Introducción:

Estudio bíblico que presentamos desde la perspectiva adventista del séptimo día tiene como enfoque los Tres Mensajes Angélicos de Apocalipsis 14:6-13

RVR1960 ⁶ Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, ⁷ diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. ⁸ Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. ⁹ Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, ¹⁰ él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; ¹¹ y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. ¹² Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. ¹³ Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. NTV ⁶ Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua. ⁷ «Teman a Dios — gritaba — . Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua». ⁸ Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído — cayó esa gran ciudad — porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad». ⁹ Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano ¹⁰ tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. ¹¹ El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre». ¹² Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús. ¹³ Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”».
Estos mensajes divinos se consideran de suma importancia para la iglesia adventista, ya que contienen verdades claves fundamentales que revelan aspectos esenciales de la obra de Dios en los últimos días. A través de estos mensajes, se nos insta a proclamar el evangelio eterno, a advertir sobre la apostasía y la corrupción espiritual, y a mantenernos fieles a Dios y a su ley. Además, exploraremos cómo Elena de White, una destacada profetisa adventista, proporciona valiosos comentarios y aplicaciones prácticas para estos mensajes, guiando a la iglesia hacia una comprensión más profunda de la Palabra de Dios. Con humildad y oración, emprendamos este estudio con el anhelo de crecer en nuestra relación con Dios y fortalecer nuestra fe para enfrentar los desafíos de los tiempos finales.

1. El Mensaje del Primer Ángel

Apocalipsis 14:6

RVR1960 ⁶ Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, NTV ⁶ Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua.

Explicación: El primer mensaje angélico presenta el evangelio eterno, un llamado para que todas las personas en la tierra escuchen y respondan a la verdad divina. Es un llamado a la adoración del Creador, que es el objeto de toda adoración legítima.

Comentario de Elena de White: "Este mensaje declara la hora del juicio de Dios. El tiempo señalado para el juicio adventista ha llegado, y el Señor llama a su pueblo a obedecer este mensaje". (El Conflicto de los Siglos, p. 355).

2. El Mensaje del Segundo Ángel

Apocalipsis 14:8

RVR1960 ⁸ Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. NTV ⁸ Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído — cayó esa gran ciudad — porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad».

Explicación: El segundo mensaje angélico anuncia la caída de Babilonia, que representa a las instituciones y sistemas religiosos que se oponen a Dios y promueven la idolatría y la apostasía. Es un llamado para que las personas se aparten de la corrupción y la confusión (Babilonia) espiritual de este mundo.

Comentario de Elena de White: "El mensaje del segundo ángel de Apocalipsis 14

RVR1960 ¹ Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. ² Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. ³ Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. ⁴ Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; ⁵ y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. ⁶ Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, ⁷ diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. ⁸ Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. ⁹ Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, ¹⁰ él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; ¹¹ y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. ¹² Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. ¹³ Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. ¹⁴ Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. ¹⁵ Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. ¹⁶ Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. ¹⁷ Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. ¹⁸ Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. ¹⁹ Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. ²⁰ Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. Apocalipsis 14: 1 : Ez. 9.
4; Ap. 7.
3. Apocalipsis 14: 5 : Sof. 3.
13. Apocalipsis 14: 8 : Is. 21.
9; Ap. 18.
2. Apocalipsis 14: 10 : Is. 51.
17. Apocalipsis 14: 10 : Gn. 19.
24. Apocalipsis 14: 11 : Is. 34.
10. Apocalipsis 14: 14 : Dn. 7.
13. Apocalipsis 14: 15 : Jl. 3.
13. Apocalipsis 14: 20 : Is. 63.
3; Ap. 19.
15. NTV ¹ Luego vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él había 144. 000 que tenían el nombre del Cordero y el de su Padre escrito en la frente. ² Y oí un sonido que venía del cielo, era como el rugido de grandes olas del mar o el retumbar de fuertes truenos. Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. ³ Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Nadie podía aprender ese canto aparte de los 144. 000 que habían sido rescatados de la tierra. ⁴ Ellos se han mantenido tan puros como vírgenes, y son los que siguen al Cordero dondequiera que va. Han sido comprados de entre los pueblos de la tierra como ofrenda especial para Dios y para el Cordero. ⁵ Ellos no han dicho mentiras y son intachables. ⁶ Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua. ⁷ «Teman a Dios — gritaba — . Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua». ⁸ Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído — cayó esa gran ciudad — porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad». ⁹ Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano ¹⁰ tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. ¹¹ El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre». ¹² Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús. ¹³ Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”». ¹⁴ Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. ¹⁵ Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». ¹⁶ Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada. ¹⁷ Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. ¹⁸ Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». ¹⁹ Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. ²⁰ Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
, fue predicado por primera vez en los Estados Unidos, en la primavera y el otoño de 1844. Llama la atención sobre la ley de Dios, la que ha sido pisoteada, mientras que se ha declarado que se ha cambiado por una ley de menor importancia". (Joyas de los Testimonios, tomo 1, p. 200).

