los pueblos de la tierra.
Sin embargo, los salmos despojan de su autoridad a los dioses paganos y, por extensión, a toda fuente de seguridad humana. Son meras cosas creadas, no el Creador; una distinción fundamental.

La imagen de la mano fuerte y del brazo extendido del Señor Salmos 136:12
RVR1960 12 Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia. NTV 12 Actuó con mano fuerte y brazo poderoso. Su fiel amor perdura para siempre.
resalta la eficacia del poder de Dios y el gran alcance de su misericordia.

La misericordia de Dios en la Creación y en la historia debería inspirar a su pueblo a confiar en él y a permanecer fiel a su Pacto. El estribillo “porque su amor es para siempre” se repite 26 veces en este Salmo para garantizar a los fieles que el Señor no cambia y repetirá sus favores pasados con cada nueva generación. Dios se acuerda de su pueblo Salmos 136:23
RVR1960 23 Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia; NTV 23 Él se acordó de nosotros en nuestras debilidades. Su fiel amor perdura para siempre.
y es fiel a su Pacto de gracia. La creencia en la misericordia perdurable del Señor está en la base de la fe bíblica, que incluye la adoración jubilosa y la confianza, así como la contrición y el arrepentimiento.

Salmos 136:23-25
RVR1960 23 Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia; 24 Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia. 25 El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia. NTV 23 Él se acordó de nosotros en nuestras debilidades. Su fiel amor perdura para siempre. 24 Nos salvó de nuestros enemigos. Su fiel amor perdura para siempre. 25 Él provee alimento a todo ser viviente. Su fiel amor perdura para siempre.
concluye con el cuidado universal de Dios por el mundo. La misericordia de Dios se extiende no solamente a Israel, sino a toda la Creación. El salmo habla así de la universalidad de la gracia salvífica de Dios y exhorta al mundo entero a sumarse a Israel en alabanza al Señor ver también Lucas 2:10
RVR1960 10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: NTV 10 pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo — dijo — . Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente.
Juan 3:16
RVR1960 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. NTV 16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Hechos 15:17
RVR1960 17 Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, NTV 17 para que el resto de la humanidad busque al Señor, incluidos los gentiles, todos los que he llamado a ser míos. El Señor ha hablado,

¿De qué manera la imagen de Jesús en la cruz, que muere como sustituto por nuestra pecaminosidad, revela más poderosamente la gran verdad, hablando de Dios, de que “su amor es para siempre”?

LUNES — Crea en mí un corazón limpio

Lee Salmos 51:1-5
RVR1960 Al músico principal. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el profeta. 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. 5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. NTV Para el director del coro: salmo de David, cuando el profeta Natán fue a verlo después que cometió adulterio con Betsabé. 1 Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados. 2 Lávame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados. 3 Pues reconozco mis rebeliones; día y noche me persiguen. 4 Contra ti y solo contra ti he pecado; he hecho lo que es malo ante tus ojos. Quedará demostrado que tienes razón en lo que dices y que tu juicio contra mí es justo. 5 Pues soy pecador de nacimiento, así es, desde el momento en que me concibió mi madre.

¿Por qué el salmista apela a la misericordia de Dios?

El rey David derrama su corazón ante el Señor para pedir el perdón de los pecados durante los momentos espiritualmente más oscuros de su vida 2 Samuel 12
RVR1960 1 Jehová envió a Natán a David; y viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. 2 El rico tenía numerosas ovejas y vacas; 3 pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija. 4 Y vino uno de camino al hombre rico; y este no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que había venido a él. 5 Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte. 6 Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia. 7 Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, 8 y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más. 9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. 10 Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 11 Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 12 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. 13 Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. 14 Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá. 15 Y Natán se volvió a su casa. Y Jehová hirió al niño que la mujer de Urías había dado a David, y enfermó gravemente. 16 Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche acostado en tierra. 17 Y se levantaron los ancianos de su casa, y fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan. 18 Y al séptimo día murió el niño; y temían los siervos de David hacerle saber que el niño había muerto, diciendo entre sí: Cuando el niño aún vivía, le hablábamos, y no quería oír nuestra voz; ¿cuánto más se afligirá si le decimos que el niño ha muerto? 19 Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. 20 Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró. Después vino a su casa, y pidió, y le pusieron pan, y comió. 21 Y le dijeron sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño, viviendo aún, ayunabas y llorabas; y muerto él, te levantaste y comiste pan. 22 Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? 23 Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí. 24 Y consoló David a Betsabé su mujer, y llegándose a ella durmió con ella; y ella le dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová, 25 y envió un mensaje por medio de Natán profeta; así llamó su nombre Jedidías, a causa de Jehová. (1 Cr. 20.
1-3) 26 Joab peleaba contra Rabá de los hijos de Amón, y tomó la ciudad real. 27 Entonces envió Joab mensajeros a David, diciendo: Yo he puesto sitio a Rabá, y he tomado la ciudad de las aguas. 28 Reúne, pues, ahora al pueblo que queda, y acampa contra la ciudad y tómala, no sea que tome yo la ciudad y sea llamada de mi nombre. 29 Y juntando David a todo el pueblo, fue contra Rabá, y combatió contra ella, y la tomó. 30 Y quitó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba un talento de oro, y tenía piedras preciosas; y fue puesta sobre la cabeza de David. Y sacó muy grande botín de la ciudad. 31 Sacó además a la gente que estaba en ella, y los puso a trabajar con sierras, con trillos de hierro y hachas de hierro, y además los hizo trabajar en los hornos de ladrillos; y lo mismo hizo a todas las ciudades de los hijos de Amón. Y volvió David con todo el pueblo a Jerusalén.
NTV 1 Por lo tanto, el Señor envió al profeta Natán para que le contara a David la siguiente historia: — Había dos hombres en cierta ciudad; uno era rico y el otro, pobre. 2 El hombre rico poseía muchas ovejas, y ganado en cantidad. 3 El pobre no tenía nada, solo una pequeña oveja que había comprado. Él crio esa ovejita, la cual creció junto con sus hijos. La ovejita comía del mismo plato del dueño y bebía de su vaso, y él la acunaba como a una hija. 4 Cierto día llegó una visita a la casa del hombre rico. Pero en lugar de matar un animal de su propio rebaño o de su propia manada, tomó la ovejita del hombre pobre, la mató y la preparó para su invitado. 5 Entonces David se puso furioso. — ¡Tan cierto como que el Señor vive — juró — , cualquier hombre que haga semejante cosa merece la muerte! 6 Debe reparar el daño dándole al hombre pobre cuatro ovejas por la que le robó y por no haber tenido compasión. 7 Entonces Natán le dijo a David: — ¡Tú eres ese hombre! El Señor, Dios de Israel, dice: “Yo te ungí rey de Israel y te libré del poder de Saúl. 8 Te di la casa de tu amo, sus esposas y los reinos de Israel y Judá. Y si eso no hubiera sido suficiente, te habría dado más, mucho más. 9 ¿Por qué, entonces, despreciaste la palabra del Señor e hiciste este acto tan horrible? Pues mataste a Urías el hitita con la espada de los amonitas y le robaste a su esposa. 10 De ahora en adelante, tu familia vivirá por la espada porque me has despreciado al tomar a la esposa de Urías para que sea tu mujer”. 11 »Esto dice el Señor: “Por lo que has hecho, haré que tu propia familia se rebele en tu contra. Ante tus propios ojos, daré tus mujeres a otro hombre, y él se acostará con ellas a la vista de todos. 12 Tú lo hiciste en secreto, pero yo haré que esto suceda abiertamente a la vista de todo Israel”. 13 Entonces David confesó a Natán: — He pecado contra el Señor. Natán respondió: — Sí, pero el Señor te ha perdonado, y no morirás por este pecado. 14 Sin embargo, como has mostrado un total desprecio por la palabra del Señor con lo que hiciste, tu hijo morirá. 15 Después que Natán regresó a su casa, el Señor le envió una enfermedad mortal al hijo que David tuvo con la esposa de Urías. 16 Así que David le suplicó a Dios que perdonara la vida de su hijo, y no comió, y estuvo toda la noche tirado en el suelo. 17 Entonces los ancianos de su casa le rogaban que se levantara y comiera con ellos, pero él se negó. 18 Finalmente, al séptimo día, el niño murió. Los consejeros de David tenían temor de decírselo. «No escuchaba razones cuando el niño estaba enfermo — se decían — , ¿qué locura hará cuando le digamos que el niño murió? ». 19 Cuando David vio que susurraban entre sí, se dio cuenta de lo que había pasado. — ¿Murió el niño? — preguntó. — Sí — le contestaron — , ya murió. 20 De inmediato David se levantó del suelo, se lavó, se puso lociones y se cambió de ropa. Luego fue al tabernáculo a adorar al Señor y después volvió al palacio donde le sirvieron comida y comió. 21 Sus consejeros estaban asombrados. — No lo entendemos — le dijeron — . Mientras el niño aún vivía, lloraba y rehusaba comer. Pero ahora que el niño ha muerto, usted terminó el duelo y de nuevo está comiendo. 22 — Ayuné y lloré — respondió David — mientras el niño vivía porque me dije: “Tal vez el Señor sea compasivo conmigo y permita que el niño viva”. 23 Pero ¿qué motivo tengo para ayunar ahora que ha muerto? ¿Puedo traerlo de nuevo a la vida? Un día yo iré a él, pero él no puede regresar a mí. 24 Luego David consoló a Betsabé, su esposa, y se acostó con ella. Entonces ella quedó embarazada y dio a luz un hijo, y David lo llamó Salomón. El Señor amó al niño 25 y mandó decir por medio del profeta Natán que deberían llamarlo Jedidías (que significa «amado del Señor») como el Señor había ordenado. 26 Mientras tanto, Joab luchaba contra la ciudad de Rabá, la capital de Amón, y tomó las fortificaciones reales. 27 Entonces Joab envió mensajeros a David para decirle: «He peleado contra Rabá y he capturado el suministro de agua. 28 Ahora traiga al resto del ejército y tome la ciudad; de lo contrario, yo seré quien la conquiste y reciba el reconocimiento por la victoria». 29 Entonces David reunió al resto del ejército y fue a Rabá, peleó contra la ciudad y la tomó. 30 David quitó la corona de la cabeza del rey y la colocaron sobre la de él. La corona estaba hecha de oro con gemas incrustadas y pesaba treinta y cuatro kilos. Además, David se llevó un enorme botín de la ciudad. 31 También hizo esclavos a los habitantes de Rabá y los forzó a trabajar con sierras, picos y hachas de hierro, y a trabajar en los hornos de ladrillos. Así trató a la gente de todas las ciudades amonitas. Luego David regresó a Jerusalén con todo el ejército.
El perdón es el extraordinario don de la gracia de Dios, el resultado de “tu inmensa ternura” Salmos 51:1
RVR1960 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. NTV Para el director del coro: salmo de David, cuando el profeta Natán fue a verlo después que cometió adulterio con Betsabé. 1 Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados.
El rey David apela a Dios para que lo trate no conforme a lo que merece su pecado Salmos 103:10
RVR1960 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. NTV 10 No nos castiga por todos nuestros pecados; no nos trata con la severidad que merecemos.
sino conforme a su carácter divino; es decir, su misericordia, su fidelidad y su compasión Salmos 51:1
RVR1960 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. NTV Para el director del coro: salmo de David, cuando el profeta Natán fue a verlo después que cometió adulterio con Betsabé. 1 Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados.
Éxodo 34:6-7
RVR1960 6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ! ! Jehová! ! ! Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. NTV 6 El Señor pasó por delante de Moisés proclamando: «¡Yahveh! ¡El Señor! ¡El Dios de compasión y misericordia! Soy lento para enojarme y estoy lleno de amor inagotable y fidelidad. 7 Yo derramo amor inagotable a mil generaciones, y perdono la iniquidad, la rebelión y el pecado. Pero no absuelvo al culpable, sino que extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos y sus nietos; toda la familia se ve afectada, hasta los hijos de la tercera y cuarta generación».

