“Dame, hijo mío, tu corazón,
Y miren tus ojos por mis caminos”.
Proverbios 23:26
RVR1960
26 Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.
NTV
26 Oh, hijo mío, dame tu corazón; que tus ojos se deleiten en seguir mis caminos.
Cuando Dios pide que le des tu corazón, es porque El sabe que necesita estar guardado en un lugar seguro, para cuidarlo y protegerlo del mal. El corazón es engañoso y te hace pensar que puedes hacer las cosas por ti mismo, sin necesidad de tomar en cuenta a Dios; pero eso es un error.
Dale a Dios tu corazón y de esa manera podrán tus ojos mirar por Sus caminos.