3. El Mensaje del Tercer Ángel

Apocalipsis 14:9-11

RVR1960 ⁹ Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, ¹⁰ él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; ¹¹ y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. NTV ⁹ Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano ¹⁰ tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. ¹¹ El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre».

Explicación: El tercer mensaje angélico advierte sobre las consecuencias terribles que enfrentarán aquellos que adoren a la bestia y su imagen, simbolizando la sumisión al poder secular y la apostasía religiosa. Este mensaje insta a la lealtad inquebrantable a Dios y a guardar los mandamientos.

Comentario de Elena de White: "El ángel de Apocalipsis 14

RVR1960 ¹ Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. ² Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. ³ Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. ⁴ Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; ⁵ y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. ⁶ Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, ⁷ diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. ⁸ Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. ⁹ Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, ¹⁰ él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; ¹¹ y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. ¹² Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. ¹³ Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. ¹⁴ Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. ¹⁵ Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. ¹⁶ Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. ¹⁷ Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. ¹⁸ Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. ¹⁹ Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. ²⁰ Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. Apocalipsis 14: 1 : Ez. 9.
4; Ap. 7.
3. Apocalipsis 14: 5 : Sof. 3.
13. Apocalipsis 14: 8 : Is. 21.
9; Ap. 18.
2. Apocalipsis 14: 10 : Is. 51.
17. Apocalipsis 14: 10 : Gn. 19.
24. Apocalipsis 14: 11 : Is. 34.
10. Apocalipsis 14: 14 : Dn. 7.
13. Apocalipsis 14: 15 : Jl. 3.
13. Apocalipsis 14: 20 : Is. 63.
3; Ap. 19.
15. NTV ¹ Luego vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él había 144. 000 que tenían el nombre del Cordero y el de su Padre escrito en la frente. ² Y oí un sonido que venía del cielo, era como el rugido de grandes olas del mar o el retumbar de fuertes truenos. Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. ³ Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Nadie podía aprender ese canto aparte de los 144. 000 que habían sido rescatados de la tierra. ⁴ Ellos se han mantenido tan puros como vírgenes, y son los que siguen al Cordero dondequiera que va. Han sido comprados de entre los pueblos de la tierra como ofrenda especial para Dios y para el Cordero. ⁵ Ellos no han dicho mentiras y son intachables. ⁶ Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua. ⁷ «Teman a Dios — gritaba — . Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua». ⁸ Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído — cayó esa gran ciudad — porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad». ⁹ Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano ¹⁰ tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. ¹¹ El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre». ¹² Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús. ¹³ Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”». ¹⁴ Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. ¹⁵ Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». ¹⁶ Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada. ¹⁷ Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. ¹⁸ Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». ¹⁹ Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. ²⁰ Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
declara que debe hacerse un claro y decidido contraste entre el adorador del Dios vivo y el adorador de la bestia y su imagen. El pueblo de Dios no debe ser visto mezclado con los adoradores de la bestia". (Mensajes Selectos, tomo 2, p. 385).

