“El Señor es mi fuerza y mi escudo;
mi corazón en él confía; de Él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría,
y con cánticos le daré gracias”.
Salmos 28:7
RVR1960
7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
NTV
7 El Señor es mi fortaleza y mi escudo; confío en él con todo mi corazón. Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias.
Cuando ves todo oscuro y piensas que no hay salida para el problema que estás viviendo, alza tu mirada y recuerda que Dios es la fuerza que te sostiene y el escudo que te proteje. No dejes que nada ni nadie te hagan sentir que no hay esperanza porque quien camina al lado tuyo es el Dios de lo imposible y Él te ayudará a cambiar tu derrota en victoria.
Ánimo, el Señor es tu escudo.