“Tú me das tu protección; me salvas con tu gran poder y me concedes la victoria”.
Salmos 18:35
RVR1960
35 Me diste asimismo el escudo de tu salvación; Tu diestra me sustentó, Y tu benignidad me ha engrandecido.
NTV
35 Me has dado tu escudo de victoria. Tu mano derecha me sostiene; tu ayuda me ha engrandecido.
Cada día de tu vida estás librando batallas. Es importante tener las armas correctas para pelear y salir victorioso. La Oración y la Palabra de Dios son armas poderosas e indispensables para luchar.
No decaigas ni te rindas en la lucha porque Dios te da su protección y te salva con su poder.
Este día camina con seguridad porque con Dios la victoria ya está asegurada.