Lee Salmos 51:6-19
RVR1960 6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. 7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. 8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido. 9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. 11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. 12 Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente. 13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti. 14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia. 15 Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza. 16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. 18 Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén. 19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar. NTV 6 Pero tú deseas honradez desde el vientre y aun allí me enseñas sabiduría. 7 Purifícame de mis pecados, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve. 8 Devuélveme la alegría; deja que me goce ahora que me has quebrantado. 9 No sigas mirando mis pecados; quita la mancha de mi culpa. 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí. 11 No me expulses de tu presencia y no me quites tu Espíritu Santo. 12 Restaura en mí la alegría de tu salvación y haz que esté dispuesto a obedecerte. 13 Entonces enseñaré a los rebeldes tus caminos, y ellos se volverán a ti. 14 Perdóname por derramar sangre, oh Dios que salva; entonces con alegría cantaré de tu perdón. 15 Desata mis labios, oh Señor, para que mi boca pueda alabarte. 16 Tú no deseas sacrificios; de lo contrario, te ofrecería uno. Tampoco quieres una ofrenda quemada. 17 El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios. 18 Mira a Sion con tu favor y ayúdala; reconstruye las murallas de Jerusalén. 19 Entonces te agradarán los sacrificios ofrecidos con un espíritu correcto, con ofrendas quemadas y ofrendas quemadas enteras. Entonces volverán a sacrificarse toros sobre tu altar.

¿Cómo se describe aquí el perdón de los pecados? ¿Cuál es el objetivo del perdón divino?

El perdón divino implica algo más que una proclamación legal de inocencia. Produce un cambio profundo que alcanza lo más íntimo del ser humano Salmos 51:6
RVR1960 6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. NTV 6 Pero tú deseas honradez desde el vientre y aun allí me enseñas sabiduría.
Hebreos 4:12
RVR1960 12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. NTV 12 Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
Produce una nueva creación Salmos 51:10
RVR1960 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. NTV 10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu fiel dentro de mí.
Juan 3:3-8
RVR1960 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. NTV 3 Jesús le respondió: — Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios. 4  — ¿Qué quieres decir? — exclamó Nicodemo — . ¿Cómo puede un hombre mayor volver al vientre de su madre y nacer de nuevo? 5 Jesús le contestó: — Te digo la verdad, nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace de agua y del Espíritu. 6 El ser humano solo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo. 7 Así que no te sorprendas cuando digo: “Tienen que nacer de nuevo”. 8 El viento sopla hacia donde quiere. De la misma manera que oyes el viento pero no sabes de dónde viene ni adónde va, tampoco puedes explicar cómo las personas nacen del Espíritu.
El verbo hebreo bará, traducido como “crear”, describe el poder creador divino Génesis 1:1
RVR1960 1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. NTV 1 En el principio, Dios creó los cielos y la tierra.
Solamente Dios puede bará; únicamente Dios puede producir un cambio radical y duradero en el corazón de la persona arrepentida 2 Corintios 4:6
RVR1960 6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. NTV 6 Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo.

David pide purificación con hisopo Levítico 14:2-8
RVR1960 2 Esta será la ley para el leproso cuando se limpiare: Será traído al sacerdote, 3 y este saldrá fuera del campamento y lo examinará; y si ve que está sana la plaga de la lepra del leproso, 4 el sacerdote mandará luego que se tomen para el que se purifica dos avecillas vivas, limpias, y madera de cedro, grana e hisopo. 5 Y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas corrientes. 6 Después tomará la avecilla viva, el cedro, la grana y el hisopo, y los mojará con la avecilla viva en la sangre de la avecilla muerta sobre las aguas corrientes; 7 y rociará siete veces sobre el que se purifica de la lepra, y le declarará limpio; y soltará la avecilla viva en el campo. 8 Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua, y será limpio; y después entrará en el campamento, y morará fuera de su tienda siete días. NTV 2 «Las siguientes instrucciones son para los que buscan la purificación ceremonial de una enfermedad cutánea: los que han sido sanados deben ser llevados al sacerdote, 3 quien los examinará en un lugar fuera del campamento. Si el sacerdote comprueba que alguien se ha sanado de una enfermedad grave de la piel, 4 llevará a cabo una ceremonia de purificación, usando para ello dos aves vivas que estén ceremonialmente puras, un palo de cedro, un hilo escarlata y una rama de hisopo. 5 El sacerdote mandará matar una de las aves sobre una vasija de barro llena de agua fresca. 6 Tomará el ave viva, el palo de cedro, el hilo escarlata y la rama de hisopo, y los mojará en la sangre del ave muerta sobre el agua fresca. 7 Luego el sacerdote rociará la sangre del ave muerta siete veces sobre la persona que está siendo purificada de la enfermedad cutánea. Después de purificar a la persona, el sacerdote soltará el ave viva en el campo abierto. 8 »Entonces, aquellos que están siendo purificados deberán lavar su ropa, rasurarse todo el cuerpo y bañarse con agua; así quedarán ceremonialmente puros y podrán regresar al campamento. Sin embargo, tendrán que permanecer fuera de su carpa durante siete días.
Salmos 51:7
RVR1960 7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. NTV 7 Purifícame de mis pecados, y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
Siente que su culpa lo mantiene proscrito de la presencia del Señor, del mismo modo que el leproso está proscrito de la comunidad mientras dura el estado de impureza Salmos 51:11
RVR1960 11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. NTV 11 No me expulses de tu presencia y no me quites tu Espíritu Santo.
Teme que los sacrificios no puedan restaurarlo plenamente, porque no había sacrificio que pudiera expiar sus pecados premeditados de adulterio y asesinato Éxodo 21:14
RVR1960 14 Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera. NTV 14 Sin embargo, si alguien mata a otra persona a propósito, tendrán que agarrar al responsable, aunque esté frente a mi altar, y matarlo.
Levítico 20:10
RVR1960 10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. NTV 10 »Si un hombre comete adulterio con la esposa de su vecino, tanto el hombre como la mujer que cometieron adulterio serán ejecutados.

