Introducción

El estudio sobre el cuerpo como templo del Espíritu Santo adquiere una relevancia especial. Basados en las enseñanzas bíblicas, creemos que nuestro cuerpo fue diseñado por Dios para ser un lugar sagrado donde el Espíritu Santo habita. Esta convicción nos lleva a un enfoque integral que abarca tanto la salud física como la espiritual. Honramos a Dios al cuidar de nuestro cuerpo como un regalo divino, evitando hábitos dañinos y practicando una vida de santidad. Creemos que el cuidado de nuestro templo físico nos prepara para un servicio más efectivo en la obra de Dios y nos permite ser ejemplos vivientes del amor y la gracia de Cristo en el mundo.

1. El Cuerpo, Templo del Espíritu Santo

1 Corintios 6:19-20

RVR1960 ¹⁹ ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? ²⁰ Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. NTV ¹⁹ ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, ²⁰ porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.

Explicación: En este pasaje, el apóstol Pablo enfatiza que el cuerpo del creyente es un templo sagrado que alberga al Espíritu Santo. Por lo tanto, debemos cuidarlo y mantenerlo puro, evitando la inmoralidad y el pecado. Como seguidores de Cristo, nuestra vida y cuerpo pertenecen a Dios, quien nos ha redimido con un precio inestimable, la sangre de Jesucristo. Honramos a Dios al vivir de acuerdo con Su voluntad, cuidando de nuestro cuerpo y evitando cualquier cosa que lo dañe o lo contamine.

Comentario de Elena de White: "La impureza, en sus variadas formas, prevalece en todas partes. Específicamente, la intemperancia se encuentra por todas partes. Algunos condenan abiertamente los vicios de la era actual, y a menudo se dirigen a la intemperancia en la comida, el alcohol y las drogas. Pero con frecuencia ignoran un vicio que es en extremo perjudicial en sus resultados, y que prevalece en todas partes: el de la impureza. El pecado de impureza se extiende por la iglesia como una plaga. Es una peste más fatal que cualquier otra. La maldición más terrible de la vida se acumulará sobre aquellos que la practican". (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, p. 41).

2. Honrando a Dios con Nuestro Cuerpo

Romanos 12:1

RVR1960 ¹ Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. NTV ¹ Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.

Explicación: En este pasaje, Pablo exhorta a los creyentes a ofrecer sus cuerpos como un sacrificio vivo a Dios. Nuestra adoración a Dios va más allá de rituales formales y se manifiesta en cómo cuidamos de nuestro cuerpo y vivimos nuestra vida diaria. Al consagrarnos a Dios, nos comprometemos a vivir de acuerdo con Su voluntad y a mantenernos apartados del pecado y la corrupción del mundo.

Comentario de Elena de White: "Nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo, y debemos cuidarlo para que no haya en él lugar para las cosas innecesarias. Cualquier práctica que tienda a debilitar nuestras fuerzas físicas, perjudica a la causa de la verdad." (Consejos Sobre la Salud, p. 59).

3. El Templo Santo - Cuidando el Lugar de Dios

1 Corintios 3:16-17

RVR1960 ¹⁶ ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? ¹⁷ Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. NTV ¹⁶ ¿No se dan cuenta de que todos ustedes juntos son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios vive en ustedes? ¹⁷ Dios destruirá a cualquiera que destruya este templo. Pues el templo de Dios es santo, y ustedes son este templo.

Explicación: Paulo les recuerda a los creyentes en Corinto que, como comunidad y como individuos, son el templo de Dios, y el Espíritu Santo reside en ellos. Por lo tanto, es esencial mantenerse santos y cuidar de este templo espiritual. Aquellos que dañan este templo, ya sea físicamente o espiritualmente, enfrentarán el juicio divino. Esto resalta la importancia de honrar y respetar nuestro cuerpo, así como la de cada miembro de la comunidad de creyentes.

Comentario de Elena de White: "Nadie debe ser ignorante en cuanto a la forma de tratar su cuerpo. Cada uno debe informarse en cuanto a las leyes de la vida y la salud, y obedecerlas". (Consejos Sobre la Salud, p. 20).

4. Cuerpo, Alma y Espíritu

1 Tesalonicenses 5:23

RVR1960 ²³ Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. NTV ²³ Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva.

Explicación: En este pasaje, Pablo ora para que los creyentes sean santificados por completo en todo su ser: espíritu, alma y cuerpo. Aquí vemos cómo la salud física, mental y espiritual están conectadas en el plan de Dios para la vida del creyente. Cuidar del cuerpo espiritualmente y físicamente es importante para estar preparados para la segunda venida de Cristo.

Comentario de Elena de White: "La santidad de Dios debe aparecer en la santidad del cuerpo, como en el alma". (Consejos Sobre la Salud, p. 27).

5. Salud y Prosperidad

3 Juan 1:2

RVR1960 ² Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. NTV ² Querido amigo, espero que te encuentres bien, y que estés tan saludable en cuerpo así como eres fuerte en espíritu.

Explicación: Juan expresa su deseo de que los creyentes gocen de buena salud, tanto física como espiritual. Esto muestra que Dios se preocupa por nuestro bienestar integral, y que la salud física y la prosperidad espiritual están relacionadas. Honramos a Dios al cuidar de nuestra salud física y espiritual, buscando vivir en armonía con Su voluntad.

Comentario de Elena de White: "La religión pura y sin mancha delante de Dios, el Padre, es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. Santiago 1:27

RVR1960 ²⁷ La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. NTV ²⁷ La religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y no dejar que el mundo te corrompa.
". (Consejos Sobre la Salud, p. 21).

6. Todo para la Gloria de Dios

1 Corintios 10:31

RVR1960 ³¹ Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. NTV ³¹ Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.

Explicación: Este versículo nos insta a vivir nuestras vidas de manera que todo lo que hagamos sea para la gloria de Dios. Nuestros pensamientos, palabras y acciones deben reflejar la voluntad de Dios y su carácter. Ya sea que comamos, bebamos o realicemos cualquier otra actividad, debemos hacerlo con la intención de honrar a Dios y vivir de acuerdo con sus principios.

Comentario de Elena de White: "Nuestra vida diaria debe ser una expresión de nuestra fe, llena de bondad, paciencia y ternura. En todo lo que hagamos, debemos ser semejantes a Cristo. En nuestros hogares, en nuestras relaciones con los demás, en nuestras transacciones comerciales, en el cumplimiento de nuestros deberes públicos y privados, necesitamos mostrar al mundo lo que significa ser un cristiano". (Testimonios para la Iglesia, tomo 7, p. 42).

NOTA:

El tema destaca la importancia de reconocer que nuestro cuerpo es un templo sagrado del Espíritu Santo, como enseña la Biblia. Debemos honrar a Dios cuidando de nuestro cuerpo y viviendo en santidad, ya que nuestra vida y cuerpo le pertenecen a Él. La perspectiva adventista del séptimo día enfatiza la importancia de mantener una vida saludable, tanto física como espiritualmente, para estar preparados para la segunda venida de Cristo. Cada acción, incluso las más cotidianas, debe ser realizada para la gloria de Dios. A través del cuidado de nuestro cuerpo, buscamos reflejar la semejanza de Cristo en nuestra vida diaria y ser testigos del poder transformador del evangelio para el mundo que nos rodea.