La Muerte de Jesucristo como Sacrificio Expiatorio — Estudia la Biblia Hoy





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La Muerte de Jesucristo como Sacrificio Expiatorio
La Muerte de Jesucristo como Sacrificio Expiatorio
La Muerte de Jesucristo como Sacrificio Expiatorio



Introducción:

La muerte de Jesucristo en el Calvario ocupa un lugar central y significativo en su teología y enseñanza bíblica. Creemos firmemente que el sacrificio expiatorio de Cristo es el fundamento de nuestra fe y esperanza. A través de un profundo estudio bíblico, podemos apreciar la magnitud del amor insondable de Dios y la provisión divina para nuestra salvación. Este estudio nos conducirá a comprender cómo Jesucristo, el Hijo de Dios, tomó sobre sí nuestros pecados y ofreció su vida como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Al explorar los versículos clave que describen la muerte redentora de Cristo, también incorporaremos valiosos comentarios de Elena G. de White, una figura inspiradora para la denominación adventista, quien nos guía a una comprensión más profunda del significado y la importancia de este gran sacrificio. A través de este estudio, esperamos fortalecer nuestra fe, renovar nuestra gratitud hacia el Salvador y encontrar consuelo y esperanza en el poder de su sacrificio redentor

1. El Amor Insondable de Dios: El Sacrificio que Trae Vida Eterna

Juan 3:16
RVR1960 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. NTV 16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Explicación: Este versículo es uno de los más conocidos de la Biblia y destaca el amor inmenso de Dios hacia la humanidad. Dios envió a su Hijo, Jesucristo, para ser el sacrificio perfecto por nuestros pecados. Su muerte en la cruz fue el acto supremo de amor para que podamos tener vida eterna a través de la fe en Él.

Comentario de Elena G. de White: "El don de Cristo a nuestro mundo es más allá de toda apreciación. Los méritos de su vida perfecta son ofrecidos a nosotros como una dádiva. Él llevó los pecados del mundo, y los padecimientos que sufrió nos aseguran el poder del Cielo, a fin de que podamos vencer." (El Deseado de todas las gentes, capítulo 3)

2. El Amor Manifestado en la Muerte Redentora de Cristo

Romanos 5:8
RVR1960 8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. NTV 8 pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.

Explicación: Este versículo resalta la magnitud del amor de Dios hacia nosotros. A pesar de nuestra naturaleza pecaminosa, Cristo murió por nosotros como el sacrificio expiatorio. Su muerte pagó el precio de nuestros pecados y abrió el camino para que nos reconciliemos con Dios.

Comentario de Elena G. de White: "Cristo se identificó con el dolor y la tristeza, y tomó nuestras debilidades para que podamos tener simpatía por nuestras flaquezas. De esa manera, somos llevados a confiar en su gran amor por nosotros y a amarle a cambio." (Palabras de Vida del Gran Maestro, capítulo 71)

3. La Sanidad por Sus Heridas: Libertad del Pecado

1 Pedro 2:24
RVR1960 24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. NTV 24 Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, ustedes son sanados.

Explicación: Este versículo destaca que Jesucristo llevó nuestros pecados en la cruz. Él asumió la culpa de nuestros errores y transgresiones, para que podamos ser liberados del poder del pecado y vivir en rectitud. Su muerte no solo nos justifica sino que también nos ofrece la sanidad espiritual.

Comentario de Elena G. de White: "Cristo soportó la pena de la transgresión de la ley para que los que confían en él puedan ser perdonados. En la cruz, se llevó nuestros pecados, dolores y enfermedades. Es nuestro poderoso Salvador para sanar tanto el alma como el cuerpo." (El Deseado de todas las gentes, capítulo 47

4. El Intercambio Divino: Nuestra Justicia en Cristo

2 Corintios 5:21
RVR1960 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. NTV 21 Pues Dios hizo que Cristo, quien nunca pecó, fuera la ofrenda por nuestro pecado, para que nosotros pudiéramos estar en una relación correcta con Dios por medio de Cristo.

Explicación: Aquí se enfatiza que Jesucristo, quien era sin pecado, tomó nuestro lugar en la cruz y se convirtió en pecado por nosotros. Él tomó la pena que nosotros merecíamos para que pudiéramos recibir la justicia de Dios a través de la fe en Él.

Comentario de Elena G. de White: "Cristo llevó los pecados de la humanidad en su propio cuerpo, y sufrió la justa ira de Dios contra la transgresión. Él tomó nuestro lugar en el juicio y se convirtió en nuestro sacrificio expiatorio, para que podamos ser hechos justicia de Dios en él." (El Conflicto de los Siglos, capítulo 72)

5. La Sangre Redentora: El Precio de Nuestra Redención

Hebreos 9:22
RVR1960 22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. NTV 22 De hecho, según la ley de Moisés, casi todo se purificaba con sangre porque sin derramamiento de sangre no hay perdón.

Explicación: La ley del Antiguo Testamento requería derramamiento de sangre para la remisión de pecados. Jesucristo se convirtió en el Cordero perfecto cuya sangre derramada en la cruz nos proporcionó la completa remisión de nuestros pecados y la purificación de nuestras conciencias.

Comentario de Elena G. de White: "La sangre de Cristo, derramada en la cruz, es el único medio por el cual nuestros pecados pueden ser remitidos. Él es nuestro Sumo Sacerdote en el Santuario Celestial, llevando la sangre de su sacrificio para asegurar nuestra salvación." (El Conflicto de los Siglos, capítulo 25)

6. Caminando en la Luz: Limpieza por la Sangre de Cristo

1 Juan 1:7
RVR1960 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. NTV 7 Si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado.

Explicación: La sangre de Jesucristo tiene el poder de limpiarnos de todo pecado si andamos en la luz y vivimos en comunión con Él. Al aceptar el sacrificio de Cristo, somos purificados y justificados delante de Dios.

Comentario de Elena G. de White: "La sangre de Cristo es eficaz para purificarnos de todo pecado si caminamos en la luz de su verdad y nos sometemos a su dirección. Al mantener una comunión íntima con él, recibimos constantemente su gracia y poder para vencer el pecado." (Conflicto y Valor, capítulo 22)

NOTA:

Estos versículos nos enseñan que la muerte de Jesucristo en el Calvario fue el sacrificio expiatorio perfecto que Dios ofreció por nuestros pecados. Su amor inmenso y su acto redentor nos brindan la oportunidad de tener vida eterna y vivir en comunión con nuestro Creador. A través de la fe en Jesús y su obra en la cruz, podemos experimentar el perdón y la reconciliación con Dios.

En la perspectiva adventista del séptimo día, la muerte de Jesucristo en el Calvario es vista como el sacrificio expiatorio que cumplió las profecías bíblicas y que asegura la salvación para todos los que creen en él. Los comentarios de Elena G. de White, una de las pioneras de la denominación, enfatizan el amor de Dios, el poder de la sangre de Cristo y la necesidad de mantener una relación cercana con él para obtener la victoria sobre el pecado.

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