Únicamente la gracia divina incondicional podía aceptar el “corazón contrito y humillado” de David como sacrificio, y devolverle la armonía con Dios Salmos 51:16-17
RVR1960 16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. 17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios. NTV 16 Tú no deseas sacrificios; de lo contrario, te ofrecería uno. Tampoco quieres una ofrenda quemada. 17 El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios.
Al pedir la purificación con hisopo, quiere volver a la presencia de Dios.

Si Dios puede perdonar a David por adulterio, engaño y asesinato, ¿qué esperanza existe para ti?

MARTES — Señor, si miraras los pecados

Lee Salmos 130
RVR1960 Cántico gradual. 1 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. 2 Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica. 3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? 4 Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado. 5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. 6 Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana. 7 Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; 8 Y él redimirá a Israel De todos sus pecados. Salmos 130: 8 : Mt. 1.
21; Tit. 2.
14.
NTV Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. 1 Desde lo profundo de mi desesperación, oh Señor, clamo por tu ayuda. 2 Escucha mi clamor, oh Señor. Presta atención a mi oración. 3 Señor, si llevaras un registro de nuestros pecados, ¿quién, oh Señor, podría sobrevivir? 4 Pero tú ofreces perdón, para que aprendamos a temerte. 5 Yo cuento con el Señor; sí, cuento con él. En su palabra he puesto mi esperanza. 6 Anhelo al Señor más que los centinelas el amanecer, sí, más de lo que los centinelas anhelan el amanecer. 7 Oh Israel, espera en el Señor, porque en el Señor hay amor inagotable; su redención sobreabunda. 8 Él mismo redimirá a Israel de toda clase de pecado.

¿Cómo se describen la gravedad del pecado y la esperanza para los pecadores?

La gran aflicción del salmista está relacionada con sus propios pecados y los de su pueblo Salmos 130:3
RVR1960 3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? NTV 3 Señor, si llevaras un registro de nuestros pecados, ¿quién, oh Señor, podría sobrevivir?
Salmos 130:8
RVR1960 8 Y él redimirá a Israel De todos sus pecados. NTV 8 Él mismo redimirá a Israel de toda clase de pecado.
Los pecados del pueblo son tan graves que amenazan con separarlo de Dios para siempre Salmos 130:3
RVR1960 3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? NTV 3 Señor, si llevaras un registro de nuestros pecados, ¿quién, oh Señor, podría sobrevivir?
Las Escrituras hablan de los registros de los pecados que se guardan para el Día del Juicio Daniel 7:10
RVR1960 10 Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos. NTV 10 y un río de fuego brotaba de su presencia. Millones de ángeles le atendían; muchos millones se pusieron de pie para servirle. Entonces comenzó la sesión del tribunal y se abrieron los libros.
Apocalipsis 20:12
RVR1960 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. NTV 12 Vi a los muertos, tanto grandes como pequeños, de pie delante del trono de Dios. Los libros fueron abiertos, entre ellos el libro de la vida. A los muertos se les juzgó de acuerdo a las cosas que habían hecho, según lo que estaba escrito en los libros.
y de los nombres de los pecadores que se borran del Libro de la Vida Éxodo 32:32
RVR1960 32 que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. NTV 32 Ahora, si solo perdonaras su pecado; pero si no, ¡borra mi nombre del registro que has escrito!
Salmos 69:28
RVR1960 28 Sean raídos del libro de los vivientes, Y no sean escritos entre los justos. NTV 28 Borra sus nombres del libro de la vida; no dejes que sean incluidos entre los justos.
Apocalipsis 13:8
RVR1960 8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. NTV 8 Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo, aquellos cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida que pertenece al Cordero que fue sacrificado antes de la creación del mundo.

El salmista apela así al perdón de Dios, quien eliminará el registro de los pecados Salmos 51:1
RVR1960 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. NTV Para el director del coro: salmo de David, cuando el profeta Natán fue a verlo después que cometió adulterio con Betsabé. 1 Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable; a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados.
Salmos 51:9
RVR1960 9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades. NTV 9 No sigas mirando mis pecados; quita la mancha de mi culpa.
Jeremías 31:34
RVR1960 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. NTV 34 Y no habrá necesidad de enseñar a sus vecinos ni habrá necesidad de enseñar a sus parientes diciendo: “Deberías conocer al Señor”. Pues todos ya me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande — dice el Señor — . Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados».
Miqueas 7:19
RVR1960 19 Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. NTV 19 Volverás a tener compasión de nosotros. ¡Aplastarás nuestros pecados bajo tus pies y los arrojarás a las profundidades del océano!
Sabe que “Dios no es airado por naturaleza. Su amor es eterno. Su ‘ira’ solamente se despierta cuando el hombre no aprecia su amor. [...] El propósito de su ira no es herir, sino curar al hombre; no destruir, sino salvar a su pueblo del Pacto (ver Ose 6:1-2)” (Hans K. LaRondelle, Deliverance in the Psalms [Berrien Springs, MI: First Impressions, 1983], pp. 180, 181). Notablemente, es la disposición de Dios a perdonar los pecados, y no a castigarlos, lo que inspira reverencia a Dios Salmos 130:4
RVR1960 4 Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado. NTV 4 Pero tú ofreces perdón, para que aprendamos a temerte.
Romanos 2:4
RVR1960 4 ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? NTV 4 ¿No te das cuenta de lo bondadoso, tolerante y paciente que es Dios contigo? ¿Acaso eso no significa nada para ti? ¿No ves que la bondad de Dios es para guiarte a que te arrepientas y abandones tu pecado?
La adoración auténtica se construye sobre la admiración del carácter de amor de Dios, no sobre el temor al castigo.

Los hijos de Dios son llamados a esperar en el Señor Salmos 27:14
RVR1960 14 Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová. NTV 14 Espera con paciencia al Señor; sé valiente y esforzado; sí, espera al Señor con paciencia.
Salmos 37:34
RVR1960 34 Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra; Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás. NTV 34 Pon tu esperanza en el Señor y marcha con paso firme por su camino. Él te honrará al darte la tierra y verás destruidos a los perversos.
La palabra hebrea leqavot (‘esperar’) podría significar etimológicamente “estirarse”, y es la raíz de la palabra hebrea para “esperanza”. Por lo tanto, esperar al Señor no es entregarse pasivamente ante circunstancias miserables, sino más bien es “estirarse” lleno de esperanza o ilusionarse con la intervención del Señor. La esperanza del salmista no se basa en su optimismo personal, sino en la Palabra de Dios Salmos 130:5
RVR1960 5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. NTV 5 Yo cuento con el Señor; sí, cuento con él. En su palabra he puesto mi esperanza.
La espera fiel en el Señor no es en vano porque, tras la noche oscura, llega la mañana de la liberación divina.

Observa cómo la súplica personal del salmista se convierte en la de toda la comunidad Salmos 130:7-8
RVR1960 7 Espere Israel a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él; 8 Y él redimirá a Israel De todos sus pecados. NTV 7 Oh Israel, espera en el Señor, porque en el Señor hay amor inagotable; su redención sobreabunda. 8 Él mismo redimirá a Israel de toda clase de pecado.
El bienestar personal y el de todo el pueblo son inseparables. Por ende, no oramos únicamente por nosotros mismos, sino por la comunidad. Como creyentes, formamos parte de una comunidad, y lo que impacta en una parte de la ella repercute en todos.

Piensa en la pregunta: “Señor, si miraras los pecados, ¿quién podría subsistir?” Salmos 130:3
RVR1960 3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? NTV 3 Señor, si llevaras un registro de nuestros pecados, ¿quién, oh Señor, podría sobrevivir?
¿Qué significa eso para ti personalmente? ¿Dónde estarías si el Señor mirara tus pecados?