4. La Bienaventuranza de los Santos

Apocalipsis 14:12

RVR1960 ¹² Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. NTV ¹² Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús.

Explicación: Este versículo resalta la fidelidad y perseverancia de los santos, aquellos que obedecen los mandamientos de Dios y mantienen su fe en Jesucristo, incluso en medio de la persecución y la adversidad.

Comentario de Elena de White: "El pueblo de Dios ha de presentar su cuerpo como un sacrificio vivo, santo e irreprensible. Su recompensa será un eterno bienestar en el reino de Dios". (Consejos para la Iglesia, p. 320).

5. La Seguridad de los Muertos en Cristo

Apocalipsis 14:13

RVR1960 ¹³ Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. NTV ¹³ Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”».

Explicación: Este versículo asegura la bienaventuranza de aquellos que mueren en Cristo, creyentes en el mensaje del tercer ángel. Los fieles creyentes que han fallecido encontrarán descanso y paz en la presencia del Señor, y sus obras y testimonio permanecerán como un legado.

Comentario de Elena de White: "Los que duermen en Cristo se encontraron con Él en su venida". (Maranata: El Señor Viene, p. 277).

6. El Sábado, Señal del Pueblo de Dios

Apocalipsis 13:4

RVR1960 ⁴ y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? NTV ⁴ Adoraron al dragón por haberle dado semejante poder a la bestia y también adoraron a la bestia. «¿Quién es tan grande como la bestia? — exclamaban — . ¿Quién puede luchar contra ella? ».

Explicación: Aquí se describe a las personas adorando a la bestia y al dragón, representando a aquellos que se someten al poder secular y siguen una forma de adoración falsa. Sin embargo, este versículo también tiene un significado profundo para los adventistas del séptimo día. La enseñanza bíblica y la comprensión de Elena de White enfatizan que en los últimos días, el sábado será un punto crucial de lealtad para el pueblo de Dios. La observancia del sábado, el séptimo día de la semana, establecido por Dios desde la creación, se convierte en una señal distintiva que identifica a aquellos que han elegido seguir a Dios y obedecer sus mandamientos. En medio de las pruebas finales, el sábado será el punto de verdad especialmente controvertido, y aquellos que guarden fielmente el día de reposo establecido por Dios serán reconocidos como el pueblo que mantiene su lealtad y fidelidad a Él. Es una señal visible de la obediencia y el amor a Dios, y una expresión de la adoración verdadera que el Señor espera de su pueblo en los últimos días.

Comentario de Elena de White: "El sábado será la gran piedra de toque de la lealtad, pues es el punto de verdad especialmente controvertido. Cuando sobrevengan las últimas y terribles pruebas, entonces será cuando los hombres recibirán el sello del Dios viviente o la marca de la bestia". (El Conflicto de los Siglos, p. 620).

NOTA:

Este título resalta la importancia del sábado como un distintivo del pueblo de Dios en los últimos días. Elena de White enfatiza que el sábado será un punto crucial en la lucha entre la verdad y el error, y que en medio de las pruebas finales, nuestra lealtad a Dios será puesta a prueba a través de la observancia del día de reposo establecido por Él. Los adventistas del séptimo día consideran el sábado como el día de adoración y descanso establecido por Dios desde la creación, y ven su observancia como un signo de su lealtad y obediencia a Dios.

