Salmos 10
RVR1960
1 ¿Por qué estás lejos, oh Jehová, Y te escondes en el tiempo de la tribulación?
2 Con arrogancia el malo persigue al pobre; Será atrapado en los artificios que ha ideado.
3 Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.
4 El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.
5 Sus caminos son torcidos en todo tiempo; Tus juicios los tiene muy lejos de su vista; A todos sus adversarios desprecia.
6 Dice en su corazón: No seré movido jamás; Nunca me alcanzará el infortunio.
7 Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; Debajo de su lengua hay vejación y maldad.
8 Se sienta en acecho cerca de las aldeas; En escondrijos mata al inocente. Sus ojos están acechando al desvalido;
9 Acecha en oculto, como el león desde su cueva; Acecha para arrebatar al pobre; Arrebata al pobre trayéndolo a su red.
10 Se encoge, se agacha, Y caen en sus fuertes garras muchos desdichados.
11 Dice en su corazón: Dios ha olvidado; Ha encubierto su rostro; nunca lo verá.
12 Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano; No te olvides de los pobres.
13 ¿Por qué desprecia el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.
14 Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; A ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano.
15 Quebranta tú el brazo del inicuo, Y persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna.
16 Jehová es Rey eternamente y para siempre; De su tierra han perecido las naciones.
17 El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído,
18 Para juzgar al huérfano y al oprimido, A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra. Salmos 10: 7 : Ro. 3.
14.
NTV
1 Oh Señor, ¿por qué permaneces tan distante? ¿Por qué te escondes cuando estoy en apuros?
2 Con arrogancia los malvados persiguen a los pobres; ¡que sean atrapados en el mal que traman para otros!
3 Pues hacen alarde de sus malos deseos; elogian al codicioso y maldicen al Señor.
4 Los malvados son demasiado orgullosos para buscar a Dios; parece que piensan que Dios está muerto.
5 Sin embargo, prosperan en todo lo que hacen. No ven que les espera tu castigo; miran con desdén a todos sus enemigos.
6 Piensan: «¡Jamás nos sucederá algo malo! ¡Estaremos para siempre sin problemas! ».
7 Su boca está llena de maldiciones, mentiras y amenazas; tienen maldad y violencia en la punta de la lengua.
8 Se esconden en emboscada en las aldeas, a la espera para matar a gente inocente; siempre buscan víctimas indefensas.
9 Como leones agazapados en sus escondites, esperan para lanzarse sobre los débiles. Como cazadores capturan a los indefensos y los arrastran envueltos en redes.
10 Sus pobres víctimas quedan aplastadas; caen bajo la fuerza de los malvados.
11 Los malvados piensan: «¡Dios no nos mira! ¡Ha cerrado los ojos y ni siquiera ve lo que hacemos! ».
12 ¡Levántate, oh Señor! ¡Castiga a los malvados, oh Dios! ¡No te olvides de los indefensos!
13 ¿Por qué los malvados desprecian a Dios y quedan impunes? Piensan: «Dios nunca nos pedirá cuentas».
14 Pero tú ves los problemas y el dolor que causan; lo tomas en cuenta y los castigas. Los indefensos depositan su confianza en ti; tú defiendes a los huérfanos.
15 ¡Quiébrale los brazos a esta gente malvada y perversa! Persíguelos hasta destruir al último de ellos.
16 ¡El Señor es rey por siempre y para siempre! Las naciones paganas desaparecerán de la tierra.
17 Señor, tú conoces las esperanzas de los indefensos; ciertamente escucharás sus clamores y los consolarás.
18 Harás justicia a los huérfanos y a los oprimidos, para que ya no los aterre un simple mortal.
Salmo capítulo 10
Presentado por FABIAN
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