MIERCOLES — Alabanza al Dios majestuoso y misericordioso

Lee Salmos 113
RVR1960 Aleluya. 1 Alabad, siervos de Jehová, Alabad el nombre de Jehová. 2 Sea el nombre de Jehová bendito Desde ahora y para siempre. 3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de Jehová. 4 Excelso sobre todas las naciones es Jehová, Sobre los cielos su gloria. 5 ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que se sienta en las alturas, 6 Que se humilla a mirar En el cielo y en la tierra? 7 Él levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del muladar, 8 Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo. 9 Él hace habitar en familia a la estéril, Que se goza en ser madre de hijos. Aleluya. NTV 1 ¡Alabado sea el Señor! Sí, alábenle, oh siervos del Señor, ¡alaben el nombre del Señor! 2 Bendito sea el nombre del Señor ahora y para siempre. 3 En todas partes — del oriente al occidente — , alaben el nombre del Señor. 4 Él está por encima de las naciones; su gloria es más alta que los cielos. 5 ¿Quién puede compararse con el Señor nuestro Dios, quien está entronizado en las alturas? 6 Él se inclina para mirar el cielo y la tierra. 7 Levanta del polvo a los pobres, y a los necesitados, del basurero. 8 Los pone entre príncipes, ¡incluso entre los príncipes de su propio pueblo! 9 A la mujer sin hijos le da una familia y la transforma en una madre feliz. ¡Alabado sea el Señor!
Salmos123
RVR1960 Cántico gradual. 1 A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos. 2 He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia de nosotros. 3 Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros, Porque estamos muy hastiados de menosprecio. 4 Hastiada está nuestra alma Del escarnio de los que están en holgura, Y del menosprecio de los soberbios. NTV Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. 1 Levanto mis ojos a ti, oh Dios, entronizado en el cielo. 2 Seguimos buscando la misericordia del Señor nuestro Dios, así como los sirvientes fijan los ojos en su amo y la esclava observa a su ama, atenta al más mínimo gesto. 3 Ten misericordia de nosotros, Señor, ten misericordia, porque ya estamos hartos de tanto desprecio. 4 Ya estamos más que hartos de las burlas de los orgullosos y del desprecio de los arrogantes.

¿Qué dos aspectos diferentes del carácter de Dios se describen en estos salmos?

Salmo 113 y Salmo 123 alaban la majestad y la misericordia del Señor. La majestad del Señor se revela en la grandeza de su nombre y en el lugar exaltado de su Trono, que está por encima de todas las naciones y de los Cielos Salmos 113:4-5
RVR1960 4 Excelso sobre todas las naciones es Jehová, Sobre los cielos su gloria. 5 ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que se sienta en las alturas, NTV 4 Él está por encima de las naciones; su gloria es más alta que los cielos. 5 ¿Quién puede compararse con el Señor nuestro Dios, quien está entronizado en las alturas?
Salmos 123:1
RVR1960 Cántico gradual. 1 A ti alcé mis ojos, A ti que habitas en los cielos. NTV Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. 1 Levanto mis ojos a ti, oh Dios, entronizado en el cielo.
“¿Quién es como el Señor, nuestro Dios?” Salmos 113:5
RVR1960 5 ¿Quién como Jehová nuestro Dios, Que se sienta en las alturas, NTV 5 ¿Quién puede compararse con el Señor nuestro Dios, quien está entronizado en las alturas?
es una declaración de fe de que ningún poder dentro o fuera del mundo puede desafiar al Dios de Israel.

Las inalcanzables alturas donde habita el Señor se ilustran al señalar que el Señor está dispuesto a “humillarse” o que “se digna contemplar los cielos y la tierra” ver Salmos 113:6
RVR1960 6 Que se humilla a mirar En el cielo y en la tierra? NTV 6 Él se inclina para mirar el cielo y la tierra.
énfasis añadido. El hecho de que Dios habite en las alturas no le impide ver lo que ocurre aquí abajo. La misericordia del Señor se manifiesta en su bondadosa disposición a intervenir en el mundo y a salvar a los necesitados y a los pobres de sus problemas. Es evidente que su mano generosa no está oculta a sus siervos, aunque su morada esté en los Cielos lejanos.

La grandeza y el cuidado de Dios, que no pueden discernirse plenamente en la asombrosa trascendencia de Dios, se hacen explícitos en las obras de misericordia y compasión del Señor. Los necesitados, los pobres y los oprimidos pueden experimentar de primera mano el poder soberano de Dios en las notables intervenciones que él puede realizar en su favor. El Dios exaltado manifiesta su grandeza al utilizar su poder para exaltar a los abatidos. El pueblo es libre de acercarse al Señor porque su soberana majestad y supremacía no cambian el hecho de que él es su bondadoso Creador y Sustentador, y que el pueblo es su siervo, su hijo amado.

De esta manera, la adoración está motivada no solamente por la magnificencia de Dios, sino también por su bondad. La alabanza no está limitada por el tiempo ni el espacio Salmos 113:2-3
RVR1960 2 Sea el nombre de Jehová bendito Desde ahora y para siempre. 3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de Jehová. NTV 2 Bendito sea el nombre del Señor ahora y para siempre. 3 En todas partes — del oriente al occidente — , alaben el nombre del Señor.
La grandeza y la misericordia de Dios se manifiestan mejor en Jesucristo, que estuvo dispuesto a descender del Cielo y ser abatido hasta la muerte en la Cruz para elevar a la humanidad caída Filipenses 2:6-8
RVR1960 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. NTV 6 Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. 7 En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, 8  se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales.
Allí, en la Cruz, tenemos las máximas razones para adorar y alabar a Dios por lo que ha hecho por nosotros.

Medita sobre la Cruz y lo que allí sucedió en tu favor. ¿De qué te ha salvado Jesús? ¿Por qué es tan importante tener presente la Cruz?

JUEVES — No olvides ninguno de sus beneficios

Lee Salmos 103
RVR1960 Salmo de David. 1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. 6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia. 7 Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras. 8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. 12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. 13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. 14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. 15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, 16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más. 17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos; 18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. 19 Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos. 20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, Obedeciendo a la voz de su precepto. 21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, Ministros suyos, que hacéis su voluntad. 22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová. Salmos 103: 8 : Stg. 5.
11.
NTV Salmo de David. 1 Que todo lo que soy alabe al Señor; con todo el corazón alabaré su santo nombre. 2 Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí. 3 Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. 4 Me redime de la muerte y me corona de amor y tiernas misericordias. 5 Colma mi vida de cosas buenas; ¡mi juventud se renueva como la del águila! 6 El Señor da rectitud y hace justicia a los que son tratados injustamente. 7 Dio a conocer su carácter a Moisés y sus obras al pueblo de Israel. 8 El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y está lleno de amor inagotable. 9 No nos reprenderá todo el tiempo ni seguirá enojado para siempre. 10 No nos castiga por todos nuestros pecados; no nos trata con la severidad que merecemos. 11 Pues su amor inagotable hacia los que le temen es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra. 12 Llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente. 13 El Señor es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen. 14 Pues él sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan solo polvo. 15 Nuestros días sobre la tierra son como la hierba; igual que las flores silvestres, florecemos y morimos. 16 El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí. 17 Pero el amor del Señor permanece para siempre con los que le temen. ¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos 18 de los que son fieles a su pacto, de los que obedecen sus mandamientos! 19 El Señor ha hecho de los cielos su trono; desde allí gobierna todo. 20 Alaben al Señor, ustedes los ángeles, ustedes los poderosos que llevan a cabo sus planes, que están atentos a cada uno de sus mandatos. 21 ¡Sí, alaben al Señor, ejércitos de ángeles que le sirven y hacen su voluntad! 22 Alabe al Señor todo lo que él ha creado, todo lo que hay en su reino. Que todo lo que soy alabe al Señor.

¿Cómo se describe aquí la misericordia de Dios?

Salmo 103 enumera las múltiples bendiciones del Señor. Las bendiciones incluyen “todas las cosas buenas” Salmos 103:2
RVR1960 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. NTV 2 Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.
para una vida próspera Salmos 103:3-6
RVR1960 3 Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. 6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia. NTV 3 Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. 4 Me redime de la muerte y me corona de amor y tiernas misericordias. 5 Colma mi vida de cosas buenas; ¡mi juventud se renueva como la del águila! 6 El Señor da rectitud y hace justicia a los que son tratados injustamente.
Estas bendiciones se basan en el carácter misericordioso de Dios y en su fidelidad al pacto con Israel Salmos 103:7-18
RVR1960 7 Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras. 8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. 12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. 13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. 14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. 15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, 16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más. 17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos; 18 Sobre los que guardan su pacto, Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. NTV 7 Dio a conocer su carácter a Moisés y sus obras al pueblo de Israel. 8 El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y está lleno de amor inagotable. 9 No nos reprenderá todo el tiempo ni seguirá enojado para siempre. 10 No nos castiga por todos nuestros pecados; no nos trata con la severidad que merecemos. 11 Pues su amor inagotable hacia los que le temen es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra. 12 Llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente. 13 El Señor es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen. 14 Pues él sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan solo polvo. 15 Nuestros días sobre la tierra son como la hierba; igual que las flores silvestres, florecemos y morimos. 16 El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí. 17 Pero el amor del Señor permanece para siempre con los que le temen. ¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos 18 de los que son fieles a su pacto, de los que obedecen sus mandamientos!
El Señor “se acuerda” de la fragilidad y la fugacidad humanas, y se compadece de su pueblo ver Salmos 103:13-17
RVR1960 13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. 14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. 15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, 16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más. 17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos; NTV 13 El Señor es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen. 14 Pues él sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan solo polvo. 15 Nuestros días sobre la tierra son como la hierba; igual que las flores silvestres, florecemos y morimos. 16 El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí. 17 Pero el amor del Señor permanece para siempre con los que le temen. ¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos

