“He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”.
Isaías 59:1-2
RVR1960
1 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír;
2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
NTV
1 ¡Escuchen! El brazo del Señor no es demasiado débil para no salvarlos, ni su oído demasiado sordo para no oír su clamor.
2 Son sus pecados los que los han separado de Dios. A causa de esos pecados, él se alejó y ya no los escuchará.
Dios sigue teniendo amor y misericordia con nosotros. Su mano siempre lista para ayudarnos y su oido atento a escucharnos como un buen Padre; pero nuestros pecados causan división entre El y nosotros.
Ahora es tiempo de buscar su rostro y ponernos a cuenta con Él porque el gran día se acerca y no habrá más oportunidad. Hoy es el día.