Salmo Capítulo 44 — Estudia la Biblia Hoy





44/150          1 - 2 minutes
Salmo Capítulo 44
Salmo Capítulo 44
Salmo Capítulo 44



Salmos 44
RVR1960 Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré. 1 Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado, La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos. 2 Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos; Afligiste a los pueblos, y los arrojaste. 3 Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos. 4 Tú, oh Dios, eres mi rey; Manda salvación a Jacob. 5 Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios. 6 Porque no confiaré en mi arco, Ni mi espada me salvará; 7 Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, Y has avergonzado a los que nos aborrecían. 8 En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, Y para siempre alabaremos tu nombre. Selah 9 Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; Y no sales con nuestros ejércitos. 10 Nos hiciste retroceder delante del enemigo, Y nos saquean para sí los que nos aborrecen. 11 Nos entregas como ovejas al matadero, Y nos has esparcido entre las naciones. 12 Has vendido a tu pueblo de balde; No exigiste ningún precio. 13 Nos pones por afrenta de nuestros vecinos, Por escarnio y por burla de los que nos rodean. 14 Nos pusiste por proverbio entre las naciones; Todos al vernos menean la cabeza. 15 Cada día mi vergüenza está delante de mí, Y la confusión de mi rostro me cubre, 16 Por la voz del que me vitupera y deshonra, Por razón del enemigo y del vengativo. 17 Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti, Y no hemos faltado a tu pacto. 18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón, Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos, 19 Para que nos quebrantases en el lugar de chacales, Y nos cubrieses con sombra de muerte. 20 Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios, O alzado nuestras manos a dios ajeno, 21 ¿No demandaría Dios esto? Porque él conoce los secretos del corazón. 22 Pero por causa de ti nos matan cada día; Somos contados como ovejas para el matadero. 23 Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no te alejes para siempre. 24 ¿Por qué escondes tu rostro, Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra? 25 Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo, Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra. 26 Levántate para ayudarnos, Y redímenos por causa de tu misericordia. Salmos 44: 22 : Ro. 8.
36.
NTV Para el director del coro: salmo de los descendientes de Coré. 1 Oh Dios, lo oímos con nuestros propios oídos; nuestros antepasados nos han contado de todo lo que hiciste en su época, hace mucho tiempo atrás. 2 Con tu poder expulsaste a las naciones paganas y entregaste toda la tierra a nuestros antepasados. Aplastaste a sus enemigos y liberaste a nuestros antepasados. 3 No fue con sus espadas que conquistaron la tierra, ni sus brazos fuertes les dieron la victoria. Fueron tu mano derecha y tu brazo fuerte y la luz cegadora de tu rostro que los ayudaron, porque los amabas. 4 Tú eres mi Rey y mi Dios; tú decretas las victorias de Israel. 5 Solo con tu poder hacemos retroceder a nuestros enemigos; solo en tu nombre podemos pisotear a nuestros adversarios. 6 No confío en mi arco ni dependo de que mi espada me salve. 7 Tú eres el que nos da la victoria sobre nuestros enemigos; avergüenzas a los que nos odian. 8 Oh Dios, todo el día te damos gloria y alabamos tu nombre constantemente. Interludio 9 Pero ahora nos hiciste a un lado en deshonra; ya no estás al frente de nuestros ejércitos en batalla. 10 Nos haces huir en retirada de nuestros enemigos y dejas que los que nos odian saqueen nuestra tierra. 11 Nos descuartizaste como a ovejas, y nos esparciste entre las naciones. 12 Vendiste a tu precioso pueblo por una miseria y no ganaste nada con la venta. 13 Permites que nuestros vecinos se burlen de nosotros; somos objeto de desprecio y desdén de quienes nos rodean. 14 Nos has hecho el blanco de sus bromas; menean la cabeza ante nosotros en señal de desprecio. 15 No podemos escapar de la constante humillación; tenemos la vergüenza dibujada en el rostro. 16 Lo único que oímos son los insultos de los burlones; lo único que vemos es a nuestros enemigos vengativos. 17 Todo esto ocurrió aunque nunca te hemos olvidado ni desobedecimos tu pacto. 18 Nuestro corazón no te abandonó ni nos hemos extraviado de tu camino. 19 Sin embargo, nos aplastaste en el desierto, donde vive el chacal; nos cubriste de oscuridad y muerte. 20 Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios o hubiéramos extendido las manos en oración a dioses ajenos, 21 con toda seguridad Dios lo habría sabido, porque conoce los secretos de cada corazón. 22 Pero por tu causa, nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero. 23 ¡Despierta, oh Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre. 24 ¿Por qué miras para otro lado? ¿Por qué pasas por alto nuestro sufrimiento y opresión? 25 Nos desplomamos en el polvo; quedamos boca abajo en la mugre. 26 ¡Levántate! ¡Ayúdanos! Rescátanos a causa de tu amor inagotable.

This page was produced by
Estudia la Biblia Hoy
estudialabibliahoy.com


Australia/Sydney : 20240122-164154 : 1626149781039 : 1705890323220

44/150