El recuerdo es algo más que una mera actividad cognitiva. Implica un compromiso que se expresa en la acción: Dios libera y sostiene a su pueblo Salmos 103:3-13
RVR1960 3 Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. 6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia. 7 Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras. 8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. 12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. 13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. NTV 3 Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. 4 Me redime de la muerte y me corona de amor y tiernas misericordias. 5 Colma mi vida de cosas buenas; ¡mi juventud se renueva como la del águila! 6 El Señor da rectitud y hace justicia a los que son tratados injustamente. 7 Dio a conocer su carácter a Moisés y sus obras al pueblo de Israel. 8 El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y está lleno de amor inagotable. 9 No nos reprenderá todo el tiempo ni seguirá enojado para siempre. 10 No nos castiga por todos nuestros pecados; no nos trata con la severidad que merecemos. 11 Pues su amor inagotable hacia los que le temen es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra. 12 Llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente. 13 El Señor es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen.
Las poderosas imágenes de Salmos 103:11-16
RVR1960 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. 12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. 13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. 14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. 15 El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, 16 Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más. NTV 11 Pues su amor inagotable hacia los que le temen es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra. 12 Llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente. 13 El Señor es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen. 14 Pues él sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan solo polvo. 15 Nuestros días sobre la tierra son como la hierba; igual que las flores silvestres, florecemos y morimos. 16 El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí.
ilustran la inconmensurable grandeza de la gracia de Dios, que únicamente puede compararse con la infinita inmensidad de los cielos Isaías 55:9
RVR1960 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. NTV 9 Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos.

¿Cómo debe responder el hombre a la bondad de Dios?
En primer lugar, bendiciendo al Señor Salmos 103:1-2
RVR1960 Salmo de David. 1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. NTV Salmo de David. 1 Que todo lo que soy alabe al Señor; con todo el corazón alabaré su santo nombre. 2 Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.

La bendición se entiende generalmente como un acto de otorgar beneficios materiales y espirituales a alguien Génesis 49:25
RVR1960 25 Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, Por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá Con bendiciones de los cielos de arriba, Con bendiciones del abismo que está abajo, Con bendiciones de los pechos y del vientre. NTV 25 Que el Dios de tu padre te ayude; que el Todopoderoso te bendiga con bendiciones de los cielos de arriba, y con bendiciones de las aguas profundas de abajo, y con bendiciones de los pechos y del vientre.
Salmos 5:12
RVR1960 12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor. NTV 12 Pues tú bendices a los justos, oh Señor; los rodeas con tu escudo de amor.
Puesto que Dios es la Fuente de todas las bendiciones, ¿cómo pueden los seres humanos bendecir a Dios? Alguien inferior puede bendecir a un superior como forma de agradecerle o alabarlo 1 Reyes 8:66
RVR1960 66 Y al octavo día despidió al pueblo; y ellos, bendiciendo al rey, se fueron a sus moradas alegres y gozosos de corazón, por todos los beneficios que Jehová había hecho a David su siervo y a su pueblo Israel. NTV 66 Una vez terminado el festival, Salomón despidió al pueblo. Ellos bendijeron al rey y regresaron a sus casas llenos de alegría y muy contentos, porque el Señor había sido bueno con su siervo David y con su pueblo Israel.
Job 29:13
RVR1960 13 La bendición del que se iba a perder venía sobre mí, Y al corazón de la viuda yo daba alegría. NTV 13 Ayudaba a los que estaban sin esperanza y ellos me bendecían; hacía que cantara de alegría el corazón de las viudas.
Dios bendice a las personas confiriéndoles el bien, y las personas bendicen a Dios alabando el bien que hay en él; es decir, reverenciándolo por su carácter misericordioso.

