
Nos cuesta comprender plenamente la relación que nuestro Dios, el Creador del Universo, quiere tener con nosotros, los seres humanos. (¡La sola idea es asombrosa!) “¡Miren qué gran amor nos ha prodigado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios! ¡Y en realidad, somos hijos de Dios! Por eso el mundo no nos conoce, porque no lo conoce a él” 1 Juan 3:1
O, como escribió Elena de White: “¿Puede algún rango humano igualar a este? ¿Qué lugar más destacado podríamos ocupar nosotros que ser llamados hijos del Dios infinito? [...] ¿Puede alguna honra mundanal igualarse a esto?” (MGD 341). Es solo la oscuridad de este mundo cargado de pecado lo que hace que no apreciemos completamente el estatus que se nos ha dado en Jesús.
RVR1960
1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
NTV
1 Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él.