NOTA:

En conclusión, los tres mensajes angélicos de Apocalipsis 14

RVR1960 ¹ Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. ² Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. ³ Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. ⁴ Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; ⁵ y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios. ⁶ Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, ⁷ diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. ⁸ Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación. ⁹ Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, ¹⁰ él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; ¹¹ y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. ¹² Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. ¹³ Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. ¹⁴ Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. ¹⁵ Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. ¹⁶ Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada. ¹⁷ Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. ¹⁸ Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. ¹⁹ Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. ²⁰ Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios. Apocalipsis 14: 1 : Ez. 9.
4; Ap. 7.
3. Apocalipsis 14: 5 : Sof. 3.
13. Apocalipsis 14: 8 : Is. 21.
9; Ap. 18.
2. Apocalipsis 14: 10 : Is. 51.
17. Apocalipsis 14: 10 : Gn. 19.
24. Apocalipsis 14: 11 : Is. 34.
10. Apocalipsis 14: 14 : Dn. 7.
13. Apocalipsis 14: 15 : Jl. 3.
13. Apocalipsis 14: 20 : Is. 63.
3; Ap. 19.
15. NTV ¹ Luego vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él había 144. 000 que tenían el nombre del Cordero y el de su Padre escrito en la frente. ² Y oí un sonido que venía del cielo, era como el rugido de grandes olas del mar o el retumbar de fuertes truenos. Parecía el sonido de muchos arpistas tocando juntos. ³ Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Nadie podía aprender ese canto aparte de los 144. 000 que habían sido rescatados de la tierra. ⁴ Ellos se han mantenido tan puros como vírgenes, y son los que siguen al Cordero dondequiera que va. Han sido comprados de entre los pueblos de la tierra como ofrenda especial para Dios y para el Cordero. ⁵ Ellos no han dicho mentiras y son intachables. ⁶ Y vi a otro ángel, que volaba por el cielo y llevaba la eterna Buena Noticia para proclamarla a los que pertenecen a este mundo: a todo pueblo y toda nación, tribu y lengua. ⁷ «Teman a Dios — gritaba — . Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua». ⁸ Luego otro ángel lo siguió por el cielo mientras gritaba: «Babilonia ha caído — cayó esa gran ciudad — porque hizo que todas las naciones del mundo bebieran el vino de su apasionada inmoralidad». ⁹ Después un tercer ángel los siguió mientras gritaba: «Todo el que adore a la bestia y a su estatua o acepte su marca en la frente o en la mano ¹⁰ tendrá que beber el vino de la ira de Dios, que se ha servido sin diluir en la copa del furor de Dios. Ellos serán atormentados con fuego y azufre ardiente en presencia de los ángeles santos y del Cordero. ¹¹ El humo de su tormento subirá por siempre jamás, y no tendrán alivio ni de día ni de noche, porque adoraron a la bestia y a su estatua y aceptaron la marca de su nombre». ¹² Esto significa que el pueblo de Dios tiene que soportar la persecución con paciencia, obedeciendo sus mandamientos y manteniendo la fe en Jesús. ¹³ Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”». ¹⁴ Entonces vi una nube blanca y sentado en la nube estaba alguien parecido al Hijo del Hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano una hoz afilada. ¹⁵ Entonces vino otro ángel desde el templo y le gritó al que estaba sentado en la nube: «Da rienda suelta a la hoz, porque ha llegado el tiempo para cosechar; ya está madura la cosecha en la tierra». ¹⁶ Y el que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y toda la tierra fue cosechada. ¹⁷ Después vino otro ángel desde el templo que está en el cielo, y él también tenía una hoz afilada. ¹⁸ Luego otro ángel, que tenía poder para destruir con fuego, vino desde el altar y le gritó al ángel que tenía la hoz afilada: «Pasa ahora tu hoz y junta los racimos de los viñedos de la tierra, porque las uvas ya están maduras para el juicio». ¹⁹ Así que el ángel pasó su hoz sobre la tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. ²⁰ Las uvas fueron pisadas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar brotó un río de sangre de unos trescientos kilómetros de largo que llegaba hasta los frenos de un caballo.
nos invitan a proclamar y vivir el evangelio eterno, a separarnos de las prácticas corruptas del mundo y a mantener una lealtad inquebrantable a Dios. A través de estos mensajes, se destaca la importancia de la adoración verdadera, la obediencia a los mandamientos y la esperanza en el regreso glorioso de nuestro Señor Jesucristo.