En segundo lugar, al recordar todos sus beneficios y su Pacto Salmos 103:2
RVR1960 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. NTV 2 Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.
,Salmos 18-22
RVR1960 (2 S. 22.
1-51)Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová, el cual dirigió a Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: 1 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. 2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. 3 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos. 4 Me rodearon ligaduras de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. 5 Ligaduras del Seol me rodearon, Me tendieron lazos de muerte. 6 En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. 7 La tierra fue conmovida y tembló; Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él. 8 Humo subió de su nariz, Y de su boca fuego consumidor; Carbones fueron por él encendidos. 9 Inclinó los cielos, y descendió; Y había densas tinieblas debajo de sus pies. 10 Cabalgó sobre un querubín, y voló; Voló sobre las alas del viento. 11 Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí; Oscuridad de aguas, nubes de los cielos. 12 Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron; Granizo y carbones ardientes. 13 Tronó en los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz; Granizo y carbones de fuego. 14 Envió sus saetas, y los dispersó; Lanzó relámpagos, y los destruyó. 15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas, Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo, A tu reprensión, oh Jehová, Por el soplo del aliento de tu nariz. 16 Envió desde lo alto; me tomó, Me sacó de las muchas aguas. 17 Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo. 18 Me asaltaron en el día de mi quebranto, Mas Jehová fue mi apoyo. 19 Me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí. 20 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. 21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios. 22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, Y no me he apartado de sus estatutos. 23 Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad, 24 Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista. 25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro. 26 Limpio te mostrarás para con el limpio, Y severo serás para con el perverso. 27 Porque tú salvarás al pueblo afligido, Y humillarás los ojos altivos. 28 Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas. 29 Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros. 30 En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová; Escudo es a todos los que en él esperan. 31 Porque ¿quién es Dios sino solo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? 32 Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino; 33 Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas; 34 Quien adiestra mis manos para la batalla, Para entesar con mis brazos el arco de bronce. 35 Me diste asimismo el escudo de tu salvación; Tu diestra me sustentó, Y tu benignidad me ha engrandecido. 36 Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado. 37 Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, Y no volví hasta acabarlos. 38 Los herí de modo que no se levantasen; Cayeron debajo de mis pies. 39 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí. 40 Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Para que yo destruya a los que me aborrecen. 41 Clamaron, y no hubo quien salvase; Aun a Jehová, pero no los oyó. 42 Y los molí como polvo delante del viento; Los eché fuera como lodo de las calles. 43 Me has librado de las contiendas del pueblo; Me has hecho cabeza de las naciones; Pueblo que yo no conocía me sirvió. 44 Al oír de mí me obedecieron; Los hijos de extraños se sometieron a mí. 45 Los extraños se debilitaron Y salieron temblando de sus encierros. 46 Viva Jehová, y bendita sea mi roca, Y enaltecido sea el Dios de mi salvación; 47 El Dios que venga mis agravios, Y somete pueblos debajo de mí; 48 El que me libra de mis enemigos, Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí; Me libraste de varón violento. 49 Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová, Y cantaré a tu nombre. 50 Grandes triunfos da a su rey, Y hace misericordia a su ungido, A David y a su descendencia, para siempre. Al músico principal. Salmo de David. 1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. 2 Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. 3 No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. 4 Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol; 5 Y este, como esposo que sale de su tálamo, Se alegra cual gigante para correr el camino. 6 De un extremo de los cielos es su salida, Y su curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de su calor. 7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. 8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. 9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. 11 Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón. 12 ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. 13 Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. 14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío. Al músico principal. Salmo de David. 1 Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda. 2 Te envíe ayuda desde el santuario, Y desde Sion te sostenga. 3 Haga memoria de todas tus ofrendas, Y acepte tu holocausto. Selah 4 Te dé conforme al deseo de tu corazón, Y cumpla todo tu consejo. 5 Nosotros nos alegraremos en tu salvación, Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; Conceda Jehová todas tus peticiones. 6 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra. 7 Estos confían en carros, y aquellos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. 8 Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. 9 Salva, Jehová; Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos. Al músico principal. Salmo de David. 1 El rey se alegra en tu poder, oh Jehová; Y en tu salvación, ¡cómo se goza! 2 Le has concedido el deseo de su corazón, Y no le negaste la petición de sus labios. Selah 3 Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien; Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. 4 Vida te demandó, y se la diste; Largura de días eternamente y para siempre. 5 Grande es su gloria en tu salvación; Honra y majestad has puesto sobre él. 6 Porque lo has bendecido para siempre; Lo llenaste de alegría con tu presencia. 7 Por cuanto el rey confía en Jehová, Y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido. 8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos; Tu diestra alcanzará a los que te aborrecen. 9 Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira; Jehová los deshará en su ira, Y fuego los consumirá. 10 Su fruto destruirás de la tierra, Y su descendencia de entre los hijos de los hombres. 11 Porque intentaron el mal contra ti; Fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán, 12 Pues tú los pondrás en fuga; En tus cuerdas dispondrás saetas contra sus rostros. 13 Engrandécete, oh Jehová, en tu poder; Cantaremos y alabaremos tu poderío. Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David. 1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? 2 Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo. 3 Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. 4 En ti esperaron nuestros padres; Esperaron, y tú los libraste. 5 Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados. 6 Mas yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. 7 Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: 8 Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía. 9 Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. 10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. 11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude. 12 Me han rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado. 13 Abrieron sobre mí su boca Como león rapaz y rugiente. 14 He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas. 15 Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte. 16 Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies. 17 Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y me observan. 18 Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. 19 Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme. 20 Libra de la espada mi alma, Del poder del perro mi vida. 21 Sálvame de la boca del león, Y líbrame de los cuernos de los búfalos. 22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré. 23 Los que teméis a Jehová, alabadle; Glorificadle, descendencia toda de Jacob, Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel. 24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó a él, le oyó. 25 De ti será mi alabanza en la gran congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen. 26 Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre. 27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. 28 Porque de Jehová es el reino, Y él regirá las naciones. 29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo, Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma. 30 La posteridad le servirá; Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación. 31 Vendrán, y anunciarán su justicia; A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto. Salmos 18: 33 : Hab. 3.
19. Salmos 18: 49 : Ro. 15.
9. Salmos 19: 4 : Ro. 10.
18. Salmos 22: 1 : Mt. 27.
46; Mr. 15.
34. Salmos 22: 7 : Mt. 27.
39; Mr. 15.
29; Lc. 23.
35. Salmos 22: 8 : Mt. 27.
43. Salmos 22: 18 : Mt. 27.
35; Mr. 15.
24; Lc. 23.
34; Jn. 19.
24. Salmos 22: 22 : He. 2.
12.
NTV Para el director del coro: salmo de David, siervo del Señor. Entonó este cántico al Señor el día que el Señor lo rescató de todos sus enemigos y de Saúl. Cantó así: 1 Te amo, Señor; tú eres mi fuerza. 2 El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador; mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección. Él es mi escudo, el poder que me salva y mi lugar seguro. 3 Clamé al Señor, quien es digno de alabanza, y me salvó de mis enemigos. 4 Me enredaron las cuerdas de la muerte; me arrasó una inundación devastadora. 5 La tumba me envolvió con sus cuerdas; la muerte me tendió una trampa en el camino. 6 Pero en mi angustia, clamé al Señor; sí, oré a mi Dios para pedirle ayuda. Él me oyó desde su santuario; mi clamor llegó a sus oídos. 7 Entonces la tierra se estremeció y tembló. Se sacudieron los cimientos de las montañas; temblaron a causa de su enojo. 8 De su nariz salía humo a raudales; de su boca saltaban violentas llamas de fuego. Carbones encendidos se disparaban de él. 9 Abrió los cielos y descendió; había oscuras nubes de tormenta debajo de sus pies. 10 Voló montado sobre un poderoso ser angelical, remontándose sobre las alas del viento. 11 Se envolvió con un manto de oscuridad y ocultó su llegada con oscuras nubes de lluvia. 12 Nubes densas taparon el brillo a su alrededor, e hicieron llover granizo y carbones encendidos. 13 El Señor retumbó desde el cielo; la voz del Altísimo resonó en medio del granizo y de los carbones encendidos. 14 Disparó sus flechas y dispersó a sus enemigos; destellaron grandes relámpagos, y ellos quedaron confundidos. 15 Luego, a tu orden, oh Señor, a la ráfaga de tu aliento, pudo verse el fondo del mar, y los cimientos de la tierra quedaron al descubierto. 16 Él extendió la mano desde el cielo y me rescató; me sacó de aguas profundas. 17 Me rescató de mis enemigos poderosos, de los que me odiaban y eran demasiado fuertes para mí. 18 Me atacaron en un momento de angustia, pero el Señor me sostuvo. 19 Me condujo a un lugar seguro; me rescató porque en mí se deleita. 20 El Señor me recompensó por hacer lo correcto; me restauró debido a mi inocencia. 21 Pues he permanecido en los caminos del Señor; no me he apartado de mi Dios para seguir el mal. 22 He seguido todas sus ordenanzas; nunca he abandonado sus decretos. 23 Soy intachable delante de Dios; me he abstenido del pecado. 24 El Señor me recompensó por hacer lo correcto; él ha visto mi inocencia. 25 Con los fieles te muestras fiel; a los íntegros les muestras integridad. 26 Con los puros te muestras puro, pero te muestras astuto con los tramposos. 27 Rescatas al humilde, pero humillas al orgulloso. 28 Enciendes una lámpara para mí. El Señor, mi Dios, ilumina mi oscuridad. 29 Con tu fuerza puedo aplastar a un ejército; con mi Dios puedo escalar cualquier muro. 30 El camino de Dios es perfecto. Todas las promesas del Señor demuestran ser verdaderas. Él es escudo para todos los que buscan su protección. 31 Pues ¿quién es Dios aparte del Señor? ¿Quién más que nuestro Dios es una roca sólida? 32 Dios me arma de fuerza y hace perfecto mi camino. 33 Me hace andar tan seguro como un ciervo para que pueda pararme en las alturas de las montañas. 34 Entrena mis manos para la batalla; fortalece mi brazo para tensar un arco de bronce. 35 Me has dado tu escudo de victoria. Tu mano derecha me sostiene; tu ayuda me ha engrandecido. 36 Has trazado un camino ancho para mis pies a fin de evitar que resbalen. 37 Perseguí a mis enemigos y los alcancé; no me detuve hasta verlos vencidos. 38 Los herí de muerte para que no pudieran levantarse; cayeron debajo de mis pies. 39 Me has armado de fuerza para la batalla; has sometido a mis enemigos debajo de mis pies. 40 Pusiste mi pie sobre su cuello; destruí a todos los que me odiaban. 41 Pidieron ayuda, pero nadie fue a rescatarlos. Hasta clamaron al Señor, pero él se negó a responder. 42 Los molí tan fino como el polvo que se lleva el viento. Los barrí a la cuneta como lodo. 43 Me diste la victoria sobre los que me acusaban. Me nombraste gobernante de naciones; ahora me sirve gente que ni siquiera conozco. 44 En cuanto oyen hablar de mí, se rinden; naciones extranjeras se arrastran ante mí. 45 Todas pierden el valor y salen temblando de sus fortalezas. 46 ¡El Señor vive! ¡Alabanzas a mi Roca! ¡Exaltado sea el Dios de mi salvación! 47 Él es el Dios que da su merecido a los que me dañan; él somete a las naciones bajo mi control 48 y me rescata de mis enemigos. Tú me mantienes seguro, lejos del alcance de mis enemigos; me salvas de adversarios violentos. 49 Por eso, oh Señor, te alabaré entre las naciones; cantaré alabanzas a tu nombre. 50 Le das grandes victorias a tu rey; le muestras amor inagotable a tu ungido, a David y a todos sus descendientes para siempre. Para el director del coro: salmo de David. 1 Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento despliega la destreza de sus manos. 2 Día tras día no cesan de hablar; noche tras noche lo dan a conocer. 3 Hablan sin sonidos ni palabras; su voz jamás se oye. 4 Sin embargo, su mensaje se ha difundido por toda la tierra y sus palabras, por todo el mundo. Dios preparó un hogar para el sol en los cielos, 5 y este irrumpe como un novio radiante luego de su boda. Se alegra como un gran atleta, ansioso por correr la carrera. 6 El sol sale de un extremo de los cielos y sigue su curso hasta llegar al otro extremo; nada puede ocultarse de su calor. 7 Las enseñanzas del Señor son perfectas; reavivan el alma. Los decretos del Señor son confiables; hacen sabio al sencillo. 8 Los mandamientos del Señor son rectos; traen alegría al corazón. Los mandatos del Señor son claros; dan buena percepción para vivir. 9 La reverencia al Señor es pura; permanece para siempre. Las leyes del Señor son verdaderas; cada una de ellas es imparcial. 10 Son más deseables que el oro, incluso que el oro más puro. Son más dulces que la miel, incluso que la miel que gotea del panal. 11 Sirven de advertencia para tu siervo, una gran recompensa para quienes las obedecen. 12 ¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón? Límpiame de estas faltas ocultas. 13 ¡Libra a tu siervo de pecar intencionalmente! No permitas que estos pecados me controlen. Entonces estaré libre de culpa y seré inocente de grandes pecados. 14 Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh Señor, mi roca y mi redentor. Para el director del coro: salmo de David. 1 Que el Señor responda a tu clamor en tiempos de dificultad; que el nombre del Dios de Jacob te proteja de todo mal. 2 Que te envíe ayuda desde su santuario y te fortalezca desde Jerusalén. 3 Que se acuerde de todas tus ofrendas y mire con agrado tus ofrendas quemadas. Interludio 4 Que él conceda los deseos de tu corazón y haga que todos tus planes tengan éxito. 5 Que gritemos de alegría cuando escuchemos de tu triunfo y levantemos una bandera de victoria en el nombre de nuestro Dios. Que el Señor conteste a todas tus oraciones. 6 Ahora sé que el Señor rescata a su rey ungido. Le responderá desde su santo cielo y lo rescatará con su gran poder. 7 Algunas naciones se jactan de sus caballos y sus carros de guerra, pero nosotros nos jactamos en el nombre del Señor nuestro Dios. 8 Esas naciones se derrumbarán y caerán, pero nosotros nos levantaremos y estaremos firmes. 9 ¡Da la victoria a nuestro rey, oh Señor! Responde a nuestro grito de auxilio. Para el director del coro: salmo de David. 1 ¡Cuánto se alegra el rey en tu fuerza, oh Señor! Grita de alegría porque tú le das la victoria. 2 Pues le diste el deseo de su corazón; no le has negado nada de lo que te ha pedido. Interludio 3 Le das la bienvenida con éxito y prosperidad; le colocaste una corona del oro más puro sobre la cabeza. 4 Te pidió que le preservaras la vida, y le concediste su petición; los días de su vida se alargan para siempre. 5 Tu victoria le da mucha honra, y lo has vestido de esplendor y majestad. 6 Lo has dotado de bendiciones eternas y le has dado la alegría de tu presencia. 7 Pues el rey confía en el Señor; el amor inagotable del Altísimo cuidará que no tropiece. 8 Capturarás a todos tus enemigos; con tu poderosa mano derecha atraparás a todos los que te odian. 9 Cuando te manifiestes, los arrojarás a un horno en llamas. En su enojo el Señor los consumirá; el fuego los devorará. 10 Borrarás a sus hijos de la faz de la tierra; nunca tendrán descendientes. 11 Aunque conspiren contra ti, sus maquinaciones malignas jamás prosperarán. 12 Pues se darán vuelta y saldrán corriendo cuando vean que tus flechas apuntan hacia ellos. 13 Levántate, oh Señor, en tu poder; con música y cánticos celebramos tus poderosos actos. Para el director del coro: salmo de David; cántese con la melodía de «Cierva de la aurora». 1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos cuando gimo por ayuda? 2 Cada día clamo a ti, mi Dios, pero no respondes; cada noche levanto mi voz, pero no encuentro alivio. 3 Sin embargo, tú eres santo; estás entronizado en las alabanzas de Israel. 4 Nuestros antepasados confiaron en ti, y los rescataste. 5 Clamaron a ti, y los salvaste; confiaron en ti y nunca fueron avergonzados. 6 Pero yo soy un gusano, no un hombre; ¡todos me desprecian y me tratan con desdén! 7 Todos los que me ven se burlan de mí; sonríen con malicia y menean la cabeza mientras dicen: 8 «¿Este es el que confía en el Señor? Entonces ¡que el Señor lo salve! Si el Señor lo ama tanto, ¡que el Señor lo rescate! ». 9 Sin embargo, me sacaste a salvo del vientre de mi madre y, desde que ella me amamantaba, me hiciste confiar en ti. 10 Me arrojaron en tus brazos al nacer; desde mi nacimiento, tú has sido mi Dios. 11 No te quedes tan lejos de mí, porque se acercan dificultades, y nadie más puede ayudarme. 12 Mis enemigos me rodean como una manada de toros; ¡toros feroces de Basán me tienen cercado! 13 Como leones abren sus fauces contra mí; rugen y despedazan a su presa. 14 Mi vida se derrama como el agua, y todos mis huesos se han dislocado. Mi corazón es como cera que se derrite dentro de mí. 15 Mi fuerza se ha secado como barro cocido; la lengua se me pega al paladar. Me acostaste en el polvo y me diste por muerto. 16 Mis enemigos me rodean como una jauría de perros; una pandilla de malvados me acorrala. Han atravesado mis manos y mis pies. 17 Puedo contar cada uno de mis huesos; mis enemigos me miran fijamente y se regodean. 18 Se reparten mi vestimenta entre ellos y tiran los dados por mi ropa. 19 ¡Oh Señor, no te quedes lejos! Tú eres mi fuerza; ¡ven pronto en mi auxilio! 20 Sálvame de la espada; libra mi preciosa vida de estos perros. 21 Arrebátame de las fauces del león y de los cuernos de estos bueyes salvajes. 22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos; entre tu pueblo reunido te alabaré. 23 ¡Alaben al Señor, todos los que le temen! ¡Hónrenlo, descendientes de Jacob! ¡Muéstrenle reverencia, descendientes de Israel! 24 Pues no ha pasado por alto ni ha tenido en menos el sufrimiento de los necesitados; no les dio la espalda, sino que ha escuchado sus gritos de auxilio. 25 Te alabaré en la gran asamblea; cumpliré mis promesas en presencia de los que te adoran. 26 Los pobres comerán y quedarán satisfechos; todos los que buscan al Señor lo alabarán; se alegrará el corazón con gozo eterno. 27 Toda la tierra reconocerá al Señor y regresará a él; todas las familias de las naciones se inclinarán ante él. 28 Pues el poder de la realeza pertenece al Señor; él gobierna a todas las naciones. 29 Que los ricos de la tierra hagan fiesta y adoren. Inclínense ante él, todos los mortales, aquellos cuya vida terminará como polvo. 30 Nuestros hijos también lo servirán; las generaciones futuras oirán de las maravillas del Señor. 31 A los que aún no han nacido les contarán de sus actos de justicia; ellos oirán de todo lo que él ha hecho.
al igual que el Señor recuerda la débil condición humana y el pacto con su pueblo Salmos 103:3-13
RVR1960 3 Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. 6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia. 7 Sus caminos notificó a Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras. 8 Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. 10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. 11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. 12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. 13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. NTV 3 Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. 4 Me redime de la muerte y me corona de amor y tiernas misericordias. 5 Colma mi vida de cosas buenas; ¡mi juventud se renueva como la del águila! 6 El Señor da rectitud y hace justicia a los que son tratados injustamente. 7 Dio a conocer su carácter a Moisés y sus obras al pueblo de Israel. 8 El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y está lleno de amor inagotable. 9 No nos reprenderá todo el tiempo ni seguirá enojado para siempre. 10 No nos castiga por todos nuestros pecados; no nos trata con la severidad que merecemos. 11 Pues su amor inagotable hacia los que le temen es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra. 12 Llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente. 13 El Señor es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen.
Recordar es un aspecto esencial de la relación entre Dios y su pueblo. Del mismo modo que Dios recuerda sus promesas al pueblo, el pueblo debe recordar la fidelidad de Dios y responderle con amor y obediencia.

Con esta idea en mente, estas famosas palabras de Elena de White son muy apropiadas:

“Sería bueno que cada día dedicásemos una hora de reflexión en la contemplación de la vida de cristo. Debiéramos tomarla punto por punto, y dejar que la imaginación se posesione de cada escena, especialmente de las finales. Mientras nos espaciemos así en su gran sacrificio por nosotros, nuestra confianza en él será más constante, se reavivará nuestro amor y seremos más profundamente imbuidos de su espíritu. Si queremos ser salvos al fin, debemos aprender la lección de penitencia y humillación al pie de la Cruz” (El Deseado de todas las gentes, p. 66).

VIERNES - Para Estudiar y Meditar

Lee Elena de White, El camino a Cristo, “Nuestra necesidad más urgente”, pp. 25-34.

En los salmos, las voces del pueblo de Dios se unen como una sola para repetir el estribillo: “Su amor es para siempre”, en celebración del amor eterno de Dios Salmos 106:1
RVR1960 1 Aleluya. Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia. NTV 1 ¡Alabado sea el Señor! ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre.
Salmos 107:1
RVR1960 LIBRO V 1 Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia. NTV Libro Quinto (Salmos 107–150) 1 ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre.
Salmos 118:1-4
RVR1960 1 Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia. 2 Diga ahora Israel, Que para siempre es su misericordia. 3 Diga ahora la casa de Aarón, Que para siempre es su misericordia. 4 Digan ahora los que temen a Jehová, Que para siempre es su misericordia. NTV 1 ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. 2 Que todo Israel repita: «Su fiel amor perdura para siempre». 3 Que los descendientes de Aarón, los sacerdotes, repitan: «Su fiel amor perdura para siempre». 4 Que todos los que temen al Señor repitan: «Su fiel amor perdura para siempre».
Salmos 118:29
RVR1960 29 Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia. NTV 29 ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre.
Salmos 136
RVR1960 1 Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia. 2 Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia. 3 Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia. 4 Al único que hace grandes maravillas, Porque para siempre es su misericordia. 5 Al que hizo los cielos con entendimiento, Porque para siempre es su misericordia. 6 Al que extendió la tierra sobre las aguas, Porque para siempre es su misericordia. 7 Al que hizo las grandes lumbreras, Porque para siempre es su misericordia. 8 El sol para que señorease en el día, Porque para siempre es su misericordia. 9 La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche, Porque para siempre es su misericordia. 10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia. 11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos, Porque para siempre es su misericordia. 12 Con mano fuerte, y brazo extendido, Porque para siempre es su misericordia. 13 Al que dividió el Mar Rojo en partes, Porque para siempre es su misericordia; 14 E hizo pasar a Israel por en medio de él, Porque para siempre es su misericordia; 15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo, Porque para siempre es su misericordia. 16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, Porque para siempre es su misericordia. 17 Al que hirió a grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia; 18 Y mató a reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia; 19 A Sehón rey amorreo, Porque para siempre es su misericordia; 20 Y a Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia; 21 Y dio la tierra de ellos en heredad, Porque para siempre es su misericordia; 22 En heredad a Israel su siervo, Porque para siempre es su misericordia. 23 Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, Porque para siempre es su misericordia; 24 Y nos rescató de nuestros enemigos, Porque para siempre es su misericordia. 25 El que da alimento a todo ser viviente, Porque para siempre es su misericordia. 26 Alabad al Dios de los cielos, Porque para siempre es su misericordia. Salmos 136: 1 : 1 Cr. 16.
34; 2 Cr. 5.
13; 7.
3; Esd. 3.
11; Sal. 100.
5; 106.
1; 107.
1; 118.
1; Jer. 33.
11. Salmos 136: 5 : Gn. 1.
1. Salmos 136: 6 : Gn. 1.
2. Salmos 136: 7 : Gn. 1.
16. Salmos 136: 10 : Ex. 12.
29. Salmos 136: 11 : Ex. 12.
51. Salmos 136: 13 : Ex. 14.
21-29. Salmos 136: 19 : Nm. 21.
21-30. Salmos 136: 20 : Nm. 21.
31-35.
NTV 1 ¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. 2 Den gracias al Dios de dioses. Su fiel amor perdura para siempre. 3 Den gracias al Señor de señores. Su fiel amor perdura para siempre. 4 Den gracias al único que puede hacer milagros poderosos. Su fiel amor perdura para siempre. 5 Den gracias al que hizo los cielos con tanta habilidad. Su fiel amor perdura para siempre. 6 Den gracias al que ubicó la tierra en medio de las aguas. Su fiel amor perdura para siempre. 7 Den gracias al que hizo las lumbreras celestiales: Su fiel amor perdura para siempre. 8 el sol para que gobierne de día, Su fiel amor perdura para siempre. 9 y la luna y las estrellas para que gobiernen de noche. Su fiel amor perdura para siempre. 10 Den gracias al que mató a los hijos mayores de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre. 11 Él sacó a Israel de Egipto. Su fiel amor perdura para siempre. 12 Actuó con mano fuerte y brazo poderoso. Su fiel amor perdura para siempre. 13 Den gracias al que separó las aguas del mar Rojo. Su fiel amor perdura para siempre. 14 Hizo cruzar a salvo a Israel, Su fiel amor perdura para siempre. 15 pero arrojó al mar Rojo al faraón y a su ejército. Su fiel amor perdura para siempre. 16 Den gracias al que guio a su pueblo por el desierto. Su fiel amor perdura para siempre. 17 Den gracias al que hirió de muerte a reyes poderosos. Su fiel amor perdura para siempre. 18 Mató a reyes poderosos: Su fiel amor perdura para siempre. 19 a Sehón, rey de los amorreos, Su fiel amor perdura para siempre. 20 y a Og, rey de Basán. Su fiel amor perdura para siempre. 21 Dios entregó las tierras de estos reyes como herencia: Su fiel amor perdura para siempre. 22 como preciada posesión a su siervo Israel. Su fiel amor perdura para siempre. 23 Él se acordó de nosotros en nuestras debilidades. Su fiel amor perdura para siempre. 24 Nos salvó de nuestros enemigos. Su fiel amor perdura para siempre. 25 Él provee alimento a todo ser viviente. Su fiel amor perdura para siempre. 26 Den gracias al Dios del cielo. Su fiel amor perdura para siempre.

“No alabar a Dios significaría olvidar todos sus beneficios, no apreciar los dones de Dios. Únicamente quien alaba no olvida. Pensar en Dios y hablar de él no implica necesariamente alabarlo. La alabanza comienza cuando uno reconoce la majestad y las obras de Dios y responde en adoración a su bondad, su misericordia y su sabiduría” (Hans LaRondelle, Deliverance in the Psalms, p. 178).

El significado de la confesión solemne de la misericordia perdurable de Dios adquiere un significado aún más profundo cuando recordamos que la jésed de Dios (es decir, su bondad y su fidelidad relacionadas con el Pacto) se mantiene firme e inmutable en medio del pecado humano y la rebelión contra Dios.

“Hemos pecado contra él, y somos indignos de su favor; sin embargo, él mismo ha puesto en nuestros labios la más maravillosa de las súplicas: ‘¡No nos deseches! ¡No deshonres tu trono glorioso! ¡Haz honor a tu nombre! ¡Acuérdate de tu pacto con nosotros! ¡No lo invalides!’ Cuando vamos a él confesando nuestra indignidad y pecado, él se ha comprometido a atender nuestro clamor. El honor de su Trono está empeñado en el cumplimiento de su palabra a nosotros” (Elena de White, Palabras de vida del gran Maestro, p. 116).

La experiencia de que Dios ha sido misericordioso con él Salmos 103:2
RVR1960 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. NTV 2 Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.
anima al salmista a decir que “el Señor hace justicia y derecho a todos los oprimidos” Salmos 103:6
RVR1960 6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia. NTV 6 El Señor da rectitud y hace justicia a los que son tratados injustamente.
De esta manera, el objetivo final del testimonio personal del salmista, y de la alabanza de la misericordia de Dios en su vida, es transmitir seguridad a otros acerca de la bondad amorosa de Dios, para que ellos también puedan abrir su corazón a Dios y recibir su gracia salvífica y alabar a Dios Salmos 9:11-12
RVR1960 11 Cantad a Jehová, que habita en Sion; Publicad entre los pueblos sus obras. 12 Porque el que demanda la sangre se acordó de ellos; No se olvidó del clamor de los afligidos. NTV 11 Canten alabanzas al Señor, que reina en Jerusalén. Cuéntenle al mundo acerca de sus inolvidables hechos. 12 Pues el vengador de los que son asesinados cuida de los indefensos; no pasa por alto el clamor de los que sufren.
Salmos 22:22-27
RVR1960 22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré. 23 Los que teméis a Jehová, alabadle; Glorificadle, descendencia toda de Jacob, Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel. 24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro; Sino que cuando clamó a él, le oyó. 25 De ti será mi alabanza en la gran congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen. 26 Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre. 27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. NTV 22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos; entre tu pueblo reunido te alabaré. 23 ¡Alaben al Señor, todos los que le temen! ¡Hónrenlo, descendientes de Jacob! ¡Muéstrenle reverencia, descendientes de Israel! 24 Pues no ha pasado por alto ni ha tenido en menos el sufrimiento de los necesitados; no les dio la espalda, sino que ha escuchado sus gritos de auxilio. 25 Te alabaré en la gran asamblea; cumpliré mis promesas en presencia de los que te adoran. 26 Los pobres comerán y quedarán satisfechos; todos los que buscan al Señor lo alabarán; se alegrará el corazón con gozo eterno. 27 Toda la tierra reconocerá al Señor y regresará a él; todas las familias de las naciones se inclinarán ante él.
Salmos 66:16
RVR1960 16 Venid, oíd todos los que teméis a Dios, Y contaré lo que ha hecho a mi alma. NTV 16 Vengan y escuchen, todos ustedes que temen a Dios, y les contaré lo que hizo por mí.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

PREGUNTA 1

¿Qué conclusiones prácticas extraes del hecho de que la misericordia de Dios es eterna, para la salvación de las personas? ¿Por qué esto no significa que se pueda seguir pecando, dado que la misericordia de Dios es eterna?

PREGUNTA 2

¿Cómo conciliamos el perdón de nuestros pecados por parte de Dios con la idea del juicio de Dios sobre el pecado?

PREGUNTA 3

¿Cómo se conectan las expresiones de la misericordia de Dios en el Nuevo Testamento con las de Salmos? Efesios 2:4-5
RVR1960 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), NTV 4 Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto 5 que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados! )
1 Timoteo 1:16
RVR1960 16 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. NTV 16 Pero Dios tuvo misericordia de mí, para que Cristo Jesús me usara como principal ejemplo de su gran paciencia aun con los peores pecadores. De esa manera, otros se darán cuenta de que también pueden creer en él y recibir la vida eterna.
Tito 3:5
RVR1960 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, NTV 5 él nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y vida nueva por medio del Espíritu Santo.
Hebreos 4:16
RVR1960 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. NTV 16 Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.
?

Repaso de la Lección

LECCIONES DE VIDA - Pr. Robert Costa

This page was produced by
Estudia la Biblia Hoy
estudialabibliahoy.com


Australia/Sydney : 20240216-173135 : 1626149781039 : 1703635645036

7/13